En esta entrada nos proponemos hacer una reconstrucción del contexto de producción, el origen del título, los propósitos, el esquema sintético de sus contenidos, las ediciones sucesivas con sus variantes y la trayectoria editorial posterior del libro de Juan D.Perón titulado La fuerza es el derecho de las bestias.[1]

Ni bien derrocado Juan D. Perón en el año 1955 se dio a la tarea de escribir un libro conteniendo lo esencial de su planteo doctrinario y su obra de gobierno.

En su estancia en el Paraguay avanzó en la escritura del texto y le dio forma definitiva en Panamá fechándolo en el año 1956[2]. En su breve estancia paraguaya (20 de septiembre al 2 de noviembre) ofreció una nota al periodista Germán Chaves que se difundió por diversos medios e incluyó en la primera parte del libro.

A instancias del ex – embajador argentino en Panamá, Carlos Pascali, Perón accedió a pasar por ese país, quien a partir del afecto popular, la hospitalidad del gobierno y el gesto de su ex – embajador decidió quedarse en Panamá, en lugar de continuar viaje a Nicaragua. Así, se alojó en una suite contigua a la de Pascali en el Hotel Washington en la ciudad de Colón, sobre el Atlántico. “Fue…ese escenario geográfico el ámbito primero donde constituyó el precario cuartel estratégico para terminar de redactar su libro La fuerza es el derecho de las bestias…[3].

Perón señaló que los primeros cuatro capítulos “fueron escritos antes de la primera crisis de la dictadura militar”, con anterioridad al 13 de noviembre.[4] La redacción de las conclusiones (capítulo V) se realizó en los días que siguieron, si tenemos en cuenta el contenido del material y la referencia que realizó en carta a Ricardo Gayol, del 19 de noviembre, señalando que ha terminado el trabajo[5].

Es muy probable que la revisión final del texto fuera del mes de diciembre[6].

A principios del año 1956 Perón entregó un original que tuvo una extraña trayectoria:

Rozan la picaresca con la intervención del licenciado mexicano Florencio Avila Sánchez, un hombre ligado a la CIA y a los servicios de Inteligencia de la llamada Revolución Libertadora. Este personaje le birló los originales a Perón, a principios de 1956, con la promesa de registrarlos y publicarlos en su país de origen.  En vez de esto, los trajo a Buenos Aires y los vendió al Servicio de Informaciones de Ejército, cuyo jefe era a la sazón el teniente coronel Carlos Eugenio de Mori Koenig. La suma acordada fue inferior a los 10.000 dólares pedidos inicialmente por el famoso licenciado anticomunista. Por suerte Perón conservó una copia mecanografiada en la que colaboró su entonces secretaria, una joven riojana, María Estela Martínez, quien llegaría a ser su tercera esposa.[7]

En febrero Perón firmó un acuerdo para la publicación del libro en Perú.

Como  parte de las garantías y reservas del material otorgó una autorización especial que fue reproducida por el editor al inicio del material para dejar establecido la legalidad de la edición.[8]

En el intervalo entre la terminación de la escritura del libro y su publicación, Perón escribió y difundió en medios gráficos los artículos de lo que será el libro Del poder al exilio. Cómo y quiénes me derrocaron[9]. En la revista italiana Tempo, a partir del 9 de febrero de 1956, inició la publicación de la serie titulada Mi historia. Del poder al exilio, cuyos contenidos se repitieron,  a partir del 9 de marzo, en la revista Elite de Caracas, bajo el título La verdad sobre mi caída. Meses después, a partir del 29 de mayo, esa serie de artículos comenzó a ser publicada por el diario Pueblo de Madrid y tiempo después, el 2 de agosto de 1956, Le DerniéreHeure, de Bruselas, reprodujo Las Memoires de Juan D. Perón[10].

Al cumplirse un año del golpe militar redactóLa realidad de un año de tiranía, que tuvo publicación independiente asi como fue agregado a La fuerza es el derecho de las bestias en las ediciones de Caracas y Madrid del año 1957.

