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Alcari y sus emprendimientos han sido ocasional y fragmentariamente referidos a lo largo del tiempo como parte de la “prensa de la resistencia peronista”, pero es poco lo que conocemos de su trayectoria. Fue promotor de las publicaciones El Hombre, El Soberano y Nueva Etapa.
Para referirse a él en el momento de su detención en octubre de 1957, la publicación El Hombre usó la apócope de “Dr.”. Según hemos podido saber, no se trataba de la clásica referencia a la condición de abogado o de médico, sino a su titulación de odontólogo, obtenida en la Universidad de Buenos Aires.
Su actuación a cargo de medios periodísticos enrolados en la oposición al gobierno militar de la Revolución Libertadora constituyeron los elementos que lo rescatan para la historia.
El primer medio que publicó fue El Hombre en octubre de 1957. Ello le valió la prisión por aplicación del Decreto 4161 al salir la primera entrega del semanario. Fue detenido el 18 de octubre de 1957 a las 17 horas. Desde su lugar de detención escribió: “Me duele la cárcel, pero me conforta y alegra el saber que mi prisión puede servir, aunque mínimamente, a la causa de los trabajadores y al futuro de la patria” (EH. Número 2. p.1). Ese mismo día fueron secuestrados 14.000 ejemplares de la playa de distribución del semanario. Poco después recuperó su libertad. Con el número 13 de la publicación volvió a ser apresado.
Mayoría, el semanario de los hermanos Jacovella, se hizo eco de la situación, consignando esta información en una nota de denuncia, detallando la falta de provisión de papel, la vigencia del decreto 4161 –“delito de opinión”- y las pérdidas económicas que suponían tantos secuestros y la situación los directores entre rejas o que debían tomar el camino del exilio: “Hasta estos momentos están presos los directores de Rebeldía, Resistencia Popular, El Hombre y Palabra Obrera, encontrándose prófugos los de Palabra Prohibida, Nueva Consigna, Palabra Argentina y Mayoría” (Mayoría. Número 34. 25 de noviembre de 1957.p.7). Para proteger el accionar del periodismo opositor, poco después, fue creada la Asociación de la Prensa Argentina, que tenía como finalidad la defensa de la libertad de prensa y de los intereses profesionales. Síntoma del mismo proceso fue la creación, por ese mismo tiempo del Comité Pro-Derogación del Decreto 4161, en el que revistaron los integrantes de la Comisión de la nueva asociación de prensa y colaboradores de los medios opositores entre los que se encontraban algunos colaboradores de El Hombre como Castiñeira de Dios junto a Castelnuovo, Guillen, Nella Castro, Ponferrada, entre otros.
Al comenzar con la publicación de El SoberanoAlcari tituló: “Frondizi traiciona a Perón”, tomando unas declaraciones realizadas en Brasil y reproducidas por el diario La Nación. Como editorial incluyeron una carta abierta a Frondizi en la que señalaban que “están a la expectativa” y que “la solución argentina está en la Argentina” (ES. Número 4. 14 de abril de 1958).
Una vez más, Alcari fue juzgado y detenido a raíz de esos y otros dichos de alto voltaje. Sobreseído en primera instancia de acusaciones de desacato y, por lo tanto recuperada su libertad, la causa fue apelada. Si en primera instancia se había determinado que las acusaciones aludían a Arturo Frondizi en su condición de político y a título personal y no en su calidad de Presidente de la República, más tarde otro tribunal hizo lugar a la apelación del fiscal en el sentido de considerar que algunas de las expresiones utilizadas por Alcari, como “hipócrita”, “cínico”, “asesino”, y “maestro de la felonía y de la ruindad políticas” son de por si injuriosas y ofensivas para su destinatario, y que si bien no estaban directamente dirigidas a su condición de presidente, constituían también un desacato, razón por la cual fue condenado a dos meses de prisión, dejándose la pena en suspenso (Jurisprudencia Argentina, Cámara Federal de la Capital, “Desacato. Alcari, Leopoldo D.”. número 6878. 1963- III, p. 287).
Alcari fue un hombre ligado al peronismo que al parecer no tuvo funciones de relevancia en el gobierno caído en 1955 y que, como tantos, emprendió una tarea relacionada con la “resistencia”, vinculado en primera instancia con las sectores intelectuales enrolados en el periodismo de oposición. Desde allí se solidarizó en su prédica con las organizaciones gremiales.
Votoblanquista en 1958 al punto de desoír los comunicados del Comando Superior y del Comando Táctico, se apresuró a convalidar el triunfo del 23 de febrero en términos del retorno inmediato de Perón, una consigna que comenzaron a agitar apenas pasada la elección. Pionero en la oposición a Frondizi, también lo fue a la hora de la denuncia del “pacto” por parte del peronismo. Amigo de cargar tintas en beneficio de un principismo que solía superar el discurso y la práctica de la dirigencia, Alcari, hasta hacia poco un desconocido, terminó siendo, en 1959, uno de los canales privilegiados por donde se divulgaban las obras y, en general, la palabra de Perón, siendo el editor de varios de sus libros.
Referencias:
Carman, Facundo, El poder de la palabra escrita, Bs. As., Biblioteca Nacional, 2015.
Chávez, Fermín, Introducción. Columnas del nacionalismo marxista, Bs. As., El Calafate, 2001. Moyano Laissue, Miguel A., El periodismo de la resistencia peronista, 1955-1972. (Años de luchas y victorias), Bs. As., Asociación de la Resistencia Peronista, 1999.
Julio C. Melon Pirro y Darío Pulfer