Fue un periódico asociado al Partido Neoperonista del mismo nombre, aunque desde el primer número aclaraban que no eran “órgano oficial” de esa fuerza, sino que aspiraban a representar a todos aquellos que se identificaran con las tres banderas históricas del peronismo. Sin embargo, ya en el primer número entregaban declaraciones y nóminas de los respectivos partidos de Jujuy, Santa Fe, Córdoba, Entre Rios y Santiago del Estero, además del de Mendoza que se había alzado con un resultado electoral alentador.

En su accionar tuvo una relación significativa con el Consejo Coordinador y Supervisor del Peronismo, a quien exaltó al haber “rectificado” la línea de participación electoral y las “62 organizaciones gremiales peronistas”.

            Bajo la dirección de Fernando García Della Costa, en la redacción colaboraron periodistas y escritores siempre dispuestos a sumarse a publicaciones alineadas con el peronismo de la época, como Fermín Chávez, Valentín Thiebaut, Martín Arjona, Atilio García Mellid, Antonio Valerga y Guillermo Abregú Mitthelbach. Del lado sindical intervino José Alonso y del lado político fueron reproducidas declaraciones de Alberto Iturbe y fue entrevistado Alberto Serú García, referente de esa fuerza en Mendoza.

            Tuvo  por lema: “Reafirmando la voluntad popular de constituir una Nación Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana”.

Salió por espacio de dos meses, entre junio y agosto de 1961, con seis entregas. Tuvo cuatro páginas, con un tamaño de 41,5 por 58 centímetros.

Llegó a tener una tirada de 10.000 ejemplares, cuya distribución se orientó a los sindicatos.

Se constituyó en un medio de prensa fuertemente opositor a la gestión de Arturo Frondizi. La secuencia de los titulares de sus números resulta elocuente en ese sentido:

Primera entrega: “Derrotar al gobierno en las urnas. Tal es la consigna peronista”.

Segunda entrega: “El pueblo quiere votar”.

Tercera entrega: El paro decretado por la CGT será una “seria advertencia” para el gobierno.

Cuarta entrega: “El comunismo no se elimina con leyes sino con justicia”, replica al proyecto de ley de represión del comunismo.

Quinta entrega: Continúa con la oposición al proyecto de ley, “pues su redacción, deliberadamente ambigua, se presta para cualquier interpretación y nada obsta para que algún celoso funcionario o irritado ministro entienda que los sindicatos caen bajo la frase del proyecto.

Ya en la sexta entrega y a modo de primicia dieron publicidad a la carta abierta de Juan D. Peron a John F. Kennedy, con motivo de la convocatoria de la Cumbre de Punta del Este.  Esa misiva fue distribuida en el encuentro por un hombre cercano al grupo, Héctor Tristán.

Entre sus propuestas se encontraban:

– la “restauración de las leyes” mediante la plena vigencia del estado de derecho, que veían conculcadas por la proscripción de la mayoría popular.

– la concurrencia electoral, superando la “línea dura” abstencionista, y los intenso “golpistas” o “insurreccionalistas” que “desembocaba siempre en una represión que golpeaba únicamente en los cuadros medios y en las bases del movimiento”.

– promover una organización auténtica desde las bases, y promover a nuevos dirigentes.

– votar a hombres y partidos de la ideología peronista.

Junto con propiciar la participación electoral no cejaba en la denuncia de la persecución del gobierno de Frondizi al peronismo a través de la aplicación del Conintes. Así, reproducía el listado de más 200 presos, detenidos por aplicación de la citada norma y como consecuencia del levantamiento del General Iñiguez del 30 de marzo de 1960.

Apoyaba la huelga ferroviaria motivada por el Plan Larkin y se solidarizaba con el accionar de las “62” mediante un editorial, en el que subrayaba su perspectiva política nacional.

No faltaban las notas de corte revisionista, en las que se iba al pasado para afirmar que desde Caseros no hubo democracia representativa en el país hasta los tiempos de Yrigoyen. Los años treinta sepultaron las prácticas democráticas, hasta la revolución de junio de 1943, que restauró el voto, ampliándolo a las mujeres.

El periódico analizaba la situación de otros países del continente. Asi consideraba el derrotero del Movimiento Nacionalista Revolucionario de Bolivia, constituyéndolo en un ejemplo, en el que se había podido hacer la nacionalización de las minas, la reforma agraria y otorgar el sufragio universal sin el apoyo soviético: “Bolivia es un testimonio de que en América se puede implantar un régimen de justicia social, se puede abolir la dependencia de las grandes empresas y se puede realizar una democracia social sin acudir a Rusia, sin apoyo de Rusia  y sin entrar en la estrategia de Rusia”.

En agosto de 1961, como muchos otros medios, dejó de publicarse por falta de apoyo económico.

Fuentes:

Tres Banderas. Colección

Perón, Juan D. Carta al presidente Kennedy. Madrid, s d, 1961.

Perón, Juan D. Carta a Kennedy. Buenos Aires, Cono Sur, S.R.L., 1961.

Perón, Juan D. Carta personal a John Kennedy. Buenos Aires, s d, 1962.

Referencias:

Carman, Facundo. El poder de la palabra. Buenos Aires, BN, 2015.

Moyano Laissue, Miguel A. El periodismo de la resistencia peronista. Buenos Aires, Asociacióp de la Resistencia Peronista, 2000.

Darío Pulfer