El semanario Compañero continúo el esfuerzo informativo iniciado por su director, Mario Valotta, primero con Democracia, y luego con 18 de marzo, por posicionarse como espacio de difusión de los sectores más combativos del peronismo proscripto.

            Sus páginas emularon la diagramación y el tono de sus predecesores. El formato “supersábana” de las ocho páginas contenidas de cada una de las entregas de la primera época de este semanario portaba la intención de intervenir en los debates que se dieron por entonces en el interior del movimiento peronista.

            Su comercialización en kioscos de diarios y revistas posibilitó amplificar el conocimiento sobre los problemas que a travesaba el país y el peronismo más allá de los espacios militantes. Su tiraje osciló en torno a los 35.000 ejemplares por entrega, al menos en su primera época.

            Cada número contenía en su portada una editorial firmada por Valotta en la que sentaba posición sobre la coyuntura política vigente. La conducción periodística de Compañero estuvo comandada por Horacio Eichelbaum, quien se desempeñó como jefe de redacción durante su primera época. Por entonces la sección “Lo que silencian los cables”, ocupada de la situación internacional, estuvo a cargo de Jorge Enea Spilimbergo. Entre los redactores de la sección política y gremial se destacaron Olga Hammar, Rogelio García Lupo, y Julio Notta. Pedro Leopoldo Barraza publicó en el semanario una exhaustiva investigación sobre el secuestro y desaparición, el 23 de agosto de 1962, del joven militante metalúrgico Felipe Vallese, que continuaba la indagación presentada inicialmente en 18 de marzo. La página de cultura del semanario fue dirigida por Germán Rozenmacher, y en ella escribieron Álvaro Abós, Tulio Rosembuj y Eduardo Goligorsky. Ricardo Carpani, Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde también colaboraron en Compañero. Estos últimos publicaron bajo el título “Historia política argentina” una investigación que buscaba desentrañar los orígenes de la penetración económica del imperialismo británico en el Río de la Plata, que en 1968 fue reunida en el libro BaringBrothers y la historia política argentina.

            En la primera época de Compañero se advierten dos momentos. Desde su aparición pública, a comienzos de junio de 1963 hasta la entrega número 71, publicada el 3 de noviembre de 1964 el semanario intentó incidir en los márgenes de acción de la conducción local del peronismo, y junto con ello, condicionar la opinión de los y las lectores sobre el proceder de los dirigentes peronistas en la coyuntura política nacional.

            Su aparición publica un mes antes de los comicios presidenciales previstos para el 7 de julio de 1963 lo convirtieron en una usina privilegiada para difundir las órdenes de Perón respecto a la participación de los peronistas en la elección, como también para dar a conocer los pareceres de militantes peronistas de distintas procedencias sobre el proceso electoral en ciernes.

            Luego de la victoria de la fórmula presidencial encabezada por Arturo Illia, se advierte en las páginas de Compañero la centralidad que adquirió el proceso de reorganización partidaria ordenado por el expresidente exilado. En ese marco daba a conocer la creación de la “Comisión Interventora Nacional”, más conocida como “Cuadriunvirato”, encargada de la tarea de reorganizar el partido “de abajo hacia arriba”, sin más exclusiones que las de Matera.

            Compañero celebraba la designación de Framini al mando del nuevo organismo, publicaba textos firmados por éste exhortando a la “Revolución Peronista” (Compañero, 16/10/1963), e informaba sobre las giras por el interior del país los integrantes del Cuadriunvirato llevarían adelante para acoger las demandas de los y las peronistas (Compañero, 10/09/1963). Asimismo, el semanario instaba a las peronistas a “tomar en sus manos la bandera revolucionaria que dejó Evita” (Compañero,6/11/1963), para lo cual cedía un espacio para que las mujeres dieran sus pareces sobre el proceso de reorganización partidaria en ciernes. A principios de diciembre de 1963 Compañero informaba sobre la ampliación de la Comisión Interventora, de cuatro a ocho miembros, conocida a partir de entonces como “heptunvirato”. Dicha Comisión, bajo la jefatura de Alberto Iturbe, era evaluada en las páginas del semanario como “un retroceso de la línea revolucionaria en el plano político y el avance de “posiciones conciliadoras de la burguesía” que habitaban el movimiento (Compañero, 5/12/1963).