El libro tomó su título de una frase de Cicerón, a quien había accedido a través de la lectura juvenil de Plutarco y la lectura de sus obras.[11] El objetivo fundamental del mismo, según Perón, era contrarrestar la campaña de prensa en su contra que desarrollaba el gobierno de la “Revolución Libertadora” y las agencias noticiosas.

“En este libro, deseo presentar un panorama sintético de la situación argentina, mostrando simple y objetivamente el reverso de una medalla de simulación, falsedad y calumnia”[12].Para ello buscaba dar conocer a nivel regional los principales logros y realizaciones de su gestión gubernamental, como un modo de argumentación y defensa ante una “escandalosa campaña publicitaria de calumnias y de injurias lanzada” para “difamar, calumniar, destruir”:

En nuestro país no lo conseguirán, porque el pueblo conoce la verdad. En el extranjero es menester explicarlo, porque no se nos conoce. Lo hacemos a través de este libro, aunque para ello debamos chapalear en la inmundicia. No siempre nos es dado elegir. Asombra que tanta infamia deba ser comentada; pero a veces, el corazón del hombre se impresiona en la falsedad cuando no encuentra la verdad para creer.[13]

Aclaraba que lo realizaba sin contar con estadísticas, apelando a su memoria y al conocimiento del país[14]. Perón consideraba el texto un “folleto”[15]:

He tratado de hacer algo práctico, corto, muy sintético, en lenguaje popular y que sólo trate algunos problemas fundamentales para que, a la par de no cansar, sea informativo y combativo. Creo que la gente quedará con ganas de leer después de haber leído, eso es lo que quiero. Ya le ofreceremos algo mejor después.[16]

Repasemos rápidamente la estructura y desarrollo argumental. El primer capítulo incluye unas palabras previas con los motivos que llevaron a Perón a escribir el libro. Desarrollaba una introducción describiendo el accionar del gobierno militar y la campaña publicitaria en su contra. Luego transcribíalas declaraciones efectuadas al periodista Chaves de la UnitedPress el día 4 de octubre que ya hemos citado. El capítulo segundo transcribía las 20 verdades, explicaba el contenido de la Tercera Posición, se ocupaba de la obra de gobierno y consideraba situaciones particulares: Fundación Eva Perón, los casos de La Prensa y del grupo Bemberg y el papel del Uruguay en la coyuntura. El tercer capítulo, bajo el título La traición al pueblo, se ocupaba del derrocamiento repasando sus antecedentes (“la reacción parasitaria”, la “cuestión clerical” y la “tentativa del 16 de junio”), los acontecimientos y su viaje al Paraguay.El cuarto capítulo, llamadoLa tiranía militar, buscaba rebatir las acusaciones formuladas por el gobierno de la “Revolución Libertadora” cuestionando las justificaciones esgrimidas para el golpe militar. A tal fin reproducía una nota del diario El Mundo de Colombia (5 de noviembre de 1955) que se solidarizaba con su situación. Luego analizaba los usosrealizados por el gobierno de las joyas de Eva Perón, volviendo sobre el “asunto de la bandera” para pasar a la “falsedad en la economía”. En este aspecto reproducía una nota de la UnitedPress con el título “La Argentina enfrenta la peor crisis económica de su historia” que reproducía afirmaciones de R.Prebisch; comentaba el discurso de Lonardi del 27 de octubre y consideraba críticamente la cuestión petrolera y la relación entre deuda interna y la emisión monetaria. Como cierre de este capítulo transcribía notas del diario El Líder: “Esto ya parece cosa de magia negra..”; “El gato es mal guardián de las sardinas…”; “Señor Presidente: no firme usted nada” y “El obrero pagará la diferencia”  originadas en la pluma de Raúl Scalabrini Ortiz[17]. Luego trabajaa sobre la “reacción antisocial” y la “política de la dictadura”.Elúltimo capítulo integraba las conclusiones trazando un mapa de las tendencias políticas en pugna, apostando por la continuidad del justicialismo y criticando el programa del gobierno que “según lo anunciado por ellos es ‘volver al año 1943’, es decir, destruir lo realizado por nosotros en los últimos diez años transcurridos”.

