(Buenos Aires, 1933 – Buenos Aires, 29 de febrero de 1964).

            Sus padres eran judíos de origen polaco. Tenían un pequeño taller en la zona de Once, en la que trabajaba Raúl.

            En su trayectoria política había apoyado la carrera de Frondizi hacia la presidencia. Desencantado por la orientación del gobierno se desplazó a una pequeña agrupación llamada Movimiento Popular Argentino.

Formó parte de los grupos juveniles que apoyaron la candidatura de Alfredo Palacios para la senaduría en febrero de 1961. Fue orador en un acto realizado entre Blanco Encalada y Triunvirato, en el que señaló que “estamos luchando junto a los obreros contra la política de hambre dictada por el FMI”. 

            En el marco del Conintes, Alterman fue detenido en dos oportunidades y su casa allanada en busca de materiales de guerra.

            Tras la caída de Frondizi, Alterman dejó la actividad política de manera manifiesta.

            Tenía contactos con John W. Cooke, actuando de correo entre éste y la red de militantes que había quedado dispersa tras su viaje a Cuba.

            Fue asesinado por miembros de la agrupación Tacuara en marzo de 1964 en la puerta de su domicilio en Azcuénaga 783, primer piso Departamento 9, Capital Federal. Fingiendo ser empleado del Correo, Wenceslao Benítez Araujo dijo que venía a entregar un telegrama llamando a su puerta. A sus espaldas, armado se encontraba Fernando Vicario. Luego de recibir el telegrama, Alterman fue ultimado con dos balazos (uno en el pecho y otro en el cráneo). Como apoyo operativo actuaron otros tres tacuaristas: Luis Barbieri, Nicanor de Elía Cavanagh y Alberto Miguel Mansilla.

            Las razones esgrimidas por sus agresores se vincularon a su presencia en un acto de la  CGT de Rosario la semana anterior, su apoyo al Ejército Guerrillero del Pueblo de Massetti y a su orientación ideológica, como militante de izquierda. En el juicio negaron toda connotación antisemita, aunque en la organización de la que provenían la identificación entre izquierdismo y judaísmo resultaba frecuente.

            En la dialéctica de los hechos esta acción criminal se encadena con lo sucedido días antes en Rosario, aunque Alterman no fue partícipe del mismo. En un acto de la CGT local un grupo tacuarista participó en el plenario de trescientos delegados con gritos y consignas a la vez que portaban armas. La trifulca no tardó en producirse y como producto de la misma resultaron muertos dos miembros de esa organización de nombre Eduardo Bertoglio y Víctor Militello. Junto con ellos falleció un dirigente sindical local de apellido Giardina.

            El día 29 se realizó una misa en la Iglesia de Santo Domingo por los militantes tacuaristas y ese día se tramó la acción. Un miembro de Tacuara, Fernando Vicario, nunca detenido, fue quien entregó los datos de Alterman. A partir de allí se planeó y ejecutó el asesinato.

            Todos los partícipes, a excepción de Vicario, fueron juzgados y condenados en 1966 aunque en los considerandos del fiscal y  de la sentencia se incluyeron elementos justificatorios del accionar de los tacuaristas. Poco después, bajo el gobierno de Onganía, sus penas fueron conmutadas y puestos en libertad. Vicario logró ser incluido en la amnistía de 1973.

            Alterman figura en la correspondencia de John William Cooke con Héctor Tristán como intermediario de cartas y mensajes. Puede plantearse como hipótesis que esa red fue descubierta y que los servicios de inteligencia asociados a Tacuara le dieran esa información a Vicario. La cruel ironía fue que utilizaron el aviso de un mensaje bajo la forma de telegrama colacionado como excusa para matarlo.

Fuentes:

Revista Primera Plana. 10 de marzo de 1964.

Referencias:

Cooke, John W. Artículos periodísticos, reportajes, cartas y documentos. Buenos Aires, Colihue, 2011.

Gutman, Daniel. Tacuara. Historia de la primera guerrilla urbana argentina. Buenos Aires, Ediciones B, 2003.

Dario Pulfer