El año 1957 fue de mucha labor en los campos socio-político y de la cultura nacional y popular, a pesar de las proscripciones y de la vigencia del memorable decreto 4161…

El periodismo semiclandestino y clandestino fue el cauce de comunicación para contrarrestar las campañas de la prensa que respondía a la «línea Mayo-Caseros» y a la acción del colonialismo. Conviene hacer memoria, sobre todo para información de las nuevas generaciones, y repasar algunos hechos de aquella «Primera Resistencia» .

Protagonistas de esos días fueron José María Castiñeira de Dios, Enrique Olmedo, Carlos Jovellanos y Paseyro, Valentín Thiébaut, Vicente Trípoli, Cesar Marcos, Mario Massouh, Daría Alcari, María Granata, Ramón Prieto, Raúl Lagomarsino, Alicia Eguren, Nora Lagos, Carlos María Quinodoz, Antonio Nella Castro, el padre Hernán Benítez, Manuel Buzeta, Enrique Oliva, Fernando Carcia Della Costa, Alejandro Olmos y alguno que no era propiamente del palo, como Raúl Damonte Taborda.

El18 de marzo del 57 se registró un verdadero acontecimiento político, cuando fugaron de la cárcel de Río Gallegos John W. Cooke, Héctor J. Campora y tres compañeros más, quienes pudieron llegar a Chile. Semanas después apareció en Buenos Aires el N° 1 de De Frente, un periódico de cuatro paginitas que redactamos con Mario Massouh, y que Héctor Tristán hacía imprimir clandestinamente en un tallercito de Avellaneda. Eran momentos de enfrentamiento con el «bengoísmo» y, con la «línea blanda», y el fin de nuestra publicación era la de poner claridad mediante la reproducción de las directivas del jefe del Movimiento sobre lo que había que hacer en las elecciones constituyentes: votar en blanco. Y en los comicios del 28 del julio hubo 2.115.861 votos en blanco, una victoria sobre Frondizi que obtuvo entre 1.000.000 y 1.200.000 sufragios.

Como algunos sectores acusaron en esos días a Cooke de comunista en el N° 1 de De Frente se publicó una nota titulada «Un Saludo al Compañero Cooke», escrita por mí, la que decía entre otras cosas: John W. Cooke no es comunista; la gente sabe perfectamente que el exdirector de De Frente es nacionalista peronista. Sus editoriales en la revista que los «usurpadores» le quitaron, ponen bien en claro su pensamiento. Pero eso sí: Cooke es peronista revolucionario yeso les preocupa más que otra cosa».

En el N° 2 de nuestro periodiquito (junio-julio del 57) dimos a conocer las «Directivas Generales para todo los peronistas», y en un ángulo decíamos: «Forma de votar en blanco. Ningún peronista, por ninguna causa, puede servir a los intereses políticos de ningún caudillo. En el caso de elecciones, si el Partido Peronista es declarado fuera de ley, la orden para todos los peronistas es: Votar en un boleta que diga: asesinos». También en este número se publicó un soneto titulado» ¿Dónde estás?», el cual no tenía firma. Aclaremos aquí que su autor era Carlos de Jovellanos y Paseyro, un argentino oriental nacido en 1897.

A mediados de 1957, precisamente, en casa de Castiñeira de Dios, ubicada en la avenida Córdoba, entre el Hospital de Clínicas y Pueyrredón, dimos nacimiento al CEIPAP (Centro de Escritores, Intelectuales, Periodistas y Artistas del Pueblo), de lo que se hizo eco Cooke en carta a Perón del 28 de agosto, en que le decía: «Otro organismo importante es el CEIPAP, que están organizando Castiñeira de Dios, FerminCháoez y un grupo de muchachos. El CEIPAP tiene a su cargo la redacción de artículos para los diarios peronistas, que a menudo carecen de material». En aquel departamento de José María recibíamos los correos clandestinos con misivas de Chile, en donde aquel operaba como cabeza del Comando Adelantado. Uno de los emisarios principales era Jorge Cooke, hermano del Bebe.

Fue por esos mismos días que nació el proyecto de una revista, como “Avanzada del Frente de Liberación Nacional». Su nombre: «Columnas del Nacionalismo Marxista», marca que venía a romper con toda una historia de la militancia comunista y marxista de la Argentina.

Fue su director Eduardo B. Astesano y entre sus colaboradores se iban a contar figuras conocidas y otras nuevas: Elías Castelnuovo, Juan M Vigo, Antonio Nella Castro, Daría Pretto y varios más. Quién esto escribe había conocido a Vigo y a Astesano antes de la caída del peronismo, en la redacción del diario «La Capital» de Rosario, convocados por Hugo Mac Dougall, quien dirigía el suplemento cultural del órgano que entonces conducía Nora Lagos. En cuanto a Castelnuovo, curiosamente, lo conocí después de 1955 en la casa parroquial del barrio de Saavedra a cargo del padre Hernán Benítez, quien daba refugio a compañeros prófugos y dialogaba con figuras con pasado marxista o no peronista.

Vigo fue el creador y organizador de los «Comandos Coronel Perón».

Nuestro artículo de julio de 1957 produjo un eco resonante cuando John W. Coolce lo leyó y pronto escribió algo sobre él. Así en carta a Jorge Uzabel (Castiñeira de Dios), del 2 de setiembre, le decía: «Dígale a Fermín que su artículo de Nacionalismo Marxista me parece excelente, de una lucidez que hace mucha falta en el Movimiento para que la gente no se enrede con problemas chicos ni plantee erróneamente las líneas tácticas y estratégicas. Hasta la cita de Thierry Maulnier me parece magnífica y oportuna. Esto me trajo el recuerdo de «Más allá del Nacionalismo»: cuando llegó a mis manos, hace años, leí el estúpido prólogo de César Pico y casi no sigo adelante; cuando me decidí, comprobé que, además de ser una obra fundamental, decía todo lo contrario de lo que Pico sostenía en el prólogo».

…por esos mismos días circulaban varios periódicos nacionales y populares, entre ellos, “Palabra Argentina”, “Consigna”, “Línea Dura”, “Soberanía” (de Rosario), “El Populista” y “Rebeldía”. Con tendencias disímiles, desde luego.

El Dr. Vicente Leónides Saadi nos encargó, en la primera mitad del 57, la preparación de “El Populista”, órgano de su partido. Para las ilustraciones recurrimos al recordado Alfredo Bettanín, quien brindó un dibujo magistral para recordación de los fusilamientos del 9 de  junio. Otros títulos fueron: “El Guerrillero”, “Lealtad” y “Palabra Prohibida”.[1]


[1] CHAVEZ, Fermín. Introducción. Columnas del Nacionalismo Marxista. Buenos Aires, El Calafate, 2001.p.3 y ss.