Junio de 1955      

11. Procesión de “Corpus Christi” y desarrollo de la ceremonia en la Catedral metropolitana. La muchedumbre desbordó las instalaciones y concretó la procesión por Avenida de Mayo hasta el Congreso. En ese lugar uno de los manifestantes quemó parte de la bandera que llevaba al intentar apagar una lámpara votiva que ardía en honor de Eva Perón y se retiró rápidamente perdiéndose entre la multitud.

Ante la desaparición de este manifestante, la policía en su intento de culpar a los católicos del hecho, quemó otra bandera y la mostró como cuerpo del delito.

12. La cúpula de la Iglesia Católica de Córdoba publicó un comunicado en el que condenaba enérgicamente la quema de la bandera nacional.

13. El Gobierno organizó diversos actos oficiales de desagravio.

15. Los obispos Ramón Novoa y Manuel Tato abandonaron el país, rumbo a Roma.

15. Fue internado en el Hospital Naval, por una afección cardíaca, el Ministro de Marina Aníbal Olivieri.

16. La aviación naval con la jefatura del Almirante Toranzo Montero y el Vicealmirante Benjamín Gargiulo bombardearon la Plaza de Mayo y sus adyacencias con la intención de derrocar al Gobierno Constitucional, dejando una cantidad numerosa de víctimas inocentes. Fracasado el intento Gargiulo se suicidó en su despacho.

La jornada concluyó con varias iglesias capitalinas incendiadas por manifestantes.

18. El Presidente Juan D. Perón se dirigió a los secretarios de diferentes gremios de la Capital y del Gran Buenos Aires.

30. Renunciaron los Ministros Angel Borlenghi y Armando Méndez San Martín junto al Secretario de Prensa y Difusión Raúl Apold. En su lugar asumieron Raúl Albrieu, Marcos Anglada y León Bouché, respectivamente.

Alberto Rocamora asumió como nuevo presidente del bloque de diputados peronistas.

En la CGT, Héctor Di Pietro reemplazó a Juan Vuletich.

Alejandro Leloir reemplazó a Alberto Tessaire como interventor del Partido Peronista.

John William Cooke encabezó la intervención del Partido Peronista de la Capital Federal. En torno suyo comenzaron a nuclearse diferentes grupos, funcionando en un local de Riobamba y Sarmiento, perteneciente a la Juventud Peronista. En ese ámbito se gestó un documento para resistir al golpe, conocido como “Plan Guillén – Cooke”.

El texto podía resumirse en los siguientes puntos, según una síntesis realizada años después por Abraham Guillén:

1.Vanguardia popular armada. Debería constituirse a base de los mejores cuadros del peronismo, pero tendría que ser rigurosamente clandestina, no cayendo en la trampa de las declamadas milicias populares, que sólo servían para asustar al enemigo e invitarle al «cuartelazo» contra un gobierno que pretendiera disminuir el poder militar con milicias regulares ostensibles, en vez de hacerlo con grupos guerrilleros clandestinos

2.Ejército y guerrilla: aunque el ejército regular sea muy grande y la guerrilla muy chica la correlación de fuerzas en presencia puede ser, no obstante, favorable a la guerrilla si esta opera en una gran ciudad donde la población le sea políticamente favorable. Así un gran ejército represivo puede ser vencido por una pequeña guerrilla, siempre que esta, como minoría armada actúe en función de poner en movimiento político insurreccional a la gran mayoría de la población de una gran urbe […].

3.Táctica en superficie contra las tácticas de línea fija. Cuando un enemigo es muy grande en número de combatientes y en potencia de fuego, hay que hacer todo lo contrario de lo que él haga, para poder vencerle […]. Si un ejército regular concentra sus fuerzas en un punto, hay que atacarlo desde distintos puntos a la vez (cuando la guerrilla va siendo numerosa), o en un solo punto (donde el adversario sea débil) y esté desprevenido. […] Dicho de otro modo, la guerrilla en lo particular debe ser fuerte en un lugar dado y por un tiempo muy limitado, sin clavarse al terreno, ya que un ejército poderoso concentraría ahí sus fuerzas y vencería a las fuerzas guerrilleras. No importa que el ejército represivo sea grande en lo general si siempre es débil en lo particular, en el espacio y el tiempo elegido por la guerrilla […].

4.Espacio y población. Los ejércitos nacionales represivos o contrarrevolucionarios, así como los ejércitos imperialistas, usando y abusando de sus grandes fuerzas, aspiran a la conquista del espacio y al dominio de las poblaciones «manu militari». A un ejército contrarrevolucionario no le importa masacrar a las poblaciones […] pero esta apariencia de fuerza es una manifestación de extrema debilidad, si una guerrilla revolucionaria con sus hechos de armas y sus declaraciones políticas reprime a los represores y alienta la insurrección de las masas populares oprimidas. Si un ejército reaccionario nacional o imperialista oprime a la población, la guerrilla debe alentarla con sus acciones a darle colaboración política, a ponerla en movimiento insurreccional, para contar con suficientes fuerzas guerrilleras que ataquen desde muchos puntos a la vez, a fin de que el ejército grande de línea sea muy chico en la represión de los focos guerrilleros en forma de «piel de leopardo» […]. La guerrilla […] debe ceder el espacio luego de vencer y desarmar al ejército regular, prolongar la guerra en el tiempo hasta ser tan fuerte o más que su enemigo, pero ello sólo es posible ganando con sus acciones y manifestaciones la conciencia y la voluntad de las poblaciones oprimidas […].

5.La guerra política. Frente a un «golpe de estado», cuando el gobierno cuente con una gran masa de la población, con la mayoría política de un país, como Perón en 1955, basta con unos cuantos grupos guerrilleros urbanos dispersos en una o más grandes ciudades para no permitir que el ejército sublevado «controle el orden» y reprima a las masas impunemente […]. Una guerrilla, cuando tiene de su parte la gran mayoría de la población, no debe lanzarse a batallas frontales grandes, sino a producir muchos «focos» insurreccionales en la población, para hacer imposible en el ejército represivo la batalla de línea, teniendo que entrar en la guerra guerrillera en superficie, en todas partes al mismo tiempo, sin poder así ser fuerte en ninguna de ellas, El Plan Cooke-Guillén de 1955 no planteaba luchas en frente fijo, ni barricadas, ni milicias uniformadas o regulares, sino crear varios grupos de guerrilla urbana inmersos en las unidades básicas, en los distritos, las fábricas y los sectores o barrios urbanos, operando en una clandestinidad absoluta. Sólo así, con la guerrilla dentro de la población favorable, se movilizaría a las masas de las grandes ciudades, derrotando al ejército regular en espacios edificados tan grandes como Buenos Aires, Córdoba, Rosario y otros centros urbanos argentinos. La clave de mi plan guerrillero reside en hacer de chispa que encienda la pradera seca, actuando la guerrilla de locomotora del tren popular […] operando con muchos grupos de gran movilidad y combatividad, inmersos en una población favorable y ocultos en los bosques de cemento, apareciendo ofensivamente para armarse a expensas del enemigo y desapareciendo después entre una gran masa de población urbana, sin dejar rastros a las pesquisas del ejército reaccionario. Estas condiciones de espacio y población se daban, política y estratégicamente, en junio y septiembre de 1955 en Argentina […].

6.Política, estrategia y táctica. En el Plan Guerrillero de Cooke-Guillén la estrategia era la política en acción como pueblo en armas, respondiendo a la tesis de Clausewitz de que la guerra es la continuación de la política por otros medios […] la política busca su realización en la guerra cuando le es prohibida la paz; cuando las masas populares son oprimidas o soportan una desocupación en masa; cuando un gobierno popular es atacado por un «cuartelazo» […]. Una guerrilla, preferentemente urbana, en ese año, habría podido evitar la contrarrevolución o transformar el golpe de estado en guerra civil generalizada como en España en 1936, pero con muchas posibilidad de ser ganada por un pueblo en armas […]. Como la legalidad estaba de parte del régimen peronista era posible dividir al ejército y a la policía, como sucedió en España en 1936; pero lo ideal, política y estratégicamente, consistía en derrotar al enemigo en pocos días, sin dejarle recibir ayuda extranjera; pues en estrategia una victoria rápida vale por dos»

Desarrollo de los Comandos Civiles Revolucionarios, integrados por figuras de distintas agrupaciones políticas y representaciones ideológicas.

De los talleres de Domingo Taladriz salieron los ejemplares de Nos los representantes del pueblo producido por José María Rosa. Con esta obra el sello editorial Theoria, promovido por Jorge Oruz, inaguraba la Biblioteca de Estudios Históricos. Se trataba de la reconstrucción literaria y sarcástica de los protagonistas del proceso constitucional.

Julio de 1955

5. Perón dirigió un mensaje al país de neto corte conciliador, descontando toda responsabilidad de los partidos políticos en los acontecimientos del 16 de junio y acusando a “algunas unidades de la marina” por los bombardeos.Señaló: “dejo de ser el jefe de una revolución para ser el presidente de todos los argentinos, amigos o adversarios…he llegado a la conclusión de que en este momento es necesaria la pacificación”.

10. En todos los templos de Buenos Aires fue leída una pastoral del Arzopisco Santiago Luis Copello en la que pidió “restaurar la paz y aún la prosperidad temporal”.

14. Nuevo discurso de Perón. Afirmó que había dejado de ser “el jefe de una revolución para ser el presidente de todos los argentinos”.

17. Muerte, por torturas policiales, del médico rosarino Juan Ingalinella.

27. Frondizi hizo uso de la palabra por radio Belgrano, en su condición de Presidente del Comité Nacional de la U.C.R., reclamando la restitución de todas las libertades políticas y se diferenció de las fuerzas conservadoras:

“La Unión Cívica Radical no quiere que perdure el sistema que ha llevado al país a esta difícil encrucijada, ni acepta volver al régimen del 3 de junio de 1943, contra el cual combatió durante trece años. La disconformidad del radicalismo con el presente no significa conformidad con el pasado que hizo posible este presente”.

