ASALTO AL POLICLÍNICO BANCARIO

            El 29 de agosto de 1963, a las diez y media de la mañana, un puñado de militantes del Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara ingresó con una ambulancia al Policlinico BancarioEl 29 de agosto de 1963, a las diez y media de la mañana, un puñado de militantes del Movim del barrio porteño de Caballito. Su conductor había sido drogado, y hacía las veces de enfermo en la camilla de la parte trasera. Al poco tiempo, llegó la camioneta que transportaba los sueldos del personal y estacionó en el patio interno del complejo. Fue entonces cuando el tacuarista José Luis Nell, que había cubierto su rostro con un pañuelo, dio la voz de alto y agitó una pistola ametralladora PAM. Esa fue la señal para que irrumpan en la escena sus camaradas Horacio Rossi, Carlos Arbelos y Jorge Caffatti, con armas de puño, decididos a apoderarse de la valija con el dinero. En el film de Fernando Ayala Con gusto a rabia, que dramatizó el incidente dos años después, el actor Alfredo Alcón dispara espasmódicamente varias ráfagas con su metralleta, cuando el policía de custodia trata de desenfundar su arma. Aunque existieron versiones opuestas sobre el origen de los disparos en el asalto real, lo cierto es que las balas de Nell acabaron con la vida del chofer de la camioneta y un ordenanza, provocaron heridas a un policía, una empleada y un segundo ordenanza. A pesar del desconcierto generado por el tiroteo, los asaltantes huyeron en la ambulancia robada con una suma en pesos equivalente a los 100.000 dólares.

            El Operativo Rosaura, bautizado así por la coincidencia del horario de inicio del robo con el título de la novela de Marco Denevi Rosaura a las diez, fue una acción armada donde se cruzaron los móviles políticos y las dinámicas del delito común. El dato del transporte de caudales lo había aportado Gustavo Posse, un empleado judicial cuyo único compromiso partidario era su amistad con el tacuarista Ricardo Viera, que pidió el treinta por ciento del botín a cambio de la información. Unos meses después del atraco, Posse tomó un avión rumbo a Europa para comprar dólares con su parte, conoció la noche de París y dio rienda suelta a sus fantasías de dolce vita en cabarets y restaurantes de lujo. En Francia, los billetes marcados del asalto al Policlínico fueron reconocidos, y la noticia llegó a la División Robos y Hurtos de la Policía Federal en Buenos Aires, hasta terminar con la detención de varios activistas del MNRT en marzo de 1964.

            El MNRT se había separado del Movimiento Nacionalista Tacuara a finales de 1962, para acercarse al peronismo y a la izquierda nacionalista. En uno de sus periódicos, conocido como Tacuara del manchón, se definían a favor del peronismo revolucionario, el socialismo nacional y los movimientos antiimperialistas del Tercer Mundo, aunque la Revolución argelina antes que Cuba era su modelo ejemplar. En continuidad con la Tacuara originaria, compartían el revisionismo histórico, reivindicaban a mártires del nacionalismo como Darwin Passaponti, y su estructura provenía de las brigadas sindicales y los comandos barriales del MNT. Pero a diferencia de la organización madre, que limitaba su violencia a los atentados contra la comunidad judía y al choque con militantes de izquierda, el MNRT encabezado por Joe Baxter repudió públicamente el antisemitismo, y concibió a la lucha armada como el principal método para la toma del poder. La Tacuara de Baxter, Caffatti y Nell, comprometida con la estrategia de impulsar una insurrección popular a través de la lucha armada, realizó operativos de carácter expropiatorio, con la idea de obtener recursos para abrir un frente guerrillero rural en la provincia de Formosa. En ese contexto de mutación política e ideológica se planeó el atentado al Policlínico Bancario. 

            Las redadas policiales llevaron a la disolución del MNRT, y originaron la diáspora de sus integrantes. José Luis Nell fue detenido pero se escapó de Tribunales en un descuido de su custodia, viajó a China en 1965 con una delegación de dirigentes históricos de la resistencia peronista como Jorge Rulli y Pancho Gaitán, y cruzó el Río de la Plata para integrarse a la guerrilla de los Tupamaros, donde participó de la fuga del penal de Punta Carretas. De regreso a la Argentina, mientras conducía la Columna Sur de Montoneros durante la movilización del 20 de junio de 1973 a Ezeiza, recibió una herida que lo dejó cuadripléjico. Este hecho lo hundió en un profundo cuadro depresivo, que lo llevó a tomar la decisión de acabar con su vida. Joe Baxter pudo eludir a las autoridades, se refugió en Montevideo y empezó una larga gira revolucionaria. Primero viajó a Madrid y se entrevistó con Perón, pero de la misma manera que había dejado atrás sus poemas al nazismo paneuropeo en la prensa del MNT, también abandonó la identidad peronista. En los años siguientes estuvo en Argelia, Egipto, China, Vietnam y Cuba, donde pudo conocer a líderes tercermundistas como Ahmed Ben Bella, Gamal Abdel Nasser y Ho-Chi-Minh, quien lo habría condecorado tras participar en un enfrentamiento contra los estadounidenses. En 1970 participó del V Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores, que fundó el Ejército Revolucionario del Pueblo, pero sus diferencias con la dirigencia perretista lo llevaron de nuevo a Europa. Encontró la muerte en 1973, cuando se estrelló cerca de París el avión comercial que lo trasladaba a un encuentro de la IV Internacional trotskista.

