A mediados de 1956 resultaban escasas las expresiones periodísticas vinculadas a la resistencia peronista. Atrás quedaron De Frente, La Argentina, Lucha Obrera, Federalista, El 45, Norte y Palabra Argentina.  Por ese entonces comienzan a circular medios de oposición al gobierno militar, de gran tirada, pero de signo distinto al de la identidad peronista: el intransigente radical Qué y el nacionalista elitista Azul y Blanco. Pueden ser consideradas publicaciones de “oposición” a la “libertadora”, enroladas en el  naciente “no peronismo”.

            Tras la convocatoria a la elección de convencionales constituyentes se produce un aluvión de hojas, periódicos y revistas de oposición al gobierno militar.

            Entre ellas se encuentra Pero…qué dice el pueblo del Coronel (RE) Federico Gentiluomo. Este militar impulsó la publicación desde su prisión en Magdalena, donde había caído preso por formar parte de las acciones conspirativas contra el gobierno de Aramburu.

            En los primeros números tuvo la conducción el periodista Rubén Arbo y Blanco. A partir del tercer número, asumió como director el abogado y periodista santafesino Aldo Pacciello, quien había colaborado en las empresas orientadas por el Dr. José A. Güemes  El Líder y Federalista.

            Al salir de la prisión, habiendo cumplido su pena, Gentiluomo tomó la dirección plena de la publicación. El promotor, como en muchos otros casos, contaba con experiencias previa en el ámbito editorial. Bajo el primer peronismo, Gentiluomo dirigió la publicación El soldado argentino además de desarrollar una serie de trabajos de índole historiográfica y de divulgación en la materia (guiones de cine e intervenciones radiales periódicas).

            Desde el título mismo de la publicación se insinuaba la identidad política, llevando implícita una actitud de provocación, teniendo en cuenta la prohibición ejercida por el Decreto 4161 respecto de mentar al líder del peronismo y otras expresiones asociadas a ese movimiento. En tal contexto solía ocurrir que las representaciones gráficas o los eufemismos operaran como sucedáneo simbólico de las palabras que no se podían usar. En este caso, una multitud recortada es el fondo de la primera palabra del  título en mayúscula acompañada de los puntos suspensivos y la pregunta qué dice el pueblo?

            Entre junio de 1957 y febrero de 1958 el semanario Pero…qué dice el pueblo salió en 19 entregas. Se trataba de una publicación semanal que aparecía los días jueves. Tenía un tamaño de 29 por 41 centímetros, formato tabloide, en ocho páginas. Era anunciado como “gran semanario político”. 

            Se consideraban “intérpretes” de la voz popular: “No pretendemos ser consejeros ni orientadores de un pueblo que sabe lo que quiere y cuáles son sus aspiraciones patrióticas. Sólo somos intérpretes fieles de todo lo popular y nacional”.    

            El sostén económico del emprendimiento fue el aporte militante de quienes adherían a la publicación. Para ello publicaban en recuadro un llamado a la suscripción mediante el envío de un cupón.  La distribución se realizaba mano a mano, por fuera del circuito comercial aunque figuraba un precio de tapa de 1,50$.

            Fijaron domicilio en un departamento de la calle Uruguay al 400.

            Desde el primer número Gentiluomo tiene una columna asignada que firmaba con el alias de Coronel Yaquil. Entre los colaboradores se cuentan varias plumas frecuentes de los medios de la “resistencia peronista”.

            El dirigente de origen radical forjista y periodista Dr. Valentín Thiebaut que escribía en varios medios de la “resistencia” (Tres banderasCompañeros, Batalla, Línea Dura, entre otros).

            Guillermo Abregú Mittelbach, santiagueño, se desempeña como periodista en Chaco y Entre Rios. Fue director de prensa de su provincia natal. Miembro de ADEA. Tras el golpe de 1955 participó de los emprendimientos de Batalla,

            Bernardo Iturraspe. Dirige Tres banderas y Compañeros. Además colaboró en otros medios de la “resistencia” como Federalista y Palabra Argentina.

            Antonio Valerga había trabajado en prensa de la CGT y colaborado en Democracia. Además escribió en el periódico resistente Tres Banderas.

            Abraham Guillén, autor de Radiografía del Plan Prebisch, también colaboró en la publicación. Exiliado, de origen republicano, había trabajado con Cooke en la revista De Frente y colaborado políticamente con él. Se había desempeñado como periodista en El Laborista.