Perón habló de la coyuntura nacional a los miembros de la CGT.

Agosto de 1955                                                              

3. Perón se dirigió a los delegados al III Congreso Nacional del Sindicato de Obreros y Empleados del Ministerio de Educación.

9. Habló por radio Vicente Solano Lima, dirigente del Partido Conservador:

“Para hacer efectiva la pacificación verdadera, no la que implica una simple atenuación de los errores y extravíos del momento, es necario algo más que un programa de rectificación. Son indispensables los sacrificios personales, la abnegación de los que tienen sobre sus hombros, la responsabilidad de aquellos errores y extravíos”.

Perón recordó la creación de los Tribunales de Trabajo, al cumplirse los diez años de su establecimiento.

15. Renunció el Canciller Jerónimo Remorino.Tras el rechazo del cargo por parte de Hipólito Jesús Paz, a la sazón embajador argentino en Estados Unidos, fue reemplazado por Ildefonso Cavagna Martínez, hasta entonces embajador en la República del Paraguay.

29. Renunció el Secretario de Asuntos Técnicos Raúl Antonio Mendé.

31.  Perón ofreció su renuncia ante las autoridades del Partido Peronista (Leloir y Delia Parodi) y ante el titular de la CGT, Héctor Hugo Di Pietro.

Di Pietro informó por radiofonía la decisión del General Perón de renunciar a la presidencia de la Nación.De manera inmediata la CGT y el Partido Peronista convocaron a un acto en la Plaza de Mayo para impedir la renuncia del Presidente.

John W. Cooke, interventor del Partido Peronista de la Capital Federal, manifestó:

Esas fuerzas no están alzadas contra un hombre; lo están contra el pueblo, al que niegan el derecho de elegir su propio destino y su propio conductor. Reniegan de la Argentina nueva, la de las conquistas sociales, económicas y políticas, la de los principios de justicia y de la soberanía inmaculada, para intentar retrotraernos a la vieja factoría colonial de los estancieros explotadores, de los comerciantes ávidos, de los acaparadores habilidosos, de las ganancias supercapitalizadas, de los salarios de infraconsumo, de los gerentes extranjeros y de los traidores nativos.

El Delegado Interventor en el Comando de la Juventud Peronista, Mario J. Framiñan, declaró:

«Me dirijo al pueblo de la Nación, en mi carácter de respresentante de la Juventud Peronista, auténtica reserva de la patria. Ese pueblo mil veces glorioso, valiente en la gesta de Mayo, heroico en la epopeya de octubre, está de pie en pleno, vibrando de emoción y corae, unido en un solo grito: General, usted no puede irse! No puede irse porque así lo exigen los que con su esfuerzo construyen la patria y la nutren con sus vidas, entregados en el permanente deseo de llevarla a sus objetivos sublimes. Aquí están los muchachos peronistas, firmes, codo a codo, sosteniendo enhiestas las banderas que usted les entregara para llevarlas a la victoria. Esas banderas gloriosas no serán arriadas mientras quede un muchacho de sus huestes. Usted no puede abandonarnos, porque si así fuera estaríamos dejando ir al símbolo vivo de la Patria misma. La Juventud motivo de sus desvelos, le cerrará el camino de su renunciamiento, en la irreductible decisión de su imperativo categórico: Perón o ninguno».

Al caer la tarde Perón se dirigió a la movilización en términos destemplados y violentos:

«Por eso yo contesto a esta presencia popular con las mismas palabras del 45: a la violencia le hemos de contestar con una violencia mayor. Con nuestra tolerancia exagerada nos hemos ganado el derecho de reprimirlos violentamente. Y desde ya establecemos como una conducta permanente para nuestro movimiento: aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden en contra de las autoridades constituidas o en contra de la ley o de la Constitución, puede ser muerto por cualquier argentino.

Hemos de restablecer la tranquilidad entre el gobierno, sus instituciones y el pueblo, por la acción del gobierno, de las instituciones y del pueblo mismo. La  consigna para todo peronista, esté aislado o dentro de una organización, es contestar una acción violenta con otra más violenta. Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos».

Septiembre de 1955

1. El ministro del Interior Oscar Albrieu presentó su renuncia al Presidente  Perón, disconforme con la falta de apoyo al plan “aperturista” y “conciliador”, pero el Presidente le  pidió que se mantenga en su cargo.

2.Perón se dirigió a gremialistas y políticos de la provincia de Córdoba.

6. Albrieu, promovió el envío, desde el PEN, de un proyecto de ley para reformar la legislación electoral, volviendo al sistema de lista incompleta con lo cual la oposición recuperaría una importante presencia parlamentaria.

7. La CGT ofreció al Ejército la propuesta de sumarse a la resistencia armada en defensa de las instituciones y el gobierno. La iniciativa de “milicias populares” generó alarma en las Fuerzas Armadas que rechazaron la propuesta.

9. El Consejo Superior del Partido Peronista propuso modificar el contrato con la California (Empresa Petrolera Norteamericana).

15. Perón concedió su última entrevista periodística como presidente. Emilio Perina (Moisés Konstantinovsky), a instancias de León Bouché, logró hacerle un reportaje antes del alzamiento militar.

16. Comenzó el movimiento sedicioso con el levantamiento de las guarniciones de Curuzú Cuatiá, Puerto Belgrano, Córdoba, Río Santiago, Bahía Blanca y Arroyo Cle.

Desde Córdoba, el general retirado Eduardo Lonardi, encabezó el levantamiento. Por su parte, el general Pedro Eugenio Aramburu, desistió de iniciar el movimiento pocos días antes. Los más activos entre los sublevados fueron: el contraalmirante Isaac F. Rojas y los capitanes  de navío Arturo Rial y Jorge Perren. La Marina sublevó las bases de Puerto Belgrano y Río Santiago.  Desde Mendoza, el general Julio Lagos se sumó a la sublevación

El General Iñíguez comandó las operaciones en defensa del gobierno. El cuadro de situación favorecía a los leales al gobierno.

17 y 18. El Comando rebelde intimóla renuncia del gobierno amenazando con bombardear la destilería de YPF de Ensenada.

18. Declaraciones de Héctor Hugo Di Pietro, Secretario General de la CGT: “Todo trabajador luchará con las armas y medios que tenga a su alcance para aniquilar a los  traidores que se han levantado contra el gobierno…Nuestro destino nos impone la defensa de las conquistas logradas, nos impone no escatimar ningún esfuerzo, ni aun la propia vida”.

19. El General Perón se reunió con el General Lucero y le entregó un documento que éste leyó por cadena oficial diciendo que: “…Ante la amenaza de bombardeo a los bienes inestimables de la Nación y sus poblaciones inocentes, creo que nadie puede dejar de deponer ciertos intereses o pasiones. Creo firmemente que esta debe ser mi conducta y no trepido en seguir ese camino. La historia dirá si había razón de hacerlo”. Acto seguido el General Lucero presentó su renuncia.

19. Cablegramas del Contraalmirante Isaac F. Rojas al general Eduardo Lonardi.

En nombre de la Marina de Guerra le pido acepte que las primeras conversaciones tendientes a la pacificación definitiva del país se realicen a bordo de la nave insignia como homenaje de la Marina de Guerra en Operaciones a nuestros camaradas del glorioso Ejército argentino.

En nombre de la Marina de Guerra y en el mío propio, saludo a Ud y le pido lo haga extensivo a los señores generales que nos han acompañado y así como al glorioso Ejército argentino. Prosigue a su disposición mi nave insignia para las conversaciones preliminares y lo invito a trasladarse a ella, a cuyo efecto tendré un avión para su traslado desde Córdoba hasta la rada de La Plata. Le informo que por razones técnicas no puedo abandonar este puesto de comando; está mi lado el general Uranga.

Cablegrama del general Eduardo Lonardi al contraalmirante Isaac F. Rojas.

«Al señor contraalmirante Isaac F. Rojas, comandante en jefe de la Marina de Guerra en Operaciones. En razón de la resolución de que le informa el telegrama que le transcribo, debo continuar al frente del Comando de la Revolución en Córdoba, donde también se encuentra el Comando Revolucionario de la Fuerza Aérea.

Por tales motivos ruego a Ud. quiera enviar un delegado a este Comando el día de mañana a las 10:00 hs.

Agradezco en nombre de la Fuerza Aérea, del Ejército Revolucionario y en el mío propio, sus saludos. Le ruego haga llegar a la gloriosa Marina de Guerra, que tan fundamental y brillante papel ha desempeñado en esta magna gesta, el agradecimiento y la felicitación de todos nosotros».

20. En la madrugada, 20 generales dieron por aceptada la renuncia de Perón.

En horas de la mañana el General Perón se dirigió ala Embajada del Paraguay, ubicada en la calle Viamonte 1851para solicitar asilo. Fue llevado por su chofer Isaac Gilaberte y una pequeña custodiaintegrada por el comisario Zambrino y el mayor José Ignacio Cialceta, su ayudante. Luego se sumó el Mayor Máximo Renner.  El embajador Juan R. Chávez, al recibir el pedido de asilo ordenó que Perón fuera trasladado a su residencia particular en Virrey Loreto 2474. Allí ya estaban el Dr. Cavagna Martínez y Dolly Lagos, su mujer y el capitán de navío Enrique Noguera Isler.

Al día siguiente, como medida de seguridad de la embajada, fue trasladado a la cañonera paraguaya “Paraguay”, fondeada en el puerto para realizarse reparacionescon su tripulación completa.

21. El local de la Alianza Libertadora Nacionalista fue destruido por un bombardeo del Ejército. Junto con ese derrumbe se produjo el del local de A.D.E.A. contiguo al mismo.

