(Avellaneda, 17 de noviembre de 1918 – Buenos Aires, 24 de marzo de 1976).
Apodo: “El Yorma”.
Bernardo Alberte nació en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Fue promoción 66 del Colegio Militar de la Nación, del cual egresó como alumno destacado en el año 1939. Siguió la carrera militar y como oficial de Estado Mayor alcanzó el grado de teniente coronel.
Cuando Juan Domingo Perón fue destituido, y encarcelado en 1945, salió en su defensa y fue arrestado en Campo de Mayo al intentar sublevar a la Escuela de Infantería. Recuperó su libertad después del 17 de octubre.
En 1954, con el grado de Mayor, fue designado edecán del presidente Perón.
El 16 de junio de 1955 la aviación naval bombardeó la ciudad de Buenos Aires. Bernardo Alberte se encontraba en la Casa de Gobierno y desde allí, como tantos otros, resistió y repelió el ataque.
Tras consumarse el golpe de Estado en septiembre de dicho año, fue apresado, dado de baja, y enviado al penal de Ushuaia con otros dirigentes peronistas.
En 1956 Alberte recuperó su libertad y se exilió en el Brasil.
Volvió al país en 1959, con la amnistía que dictó el gobierno de Arturo Frondizi y prontamente se dedicó a organizar y establecer vínculos con la militancia, entre ellos con Julio Troxler uno de sus más cercanos amigos y compañeros.
Alberte abrió una tintorería en el centro de Buenos Aires, espacio que oficiará más de una vez como lugar reuniones de grupos de la resistencia.
Al igual que Troxler, a mediados de los años sesenta, se acercará a la Logia Anael, liderada por el Juez Cesar Urien.
Durante estos todos estos años mantendría correspondencia con Perón. Siendo un hombre de probada confianza, cuando el General envía a Isabel a contrarrestar la acción divisionista de Vandor, su casa fue uno de los refugios en los que estuvo.
En marzo del año 67, Perón lo designó secretario general del Movimiento y su delegado personal. Mabel Di Leo, delegada de la Rama Femenina, formaría parte de su círculo más íntimo de colaboradores.
En ese tiempo, Alberte enfrentó a las tendencias burocráticas y conservadoras del Movimiento.
En el proceso tendiente a constituir el congreso de normalización de la CGT apoyó a Amado Olmos y-tras su fallecimiento- a Raimundo Ongaro. Esta situación, que dio lugar a la ruptura de la CGT y la aparición de la CGTA, ocasionó también el distanciamiento con Perón y la renuncia a su cargo. En marzo de 1968, lo reemplazó por Jerónimo Remorino.
Durante los meses siguientes, Alberte seguirá cerca de la CGTA y dirigirá el periódico “Con Todo”; órgano de difusión del peronismo revolucionario, cercano a figuras como Alicia Eguren, Gustavo Rearte, Jorge Di Pascuale y Julio Troxler.
Hacia agosto del 68, organizó de manera clandestina el Primer Congreso del Peronismo Revolucionario, en el Sindicato de Farmacia (se repetiría en enero del año siguiente).
En 1973, con la vuelta de Perón al país y tras consumarse las elecciones que llevaron a Héctor Cámpora a la presidencia, Alberte fue reincorporado al Ejército y ascendido al grado de teniente coronel. Ese mismo año asumió como Director de Defensa Civil en la Provincia de Buenos Aires, pero renunció a los pocos días.
Tras la muerte de Perón, en el año 1975, en medio de un escenario de gran conflictividad dentro del movimiento peronista,el mayor Alberte junto a Mabel Di Leo y un grupo de compañeros lanzó la Corriente Peronista 26 de julio, de la que fue su Secretario General.
Alberte murió asesinado el 24 de marzo de 1976. A pocas horas de iniciado el golpe, una patota del Ejército y la Policía Federal irrumpieron en su domicilio, donde se encontraba con su familia y lo arrojaron por la ventana del departamento.
La familiaintentó rápidamente buscar justicia y esclarecer el hecho, pero fue luego de la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que se reabireron las causas y los responsables fueron llevados a juicio.
La causa que integra al Primer Cuerpo del Ejército, conocida como “megacausa primer cuerpo”, tuvo como acusados al ex jefe de inteligencia del Estado Mayor, general Carlos Alberto Martínez; a Oscar Guerrero, ex jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires y jefe el día del operativo del asesinato; y a Jorge O’Higgins, perteneciente también a inteligencia y subalterno del general Martínez (parte de las pruebas contra O’Higgins fue que se encontraron en su poder la profusa correspondencia que Alberte mantuvo con la dirigencia política de los años sesenta y sententa, y que fue saqueada de su domicilio el mismo día de su asesinato).El Juez Federal Daniel Rafecas procesó a Martínez, Guerrero y O’Higgins, pero los tres murieron antes de que se dictase su sentencia.
Referencias:
Gurucharri, Eduardo. Un militar entre obreros y guerrilleros. Buenos Aires, Colihue, 2001.
Castellucci, Oscar (comp). Perón, 1967. Correspondencia, entrevistas, escritos, mensajes. Buenos Aires, Biblioteca del Congreso de la Nación, 2020.
Di Leo, M. Ciclo de entrevistas: ARCHIVO ORAL. Subdirección de Estudios y Archivos Especiales (SEYAE) de la Biblioteca del Congreso de la Nación (BCN), 2017.
Isela María Mo Amavet