
(Buenos Aires, 19 de octubre de 1932-)
Mariano Carlos Grondona nació en Buenos Aires. Fue el cuarto hijo, único varón, de Mariano Grondona (p.) y María Emilia Poggio. La temprana muerte de su padre lo llevó del campo bonaerense de la familia paterna al petit hotel del clan materno en Recoleta, donde su abuelo fue su primer interlocutor político.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en el colegio Champagnat, durante los cuales fue testigo del 17 de octubre de 1945, que le mostró “una Argentina desconocida” y donde conoció al sacerdote Guillermo Etcheverry Boneo, su mentor intelectual, que le acercó lecturas religiosas y laicas, de Santo Tomás de Aquino a José Ortega y Gasset.
Tras un paso frustrado por el seminario de Villa Devoto, optó por estudiar Derecho en la Universidad de Buenos Aires (FDCS-UBA) desde 1951 e inició su noviazgo con Elena Lynch, con quien se casaría en 1956 y tendrían un hijo y dos hijas, Mariano Florencio (1957), María (1960) y Jacinta (1964).
En la facultad comenzó su militancia antiperonista. Ello lo llevaría a ser comando civil, participando de acciones clandestinas, atentados y de la fuga y exilio del presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). Fue detenido al momento del golpe de Estado de 1955 por actos de sabotaje, tras una breve clandestinidad. Durante los primeros meses de la “Revolución Libertadora” fue representante del sector Independiente y viajó a representar al movimiento estudiantil ante estudiantes latinoamericanos en Chile (llamativamente, con invitación a nombre del “compañero Mariano Grondona”). Antes de recibirse de abogado en 1957, realizó estudios de posgrado en Sociología y Ciencia Política en España. Comenzó a ejercer la profesión en el estudio de José Enrique Miguens, con quien coincidió en intereses políticos: este, también sociólogo, pero cercano al peronismo, puso a Grondona en contacto con otros universos, pero el joven trocó el ejercicio profesional liberal por el periodismo en el diario que leía desde su infancia, La Nación, desde 1958.
En el matutino destacó con su “Panorama Político”, del que se hizo cargo en marzo de 1959 con un estilo basado en Walter Lippman que antes que buscar primicias proponía estudiar la coyuntura mediante el enfoque teórico y el acceso a los protagonistas. La autoría del “panorama”, sin firma, devino un secreto a voces y Rodolfo Martínez, el político cordobés que había ganado una de las cátedras de Derecho Político en la UBA tras el derrocamiento de Perón, llevó a Grondona a su equipo.
Desde allí fue ampliando contactos: comenzó a dar clases en la Escuela Superior de Guerra (ESG) y desplegar la consultoría política y empresarial junto a Martínez y Miguens. En el ámbito institucional, los tres coincidieron en la búsqueda de una fórmula capaz de reconstruir el orden político como base para un desarrollo modernizador, reincorporando al peronismo proscripto: Grondona pasó del antiperonismo a un “no peronismo” que jugó incluso en las entretelas del golpe contra Arturo Frondizi en 1962 y el interinato de José M. Guido, cuando Martínez lo colocó al frente de sus proyectos políticos y legales integracionistas.
La creación de una opción que pudiera amalgamar a peronistas y no peronistas, a civiles y militares, en favor del imperativo ordenancista-desarrollista, llevó a Grondona, Martínez y Miguens a tomar partido en la interna militar por el sector azul frente al colorado. Los tres abogados buscaban reincorporar al peronismo a la vida institucional y se enfrentaban al antiperonismo duro, tanto militar como civil: Grondona caracterizó como “muy gorilas” a los intransigentes. Por su activismo, dejó La Nación enfrentado con el editor Juan Valmaggia (que le había editado notas a un punto insostenible: “Yo escribía azul y salía colorado”, indicó Grondona), lanzó el boletín Comentarios sobre la actualidad nacional e internacional en octubre de 1963, escribió en ese mismo contexto notas proselitistas en el diario El Mundo bajo el seudónimo Fabio y elaboró en una serie de comunicados del sector azul del ejército junto a Miguens, siendo el más sonado el Comunicado 150. El editor Jacobo Timerman, que había lanzado en 1962 la revista Primera Plana, tras leer Comentarios… contrató a Grondona como principal columnista político desde 1964, año en que el abogado comenzó a enseñar en la Universidad del Salvador (USAL).
