(Buenos Aires, 14 de marzo de 1905-Buenos Aires, 5 de mayo de 1970).
Abogado, escribano, diplomático y político peronista.
Hijo de Mariano Ángel Cavagna y María Luis Martínez.
Estudió abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Casado con Dora Estela Lagos, con quien tuvo un hijo de nombre Mariano Augusto.
En tiempos del peronismo se desempeñó en diversos cargos: escribano mayor del gobierno de la Provincia de Buenos Aires (1944); Jefe de la División del Consejo Nacional de Racionamiento y luego Secretario del mismo organismo; Subdirector de Comercio Interior de la Nación; abogado adscripto al Banco de Crédito Industrial; Miembro del Directorio de la Flota Aérea Mercante Argentina; Miembro del Directorio del Banco Central de la República Argentina; Presidente del Banco Nación (1947-1949); Subsecretario de Industria y Comercio; Miembro de la Comisión Permanente de Negociaciones Internacionales; Presidente de la Comisión Redactora de las Cartas Orgánicas de los Bancos del Estado; de la Comisión Argentina que firmó el Acuerdo de Pagos con el Brasil; Vicepresidente del Instituto Mixto de Inversiones Mobiliarias.
Se lo ha destacado como uno de los redactores de las bases del I.A.P.I..
Desde 1948 fue designado profesor honorario en la Universidad Nacional de Cuyo. Su obra De la capacidad en los testamentos, fue premiada con Medalla de Oro “José María Moreno”.
Realizó misiones a Paraguay y Brasil designado con el carácter de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario.
Desde 1954 se desempeñaba como Presidente de la Coordinación mixta de del Convenio de Unión Económica Paraguayo-Argentina. Desde esa posición bregó por la devolución de los trofeos de guerra al Paraguay, que concretó el Presidente Perón en su visita al país limítrofe.
Ese año publicó el libro Sistema Bancario argentino.
Tras los bombardeos de junio de 1955, Cavagna Martínez reemplazó a Jerónimo Remorino en la cartera de Relaciones Exteriores. Su actuación fue breve.
Con el derrocamiento del gobierno peronista, acompañó a Perón a la Embajada del Paraguay donde se asiló y, más tarde, a la cañonera desde la que lo trasladarían al país vecino.
Fue detenido y pasó varios meses preso, sin que se le comprobara delito alguno.
Ni bien tuvo la oportunidad optó por la excarcelación y salida del país, radicándose en Madrid.
Allí trabajó en un comando de exiliados junto a José María Rosa, Manuel Buzeta y Enrique Oliva.
Tras la asunción de Frondizi volvió al país y se conectó con diferentes grupos del peronismo.
Escribió en la revista Santo y Seña. En ese medio, junto a Jauretche, Cooke, Hernández Arregui y Ramos, publicó una carta abierta a Eisenhower con motivo de su visita a la Argentina en 1960.
Ante comentarios insidiosos escribió preocupado a Perón, quien le respondió reiterándole su confianza y amistad:
«Por ahora, yo sólo quiero que sepa de todo mi cariño y mi respeto por Usted, como asimismo de mi agradecimiento por sus constantes preocupaciones por mi y por el Movimiento, como asimismo manifestarle que estoy aquí a sus completas órdenes. Rogarle además que no haga caso de nada de lo que se dice porque esa es una manera desagradable de gastar el tiempo, y Usted tiene derecho a usar sus horas en cosas agradables, dentro de lo desagradable que nos toca vivir en estos días. Yo imaginaba que Usted ya sería un «faquir» como me he hecho yo a esta altura de la vida y de los acontecimientos; pero veo que no. Sin embargo, debe contar siempre, cualquiera sea la circunstancia, con mi inalterable amistad, mi aprecio sincero y mi incondicional adhesión. Yo siempre he pensado que la lealtad para que sea real debe ser recíproca, y sería muy triste para mí que llegara a dudar de esa mi lealtad para con Usted».
Mantuvo estrecha relación con Perón durante el tiempo de la proscripción.
En el año 1965, fue parte de los fundadores del Colegio de Abogados de San Isidro.
Siguió publicando libros. En 1964 salió La moneda y los bancos y en 1968 La financiación promotora interamericana.
Hacia 1968 tenía su estudio jurídico en Maipú 695.
En 1969, participó de la ceremonia de condecoración a José María Rosa con la orden nacional al mérito en grado de gran Cruz por parte del gobierno del Paraguay.
Murió en Buenos Aires en 1970.
Una plaza de la zona de Saavedra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lleva su nombre.
Obras:
Cavagna Martínez, Ildefonso. Sistema bancario argentino. Buenos Aires, Arayú, 1954.
Cavagna Martínez, Ildefonso. La moneda y los bancos. Buenos Aires, 1964.
Cavagna Martínez, Ildefonso. La financiación promotora interamericana. Santa Fe, Universidad del Litoral, 1968.
Fuentes:
Cavagna Martínez, Ildefonso. Carta abierta a Eisenhower. En Santo y Seña. Buenos Aires, 1960.
Carta de Juan D,Perón a Ildefonso Cavagna Martínez. 12 de diciembre de 1960.
Referencias:
Cutolo, Vicente. Novísimo diccionario biográfico argentino. Buenos Aires, Elche, 2004.
Quién es quién en la Argentina. Biografías contemporáneas. Buenos Aires, Kraft, 1955.
Pulfer, Darío. Cartas antiimperialistas. Escritos a Eisenhower en 1960. Buenos Aires, Peronlibros, 2018.
Darío Pulfer