Héctor Hugo Di Pietro, Secretario General de la CGT, señaló:

“En momentos en que ha cesado el fuego entre hermanos la CGT se dirige una vez más a los compañeros trabajadores para significar la necesidad de mantener la más absoluta calma y continuar en sus tareas, recibiendo únicamente directivas de esta central obrera. Cada trabajador en su puesto por el camino de la armonía para mostrar al mundo que hay en los argentinos un pueblo de hombres de bien; que sólo en la paz de los espíritus es posible promover la grandeza de la Nación, que es el modo de afianzar las conquistas sociales. Miremos de frente. Tengamos fe. Lo demás lo hará la Patria».

22. Manuel Víctor “El Negro” Chaves, trabajador de ATE y Secretario General de la CGT en Azul, provincia de Buenos Aires, fue asesinado a quemarropa por un grupo armado identificado como “Fuerza de la Revolución Libertadora” que asaltó su casa al mando de un teniente de navío.

23. El General Eduardo Lonardi llegó desde Córdoba en un avión militar cuyo fuselaje tenía pintada la leyenda “Cristo Vence”. Juró como Presidente Provisional y habló ante una multitud en la Plaza de Mayo, proclamando el lema urquicista de “Ni vencedores ni vencidos”. Enviaba un mensaje a los seguidores del peronismo en estos términos: “Sepan los hermanos trabajadores que comprometemos nuestro honor de soldados en la solemne promesa de que jamás consentiremos que sus derechos sean cercenados, tanto yo como mis compañeros de armas, deseamos la colaboración de los obreros y me atrevo a pedirles que acudan con la misma confianza que lo hacían en el gobierno anterior”.Agregaba que “ la revolución no se hace en provecho de partidos, clases o tendencias, sino para restablecer el imperio del derecho”.

La euforía del momento ocultaba las serias tensiones dentro de las fuerzas armadas, las que no tardaron en aflorar.

Por otro lado, el General Lonardi estaba gravemente enfermo cuando asumió el poder.

El primer gabinete de Lonardi estaba integrado por: Interior y Justicia, Eduardo Busso; Relaciones Exteriores, Mario Amadeo; Trabajo, Luis B. Cerrutti Costa; Educación, Atilio Dell’OroMaini; Ejército, Justo León Bengoa; Marina, Teodoro Hartung; Aeronáutica, Ramón Abrahin; Finanzas, Julio Alizón García; Transportes, Juan José Uranga; Comercio, Horacio Morixe. Vicepresidente fue el contralmirante Isaac Francisco Rojas. Como interventor en la Provincia de Buenos Aires fue Arturo Ossorio Arana. El general Julio A. Lagos fue comandante en jefe del Ejército. Subsecretario de Finanzas, Roberto Verrier y como Subsecretario de Interior, Carlos Muñiz.Juan Carlos Goyeneche fue designado Secretario de Prensa.

El embajador paraguayo en Buenos Aires, Chávez, puede realizar la tramitación al asumir el canciller Amadeo. En ese momento corrían rumores de un posible ataque a la cañonera por parte de la Marina o de civiles armados.

La cañonera se trasladó fuera del puerto y se acercó a otra de nombre Humaitá a la que se trasladó Perón.

24. El diario “La Nación” publicó una declaración del Cardenal Copello que señalaba: “En esta hora venturosa de la Conciliación Nacional tan solo el amor sincero y la justicia comprensiva inspiren nuestros actos”.

El Comité Nacional de la U.C.R. brindó su apoyo al gobierno militar explicitando textualmente que »La revolución triunfante por el sacrificio de soldados, marinos, aviadores y civiles unidos por su patriotismo y amor a la libertad, abre una gran esperanza».

El Partido Demócrata Cristiano aprovechó para “saludar al pueblo cordobés y rendirle homenaje por la defensa de los nobles ideales de justicia, libertad y fraternidad”.

El Partido Demócrata señalaba: »El pueblo y las FF.AA. han reconquistado la libertad; desde Caseros no ha existido una revolución tan justificada como ésta».

La CGT definió su posición en la coyuntura: “En momentos en que ha cesado el fuego entre hermanos y por sobre todo se antepone la Patria, la CGT se dirige una vez más a los compañeros trabajadores para significarles la necesidad de mantener la más absoluta calma y de continuar en sus tareas recibiendo únicamente las directivas de la Central Obrera”.

24. Juró como Vicepresidente de la Nación el Contralmirante Isaac F. Rojas.

25. Fueron detenidos funcionarios del gobierno derrocado, entre los cuales se encontraban los hermanos Aloé. 

Tras el compromiso de respetar los derechos adquiridos, Lonardi recibió a delegados de la CGT.

En la antesala del despacho presidencial los gremialistas recibieron la siguiente declaración del Contraalmirante Arturo Rial: “Sepan ustedes que la Revolución Libertadora se hizo para que en este país el hijo del barrendero muera barrendero”.

26. Héctor Di Pietro, secretario general de la CGT, difundió el compromiso del gobierno de facto de mantener el diario La Prensa en poder de la central obrera.

28. Fueron designados Adolfo Vicchi Embajador en Estados Unidos; Alberto Candioti, Embajador en Londres; el almirante Toranzco Calderón como representante en España; Felipe Espil en el Brasil; Felipe Yofre, Embajador en Paraguay; Donato del Carril en la Unión Soviética y  Alfredo L. Palacios en Uruguay. El filósofo nacionalista César Pico fue designado delegado ante la UNESCO y el escritor Ricardo Rojas, miembro del partido radical, partió como Embajador al Perú. Los dirigentes radicales, Miguel A. Zavala Ortiz y Santiago Yadarola no aceptaron cargos diplomáticos.

29. El Contralmirante Alberto Tessaire, ex Vicepresidente en el gobierno de Perón fue recibido por el Presidente Lonardi; luego de la reunión, realizó declaraciones denostando a Perón y su gobierno.

Lonardi recibió a Hugo Di Pietro, secretario de la CGT, en la Casa de Gobierno, comprometiéndose a no intervenir la central obrera y a “no modificar por el momento” la situación del diario La Prensa.

Angel Borlenghi, partió al exilio. Luego de una breve estancia en Nueva York se instaló en Cuba.

El gobierno declaró “en comisión” al Poder Judicial. La Corte Suprema quedó integrada por Jorge Vera Vallejos, Manuel J. Argañarás, Alfredo Orgaz, Enrique J. Galli y Carlos Herrera.

En Bahia Blanca, por imposición de la infantería de marina, comenzó a funcionar en la dependencia municipal la “Policía Naval”, como organismo de información, investigación y represión, a la  que estaban subordinados todos los servicios policiales y del que dependían directamente los Comandos Civiles Revolucionarios.

30. Federación Gráfica, Unión Ferroviaria, UTA, Asociación Bancaria, Supa (Portuarios) y otros gremios fueron ocupados por gremialisas antiperonistas o comando civiles.

Esta acción llevó a la CGT a elevar un memorándum al presidente provisional:

«1)Reprobar las ocupaciones violentas de sindicatos, ya que mediante la violencia han sido separados de sus cargos las autoridades legítimamente elegidas de acuerdo con los estatutos de cada organización. 2) Reiterar que la solución definitiva a estos problemas deben darla la masa a través del voto. 3) Señalar que las organizaciones que integran la CGT están dispuestas a concurrir a elecciones democráticas estatutarias. 4) Solicitar que los comicios se realicen a la brevedad, con la fiscalización del Ministerio de Trabajo y Previsión o cualquier otra entidad que se considere conveniente. 5) Solicitar a las autoridades poner fin a las ocupaciones y convocar y fiscalizar las elecciones».

Según César Tiempo, se confeccionaron listas en las que figuraban todos aquellos que alguna vez habían colaborado en el suplemento cultural de La Prensa, a quienes estaba prohibido publicar.

Entre la nómina de miembros de las fuerzas armadas detenidos tras el golpe  de 1955 estaban los generales de Ejército (grado equivalente a Tte. Gral.) Franklin Lucero, Juan Carlos Pistarini y José Domingo Molina; los generales de División Juan José Valle, José Humberto Sosa Molina, Félix Robles, Raúl Tanco, José María Sosa Molina, José Manuel de Olano, Héctor Raviolo Audisio, José A. Sánchez Toranzo, Carlos Augusto Uriondo y Salvador Müller; los generales de Brigada: Benito Jáuregui, Ernesto Fattigati, Alberto Morello, Dalmiro Adaro, Américo Bianco, Julio Maglio, Lubín Arias, José Cáceres, Enrique Lugand, Arnaldo Sosa Molina, Jorge Boucherie y Modesto Molinuevo.

Entre los coroneles apresados, se encontraban: Alcibíades Cortínez, Jorge Rosales, Norberto Ugolini, Fernando González, Rodolfo González Ruiz, Federico Gentiluomo, Carlos Quinteiro, José Bernardo Tabanera, Diego Perkins, Jesús Pérez Villalobo, José Manuel Díaz, Andrés Reyes, Ricardo Botto, Bernabé Villegas, Antonio Deimundo, José Montone, Carlos Boccalandro, Faustino Pedrosa, Blas Lomuto, Hugo de Rosa, y Fortunato Guzzo.

Entre los teniente coroneles también en prisión, se encontraban Jorge Osinde, Marcelo Manrique, Manuel Alvarez Pereyra, BIas Brisoli, Valentín Irigoyen, Pascual Pistarini, César Arrechea, Modesto Leis, Hugo Montiel, Argentino Molinuevo, Oscar Goulú, Miguel del Río, Carlos Amarante, Juan Carlos Villafañe, Raúl Roldán, Enrique Rosales, Amadeo Albrissi, y Renato Stassi; entre los mayores: Alfredo Renner, Jorge Quiroga, Bernardo Alberte, y Carlos Aloé.

De la lista de menor graduación, cabe mencionar entre los presos al capitán Jorge Costales  y al capitán Igounet.

