En las primeras horas del viernes 16 de septiembre de 1955 comenzó la sublevación militar que daría fin al segundo gobierno constitucional presidido por el Gral. Juan Perón. Unidades del Ejército lo hicieron en Córdoba, al mando del Gral. Eduardo Lonardi, Jefe de la conspiración, Cuyo y CuruzúCuatiá, en tanto que la Marina lo hizo en las bases de Puerto Belgrano y Río Santiago. En esta última tenía su sede la Escuela Naval, por entonces al mando del Alte. Isaac F. Rojas, contigua a la localidad de Ensenada, que junto con la de Berisso, con la que lindaba, pertenecían jurisdiccionalmente a La Plata. Ésta, capital de la provincia de Buenos Aires, desde 1952 se denominaba Eva Perón (ley N° 5685).

            La Base se preparó para resistir la segura represión de las fuerzas leales con los buques de guerra estacionados en el lugar -entre ellos los patrulleros King y Murature-, el apoyo de unidades de Infantería de Marina y de cadetes de la Escuela de Marinería provenientes de la Isla Martín García, tomando además la iniciativa al ocupar el Astillero Río Santiago, ubicado frente a la Escuela. Su Director, Cap. de Navío ingeniero Manuel Giménez Figueroa, permaneció leal al gobierno, por lo cual quedó detenido.

            En simultáneo, el Gral. Juan J. Uranga, que se había unido a los conspiradores, intentó con un grupo de oficiales tomar Radio Provincia, en la ciudad de La Plata, pero fracasó en el intento.

            El gobierno nacional por su parte, conformó el Comando de Represión al alzamiento, a cuyo frente fue nombrado el ministro de Ejército, Gral. Franklin Lucero, quién designó para sofocar el levantamientode Río Santiago al Gral. Heraclio Ferrazano, jefe del Comando de la II División sito en La Plata, de quién dependían el Regimiento 7 de Infantería de la misma ciudad,al mando del Tte. Cnel. Hermenegildo Barbosa, el Batallón 2 de Comunicaciones con asiento en City Bell, a los que se sumó el Regimiento 6 de Infantería de Mercedes.

            En horas de la mañana, las fuerzas militares leales, acompañadas por miembros de la Policía bonaerense y algunos civiles, procedieron a sofocar la sublevación, entablándose duros combates con los rebeldes, que dejaron un saldo de muertos y heridos no determinados fehacientemente.También participaron aviones Calquin y GlosterMeteor de la Fuerza Aérea en apoyo a las tropas leales, cuya participación fue decisiva para ganar la batalla, pues bombardearon la Base y los navíos allí estacionados. También, una bomba cayó sobre el Barrio Campamento, lindero a la zona de conflicto, generando destrozos en las casillas de madera y chapa que allí se levantaban. Los combates afectaron la periferia de la ciudad de Ensenada, provocando temor en la población, lo que habilitó el éxodo de cientos de habitantes hacia La Plata, a la cual se dirigieron en tranvías, camiones, ómnibus, autos particulares y carros. En la emergencia, parte de los evacuados, estimados en unas 700 personas, fueron alojados en los clubes de Gimnasia y Esgrima y Estudiantes, el Hotel Provincial y delegaciones de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

            Hacia la tarde, el avance de las tropas leales se hizo indetenible para los sublevados, quienes procedieron a abandonar sus posiciones, es decir el Astillero y la Base Naval, evacuando a las tropas –más de mil efectivos- en distintos buques. El sábado 17, por la mañana, la Base Naval fue ocupada por el Regimiento 6, en tanto que el Regimiento 7 volvió a su cuartel. La batalla había terminado, por lo que se recobró la calma.

            No obstante ello, la Armada sublevada continuó la lucha a través de la Flota de Mar, comandada por el Alte. Rojas, procediendo a bombardear los depósitos de combustibles del puerto de Mar del Plata. El paso siguiente fue, al anochecer del día 18, la amenaza de bombardeo en la jornada siguiente, de la Destilería de YPF de La Plata, lo cual provocó un justificado temor en sus habitantes de Ensenada, produciéndose un nuevo éxodo, al que se sumó la población de Berisso.Encargado de hacer efectiva la amenaza fue el crucero 17 de Octubre –rebautizado posteriormente General Belgrano-, pero pocos minutos antes de la hora señalada para la operación comenzaron las tratativas entre los bandos contendientes, lo que derivó en la renuncia a su cargo del Gral. Perón. En la misma, el presidente hizo expresa referencia a la situación vivida en La Plata: “Ante la amenaza de bombardeos a los bienes inestimables de la Nación y a sus poblaciones inocentes, creo que nadie puede dejar de deponer otros intereses o pasiones. Creo firmemente que esta debe ser mi conducta y no trepido en seguir ese camino. La historia dirá si había razón de hacerlo”.Producida la renuncia, las calles céntricas platenses fueron ocupadas por sectores medios que celebraban enfervorizados el acontecimiento, en claro contraste con el desconcierto y posterior tristeza que embargaba a los trabajadores de Berisso y Ensenada.

            Finalmente, el 23 de septiembre de 1955 el Gral. Lonardi asumió la presidencia de la Nación, en tanto que dos días después hizo lo propio en la provincia de Buenos Aires el Interventor, Gral. Arturo Ossorio Arana. El día 27, este último emitió el decreto-ley N° 10 por el cual se le restituyó el nombre de La Plata “al partido y a la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires”, como paso significativo en el proceso de “desperonización” de la sociedad argentina llevado a cabo por la denominada Revolución Libertadora.

Referencias:

Galasso, Norberto.Perón. Formación, ascenso y caída (1893-1955),tomo I. Buenos Aires, Colihue, 2005.

Godio, Julio. La caída de Perón (de junio a setiembre de 1955). Buenos Aires, CEAL, 1985, 2 tomos.

Illanes, Marina. “La batalla de Ensenada. El golpe de estado de 1955 en un enfoque local”, en Actas de las VII Jornadas de Trabajo sobre Historia reciente, La Plata, FHyCE/UNLP, 2015.

Panella, Claudio, Casareto, Laura y Clarke, Guillermo. “Una imagen entre el recuerdo y el olvido. El caso del enfrentamiento entre la Escuela Naval de Río Santiago y los aliados del gobierno peronista. 16 de septiembre de 1955”, en Aletehia vol. 3 Nº 5,diciembre de 2012. La Plata, FAHyCE/UNLP Ruiz Moreno, Isidoro J. La Revolución del 55. II. Cómo cayó Perón. Buenos Aires, Emecé, 1994.

Claudio Panella