(La Plata, 29 de junio de 1924-Buenos Aires, 18 de diciembre de 2004).

            Estudió en el Colegio Nacional de La Plata. 

            Formó parte del grupo platense que brindó su apoyo al Coronel Perón desde 1944. Integró la Comisión de Homenaje que organizó un acto de reconocimiento  a Perón por su acción al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión en ciudad de La Plata el día 7 de agosto de 1944.

            Estudiaba abogacía en la Facultad de Derecho en la Universidad de La Plata. Fue compañero de estudios de los radicales Facundo Suárez, Raúl Alfonsín y Antonio Tróccoli.

            Casado con Ana María “Pola” Solari.

            Desde el 2 de enero de 1946 ingresó como personal estable a la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la Nación, por gestión de su hermano mayor Alberto, quien se desempeñaba como Director de Propaganda.

            Abogado egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata, en el año 1951, a los pocos años obtuvo el doctorado en Derecho Internacional Público de la UBA. Se desempeñó como ayudante de la cátedra de Economía Política en la Facultad de Derecho de La Plata.

            Siguió desempeñándose como  asesor letrado en el área de prensa hasta la caída del peronismo en septiembre de 1955.

            Fue asesor de la CGT de La Plata desde 1957 a 1967 junto al Dr. Carlos Brusa, durante los secretariados de Antonio Milewsky, Garnica, Segundo Bienvenido Palma y Manuel Dos Santos. En ese ámbito contribuyó a la creación de la Escuela de Capacitación Sindical y de la Escuela de Formación Política. A la vez se desempeñaba como asesor del SUPE –Sindicato Unidos Petroleras-, en sus tres vertientes, Destilería, Flota y Taller Naval; de la Asociación de Empleados de Comercio de La Plata; de la asociación obrera textil de Berisso; de la Unión Personal Civil de la Nación y de la Asociación Trabajadores del Estado de Ensenada, entre otros.

            Fue miembro concurrente como delegado al Primer Congreso de las 62 Organizaciones en Córdoba, el que fue disuelto por la policía de esa provincia.

            En mayo de 1963, preparando el marco de la convocatoria electoral, lanzó como Director-editor, el semanario político Huella, de distribución gratuita. Tuvo la colaboración intelectual activa de Alberto Baldrich y el apoyo financiero de Jorge Antonio para la empresa.

            El 15 de agosto de 1963 abrió un estudio jurídico en Berisso en sociedad con el Dr. Carlos Alberto Brusa. El arzobispo de La Plata, Monseñor Antonio Plaza, se apersonó para bendecir el local. Participaron dirigentes sindicales nacionales como Eleuterio Cardoso, el General (R.E.) Iñiguez así como referentes políticos y gremiales locales junto a una multitud de cerca de 5000 personas.

            Para esa época se desempeñó como apoderado del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires. En esa función tuvo que enfrentar las acciones del grupo de Marcos Anglada. Por ello recibió un reconocimiento por parte de Perón en julio de 1964.

            A principios de 1965, intercambió correspondencia con Perón en referencia a la convocatoria electoral, prediciendo un buen desempeño para el justicialismo.

            De manera simultánea acompañó el desarrollo de la Escuela Superior de Conducción Política del Movimiento Peronista dirigida por Pedro Eladio Vázquez. Perón, en carta de noviembre de 1965 le encomendaba ese empeño.

            Como apoderado general tuvo que intervenir en conversaciones con la familia de Eva Duarte por su testamentaria. Recibió expresas directivas de Perón en el sentido de resolver la cuestión en el terreno legal. Perón no estaba dispuesto a avanzar en acuerdos con intervención del gobierno radical, ya que el Ministro Alconada Aramburu había prometido realizar una distribución proporcional de los bienes si Perón renunciaba a lo actuado en materia testamentaria tras el fallecimiento de su mujer.

            Fue Director del periódico político Retorno, reemplazando en la dirección a Constantino Barro. Para la financiación de esta publicación fue apoyado por Jorge Antonio y tuvo que comprometer fondos propios para sostenerla en el tiempo. Como otras publicaciones, cerró su ciclo por escasez de fondos.