            Finalmente, las elecciones internas del peronismo se realizaron el 28 de junio de 1964 en Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, y terminaron consagrando a Augusto Vandor como ganador del proceso de normalización. Para Compañero, la ausencia de los y las peronistas en los comicios confirmaba la decisión de las bases de no aceptar la “normalización -liberal” que los burócratas buscaban orquestar. En esa coyuntura el semanario informaba que Perón harto de traiciones, “ha decidido volver este año a encabezar la lucha. Porque sabe que aquí las bases, los cuadros medios del movimiento obrero, es decir, del peronismo justamente con los sectores de la JP y todos los demás núcleos revolucionarios del Movimiento, estamos gestando la verdadera organización revolucionaria del peronismo” (Compañero, 4/08/1964). Esas percepciones parecieron confirmarse el 5 de agosto de 1964, cuando se hizo pública la decisión de Perón de otorgar la conducción local de su fuerza política al Movimiento Revolucionario Peronista (MRP). Asimismo, se daba a conocer que Compañero, a partir de ese momento, era declarado por el líder exilado como órgano oficial de prensa del movimiento peronista (Compañero, 11/08/1964). Sin embargo, veinte días después, Perón desautorizó a la conducción del MRP sobre el peronismo, y llamó a acatar los resultados de las elecciones partidarias de junio de 1964.

            Desde entonces se inició un segundo momento en la primera época de semanario que se constituyó como vocero de las posiciones políticas delMRP y de los sectores opositores a la comandancia de Vandor. A partir de la entrega número 72, publicada a mediados de noviembre de 1964, la frecuencia de Compañero paso a ser quincenal, y en sus páginas se abogó porla imposición de la vía revolucionaria que debía emprender el peronismo para lograr el definitivo retorno del líder exilado. Esta etapa finalizo en abril de 1965.

            Años más tarde un nuevo emprendimiento de prensa replicaba el esfuerzo inicial de Compañero, aunque sin las colaboraciones periodísticas con las que contó en sus inicios. Las cinco entregas de su Segunda Época, bajo la dirección de Valotta, publicadas bimensualmente entre noviembre de noviembre 1968 y enero de 1970, fueron expresivas de las preocupaciones políticas que atravesó un sector del sindicalismo combativo y de la izquierda peronista a fines de la década del ´60.Desde sus páginas expresó su apoyo a la CGT de los Argentinos, y difundió distintos conflictos obreros que se desarrollaron durante el periodo exhortando a la rebelión de las bases contra la dictadura de Onganía. Asimismo, se pronunciaba en favor de la lucha armada como modalidad de acción del peronismo insurgente.

            Durante los primeros meses de la tercera presidencia de Perón una Nueva Época de Compañero fue impulsada por Valotta. Los dos números quincenales publicados entre octubre y noviembre de 1973 llevaban como subtítulo “Por la independencia política del proletariado” expresando el viraje de la línea político-periodística hacia la izquierda clasistaaunque expresando su apoyo crítico al gobierno peronista.

Referencias:

Abós, Alvaro. “Mario Valotta y el semanario Compañero. Un testimonio”, en Américalee. El portal de publicaciones latinoamericanas del siglo XX. 2020.

Caruso, Valeria. “Derivas de la izquierda peronista a través de las lecturas de 18 de marzo y Compañero”, Avances Del Cesor, vol. 16, nº21, 2019.

Mathias, Christine. Populismo en espera. Después del partido y antes del partido: el Consejo Coordinador y Supervisor del peronismo. En J. Chiaramonte, y H. Klein (Coords.), El exilio de Perón. Los papeles del Archivo Hoover. Buenos Aires, Sudamericana, 2017.

Raimundo, M. Compañero y los orígenes del Peronismo Revolucionario. Sociohistórica, (8), 2001.

                                                                                                        Valeria Caruso