(Buenos Aires, s d – Buenos Aires, 11 de junio de 1974).

            Estudió en el Colegio Militar de la Nación.

En 1956, el suboficial retirado Delfor Díaz le llevó una carta del Teniente Coronel José L. Cogorno, para sumarlo a la conspiración de Valle y Tanco.

Como Capitán estaba a cargo del cuartel como jefe de la segunda compañía del Regimiento 7 de Infantería de La Plata-. Se sumó a los revolucionarios que se levantaron en armas contra la dictadura el 9 de junio de 1956. Fue él quien tomó por las armas ese Regimiento aprovechándose del factor sorpresa. Formó a la tropa y los arengó de este modo: “El Regimiento ha sido tomado por nuestro Movimiento para recuperar la democracia y la libertad que le ha sido arrebatada al pueblo por la fuerza. Nos levantamos para defender a un gobierno que fue elegido por el voto y contra quienes no han respetado la voluntad popular”.

 A continuación estuvo a su cargo el asalto al Departamento Central de policía platense. Creían contar con una ayuda interna, cosa que no sucedió y atrasó los planes. Contaba con tres tanques Sherman para atacar y tomar por asalto el lugar, pero prefiere no hacerlo, siguiendo las directivas de “no disparar, no cargar”.

Fracasado el levantamiento, se refugió en Bolivia, integrándose a los comandos de exiliados peronistas en ese país. Allí, los exiliados estaban divididos. Morganti participó del primer núcleo caracterizado como “nacionalista”, que respondía a la dirección de Fernando García Della Costa, acompañado por los hermanos Julio y Bernardo Troxler, y tenía entre sus amigos a miembros del gobierno de Siles Suazo. El otro grupo estaba liderado por Claudio Francia y se recostaba en una alianza con la Central Obrera Boliviana de Juan Lechín, destacado sindicalista de la minería. En mayo de 1957 fue detenido, junto a Francia y René Raca, tras una denuncia de la Embajada Argentina de un presunto ataque a su sede.

Tras la normalización institucional regresó al país.

Formó parte del Movimiento Revolucionario Peronista, lanzado en agosto de 1964. Además se vinculó a diversas organizaciones de militares de filiación peronista, dados de baja de las Fuerzas Armadas. Tenía vínculos estrechos con el Mayor Bernardo Alberte.

Junto a Julio Troxler acompañó a Rubén Sosa en sus tareas de reorganización del peronismo desde el Cuadrunvirato, designado por Perón en 1964.

Participó de las reuniones de la logia Anael, convocada por Julio C. Urien, junto a Bernardo Alberte, Julio Troxler y Rubén Sosa. A ese ámbito fue invitada, en 1965, Isabel Perón, en su estancia en Buenos Aires. Entre los concurrentes estaba José López Rega.  En el momento en que la mujer de Perón se instaló en un departamento en la calle Córdoba, cedido por la logia, Morganti llevó un televisor y ella le pidió que quería hablar con López Rega. A partir de allí Daniel la acompañó en su derrotero por el país  y después viajó a Madrid para oficiar de secretario en la quinta 17 de octubre.

Con un grupo de ex militares contribuyó económicamente con la actividad política de Isabel Perón en Argentina.

Al asumir Lastiri, Morganti fue convocado para apoyar grupos paramilitares. Para ello, según denuncias de las publicaciones Militancia Peronista para la liberación y El Peronista, recibió una fuerte suma de dinero del Ministerio de Bienestar Social con la finalidad de realizar una campaña en favor de los Comandos Unificados de la Resistencia referenciados en Jorge Osinde.

            Murió el 11 de junio de 1974.

Referencias:

Codesido, Nicolás. La trayectoria de Julio Troxler: radicalización política entre los orígenes y el desarrollo de la izquierda peronista (1955-1974). Espacio Abierto, Revista de crítica social. Número 22, 2020.

Gurruchari, Eduardo. Un militar entre obreros y guerrilleros. Buenos Aires, Colihue, 2001.

Lichtmajer, Leandro; Pulfer, Darío. La génesis de la intermediación. Perón y los Comandos de exiliados (1955-1958). Folia Histórica del Nordeste, Nº 48, 2023.

Darío Pulfer