            Otros colaboradores fueron Walter Klein,  Santos Villana, Juan Ponce y Ricardo Leal.  Además de los nombrados recibían colaboraciones de presos políticos y gremiales que eran reproducidas con o sin firma en el semanario.

            Como en la mayoría de las publicaciones de la resistencia aparecía una sección de chismes políticos. En este caso se titula “Informa Pero…”  En la misma se daba cuenta de acontecimientos, sucedidos y se describían situaciones específicas de alcance político.  En otra sección titulada “Escriben los lectores” , se reproducían cartas y se daba respuesta a comentarios de diverso tipo. Otra fue titulada “Décimas y pésimas”, en la que relataban en verso sucedidos de la semana política. En Pero… no faltó la poesía satírica: en las primeras páginas reproducían los versos de “El Duende”.  En cada entrega se incluyó una página con noticias gremiales breves.  También aparecen columnas con firmas. En contratapa escribieron los citados Abraham Guillen y Santos Villana. El primero desarrolló artículos sobre economía (“No se puede vivir. Mientras el costo de vida sube los salarios bajan inversamente”) y el segundo trabajaba asuntos políticos (“¿Qué es una dictadura?”).

            En actitud comprometida y militante, desde el semanario organizaron una comisión de solidaridad con los presos políticos y gremiales, para la cual reciben adhesiones.

            Si seguimos la secuencia del periódico podemos observar que en el primer número se presentaban en sociedad con una clara definición: “Queremos hacer un periódico cuyo nombre define su ubicación. Pues bien, este pueblo nuestro, reducido a silencio por el odio, es hora ya de que deje oír su voz. El pueblo sabe que lo que ha ocurriendo en los últimos tiempos, y lo que está ocurriendo, no es –no puede ser- cosa de argentinos” (.PDP. Número 1. 28 de junio de 1957). Desde el segundo número comenzaron a bregar por el voto en blanco para la elección de Constituyentes ( PDP. Número 2.  5 de julio de 1957).  En la tercera entrega el artículo central polemizaba con Jauretche y Scalabrini Ortiz que sostenían la concurrencia y el voto pro – Frondizi (PDP. Número 3. 12 de julio de 1957.). Tras los comicios, en la entrega número 5, titularon “El pueblo nevó su respuesta” aludiendo a la cantidad de votos en blanco (PDP. Número 5. 2 de agosto de 1957).

            En la entrega del 30 de agosto de 1957 titularon: “Por el fantasma de la gran nevada peligran las elecciones. Políticos sin votos quieren ahorrarse otro gran papelón”( PDP. Número 7. 16 de agosto de 1957). En la siguiente: “Una fábrica de ilusiones es la crisis económica. Única crisis insuperable la provocada por los votos en blanco. Ninguna otra preocupa al gobierno”(PDP. Número 8. 23 de agosto de 1957).  En la novena entrega, insistían: “Definitivo: hasta ‘oficialmente’ ganaron los votos en blanco”(PDP. Número 9. 30 de agosto de 1957). En la siguiente continuaban con las críticas y denuncias: “El Gobierno cumple: más quebrantos”. En título catástrofe: “Entregan el país”( PDP. Número 10. 6 de septiembre de 1957). En el número 11 señalaban que no escribía el Coronel Yaquil ya que había sido trasladado con los presos comunes a la Penitenciaría de Las Heras. Esta decisión puede originarse en la siguiente situación: “En la cárcel de Magdalena se insubordina al alcalde a quien grita e insulta; los carceleros le tienen terror y como ésta tromba humana es capaz de amotinar a todos, por razones de seguridad y para humillar su condición de Jefe del Ejército se lo traslada a la cárcel de presos comunes” (Sobrino Arnada, 1959:20).

            La publicación retomó su ritmo en diciembre de 1957 al salir Gentiluomo de la cárcel.  Soportó la pena de prisión con dos años y cinco días de detención, dándose por cumplida el 23 de diciembre de 1957. Antes de salir en libertad, Gentiluomo, junto a una reflexión sobre el significado de la prisión, escribió este poema:         

No es la prisión la que mis nervios quiebra

en el paso infinito de las horas;

ni es la soledad la que me aterra

con su perenne martillar de ola.


No me espanta el idioma de las rejas

en su rudo monólogo de espectro;

ni me apena la luz de alguna estrella

que en la noche se filtra hasta mi lecho.


Tampoco me conmueve en mi firmeza

la amarga desazón de esperar siempre;

es otra causa lo que mi pecho estalla

en angustioso pregonar de muerte.


Lo que rompe mi tensión a golpes,

lo que crispa mi sangre y mis entrañas,

es la impotencia de llevar mi aporte

a la lucha por ellos empeñada.