Este material tuvo sucesivas ediciones. Según entendemos la primera publicación se realizó en Perú. Según Perón en el primer día se vendieron 10000 ejemplares[18].

La edición que se realiza en Chile es la segunda en el orden siendo publicada en el mes de abril de 1956[19] publicándose al poco tiempo una segunda edición común y otra  numerada y firmada por el autor.

En ese momento, según Perón, recibía “pedidos de todas partes y no tengo un solo ejemplar de la edición peruana que, según me informa está colocando libros ya en toda Centro América”[20].

En el año 1956 comenzaron a realizarse ediciones clandestinas en la Argentina. Resulta fragmentario el conocimiento que tenemos con respecto a ese proceso de edición y circulación.

Un grupo de militantes realizó el tipeado completo del texto y lo reprodujo en un formato oficio, apareciendo en la ciudad de Rosario en el mes de julio.

Otra fue la realizada en un taller clandestino en la zona sur del Gran Buenos Aires en el segundo semestre.

En el año 1957 será publicada una nueva versión del libro en Caracas a la que se integró un capítulo V, con el título La realidad de un año de Tiranía. Diez meses después de la salida de La fuerza es el derecho de las bestias, Perón, ponía en circulación este material complementario al libro. Este escrito tenía otro contexto: además del aumento de las acciones de “resistencia” en el país, Perón había intensificado sus intercambios desde junio de ese año con John W. Cooke a quien designó como Delegado. Muchos de los argumentos vertidos en el intercambio epistolar entre ambos se reprodujeron en el folleto.

La versión venezolana será la base de la que saldrá publicada en España, en el mes de julio del año 1957.Para esta salida Perón autoriza por carta del 2 de febrero de 1957 a José León Suárez[21]

En esta edición fue reemplazada la categoría dictadura militar por tiranía oligárquica, teniendo en cuenta la realidad del franquismo.Lo mismo ocurría con la supresión de la sección II del capítulo III del original, titulada “La cuestión clerical” que desapareció.La sección del capítulo IV sobre “El asunto de la bandera” mereció también la supresión habida cuenta del nacionalismo que agitaba el gobierno español.En el mapa de actores políticos fue eliminado el párrafo referido al clero y al Partido Demócrata Cristiano.Al hablar de los hombres más influyentes en el gobierno en lugar de la mención a los “militares y los marinos” pasa en la versión madrileña a la referencia de “oligarcas y los masones-marinos”.La caracterización del régimen militar como de carácter “siberiano” se mantiene de la versión caraqueña.

Dentro de este ciclo, apareció una edición en Montevideo[22] en el que de manera explícita se vinculó el nombre de fantasía de la Editorial (Cicerón) con el título del libro. Esta versión siguió el contenido de las ediciones legales peruana y chilena.

Apareció otra edición clandestina en Buenos Aires, que reprodujo la de Montevideo, en el tiempo de la asunción de Frondizi y cuando se aflojaron los mecanismos represivos. En esta edición no consta el nombre de la editorial, ni el lugar de edición, ni la tirada. La tapa es igual a la edición montevideana distinguiéndose en el color.

Este volumen parece configurar una trilogía de libros de Perón, junto a La realidad de un año de tirania y Del poder al exilio, cómo y quienes me derrocaron, que salieron publicados en el mismo formato y tonalidad, sin indicar editorial ni lugar de impresión, en ediciones precarias (abrochadas) y con la misma fecha indicada en tapa.

Darío Pulfer


[1] Entre los trabajos previos de los que partimos, cabe consignar: Chávez, Fermín. Presentación a La Fuerza es el derecho de las bestias. Buenos Aires, Docencia, 1985. Amaral, Samuel. Introducción. Cartas del exilio. En Amaral, S.; Ratliff, W. Juan Domingo Perón. Cartas del exilio. Buenos Aires, Legasa, 1991.  Baschetti, Roberto. Prólogo a tres libros de Perón. “Perón Resistente”. Buenos Aires, 2008.

