ÁLVAREZ, Julio

–Hablemos de la etapa post-peronista, una vez que se produce la caída del General Perón.

–No la considero una etapa post-peronista porque el peronismo es actualidad y post es algo posterior. Y lo que sigue en lucha después del derrocamiento del General Juan Domingo Perón, en el año 1955 en el mes de septiembre, sigue en la lucha y en la necesidad de un pueblo así que yo no la considero post. Las post etapas son dentro de lo que podríamos decir una tesis en el aspecto histórico, son cuando estas sufren una variante y hasta el regreso nuevamente del General Perón, que se produce en el año ’73, no existen variantes del Peronismo, si no que siguen manteniéndose su doctrina, su lucha, sus banderas que fueron tres y son del peronismo las mismas banderas: La justicia social, la soberanía económica, la soberanía política, es en base a la economía, a los derechos políticos y la justicia social en el campo de la sociología.

-¿Recordas qué función desempeñabas cuando se produce la caída de Perón?

–Yo era un soldado más del movimiento. Trabajaba en la Municipalidad de Lanús. Siempre trabajé desde el año 1950. Era un empleado más. En ese entonces yo entre en la mesa general de entradas y posteriormente pase a la dirección de abastecimiento y consumo.

–¿En qué año fue eso? –Fue en la huelga que hicimos de resistencia con Andrés Framini a la cabeza en el año 1955 que me trasladaron por ser partícipe de ese movimiento, desde la mesa general de entradas a la de abastecimiento y ferias, actualmente abastecimiento y consumo y dirección.

–¿Había un sentimiento de que tipo una vez que se produce la caída de Perón en el ’55?

–El sentimiento, es decir, no solamente de los militantes si no de la mayoría del pueblo argentino era haber perdido un hombre que le había suministrado los medios de una mejor forma de vida. Y esa era la lucha constante de responderle a ese hombre.

–¿Era un sentimiento de frustración, de exclusión, ustedes se sentían excluidos?

–Eso es posteriormente cuando comienza la prohibición. Si, ahí eso fue terrible Porque no solamente fue un momento de lucha por haber perdido en forma política, si no que se perdía en forma social e incluso eran avasallados los derechos sociales, tanto en orden personal como el de los grupos militantes.

–En ese momento ¿Vos pasaste a integrar alguna forma de organización, ya sea comandos de la Resistencia en el partido de Lanús?

–Algo sí. No comúnmente como se dicen hoy comandos o como posteriormente se le aplicó, a partir del año ’57, la palabra comando. Nosotros resistíamos de forma diaria.

–¿Qué tipo de resistencia hacía?

–Era la forma, digamos, como combatía todo el pueblo. No se permitía que se denigrara la persona de Eva Perón y de Juan Domingo Perón. Hablando de boca a boca con el pueblo.

–¿Vos tenías conocimiento de que había comandos de la Resistencia en el partido de Lanús en ese momento?

–Posteriormente. Yo forme parte de los comandos de suboficiales del ejército a partir del año ’55 después de la caída. No se pueden decir los nombres de esos suboficiales. Son propios del movimiento, lo sabia el General Perón y es lo que nos bastaba a nosotros.

–¿Pero había grupos civiles que estaban organizados clandestinamente y actuaban?

–En cada una de las casas. En cada casa de los peronistas había un foco de resistencia. En cada hogar el matrimonio y sus hijos hacían la resistencia. De todas formas quiero hacer una aclaración. En aquel momento, posteriormente se produce una lucha un poco oculta entre distintos grupos de de la resistencia y las Fuerzas Armadas. Estos grupos lo hacían, digamos, de forma no-vista. Pero la primera hora fue distinta, frente a frente y lucha cara a cara, calle por calle. El pueblo salió a la calle, el pueblo le hizo frente al ejército. –Pero, ¿vos eras consciente de que existían comandos que metían caños, que hacían pintadas y proclamas? –En ese entonces no. Eso es posterior. A partir del ’57, posteriormente a la etapa del ’58 integramos un grupo de compañeros que formamos el Partido Justicialista. Soy fundador del Partido Justicialista en la Provincia de Buenos Aires.

–¿Tenías conocimiento de que había otros compañeros que integraban otros comandos?

–No estaban con nosotros. En el Partido de Lanús había, por lo menos, identificables cuatro comandos de la Resistencia, que estaban, en su mayoría, integrados por civiles. Había algún que otro personal policial y coordinado por lo general por un militar. Uno de los comandos estaba integrado por ejemplo acá en Lanús por Domingo Purita, Fernando Manes, Durruty. En cuanto al compañero Manes, fue un hombre muy luchador.

–¿Vos recordás lo que pasó la noche del 9 de Junio del ’56 en Lanús?

–Yo había sido citado por el capitán Rocatagliata y cuando vi que en cada esquina se sabía del golpe militar, tuve miedo y no seguí, me aparte; acompañe al Negro Salguero y fui a ver a Heber Salvati. Estuvimos reunidos, nos encontramos en el club Lanús. Ellos dos fueron a la Regional. Yo me fui. Pero volví a buscarlos para ayudarlos a que se vayan.

–¿Esa noche vos tenías en mente hacer alguna acción con los demás compañeros?

–Iba a acompañarlos, pero cuando yo me doy cuenta o percibo de que esto era una entregada, no estoy de acuerdo. Previo al 9 de junio promete el jefe de la unidad de la Regional entregarla sin oponer resistencia. Después de eso a la madrugada aparecen comandos y la marina, con un famoso capitán. Después se escapó del país y es el que da la orden de fusilamiento[1].


[1] Incluido en Polese, Rubén. Vencedores vencidos. La resistencia peronista en el Partido de Lanús. Buenos Aires, El Colectivo, 2014.pp.173-175.