            En la cárcel, varios militantes del MNRT como Jorge Caffatti, Carlos Arbelos y Alfredo Roca, adquirieron una formación marxista sin abandonar el peronismo como identidad política. Una vez liberados, continuaron su militancia en las Fuerzas Armadas Peronistas, donde se reencontraron con otros miembros de la organización como Rubén Rodríguez, Amílcar Fidanza y Jorge Cataldo. Ricardo Viera, que a fines de 1962 dictaba charlas sobre judaísmo y masonería, se vinculó más tarde al PRT-ERP, pasó toda la dictadura preso y en 1985 fue detenido por formar parte de una banda de secuestradores. Otro caso particular es el de Luis Alfredo Zarattini, que participó del robo al Policlínico con un automóvil de apoyo. En 1974, el ex MNRT integró la intervención de la derecha peronista a la Universidad de Buenos Aires junto a Alberto Otalaggano, fue señalado como colaborador civil del Batallón 601 durante la última dictadura militar, y viajó a Nicaragua con la misión de las Fuerzas Armadas para asesorar al régimen de Anastasio Somoza en materia de contrainsurgencia.

            El asalto al Policlínico Bancario de 1963 provocó un fuerte impacto en los medios de comunicación, por la importancia del botín y sus consecuencias sangrientas. Más agigantada fue sin embargo su imagen retrospectiva, amplificada por lo que Pablo Semán llama “historia de masas”; la construcción de una imaginación histórica en la que intervienen otros géneros aparte de las disciplinas académicas. Para el periodista Daniel Gutman, por ejemplo, Tacuara fue la primera guerrilla urbana de la Argentina, “un puente hacia la Argentina explosiva de los setenta” por las derivas de los militantes del MNT y el MNRT hacia la izquierda armada y la derecha paraestatal. La idea de que el asalto al Policlínico Bancario habría sido el huevo de la serpiente de la violencia política setentista fue esbozada por Karina García en la revista Todo es Historia, y también encontró eco en el Manuscrito de un desaparecido en la ESMA de Juan Gasparini, que reconstruye la biografía de Jorge Caffatti. Allí el ex militante de FAR y Montoneros describió el robo como “un hecho maldito dentro del nacimiento de la guerrilla en la Argentina”, portador de “ese carácter desordenado y sangriento de la violencia” de la guerrilla peronista. Esta inclinación a situar a las organizaciones armadas y el terror estatal o paraestatal como núcleo de un gran relato trágico del pasado reciente argentino, es un tópico central en la teoría de los dos demonios, que estructuró desde la transición democrática una parte significativa de las sensibilidades populares en torno al pasado reciente.

            Por el contrario, el historiador Gabriel Rot criticó el “mito del Policlínico Bancario”, señalando que el MNRT era una evolución izquierdista de la Tacuara originaria, que no tenía nada que ver con la estrategia guerrillera continental que encontró su faro revolucionario en Cuba. Si pensamos en el ciclo de las guerrillas latinoamericanas, desde el auge del foquismo rural entre 1960 y 1967, hasta la generalización de las guerrillas urbanas en el Cono Sur a partir de 1968, difícilmente se puede inscribir al MNRT en esa secuencia. La Tacuara revolucionaria no parecía una guerrilla moderna con comandos clandestinos y jefatura político-militar, ya que compartía las formas organizativas más movimientistas e insurreccionales del MNT y la resistencia peronista. El MNRT era una milicia con células barriales de agitación y propaganda sin una compartimentación muy rígida, lo que explica la caída casi completa de sus integrantes cuando la policía descubrió al entregador del Policlínico. Al mismo tiempo, el MNRT realizó operativos armados sin firma, en el marco de una estrategia orientada a desarrollar la lucha armada en la ciudad y el campo, lo que permitiría caracterizar el acontecimiento como una acción guerrillera sin guerrilla. Se trata, como siempre, no solamente de afinar la lente de la investigación histórica y sus definiciones conceptuales, sino de una batalla cultural por el significado del pasado reciente, que en última instancia es un conflicto político; se trata de pensar los sesenta y los setenta más cerca o más lejos del prisma refractor de los “años de plomo”, y de acercar o marginar a las diversas Tacuaras de sus filiaciones con el peronismo.

Referencias:

Bardini, Roberto. Tacuara. La polvora y la sangre. México, Océano, 2002.

Bufano, Sergio y Rot, Gabriel. “Entrevista a Juan Gasparini”, Lucha armada en la Argentina n.6, 2006.

Campos, Esteban, “¿De fascistas a guerrilleros? Una crítica a la historiografía del Movimiento Nacionalista Tacuara y sus derivas hacia la izquierda en la Argentina”, en  Tiempo Histórico. Santiago de Chile, Año 7, N°13 (julio-diciembre 2016).

García, Karina. 1998. “1963: Asalto al Policlínico Bancario. El primer golpe armado de Tacuara”, en Todo es Historia n.373 (Buenos Aires): 9-19.

Gasparini, Juan. Manuscrito de un desaparecido en la ESMA. El libro de Jorge Caffatti. Del asalto al Policlínico Bancario por Tacuara a las FAP y el secuestro del jefe de la FIAT en París. Buenos Aires, Norma, 2006.

Gutman, Daniel. Tacuara. Historia de la primera guerrilla urbana argentina. Buenos Aires, Vergara, 2003.

Padrón, Juan Manuel, “¡Ni yanquis ni marxistas! Nacionalistas”. Nacionalismo, militancia y violencia política: el caso del Movimiento Nacionalista Tacuara en la Argentina, 1955-1966. Buenos Aires, UNGS-UNLP, 2017.

Esteban Campos