[2] Así comienza a consignarse en las ediciones del año 1957 que se publicaron en Caracas y Madrid, así como en la de Montevideo del año 1958.

[3] García, Delia M; Longoni, René. Pascali, de la militancia marxista al peronismo. En Revista Todo es Historia N° 519. Octubre 2010. P.71.

[4] Perón, Juan D. La fuerza es el derecho de las bestias. Lima, Editora Gráfica Mundo, 1956. p.151. En la p.97, al finalizar el capítulo III precisa el sitio: “Después de permanecer breves días en Panamá me trasladé a la ciudad de Colón donde en la tranquila quietud de su Hotel Washington di fin fin a estas relaciones de mi ‘odisea’”.

[5] Yofre, Juan B. Puerta de Hierro. Los documentos inéditos y los encuentros secretos de Perón en el exilio. Buenos Aires, Sudamericana, 2015. Pág.71. En páginas 72-73 reproduce la copia íntegra de la carta del 19 de noviembre de 1955.

[6] Chávez, Fermín. ob.cit.p.7 afirmaba que el libro queda concluido en la segunda quincena de diciembre del año 1955. Otros autores señalan, erróneamente, que aún en julio de 1956 Perón seguía trabajando en el material. Gambini, Hugo. Historia del peronismo. La violencia. Buenos Aires, Vergara, 2008. Pág.26.

[7]Chávez, Fermín. ob.cit.p.7. 

[8]Perón, Juan D. La fuerza es el derecho de las bestias. Lima, Editorial Gráfica Mundo, 1956.

[9] En la edición del libro quedarán sin insertar: “La verdadera historia de mi falso secretario”; “Continúa la guerra por el petróleo argentino” y “No renuncio a la lucha”.

[10] Chávez, Fermín. Los libros del exilio. Buenos Aires. Corregidor, 1996. Vol.I. Prólogo. pág.7-8.

[11] En la biblioteca de JDP, trasladada a un subsuelo tras el golpe de estado de 1955, se encontraban además de las Vidas paralelas de Plutarco en la edición de Losada del año 1947 en siete volúmenes, dos registros del autor: Cato maior de senectute / Cicerón.- Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras, 1951.- 215 p. y las Obras completas: vida y discursos / Cicerón.- Buenos Aires: Anaconda, 1946. Archivo General de la Nación. Biblioteca de J.D.Perón. Bs.As., AGN, 1999. P. 37.

[12]Perón, Juan D. ob.cit.p.9.

[13]Id.,p.13.

[14]Id.,p.10: “No dispongo en la actualidad de un solo dato estadístico anotado. He recurrido solo a mi memoria y al profundo conocimiento que poseo de mi país”.

[15]Carta de Perón a María de la Cruz. 28 de marzo de 1956. Reproducida en Amaral, S.; Ratliff, W. ob.cit.p.104.

[16] Carta de Perón a María de la Cruz. 20 de abril de 1956. Reproducida en Amaral, S.; Ratliff, W. ob.cit.p.104.

[17] Perón lo reconoce en una carta dirigida a la esposa de R.S.O. por su fallecimiento. “..le soy acreedor de las ideas madres transcriptas en La fuerza es el derecho de las bestias y en Los Vendepatrias…”. Citado por Hernández, José P. Peronismo y pensamiento nacional. Buenos Aires, Biblos, 1998. p.57.

[18] Carta de Perón a María de la Cruz. 28 de marzo de 1956. Reproducida en Amaral, S.; Ratliff, W. ob.cit.p.104.

[19] Perón, Juan D. La fuerza es el derecho de las bestias. Chile, El Minorista, 1956. Primera edición.

[20] Carta de Perón a María de la Cruz. 28 de marzo de 1956. Reproducida en Amaral, S.; Ratliff, W.ob.cit.p.104.

[21]Perón, Juan D. Correspondencia 2. Buenos Aires. Corregidor, 1983. Carta a José L.Suárez de pág. 21-26.

[22] Perón, Juan D. La fuerza es el derecho de las bestias. Montevideo, Cicerón, 1958.