            Formó parte de la creación del Centro de Abogados Justicialistas impulsada por Ildefonso Cavagna Martínez y Hugo Anzorregui (P).

            El 30 de junio de 1965 Perón lo designó su apoderado general ante el notario de Madrid don Manuel de la Cámara Álvarez, en sustitución del doctor Vicente Leónidas Saadi. En ese contexto viajó a Madrid para entrevistarse con el líder exiliado. También se desempeñó como apoderado general de Jorge Antonio.

            Ante la visita de Isabel Perón a la Argentina, Michelini y Perón intercambian, una vez más impresiones. Perón le hace saber que Isabel tiene un mandato y que el conflicto con Vandor resulta un elemento de aceleración y depuración necesario.

            Como apoderado del justicialismo bonaerense y en compañía de los dirigentes sindicales Framini, Cabo, Pierini y Alarcón, Michelini participó de una reunión con Julio Alsogaray  en las que este les anticipó la inminencia del golpe militar y el texto de su proclama. Michelini transmitió la novedad de manera inmediata a Perón.

            A partir de allí comenzaron los intercambios para la caracterización de la denominada Revolución Argentina. La perspectiva de Perón en una carta a Michelini del 8 de julio era que no había que hacerse ilusiones en base a las figuras que estaban involucradas  en el gobierno militar, pero que en consonancia con lo que había escrito en un artículo para difusión entre los peronistas bajo el seudónimo Descartes, consideraba que “al cojo hay que dejarlo andar” y que resultaba conveniente “desensillar hasta que aclare”.

            Poco antes del 28 de junio lo contactó Facundo Suárez, Presidente de YPF, en nombre del Presidente Illia. El golpe no interrumpió los contactos. A partir de allí, Michelini tuvo el encargo de Perón para conversar con referentes políticos de otras fuerzas. En ese sentido, a principios de 1967 se entusiasman con la posibilidad de organizar un frente opositor. Planean visitas de dirigentes a Madrid.

            Al designar Perón al Mayor Bernardo Alberte en reemplazo de Héctor Lannes como delegado y secretario general del Movimiento Peronista, lo insta a contactarse con él.

            Para principios de 1968 le sugería acercarse a su delegado, Bernardo Alberte y a continuar informándole sobre sectores que no entraban en la lógica de la mayoría de los dirigentes peronistas: la juventud y la dirigencia política del radicalismo así como ciertos sectores militares.

            Acompañó la gestión de Gerónimo Remorino como delegado de Perón, continuando con las gestiones tendientes a establecer vínculos con el resto de las fuerzas políticas.

            Al establecerse “La hora del pueblo” su figura parece eclipsarse, ante el liderazgo que en ese espacio asumió Héctor Cámpora.

            Hacia fines de 1972 se desempeñó como director político del diario Mayoría, de los hermanos Jacovella.

            En la década del noventa publicó una serie de materiales, vinculados a su experiencia en el ámbito del peronismo: Perón, develando incógnitas; El 17 de octubre de 1945; Anecdotario de Perón (Tomos 1 y 2).

Obras:

Michelini, Pedro E. Perón, develando incógnitas. Algunos hechos poco claros de su vida política. Buenos Aires, Corregidor, 1993.

Michelini, Pedro E. El 17 de octubre de 1945. Testimonio de protagonistas. Buenos Aires, Corregidor, 1994.

Michelini, Pedro E. Anecdotario de Perón. Buenos Aires, Corregidor, 1995-1996. 2 tomos.

Referencias:

Chávez, Fermín; Puente, Armando. Visitantes de Juan Perón. Década 1963-1973. Buenos Aires, Instituto Nacional Juan D. Perón, 2010.

Moyano Loissué, Miguel A. El periodismo de la resistencia peronista, 1955-1972, Buenos Aires, 2000.

Pavón Pereyra, Enrique. J.D. Perón. Correspondencia. Buenos Aires, Corregidor, 1983-1985. 3 tomos.

Dario Pulfer