Entre los marinos, estaban prisioneros los capitanes de navío Ogara, Berasaluce, Fernández, Noguera Isler y Zarrabeitía y los capitanes de fragata Anzorena, Guillamón, Yornet y Bavio.

La lista de la Aeronáutica: los brigadieres: Juan Ignacio San Martín, César Ojeda, Alberto Ferro Sesarego, Raúl Lacabanne y Santiago Díaz Bialet; los comodoros, Luis Lapuente, Ricardo Blasón y Alberto Accinelli; los vicecomodoros: Juan Manuel Rodríguez, Jorge Iavícoli, Ernesto Bartó, Ricardo Garrido, Rafael Bitez, y Listers; los comandantes: Severino Rodriguez, Alberto Coronel y Edmundo Weiss; capitanes: Julio Cupido, Pablo Aragón, Alberto Palacios, Domingo Jure, Luis Alfonso, Héctor Seisner, Luis Balloni, Carlos Santamarina y Lazo.

Octubre de 1955

1.El Gobierno de Lonardi publicó denuncias de corrupción del gobierno derrocado.

Retornó al país Raúl Prebisch, llamado por el Presidente Lonardi, para diseñar la política económica del nuevo gobierno. Entre quienes colaboraron en lo que luego se dio a conocer como informe y plan Prebisch, se contaban Julio Alizón García, Roberto Verrier, Carlos Coll Benegas, Ramón Lequerica, Adalbert Krieger Vasena, Carlos S. Brignone, Pascual Martínez y Angel A. Solá.

2. Luego de diez días de espera, a las 12,30 hs. despegó del Río de la Plata el hidroavión del gobierno argentino Catalina T-29 que trasladó al General Perón al Paraguay por aire. El gobierno buscaba evitar el traslado en una embarcación para evitar manifestaciones a su favor a la altura de Rosario. El gobierno argentino brindaba todas las garantías del derecho de asilo.En Paraguay fue recibido con honores y  como General Honorario del Ejército del Paraguay declaró: “Vengo a ponerme bajo la bandera de este gran país porque es también mi Patria americana”. Fue conducido al barrio Las Mercedes de Asunción, en la avenida Padre Cardozo donde lo esperaba el empresario argentino Ricardo Gayol.

Inicio de la investigación del “caso Duarte”, conducida por Próspero G. Fernández Alvariño (quien utilizó el seudónimo de “Capitán Gandhi”). Procuraba demostrar que Duarte, ex secretario privado de Perón, había sido asesinado, pero esta hipótesis fue perdiendo fuerza y nunca fue demostrada.

4. Perón otorgó la primera entrevista de prensa tras su salida de la Argentina. La misma fue realizada por Germán Chaves de UnitedPress.

«¿Puede el general dar una información sobre los sucesos político-militares argentinos que culminaron con su renuncia a la presidencia de la nación?

Perón: Estallada la revolución, el 16 de septiembre la escuadra sublevada amenazaba con el bombardeo de Buenos Aires y la destilería Eva Perón, después del bombardeo de Mar del Plata. Lo primero era una monstruosidad semejante a la masacre de la Alianza Libertadora Nacionalista); lo segundo significaba la destrucción de diez años de trabajo y la pérdida de cientos de millones de dólares.

Llamé entonces al ministro del Ejército, general Lucero, y le dije: “Estos bárbaron no sentirán escrúpulos en hacerlo. Yo no deseo ser la causa de salvajismo semejante”. Inmediatamente me senté a  mi escritorio y redacté la nota que es de conocimiento público, sugiriendo la necesidad de evitar la masacre de gente indefensa e inocente y un desastre de destrucción, ofreciendo, si era necesario, mi retiro del gobierno.

Inmediatamente le remití a Lucero quien la leyó por radio como comandante en jefe de las fuerzas de represión y la entregó a la publicidad.

El día 19, de acuerdo con el contenido de la nota, Lucero formó una junta de generales, encargándole discutir con los jefes rebeldes la forma de evitar un desastre. La Junta se reunió el mismo día e interpretó q ue mi nota era una renuncia.

Al enterarme de semejante cosa, llamé a mi residencia a los generales para aclararles que la nota no era una renuncia, sino un ofrecimiento que ellos podían usar en las tratativas. Les aclaré que, si fuera una renuncia, estaría dirigida al Congreso de la Nación, no al ejército ni al pueblo; asimismo, que el presidente constitucional lo era hasta que el Congreso aceptara su renuncia. La misión de la Junta era solo negociadora.

Los generales tuvieron una reunión tumultuosa en la que la opinión de los débiles fue dominada por lso que ya habían defeccionado.

En la madrugada del 20, fue llamado mi ayudante, el mayor Gustavo Renner, al Comando. Allí el general Manni le comunicó que la Junta había aceptado mi renuncia (que no había presentado) y que debía abandonar el país en ese momento. En otras palabras, los generales que se habían pasado a los rebelds me imponían el destierro.

Periodista: ¿A qué causas atribuye el estallido revolucionario? ¿Cree usted que influyó paa ello el conflicto con la iglesia y el contrato sobre explotaciones petroleras?

Perón: Las causas fueron solamente políticas. El móvil fue la reacción oligarco-clerical para entronizar el conservadorismo caduco. El medio fue la fuerza movida por la ambición y el dinero. El contrato petrolero es un pretexto de los que trabajan de ultranacionalistas suigeneris.

Periodista:  ¿Estaba el gobierno en antecedentes de la conspiración dirigida por el general Lonardi y otros jefes militares? ¿Es exacto que la marina de guerra estuvo en actitud de rebeldía desde el 16 de junio?

Perón: El gobierno estaba en antecedentes desde hacía tres años. El 28 de septiembre de 1951 y el 16 de junio fueron dos brotes abortados. No quise aceptar los fusilamientos y esto los envalentonó. Si la marina era rebelde desde el 16 de junio, lo supo disimular muy bien, pues nada lo hacía entender así.

Periodista: Señor general, su carta de renuncia del 19 de septiembre decía que quería evitar usted pérdidas inestimables para la Nación. ¿Con las fuerzas leales, podría haber prolongado la lucha? ¿Había probabilidades de éxito?

Perón: Las probabilidades de éxito eran absolutas, pero para ello hubiera sido necesario prolongar la lucha, matar a mucha gente, destruir lo que tanto nos costó crear. Bastaría pensar en lo que habría ocurrido si hubiera entregado armas de los arsenales a los obreros decididos a empuñarlas. Siempre evité el derramamiento de sangre, por considerar este hecho un salvajismo inútil y estéril entre hermanos. Los que llegan con sangre, con sangre caen. Su victoria tiene siempre el sello imborrable de la ignominia y por eso los pueblos, tarde o temprano, terminan por abominarlos.

Periodista: Se ha publicado que la Alianza Nacionalista constituía una especie de fuerza de choque. ¿Qué hay de cierto en esto?

Perón: Era un partido político como los demás, combativo y audaz, compuesto de hombres jóvenes y patriotas decididos. Eso es todo. El odio a esa agrupación política no difiere del odio que esta gente ha demostrado voluntad criminal, busca la ocasión de manifestarse. La masacre de la Alianza es el producto de un estado de ánimo, una ocasión.

Periodista: Exactamente a las 8 de la mañana del martes 20 de septiembre buscó usted refugio en la embajada del Paraguay. ¿Es verdad que usted pasó la noche anterior y toda la madrugada del 20 en la residencia presidencial.

Perón: Exacto.

Periodista: ¿Considera usted que, en la actual situación política argentina, el partido peronista podrá desarrollar actividades? ¿Cree que la CGT mantendrá su actual estructura y organización? ¿Qué opina de la oreintación futura de los sindicatos obreros?

Perón: El partido peronista tiene a todos sus dirigentes presos o exilados. En esta forma, está proscripto. La masa sigue firme y difícilmente podrá nadie conmoverla.

Periodista: ¿Qué planes tiene usted para el futuro? ¿Es verdad que proyecta ir a Europa para radicarse temporalmente en España, Italia o Suiza? Si es así, ¿cuándo proyecta viajar a Europa?.

Perón: Permaneceré en Paraguay, primero porque amo profundamente a este pueblo humilde pero digno compuesto de hombres libres y leales hasta el sacrificio; segundo, porque entre mis honores tengo el de ser ciudadano y general del Paraguay; tercero porque me gusta. A Europa no pienso ir, porque no es necesario y porque no tengo dinero suficiente para hacer de turista en estos momentos, a pesar de la riqueza que me atribuyen mis detractores ocasionales.

Periodista: Lógicamente hay gran expectativa por sus futuras actividades. ¿Piensa permanecer frente a la jefatura del partido?

Perón: Dicen que un día que el diablo andaba en la calle se desencadenó una tremenda tormenta. No encontrando nada abierto en quúe guarecerse, se metió en una iglesia que tenía la puerta entornada, y dicen que el dialbo mientras estuvo en la iglesia, se portó bien. Yo haré como el diablo. Mientras esté en el Paraguay, honraré su noble hospitalidad. Si algún día se me ocurriera volver a la política, me iría a mi país y allí actuaría. Hacer desde aquí no fuera capaz de hacer allí, no es noble ni es peronista. El partido  peronista tiene grandes dirigentes y una juventud pujante y emprendedora, sea de hombres o mujeres. Han “desensillado hasta que aclare”. Tengo profunda fe en su destino y deseo que ellos actúen. Ya tiene mayoría de edad. Les dejé una doctrina, una mística, una organización. Ellos esperarán su hora. Hoy impera la dictadura y la fuerza. No es nuestra hora. Cuando llegue la contienda de opinión, la fuerza bruta habrá muerto. Allí será la ocasión de jugar la partida política. Si se nos niega el derecho a intervenir, habrán perdido la batalla definitivamente. Si actuamos, ganaremos por el 70 por ciento de los votos.