Por ellos, por mis hermanos de la plebe,

de la chusma bendita de Almafuerte,

que, oprimida en mil garras, se estremece

ansiosa de cambiar su aciaga suerte. (PDP. Número 12. 31 de diciembre de 1957).

            En esa entrega el medio fijó posición para las elecciones nacionales: “INTRANSIGENCIA ABSOLUTA Y VOTO EN BLANCO” (DP. Número 12. 31 de diciembre de 1957). En el número 13 agregaron en la gráfica el color rojo y comenzaron una fuerte campaña por el voto en blanco o la abstención utilizando las frases “va a volver a nevar” o “la segunda gran nevada”(PDP. Número 13. 13 de enero de 1958).

En la entrega siguiente colocaron el título: “ABSTENCION ES VOTO EN BLANCO” (PDP. Número 16. 4 de febrero de 1958. PDP. Número 16. 4 de febrero de 1958) Dándose corte en el número 16 anotaron que estaba sellada la unidad para el voto en blanco “entre los dirigentes Leloir, Albrieu y Gentiluomo”( PDP. Número 16. 4 de febrero de 1958).  En ese tiempo Perón y Cooke suscribieron el pacto con Frigerio y Frondizi y llamaron a concurrir y votar por el líder intransigente. Esto despertó el rechazo de Gentiluomo, quien en la entrega 17 manifestó su desconcierto con un título catástrofe: “¿PERON NOS ABANDONA? No acataremos la orden de votar a Frondizi”. En el Editorial señalaban: “Creemos firmemente que esta resolución de Perón, es equivocada y antipopular. Y como atenta contra el sentido de nuestra lucha, contra nuestros principios y contra nuestra posición ética, resolvemos no acatarla y continuar nuestra prédica en pro de la intransigencia absoluta y el voto en blanco”(PDP. Número 17. 11 de febrero de 1958. PDP. Número 17. 11 de febrero de 1958).

            En el número 18, como otros, intenta incidir en el rumbo de los votos contrariarando sin contradecir de manera abierta la “orden”: “es falsa la orden de votar a Frondizi” y siguen con la idea de que el peronismo votará en blanco (PDP. Número 18. 20 de febrero de 1958). En la entrega siguiente titulan “TRIUNFO EL PARTIDO PROHIBIDO”, señalando en la bajada: “El triunfo del partido Proscripto es terminante. Aplastante. Definitivo. La comprobación de ello, más allá de los guarismos, está en la forma en que se lanzó a ganar la calle una vez conocidas las primeras cifras. Como una prueba de ello tenemos el estribillo que coreaba la muchedumbre reunida frente a las pizarras de ‘Telam’:

Perón, Perón cosiente,

Frondizi presidente  (PDP. Número 18. 20 de febrero de 1958)

“Triunfo moral” es el título de la nota que desarrolla la actitud de “la división ‘Las Heras’, la de la “ortodoxia peronista”, “la que enarboló el estandarte de la más absoluta intransigencia y prefirió, sobre toda combinación y maniobra táctica, mantenerse tenaz en el voto en blanco”. En estos últimos números, señalaban que salían a poco de los comicios con un gran esfuerzo económico. En la contratapa reprodujeron una carta abierta de Gentiluomo: “Llamada a la concordia y a la acción”.  En la parte final abogaba por la legalidad del peronismo , una amnistía, la anulación del Decreto 4161, la restitución de los convenios colectivos y la devolución de la CGT.

            En ese momento interrumpió su publicación.

            La publicación no pasó desaparcebida para propios y extraños. Por un lado fue perseguida por el gobierno militar, sufriendo Gentiluomo además de la cárcel la explosión de una bomba en su hogar en abril de 1958. Por otro lado, se encontraba en el “radar” de Cooke, quien escribió a Perón: “”Pero…qué dice el pueblo’ según parece está inspirado por Gentiluomo desde Magdalena. Es un poco farragoso, no muy agresivo, pero tal vez pueda resultar útil” (Carta de John W. Cooke a Perón. 28 de agosto de 1957).

Fuentes:

Pero…que dice el Pueblo. Colección.

Referencias:

Correspondencia Perón-Cooke. OC. T.III. Buenos Aires, Colihue, 2007.

Carman, Facundo. El poder de la palabra escrita. Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2015.

Sobrino Aranda, Luis.Después que se fue Perón. Buenos Aires, Trafac, 1959.

Julio C. Melon Pirro y Darío Pulfer