(Córdoba, s/d– s/ d).

            Alias: “Gordo”; “La gorda María”; “María Luisa”.

            Se desempeñó como Comisario en la sección de Orden Político y Social de la División de Investigaciones en la Provincia de Córdoba, bajo el primer peronismo. Por su papel en ese tiempo fue sindicado como responsable de un férreo control y detención de opositores, así como de la aplicación de torturas. Estas denuncias llegaron a principios de la década del ’50 hasta la cámara legislativa provincial.

            Tras la caída del peronismo fue detenido. Fugó de la cárcel. Para algunas versiones la “fuga” se explicaba por su pase a los “servicios”. Para otros, estaba basada en la complicidad de sus camaradas que le facilitaron el escape.

            Pasó a la clandestinidad. Se convirtió en un mito viviente en el rumor local. Para los opositores al peronismo había sido capturado…para los peronistas “manejaba” la Policía desde el llano…

Por su gordura y baja estatura fue conocido bajo el apodo “Gordo”. Otras versiones realizan variaciones con esos datos agregándole su condición homosexual, apodándolo “La Gorda María” o “María Luisa”.

            Gordillo se constituyó en el referente de la más importante de las vertientes de la resistencia peronista en Córdoba, quedando a cargo del Comando de la Resistencia Peronista (CRP). Junto a Julio Betbeder, en base a la experiencia y conocimiento de la organización celular del PCA en la provincia adquirida en la función policial, desarrollaron una red de similares características, integradas por núcleos de 8 personas, debidamente compartimentadas y de carácter secreto.

            Comenzaron su sistema de relaciones con policías y militares retirados, para extender su influencia en el sector gremial. Hicieron pie en las fábricas industriales, constituyendo allí su base de captación. Las relaciones con el sindicalismo local fueron creciendo, ocupando un lugar central el gremio de canillitas, a cargo de Jesús “Negro” Cuello.

            La cadena armada por ellos se extendió por toda la provincia. Funcionaron de manera aislada, manteniendo un único hilo de contacto con Perón a través del Comando de Exiliados de Brasil coordinado por Modesto Spachessi. Por esta razón no participaron del levantamiento de Valle.

            A fines del año 1956 organizaron en Unquillo un cónclave de la resistencia peronista de las provincias de Cuyo y Norte del país. Participaron más de 300 militantes.

            Sus acciones, al principio, se orientaban a la distribución de panfletos o la realización de actos de sabotaje, francamente menores. Con el tiempo, buscaron proveerse de explosivos para generar situaciones de intimidación o presencia pública. La dinamita y los fulminantes les llegaban del interior de la provincia, a través de la red celular que habían configurado.

            Para la inteligencia militar, Gordillo actuaba como referente principal en la provincia de Córdoba del Centro de Operaciones de la Resistencia o Centro de Operaciones de la Resistencia Peronista, que a nivel nacional coordinaba el General retirado Miguel Ángel Iñiguez.

            Gordillo se ocupaba de la trama clandestina, junto a algunos civiles y militares retirados, a la vez que Ricardo Smith realizaba la cobertura política de su accionar. El CRP de Córdoba tenía relaciones con otras vertientes de la resistencia local, como la que comandaba Carlos “Coco” Pedrotti de la Alianza Libertadora Nacionalista. Esa convergencia parece haber sido la responsable de la explosión de la refinería de Shell de febrero de 1960.

            La captura de los archivos de la red clandestina cordobesa y la explosión de Shellhizo que fueran apresados, sumariados en distintas instancias y condenados por la justicia militar bajo la aplicación del Plan Conintes.

            El 6 de mayo de 1960 Gordillo fue detenido. La crónica periodística señalaba:

«el ex-torturador conocido como ‘la gorda María’ ( … ) cuyo físico es inconfundible por su adiposidad y su rostro, había tratado de disimular algunos rasgos fisonómicos ( … ) comenzó a temblar cuando las autoridades militares lo rodearon_ Apenas si podía mantenerse en pie, pues temblaba integro. Salió del destartalado cuartucho de latas y maderas, situado entre otros muchos, en las proximidades del Rio Primero, en jurisdicción de la seccional 50 de policía, con trazas mugrientas y mal-olientes» (Córdoba, 6 de mayo de 1960).

            Resulta probable que haya recobrado la libertad con la amnistía dictada por el Presidente Arturo Illia.

            A la fecha no contamos con información para saber de su derrotero posterior.

Fuentes:

Betbeder, Julio. Testimonio. En Instituto Nacional Juan D. Perón. Conintes y resistencia peronista. Buenos Aires, INJDP, 2010.

Referencias:

Gaitán, Carlos. La resistencia peronista. El peronismo que he vivido. Buenos Aires, Ciccus, 2014.

Tcach, César. Ejército y política en la Córdoba de Zanichelli. En Revista Estudios Número 9. Córdoba, CEA, 1997-1998.

Tcach, César. El parto de un desencuentro: el duelo peronismo-comunismo en Argentina (1943-1955). En Nuevo Mundo, Mundos Nuevos.

Julio Melon Pirro – Darío Pulfer