Con un estilo periodístico influido por el nuevo periodismo estadounidense, la publicación militó la causa azul: Timerman y Grondona entendieron que el general Juan Carlos Onganía, que se había impuesto en la interna de los uniformados, era el hombre capaz de representar un proyecto ordenancista y desarrollista ante el estancamiento de la Argentina posperonista y del gobierno de baja adhesión electoral del radical Arturo Illia.
El perfil liberal-conservador del columnista, que entendía articulado con su catolicismo y cierto sentido nacionalista, no tuvo contradicciones mayores con la orientación ideológica de Onganía, que sumó profesores de la FDCS y la USAL al gobierno dictatorial que inauguró tras derrocar a Illia en 1966, la “Revolución Argentina”. En su lectura, el general debía lograr una síntesis que reordenase el tablero político, pero más pronto que tarde Grondona criticó un estilo que caracterizó de represivo, censor y políticamente inconducente.
Al entrevistar a Perón para Primera Plana subrayó las críticas del líder justicialista: Onganía no era un militar político, sino un simple “milico”. Sus críticas calaron en el gobierno, que le ofreció un cargo en la cancillería como modo de dejar la columna y sumarse a un equipo liderado por su amigo Nicanor Costa Méndez, hasta que “el Cordobazo” a mediados de 1969 terminó primero con el rol del equipo y luego con la gestión de Onganía.
Ese mismo año, Grondona comenzó a escribir en la revista económica Mercado, en la publicación internacionalista latinoamericana Visión y obtuvo su doctorado en Derecho en FDCS-UBA con una tesis sobre la encíclica Popolorum Progressio, mientras era protagonista de la renovación de la carrera de Ciencia Política en la USAL dirigida por Carlos Floria (su compañero de cátedra en la UBA), cuyas investigaciones fueron citadas por Robert Dahl en un trabajo que devino clásico: La poliarquía, de 1971. Para 1969, Grondona había terminado de ser un hombre central en diversos ámbitos.
En los años siguientes, siempre desde el realismo político, Grondona apoyaría la apertura electoral de 1973, el regreso de Perón y el golpe de Estado de 1976, para finalmente hacer una autocrítica de sus posiciones pro-autoritarias y colocarse como un teórico de la democracia desde el periodismo escrito y televisivo y los ensayos académicos. Desde su idea, la democracia argentina debía alternar entre centro-izquierda y centro-derecha para alcanzar la conformación de una cultura política liberal-democrática y pluralista, única garantía del par orden y desarrollo, el principal anhelo de su vida pública.
Referencias:
Aramburu, Leandro y Giorgi, Guido. “Institucionalización y profesionalización de la sociología argentina: revisando la trayectoria de José Enrique Miguens”, Nómadas, número especial, 2013.
Dahl, Robert. La Poliarquía. Participación y oposición. Madrid, Tecnos, 1991 (original, 1971).
Mochcofsky, Graciela. Jacobo Timerman. El periodista que quiso ser parte del poder. Buenos Aires, Sudamericana, 2003.
Sivak, Martín. El Doctor. Biografía no autorizada de Mariano Grondona. Buenos Aires, Aguilar, 2005.
Vicente, Martín. “´Misterioso matrimonio´. Mariano Grondona y las lógicas liberal-conservadoras ante el onganiato. Alternativas de modernización y autoritarismo”, en Galván, M. Valeria y Osuna, M. Florencia (comps.). Política y cultura durante el Onganiato. Nuevas perspectivas para la investigación de la presidencia de Juan Carlos Onganía (1966-1970). Rosario, Prohistoria, 2014.
Vicente, Martín. Una opción, en lugar de un eco. Los intelectuales liberal-conservadores en la Argentina (1955-1983). Tesis Doctoral, FSOC-UBA, 2014.
Vicente, Martín. “´A la hora de la verdad´. El tercer gobierno de Juan Perón en el análisis periodístico de Mariano Grondona en La Opinión (1973-1974)”, Pasado Abierto, 17, 2023.
Vicente, Martín e Iturralde, Micaela (coords.). Más allá del nuevo periodismo: modernización, desarrollo y autoritarismo en los largos años sesenta. Buenos Aires, Imago Mundi, 2025.
Martín Vicente