Periodista: El gobierno provisional argentino ha hecho declaraciones diciendo que implantará un régimen de libertad y democracia. ¿Cree usted que todos los partidos, inclusive el peronista, podrían actuar libremente?

Perón: La libertad y la democracia basada en los cañones y las bombas no me ilusionan, lo mismo que las declaraciones del gobierno provisional. Conozco demasiado a los gobiernos que no basan su poder en las urnas, sino en las armas. La persecución despiada y la difamación sistemática no abren buenas perspectivas de pacificación. De modo que creo lo peor. Dios quiera que me equivoque. Ello sólo sería si esta gente cambiara diametralmente, lo que dudo que suceda.

Periodista: ¿Cualquiera otra manifestación que quiera formular?

Perón: Por lo que hemos podido escuchar cuanto sostiene el gobierno de facto es falso por su base. No podrán justificar la revolución ante el pueblo. Ya en sus declaraciones comienzan a confesar ingenuamente que harán lo que nosotros hemos hecho y respetarán nuestras conquistas sociales. Si son sinceras, es un reconocimietno táctico: si no, son lo peor. Aún nosotros representamos el gobierno constitucionalante, elegido en los comicios más puros de la política argentina en toda su historia. Ellos sólo son usurpadores del poder del pueblo. Si llamaran a elecciones libres, como las que aseguramos nosotros, volveríamos a ganar por el 70 por ciento de los votos. ¿Cómo pueden representar la voluntad popular? Esta revolución, como la de 1930, también septembrina, representa la lucha de la clase parasitaria contra la clase productora. La oligarquía puso el dinero; los cursas, la prédica; un sector de las fuerzas armadas, dominado por la ambición, y algunos jefes, pusieron las armas de la república. En el otro bando están los trabajadores, es decir, el pueblo que sufre y produce. La consecuencia es  una dictadura militar de corte oligarco –clerical. Ya sabemos adónde conduce esta clase de gobierno. Que es democracia y enarbola las banderas de la libertad, sólo al gobierno uruguayo y a sus diarios y radios alquilados se les puede ocurrir semejante barbaridad. Si la democracia se hiciera con revoluciones para burlar la voluntad sobrerana del pueblo, yo sería cualquier cosa menos demócrata. El tiempo dará la respuesta a los insensatos que puedan creerlo. Conozco a la gente ambiciosa desde hace muchos años y no he de equivocarme fácilmente en el diagnóstico. Yo hubiera permanecido en Buenos Aires si en mi país existiera una mínima garantía, porque no tengo nada de qué acusarme, pero frente a los hombres que el 16 de junio intentaron asesinar al presidente de la nación mediante un bombardeo aéreo sorpresivo de la casa de gobierno, que fueron capaces de masacrar a cuatrocientas personas, bombardeando e incendiando el edificio de la Alianza, donde había numerosas mujeres y niños, ¿qué podemos esperar los argentinos?

En presencia de la vil calumnia, que comienza a hacerse presente, como de costumbre desde Montevideo, deseo aclarar el asunto de mis bienes, para conocimiento del extranjero, porque en mi patria saben bien los argentinos cuáles son.

Mis bienes son bien conocidos. Mi sueldo como presidente durante mi primer período de gobierno lo doné a la Fundación Eva Perón; los sueldos del segundo período los devolví al Estado. Poseo una casa en Buenos Airs que pertenecía a mi señora y que fue construida antes que fuera elegido por primera vez. Tengo también una quinta en San Vicente, que compré siendo coronel, antes de soñar siquiera que sería presidente constitucional de mi país. Poseo además bienes que por la testamentaría de mi señora me corresponden y que consisten en los derechos de autor del libro “La razón de mi vida”, traducido y publicado en numerosos idiomas de todo el mundo y el legado que Alberto Dodero hizo en su testamento a favor de Eva Perón. Además, numerosos obsequios que el pueblo y mis amigos  me hicieron en cantidad que justifica mi reconocimiento sin límites. El que descubra otro bien, como lo he repetido antes, puede quedarse con él.

No me interesó nunca ni el dinero ni el poder, sino sólo el amor al pueblo humilde, a quien serví con una lealtad que me llevó a realizar cuanto hice.

Con los bienes de mi señora que por derecho sucesorio me corresponden íntegramente, instituí la Fundación Evita, nueva entidad destinada a dar albergue a los estudiantes pobres que debían estudiar en Buenos Aires.

La mayor parte de los regalos que recibí, los destiné siempre a premios y pruebas deportivas de muchachos pobres y estudiantes.

En mi testamento lego todos mis bienes a la Fundación Evita, al servicio del pueblo y de los pobres.

Durante diez año he trabajado sin descanso para el pueblo. Si la historia pudiera repetirse, volvería a hacer lo mismo, porque creo que la felicidad del pueblo bien vale el sacrificio de un ciudadano. Mi gran honor, mi gran satisfacción, son el amor del pueblo humilde y el odio de los oligarcas y los capitalistas de mala ley, y  también de sus secuaces y personeros, que por ambición al dinero se han puesto a su servicio.

Solo y a mis años, he aprendido el reducido valor que tiene el demasiado dinero. Las investigaciones me tienen sin cuidado, porque si se hacen bien, probarán mi absoluta honradez; si se hacen mal, serán villanas calumnias como las que se lanzan hoy sin investigar nada.

Estoy en paz con mi concienica, y no me perturban las inconciencias ajenas. No pienso seguir en la política, porque nunca me interesó hacer el filibustero o el malabarista. Para ser elegido presidente constitucional no hicie política alguna. Me fueron a buscar; yo no busqué serlo.

Ya hecho por el pueblo cuanto podía hacer. Recibí una colonia y les devuelvo una patria justa, libre y soberana. Para ello hube de enfrentar la infamia en todas las formas, desde el imperialismo abierto hasta la esclavitud disimulada.

Cuando llegué al gobierno de mi país había gente que ganaba 20 centavos al día, peones que ganaban 15 pesos al mes. Se asesinaba a mansalva en los ingenios azucareros y los yerbatales, con regímenes de trabajo criminales. En un país que poseía 45 millones de vacas, los habitantes se morían de debilidad constitucional. Era un país de toros gordos y peones flacos. La previsión social era poco menos que desconocida y las jubilaciones insignificantes cubrían sólo a los empleados públicos y a los oficiales de las Fuerzas Armadas

Instituímos jubilaciones para todos los que trabajan, incluso para los patrones. Creamos pensiones de vejez e invalidez, desterrando del país el triste espectáculo de la miseria en medio de la abundancia.

Legalizamos la existencia de la organización sindical, declarada asociación ilícita por la justicia argentina, y promovimos la formación de la CGT, con seis millones de afiliados cotizantes. Posibilitamos la educación y la instrucción absolutamente gratuita para todos los que quisieran estudiar; sin distinción de clase, credo o religión, y sólo en ocho año construimos 8.000 escuelas en todo los tipos.

Grandes diques con usinas aumentaron el patrimonio del agro argentino. Más de 35.000 obras públicas fueron terminadas solamente con el esfuerzo del primer plan quinquenal, entre ellos el gasoducto de 1800 kilómetros, el aeropuerto Pistarini, la refinería de petróleo Eva Perón, que querían bombardear los rebeldes a pesar de costar 400 millones de dóalres y diez  años de trabajo, la explotación carbonífera de Río Turbio y su ferrocarril, más de veinte grandes usinas eléctricas, etc..

Cuando llegué al gobierno ni alfileres se hacían en el país. Lo dejo fabricando camiones, tractores, automóviles, locomotoras, etc. Dejo recuperados los teléfonos, los ferrocarriles y el gas, para que vuelvan a venderlos otra vez. Les dejo una marina mercante, una flota aérea, etc. ¿A qué seguir? Esto lo saben mejor que yo todos los argentinos. Ahora espero que el pueblo sepa defender lo conquistado, contra la codicia de los falsos libertadores.

Esta es una prueba de fuego para el pueblo argentino y deseo que la pase solo, y solo sepa defender el patrimonio contra los de afuera y adentro.

Ya tengo bastante con diez años de trabajo, sinsabores, ingratitudes y sacrificios de todo orden. El pueblo conoce a los verdaderos enemigos. Sin tan pronto se deja engañar, suya será la culpa, suyo será el castigo.

He dedicado mi vida al país y al pueblo. Tengo derecho a mi vejez. No deseo andar dando lástima, como les sucede a algunos políticos argentinos octogenarios.

Preveo el destino del gobierno de facto. El que llega con sangre, con sangre cae. Esta gente no sólo se ha ensangrentado sus manos, sino que terminará tiñendo con ella su conciencia.

Acostumbro perdonar a los enemigos y los perdono; pero la historia y el pueblo no perdonan tan fácilmente, y a ellos les encomiendo la justicia, que siempre llega.

No me arrepiento de haber desistido de una lucha que habría ensangrentando y destruido al país. Amo demasiado al pueblo y hemos construido mucho en la patria para no pensar en ambas cosas. Sólo los parásitos son capaces de matar y de destruir lo que no son capaces de crear.

Al gobierno y al pueblo paraguayo, mi gratitud por la conducta que ya les conocemos: los hemos penetrado en la grandeza de su dignidad  humilde frente a la soberbia de la insolencia.

En nombre del pueblo humilde de mi patria argentina, que lucha todos los días por su grandeza, presento al pueblo paraguayo mi desagravio por lso actos insólitos presenciados durante mi asilo. Algún día el verdadero pueblo argentino tendrá ocasión de reafirmarme”.

6. El Consejo Directivo de la CGT encabezada por Hugo Di Pietro, delegó sus funciones en un triunvirato obrero integrado por Luis Natalini (Luz y Fuerza), Andrés Framini (Asociación Obrera Textil) y Dante Viel, de la Asociación de Trabajadores del Estado, aunque este último no asumió el cargo.

