(Buenos Aires,1936- Buenos Aires, 4 de junio de 2016)

            Apodo: “El Gallego”.

            Militante peronista, activista, fundador y líder de Guardia de Hierro a inicios de la década de 1960, figura central una década más tarde de la “Unidad” (Organización Única del Trasvasamiento Generacional, fusión organizativa entre Guardia y el Frente Estudiantil Nacional FEN de Roberto Grabois), fundador desde los años 1980 de diferentes asociaciones político-religiosas (entre las más importantes, la Orden de María en 1988).

            Dentro de una larga carrera militante que se prolonga desde sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Avellaneda hasta su fallecimiento, el período inicial de la biografía de Álvarez contiene rasgos por demás interesantes.

            En primer lugar, sus orígenes familiares. Descendiente de españoles, su familia se encontraba atravesada por diferencias con respecto a la Guerra Civil (algunos eran republicanos, o anarquistas; otros se identificaban más con el franquismo). Socialmente, el padre era delegado gremial vitivinícola; la madre, por su parte, paleontóloga y profesora universitaria en la Universidad de Buenos Aires. Nacido en el barrio de Palermo, atravesado por la discusión política permanente en el seno familiar (mayoritaria aunque no exclusivamente peronista), se inició políticamente en la Unión de Estudiantes Secundarios y militó en la unidad básica de su mismo barrio. Aunque se ha señalado, asimismo, una originaria y efímera participación en la Federación Juvenil Comunista. De este modo, tales orígenes biográficos estuvieron marcados por cierta heterogeneidad político-familiar.

            En segundo lugar, las huellas dejadas por el fenómeno resistente-insurreccional peronista. Después del golpe de 1955, “el Gallego” comenzó a acercarse a redes de la militancia territorial y sindical combativas que buscaban lograr el regreso de Perón al país. En estas redes diversashabía dirigentes como Héctor Tristán (metalúrgico antivandorista), Jorge Di Pascuale (sindicato de Farmacia), o el Comando Capital, conocido luego como Comando Nacional de la Resistencia Peronista, dirigido por dos dirigentes cercanos a John William Cooke, César Marcos y Raúl Lagomarsino.

            En esos años de gran efervescencia militante y activista, el joven Álvarez participó de toda clase de experiencias resistentes dentro del Comando: diferentes trifulcas callejeras contra antiperonistas, participación en las “Marchas del Silencio” después de los fusilamientos de 1956 (si bien Álvarez relata retrospectivamente que “el Comando estuvo en contra del golpe, estuvimos en contra del golpe”), participación en la toma del Frigorífico Lisandro de la Torre (principios de 1959), redactor en la publicación El Guerrillero, fueron algunas actividades formativas.

            En esos años, nuestro actor pertenecía a los sectores del peronismo que adhieren al principio del acontecimiento insurreccional revolucionario (huelga, movilización), y se opusieron al acuerdo Perón-Frondizi; él mismo conoció personalmente a los miembros dela guerrilla peronistaUturuncos, en particular a Manuel Enrique Mena – también apodado El Gallego.

            En tercer lugar, los orígenes de Guardia de Hierro. Producto del desgaste de la actividad callejera e insurreccional, de la crisis y fracasos de la propia resistencia peronista, los jóvenes allí formados comenzaron a buscar su propia identidad organizativa. En este contexto se inscribió la fundación extremadamente informal, precaria y grupuscular de Guardia de Hierro, entre fines de 1961 e inicios del año siguiente, en medio de la candidatura de Andrés Framini a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Justo antes, Álvarez se instaló durante un año en la provincia de Salta, alejándose de conflictos personales acarreados por la militancia y por la represión policial, pero en compañía de otro peronista porteño, Pedro González, quien tuvo luego una gran influencia en la formación y desarrollo de grupos de Juventud en tal provincia. A inicios de los años 1960 (misma época en la que otras organizaciones de JP próximas de espacios nacionalistas y de ideales revolucionarios buscaban consolidarse)“el Gallego” lideró en Guardia de Hierroaun puñado de militantes: se contaban, entre otros, Mario Gurioli, Fabio Bellomo (su hombre de confianza), Susana Lamas, Enrique Aisenstein.

             Desde mediados de los años 1960, nuevos militantes reconocieron su liderazgo (surgidos del medio universitario, a veces de procedencia católica), en un crecimiento signado por su encuentro con Perón en Puerta de Hierro en 1967.

            Es importante señalar cuál fue el perfil biográfico-político del fundador a la luz de su liderazgo y de su trayectoria peronista. Su caso se inscribió en una modalidad de carisma profético que se propuso interpretar (e intermediar ante) el gran carisma inspirador (el de Perón). Como intelectual, abordaba grandes problemas filosóficos y dimensiones generales de la política internacional en la cotidianeidad del evento político coyuntural, conectando íntimamente dimensión mística y estéticapoético-literaria tanguera, lo que pudo ejercer cierta fascinación en estudiantes universitarios ajenos al mundo del peronismo y de la cultura popular.

            Intelectual, vale aclarar, que escribió pocos ensayos (algunos decisivos en el derrotero de Guardia de Hierro, como el Informe Histórico de 1967, elogiado por el propio Perón); fue autor deAsí se hizo Guardia de Hierro, trabajo disperso, caótico e impreciso desde el punto de vista histórico y empírico, aunquefundamental para comprender sus rasgos intelectuales por demás singulares.

            En los primeros largos años de activismo juvenil, Álvarez se desempeñó laboralmente en la industria frigorífica y durante casi una década fue empleado telefónico (entre otros trabajos informales como empleado en almacenes, librerías, o en el dominio del asesoramiento sindical).

            Luego de esta experiencia laboral, se transformó a inicios de los años 1970 en “permanente”, es decir, remunerado por su organización, lo que evidencia una marcada profesionalización militante (al menos para aquellos que se ocupaban, a largo plazo, del oficio de líder).

Fuentes:

Entrevistas realizadas por el autor a Alejandro Álvarez, Buenos Aires, 2005.

Referencias

Álvarez, Alejandro, Así se hizo Guardia de Hierro. La historia objetiva de una pasión.San Andrés, ULAFI, 2013.

Caro Figueroa, José Armando, Política y violencia en la Salta de los años 1970. Memorias de una década trágica (1966/1976).Salta, Cosmosalta, 2016.

Cucchetti, Humberto. Combatientes de Perón, Herederos de Cristo.Buenos Aires, Prometeo, 2010. 

Ehrlich, Laura, “Nacionalismo y arquetipo heroico en la Juventud Peronista a comienzos de la década del ‘60”, Anuario IEHS, n°28, 2013.

Funes, Andrés. Sobre el péndulo y las máscaras. Transformaciones en las tradiciones políticas peronistas en Argentina (1962-1966), Tesis de doctorado en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, 2021.

Gilbert, Isidoro.La Fede. Alistándose para la revolución, Buenos Aires, Sudamericana, 2009.

Melón Pirro, Julio César.El peronismo después del peronismo. Resistencia, sindicalismo y política luego del 55.Buenos Aires, Sudamericana, 2009.

Tarruella, Alejandro.Guardia de Hierro. De Perón a Kirchner.Buenos Aires, Sudamericana, 2005.

Humberto Cucchetti