7. Por Decreto 479 el gobierno decidió la creación de las Comisiones Investigadoras para averiguar la existencia de delitos en el gobierno depuesto. Dependía del vicepresidente Isaac Francisco Rojas.

Libramiento de órdenes de captura para legisladores y ex – legisladores del peronismo.

10. La Cancillería paraguaya recibió un reclamo diplomático por la actividad políticas de Perón (declaraciones periodísticas), violatorias del asilo.

12. Lonardi informó que su gobierno durará un año.

15.Fueron pasados a retiro 44 generales peronistas. Las purgas continuaron hasta incluir a cientos de oficiales.

17. Intentos dispersos de manifestaciones en repudio del gobierno militar. Fueron detenidos varios obreros en las puertas de los establecimientos donde trabajaban: Siam, Alpargatas y Bunge & Born.

El gobierno había movilizado fuerzas del ejército, la marina y la aviación en las zonas fabriles con el propósito de asegurar la concurrencia de los trabajadores a sus puestos de trabajo.

En Avellaneda y Lanús, de todos modos, los trabajadores abandonaron sus tareas y marcharon por las zonas céntricas siendo baleados y reprimidos por tanques del Ejército. En Avellaneda se destacó Federico Durruty, Secretario General de la CGT local.

Perón fue trasladado a cuatro kilómetros de Villa Rica, a la quinta del industrial Rigoberto Caballero. Aunque señalaba que iba “a desensillar hasta que aclare”, continuó haciendo declaraciones: “No he renunciado como Presidente de la Repúblia, pues en tal hipótesis el destinatario natural de mi renuncia habría sido el Poder Legislativo”.

19. El Gobierno anunció que ningún funcionario será candidato en las próximas elecciones y que el Peronismo será proscripto.

22. Regresaron a la Argentina los obispos Ramón Novoa y Manuel Tato.

Fue detenido John William Cooke, ex interventor del Partido Peronista de la Capital Federal y director del semanario De Frente.

23. Raúl Scalabrini Ortiz escribió en el Diario El Líder: “No retaceamos los méritos técnicos ni la amplitud de conocimientos, ni la ductilidad de inteligencia del autor de la Introducción a Keynes, que en conjunto hacen de él un técnico de primer orden. Pero el gato es mal guardián de las sardinas por más ágil y de buena raza que sea el fato. La técnica es en si misma tan inoperante, anodina y alta de misterio como el revólver sin balas…La técnica es un arma de la pol´tiica y elprobela es saber lo antes posibles quién va a empuñar el arma y a quién va a apuntar. Desde un punto de vista nacional –y aun personal- creo que es preferible el rudimentario cañón que nos defiende, a la más perfecta arma dirigida por radar en contra nuestra”.

26.Discurso de Lonardi en materia económica. Se presentaron las bases del denominado Informe Prebisch, integrando un diagnóstico pesimista del estado de la economía argentina. Afirmaba que “la economía nacional atraviesa la peor situación de toda su historia”. Señalaba que las reservas de moneda extranjera atesorados por la Argentina pasaron de 1682 millones de dólares de 1946 a 450 millones en 1955. Atribuía la inflación a los aumentos masivos de salarios y al intervencionismo económico. Para el Prebisch, el aumento de la productividad había sido de un 3,5% mientras que el salario industrial real había aumentado en un 37%.

El gobierno de facto designó veedores-interventores en la CGT. Sus titulares Framini y Natalini anunciaron un para general para el día 2 de noviembre.

27. Lonardi criticó al IAPI, al que calificó como “entidad pervertida y perniciosa”.

Cinco tenientes generales integraron el tribunal de honor que descalificó a Perón. Se lo encontró culpable, entre otras cosas, del “sacrílego incendio de las iglesias, con la destrucción de tesoros religiosos, históricos y artísticos y otros ataques a la religión católica, que provocaron su excomunión; la constante incitación a la violencia; la prédica de odios encaminada a disociar a la familia argentina y crear una división de clases y las reiteradas ofensas a diversos sectores de la ciudadanía; la vulneración de los principios constitucionales que había jurado respetar; la supresión arbitraria de la libertad…el mantenimiento de relaciones incalificables con una menor, exhibiendo una corrupción moral inadmisible”. Firmaron el fallo, entre otros, Carlos Vonder Becke, Víctor Majó y Basilio Pertiné. El tribunal dispuso descalificarlo por falta gravísima, prohibiéndole el uso del grado militar y el uniforme.

Por fuera del tratamiento del Tribunal quedó la causa por relaciones con una menor de edad, Nelly Rivas de quince años.  Por su naturaleza caía bajo la sanción del Código Penal.

28. El Congreso fue reemplazado por una Junta Consultiva integrada por los representantes de los partidos políticos tradicionales y presidida por el Vicepresidente Contralmirante Isaac Francisco Rojas.

28. Devaluación del peso: en reemplazo del anterior sistema de cambios múltiples se fija una paridad de 18 pesos por dólar. El primer día de operaciones (3 de noviembre) el dólar llega a 28 pesos.

28. El ministro de Industria, Horacio Morixe, anunció que quedó sin efecto el contrato con la California.

30. Fue internado en el Sanatorio Otamendi el Presidente Lonardi.

31. En conferencia de prensa se anuncióel fallo del Tribunal de Honor que prohibió a Juan D. Perón el uso del grado y uniforme.

Perón volvió a romper el silencio, mediante un comunicado a los peronistas: “Con respecto a mi decisión de abandonar la lucha, debo aclararles que lo hice no solo por la defección de algunos traidores, sino porque no consideré justo continuar la defensa a costa de la vida de miles de argentinos. En esos momentos, nada valían nuestra razons constitucionales contra los cañones y las bombas…Disciplina y fe en la consigna que les doy. No se dejen arrebatar la CGT. Es el último baluarte de nuestra revolución, y con respecto al Partido Peronista, esperen las resoluciones del Cosnejo Superior. Les envío un abrazo desde lo más profundo de mi corazón”.

Arturo Frondizi sostuvo en San Juan que “el radicalismo no es parte del gobierno y con muchas de sus decisiones, sobre todo económicas, no estamos de acuerdo”.

Durante semanas, se exhibieron las joyas y el vestuario de Eva Perón, en la residencia presidencial de la Avenida del Libertador.A Perón le atribuyeron la tenencia de dos mil pares de zapatos. Respondió: “Ni que fuera un ciempiés! Además, como tengo la manía de lustrarme el calzado, ¡imagínese el problema manual que se me hubiera creado!”.

Bienes de la Fundación de Ayuda social Eva Perón son incendiados.

Se paralizaron las obras públicas iniciadas por el Estado o impulsadas por la Fundación Eva Perón.

Fue clausurado el periódico Clase Obrera, vocero del Movimiento Obrero Comunista, dirigido por Rodolfo Puiggrós.

Reapareció Qué sucedió en siete días, orientada por Rogelio Frigerio, con una prédica netamente antiperonista.

Osiris Troiani lanzó el periódico Discusión. Una nota con su firma estaba titulada “Perón ha muerto ¡Viva la CGT!”.

 El historiador revisionista José María Rosa fue detenido y juzgado por un tribunal especial dirigido por el Capitán Ghandi. En ese juicio se produjo el siguiente intercambio:

C.G: ¿Cómo explica su cátedra de rosismo siendo Rosas un tirano sangriento y asesino?

J.M.R.: Primero que los fusilados no fueron tantos; segundo que estaban bien fusilados porque eran traidores a la Patria ya que había un conflicto internacional…

C.G.: ¿Qué conflicto internacional?

J.M.R.: El bloqueo francés y la intervención anglofrancesa…

C.G: ¡Ahh…un bloqueo.

J.M.R.: Usted como Capitán debería saber que un bloqueo es un acto de hostilidad, además, bombardearon Martín García.

C.G.: Pero no bombardearon Buenos Aires.

J.M.R.: Buenos Aires nunca fue bombardeado por marinos extranjeros.

Al no comprender la gruesa ironía de la declaración, en ese momento alguien alcanzó un papel al Capitán Ghandi y de manera inmediata, Rosa fue encarcelado. Poco después fue excarcelado cuando su abogado, Pablo Olivares, dejó constancia que su defendido “no había formado parte del gobierno depuesto del General Juan Manuel de Rosas”.

El Frente Emancipador de Rosario, integrado por Juan Vigo, Francisco González Salmeron, Guido Agnellini, Miguel Torres, entre otros, dieron a conocer su primer manifiesto, distribuyéndolo a varias provincias y la Capital Federal. Decían:

«AL PUEBLO DE LA NACIÓN

A poco más de un mes del golpe del 16 de setiembre, se puede decir que la contrarrevolución está vencida. Maniatada por sus contradicciones, no tardará en recibir el golpe de gracia, pues no puede dar un paso hacia adelante sin chocar con el pueblo, ni hacia atrás, sin malquistarse con los aliados de la víspera. Tampoco quedan dudas sobre su carácter reaccionario y entreguista, defraudando a los pocos que equivocadamente pudieron confiar en ella.

No hay libertad de prensa, palabra, reunión o sindical. Centenares, por no decir miles de los más esclarecidos cuadros militares, 103 más anti-imperialistas y amigos del pueblo están presos o fueron dados de baja; los diarios sólo dicen lo que el gobierno quiere, ordena o le convenga que diga; lo mismo la radio. Los sindicatos obreros son entregados al asalto de los seudo «dirigentes» y camarillas politiqueras, los mismos que hace diez años estuvieron al servicio de Braden. Igual que en los tiempos más funestos de las oligarquías fraudulentas las asambleas son controladas por la policía, a la que quieren hacer enemiga del pueblo.

NO HAY VENCEDORES NI VENCIDOS, dijeron el primer día. Pero siguen las detenciones, persecusiones, allanamíentos, exoneracíones y abusos de todo orden. Todos los legisladores de los últimos diez años han sido llevados a la Penitenciaría Nacional y una comisión delirante pide cadena perpetua para ellos. Los empleados públicos han perdido la estabilidad, los militares la seguridad, los obreros la garantía de que se cumplan las leyes que los protegen y los agricultores están ante el temor de que se vuelva a los desalojos.

Se promete y se miente descaradamente. Pero nada se cumple. No se hace otra cosa que ventilar chismes, como si no hubiera urgentes problemas que resolver. El propósito es destruir la obra de recuperación económica y social realizada en los últimos diez años y si no se atreven a marchar más rápido es porque la clase obrera permanece unida mostrándoles los dientes y temen al Ejército que ha sido el puntal de la emancipación económica.

Dijeron que venían a defender nuestro petróleo. Pero se traen para gobernar todo el equipo que planeó y ejecutó la entrega más infame que conoció el país: el pacto Hoca-Runcíman, al Banco Central, dirigido por empresasinglesas, la Junta Nacional de Carnes en manos de los frigoríficas anglo-yankis, la Corporación del Transporte, la C. A. D . E ., la confiscación de los colectivos, las juntas reguladoras con su política siniestra de derramar el vino tirar las papas al Riachuelo y quemar los cereales como combustible para aumentar los precios sin beneficiar al productor y hambrear al pueblo.

El alma negra de este equipo es Prebisch, abogado de empresas inglesas, niño mimado, ayer, de la oligarquía cipaya y hoy consejero íntimo del dúo Lonardí-Boias, que repite servilmente cuanto, engendro entreguista les prepara ese siniestro personaje, siguiendo las órdenes de Londres o Wall Street. Otro es el ministro de Industria Morixe, abogado de la Shell Mex, viejo pájaro conocido: que en 1935 planeó la entrega de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, infamia que no se llevó a cabo porque el Ejército se opuso patrióticamente y amenazó con voltear al gobierno.

¿Qué es lo que se proponen? Volver al imperio de la oligarquía, a los tiempos de las vacas gordas y los peones flacos de treinta pesos mensuales, sirvientitas gratis y en patas, obreros sin ninguna ley social o gremial que los ampare y viviendo de la «changa solidaria», empleados públicos con sueldos de hambre atrasados un año y pantalones remendados, policías bravas apaleadoras de obreros y volcadoras de urnas, Ejército enemigo del pueblo por un lado y por el otro con oficiales y suboficiales mal pagos y llenos de deudas.

El imperialismo extranjero no tolera que seamos libres.

No quiere que tengamos industrias. No quiere que haya control de precios en las mercaderías, ni control de cambios para importar cualquier cosa y venderIa a cualquier precio. Quiere la importación libre para echar abajo la industria nacional, para que haya whisky y no tengamos motores. No quiere I.A.P.I. para que vengan Bunge y Born, Deyfus o Bemberg y paguen lo que se les antoje a los agricultores. No quieren que fabriquemos tractores para que el agricultor se vea obligado a producir trigo, maíz o lino a precios tan altos que no puedan competir en el mercado internacional con la producción yanki, altamente mecanizada.

Quieren desmantelar laindustria pesada para que el país no pueda fabricar tractores, locomotoras, automóviles, rieles y maquinarias para la industria liviana y armas para defendemos de la agresión de ese mismo imperialismo. Quiere echar abajo la industria liviana de tejidos, electricidad, motores, plásticos, cerámica, química, farmacéutica, papel, óptica, carrocerías, aceites, etc., para abrir Ia importación yanki o inglesa.

El desmantelamiento de la industria echará a la calle a una masa de dos millones de desocupados para que los obreros no puedan pedir mejoras de salarios y ni siquiera el cumplimiento de las leyes sociales, por temor a perder todo y morirse de hambre. Así dispondrán de brazos baratos para mandarlos en vagones de carga a arrancar maíz a mano y a levantar la cosecha fina con horquillas como se hacía cuando ellos mandaban.

Este es el plan siniestro. Plan que, desde luego no cumplirán porque el pueblo no lo va a permitir.

Decimos que el pueblo no lo va, a permitir y es verdad.

Pero es necesario actuar de inmediato, con energía y valar. No llamamos al puebloa hacer chirinadas ni a dejarse matar inutilmente. Lo llamamos a que se organice. A que el obrero no permita que dividan la Confederación General del Trabajo o ganen las elecciones los politiqueros que han estado siempre al servicio del patrón. Lo mismo le decimos al empleado, al estudiante, a las mujeres, al agricultor, al industrial, al intelectual y al profesional.

Soberanía política, Independencia Económica y Justicia Social es la gran bandera que dio Perón y que nosotros hemos recogido de inmediato, desde el primer día de la contrarrevolución. En el FRENTE EMANCIPADOR están todos los peronistas limpios que no claudicaron, que fueron leales a su pueblo, que se jugaron contra Braden el 17 de octubre, sin diferencias políticas y sin rencores religiosos. Está todo el pueblo, la clase obrera y el ejército que rescataron la soberanía e independencia de la Patria de manos del imperialismo extranjero, cuyos lacayos vemos actuar de nuevo ocupando puestos claves a la sombra del gobierno de facto. Y este pueblo no podrá ser, puesto fuera de la ley bajo ningún pretexto, porque sería poner fuera de la ley toda la Nación.

Por ahora nada más podemos decir. Ya nos verá actuar el pueblo y nos irá conociendo. Alguien tenía que empezar a organizar y nosotros lo hemos hecho. Cuando surja la gran fuerza nacional que se está gestando en todas partes nos pondremos a sus órdenes y le diremos: no nos vencieron, ni perdimos tiempo; acá está esta masa de pueblo organizada. Eso es todo.

Adelante, pues, férreamente unidos, disciplinados, firmes, seguros de la victoria y dispuestos a todo por la SOBERANÍA POLÍTICA, LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA Y LA JUSTICIA SOCIAL».

FRENTE EMANCIPADOR, ARGENTINA, octubre de 1955. Manifiesto N° 1.

En Buenos Aires circuló un folleto anónimo titulado Pax. Epitafios, publicado por la Editorial “Mingere”. En el mismo se incluyó unas Coplas por la muerte de un rebaño de traidores. Leopoldo Marechal, Cátulo Castillo, Gustavo Martínez Zuviria, Juan Pinto, Augusto González Castro, Alberto Boneo, María Granata, Luis M. Albamonte, Miguel A. Gómez, Tilde Pérez Pieroni, Enrique González Trillo, Rafael Jijena Sánchez, Alberto Franco, Alberto Ponce de León, Omar Del Carlo, Nicolás Olivari, María Luis Sofovich, José María Fernández Unsain, César Tiempo, Luis Horacio Velázquez, León Bouché, León Benarós, José M. Castiñeira de Dios, Ramón Gómez de la Serna, Juan O. Ponferrada, Juan J. Hernández Arregui, Ofelia ZuccoliFidanza,  Miguel A. Batistessa, Jorge Melaza Mutoni, Julia PrilutzkyFarny, Lisardo Zía, Luis Cané,  Alberto Vacarezza y Horacio Rega Molina recibieron versos satíricos específicos. A ello se agregó una lista de “activos –y pasivos- comparsas del régimen”: “Claudio Martínez Paiva, Juan J. de Soiza Reilly, Elías Castelnuovo, Leonardo Castellani, Antonio Monti, Oscar J. Canale, Alejandro de Isusi, María A. Domínguez, Carlos Abregú Virreyra, López de Molina, ElbiaRosbaco de Marechal, José Echeverrigaray, Fermín Chávez, Alberto BlasiBrambilla, Arturo Berenguer Carisomo, Arturo Romay, Oscar Uboldi, Vera Pichel, Graciela Teissaire, Juan C. Clemente, Germán Ziclis, Abel Santa Cruz, Eduardo Castilla, Arturo Cancela, Omar Vignole, Hipólito J. Paz, Alfonso Sola González, Armando Cascella, Gregorio Santos Hernando, Julio Ellena de la Sota, Arturo Cambours Ocampo, Pedro Baldasarre, Sigfrido Radaelli, Héctor Villanueva, Julio Porter, Julio F. Escobar, Agustín Ferraris, Salvador Merlino, Helvio Botana, Homero Guglielmini, Roberto Valenti, Elda de Grossi, Orestes Di Lullo, José Gobello, Santiago Ganduglia, Vicente Nacarato, Raúl T. Ezeiza Monasterio, Alberto Soler Cañas, Carlos Guria, Atalhualpa Yupanqui, Adolfo Gallardou (Indio “Apachaca”), Enrique Lavié, José Armanini, José María Samperio, etc., etc…”Más tarde, Luis M. Soler Cañas atribuyó el texto a escritores vinculados a la S.A.D.E..

Noviembre de 1955

1.Acto radical en el Luna Park.

La CGT sintetizó en cuatro puntos mínimos la base una negociación con el gobierno militar: 1. Permanencia de las actuales autoridades de la CGT (Luis Natalini y Andrés Framini). 2. Permanencia de las autoridades de los sindicatos en sus cargos hasa la realización de las elecciones, con veedores designados por el Ministerio de Trabajo. 3. Un interventor de las FF.AA. deberá garantizar los comicios en los sindicatos ocupados. 4. Libertad de todos los dirigentes sindicales y políticos detenidos.

2. El General Perón abandonó Paraguay.  Declaró: “…cada cosa llegará a su tiempo. Y nosotros, los peronistas, cosecharemos cuando hemos sembrado. Porque nuestros enemigos harán por nosotros más que cuanto estamos haciendo nosotros mismos”.

Inició la etapa centroamericana de su largo exilio. Salió acompañado de Paraguay por un improvisado secretario Vittorio Radeglia. Quedó instalado en Panamá el 9 de noviembre, tras escalas en Río de Janeiro y Caracas. Fue recibido por Carlos Pascalli, ex embajador argentino en Panamá. Poco después se trasladaron al Hotel Washington en Colón. Se encontraban allí Radeglia, Gilaberte su chofer y se sumó Ramón Landajo, hombre de confianza. Luego se agregó Rodolfo Martínez.

Perón comenzó a trabajar en la redacción de un libro, para defender su actuación ante las críticas y ataques que recibe por la prensa.

Primera huelga general por tiempo indeterminado contra el gobierno militar. Quinientos dirigentes sindicales (secretarios generales y delegados) enrolados en la        CGT adoptaron esa medida. Con diferencias la misma se prolongó hasta el 7 de noviembre.

3. Fue liquidado el I.A.P.I. (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio).

9. Fisuras en el elenco gobernante, dividido entre corrientes nacionalistas elitistas (dispuestas a una mayor tolerancia hacia el peronismo y el movimiento obrero) y liberales conservadores de tendencia “gorila” (que procuran destruir todos los vestigios de peronismo y debilitar al sindicalismo). El General Arturo Ossorio Arana asumió el Ministerio de Ejército, en reemplazo del General Justo León Bengoa, quien renuncia debido a la presión del grupo liberal encabezado, fundamentalmente, por Bernardino Labayrú, jefe de la Casa Militar.

Bengoa envía una carta al general Eduardo Lonardi:

«En mi carácter de ministro de Ejército y haciendo honor a la confianza que V.E. me dispensara al deisgnarme para cargo de tanta responsabilidad, en estas horas difíciles para los destinos de la Patria, siento el ineludible deber de expresaros mi pensamiento de argentino, de soldado y de revolucionario.

En primer término debo manifestaron que creo que las palabras pronunciadas por V.E. en el histórico discurso de la Plaza de Mayo condensan ideas rectoras, que deben continuar presidiendo e inspirando los actos de gobierno.

Es así que mi profunda fe cristiana me impuso mantener la posición que V.E. nos dio como consigna al iniciar nuestras tareas. Temo que un nuevo rumbo, por ligero que sea su cambio, podría significar la división de fuerzas que es imprescindible mantener unidas y solidarias para evitar exponer al país a situaciones que pudieran ser peligrosas y cuyos resultados sería imposible prever.

Tengo la profunda convicción de que, salvo en el caso de los delincuentes, que deben ser castigados, debe privar la tolerancia para las ideas y los sentimientos que no sean los nuestros, como única forma de llevar a la República al olvido de los odios sembrados hasta hace por la dictadura despuesta.

Este pensamiento me hace rogar a V.E. con patriótica emoción, que os dignéis meditar profundamente antes de modificar esa posición, que ya ha hecho carne en tantos argentinos y que, tengo la seguridad, conquistará en la realidad de los hechos a toda la ciudadanía.

Aprecio en toda su manitud las dificultades a resolver por falta de comprensión de grupos de ciudadanos que continúan aún bajo la influencia de sistemas destinados a extinguirse. Tales problemas han provocado en el seno del gobierno criterios distintos y, como lógica consecuencia, la proposición de soluciones también distintas. En reuniones celebradas con V.E., con el señor vicepresidente y con otros distinguidos colaboradores, la forma de encarar algunos problemas generales y, en especial, los de carácter gremial, en procura de soluciones que conduzcan al país a la unidad y a la pacificación espiritual que tanto necesita para que el trabajo fecundo de todos los argentinos nos permita llevar a la Patria hacia sus grandes destinos.

En espera de que os dignéis considerar las ideas que dejo expresadas, deseo ratificar mi renuncia verbal ya presentada, para retirarme a la vida privada, no sin sentimiento por tener que dejar de colaborar en la obra común que encaramos con tantas esperanzas.

Al alejarme del cargo de ministro de Ejército ruego a Dios quiera iluminar la acción futura del Señor Presidente, para honra de vuestro nombre y bien de la Patria».

En el seno del equipo de Lonardi, creció la figura de Clemente Villada Achával, cuñado del Presidente, designado Secretario de asesoramiento de la Presidencia, con rango de ministro.

10. Creación de la Junta Consultiva Nacional, presidida por el vicepresidente provisional, contraalmirante Rojas. La integraron, entre otros, Alicia Moreau de Justo, Horacio Thedy, Nicolás Repetto, Oscar López Serrot, Américo Ghioldi, Rodolfo Martínez, Oscar Alende, José Aguirre Cámara, Luciano Molinas, Manuel Ordoñez, Miguel Angel Zavala Ortiz, Rodolfo Corominas Segura, Julio A. Noble y Ramón Múñiz. Su misión era asesosar a la presidencia e iniciar un proceso político de diálogo e interacción con las fuerzas políticas del antiperonismo.

10. Renunció el Secretario de Prensa de la Presidencia, Juan Carlos “Bebe” Goyeneche, acusado de filonazi por la dirigencia política tradicional y sectores militares de orientación liberal. En su dimisión señalaba que sus enemigos querían “convertir a la revolución en un desquite de desplazados desde la fecha del 4 de junio de 1943”.

11. Se agudizaronlos conflictos en el seno del Gobierno Provisional y Lonardi pidió tolerancia y justicia. Fue distrubuido un comunicado, considerado más tarde como su “testamento político”, en el que decía: “No es posible calificar de antipatriotas o de partidarios de la tiranía a todos los que prestaron una adhesión desinteresada y de buena fe (al gobierno anterior).  Lo contrario significaría erigir a una parte de la República en juez de otra parte de la misma, mantener un estado de intranquilidad contrario a los intereses públicos…Eso no significa transigir con los que de alguna manera, por acción u omisión, mantuvieron una connivencia dolosa con el régimen, torturaron o persiguieron a los ciudadanos u obtuvieron ilícitas ganancias. Estos deben ser castigados, mas no directamente por vía administrativa o por particulares celosos que no alcanzan a darse cuenta de que su intemperancia contraría uno de los propósitos esenciales del gobierno, sino por obra del poder judicial…El gobierno prefiere que algunos culpables se libren y no que personas desprovistas de culpa padezcan una persecución que no merecen…En ningún caso dividiré a la clase obrera para entregarla con defensas debilitadas a las fluctuaciones de nuestra economía y de nuestra política…Las legítimas conquistas de los trabajadores serán mantenidas y acrecentadas, dije en mi discurso del 23 de setiembre y ese propósito fundamental se mantiene inalterable en mí espíritu”.

12. Lonardi reemplazó al Ministro del Interior y Justicia Eduardo Busso (considerado del ala liberal) por Luis María de Pablo Pardo en Interior y Julio Velar Irigoyen en Justicia (caracterizados como nacionalistas). La Junta Consultiva presentó su renuncia por las designaciones realizadas sin haber tenido participación en las medidas. Ese elemento fue tomado como una presión contra Lonardi, acelerando su debilitamiento y anticipando su desplazamiento.

En las últimas horas de la noche Lonardi recibió en la residencia a una delegación de militares (tres ministros  y un grupo de oficiales)  que le exigió la renuncia de sus colaboradores y le propuso tres puntos fundamentales para la continuidad, endurecer la política hacia el peronismo, intervenir la CGT y  crear una Junta para cogobernar.

13. El General Lonardi emitió un comunicado en el que negaba haber presentado la renuncia y denunciaba que un sector de las Fuerzas Armadas pretendía derrocarlo. Más tarde, fue obligado a presentar la renuncia y se informó que su desplazamiento se debía a la  presencia de grupos influyentes (refiriéndose implícitamente a los elencos políticos provenientes del nacionalismo como Luis M. de Pablo Pardo o Mario Amadeo) incompatibles con los postulados de la Revolución Libertadora. Lonardi publicó un comunicado, de escasa difusión, en el que adjudicó su dimisión a presión de “un sector de las fuerzas armadas”, negando que fuera un acto voluntario o por razones de salud.

13. Ese domingo, a las 18 horas asumió la Presidencia de la Nación,  Pedro Eugenio Aramburu. Nombró nuevamente a Busso como Ministro del Interior; Eugenio Blanco fue el nuevo Ministro de Hacienda; Alvaro Alsogaray de Industria; Juan Llamazares de Comercio; Julio Alizón García, de Finanzas; de Relaciones Exteriores, Luis A. Podestá Costa Ruda; de Trabajo, Raúl Migone; de Agricultura y Ganadería, Roberto Mercier. Adolfo Lanús fue designado como Secretario de Prensa. Raúl Prebisch continuó como asesor económico del gobierno.

Como mecanismo institucional se creó una Junta Militar, con funciones de cogobierno.

Las nuevas autoridades comenzaron acusando a Lonardi de una gestión que “estaba tomando un peligroso rumbo hacia el totalitarismo”. Nombró Ministro de Industria al Capitán (R) Ingeniero Álvaro Carlos Alsogaray.

A partir de ese momento, se impuso la tendencia “gorila” que buscó extirpar todos los elementos del peronismo existentes en la Argentina.

14. La CGT anunció un paro general en repudio del asalto armado perpetraban comandos civiles afines a la “Revolución Libertadora” en sindicatos y organizaciones obreras. En respuesta a ello el gobierno militar declaró “que de ninguna manera se permitirá en lo sucesivo que se utilice a los obreros para actuar al servicio de ambiciones políticas abusando de su buena fe”, bajo amenaza de detenciones y procesamientos para quienes promuevan la huelga.

15. La CGT realizó una segunda huelga general. Desde el gobierno militar fue declarada ilegal y fueron apresados sus máximos referentes (Nicolini y Framini) junto a un centenar de dirigentes gremiales.

16. Por el Decreto Ley 3.032/76 el Gobierno militar intervino la C.G.T..  Se produjo un asalto armado por la infantería de Marina imponiendo al frente de la CGT al  Interventor Capitán de Navío Patrón Laplacette.

El Decreto señalaba que el peronismo “utilizó también a la Confederación General del Trabajo desnaturalizando su misión esencial de entidad defensora y representativa de la masa laboriosa y transformándola en el instrumento adecuado para dominar a los trabajadores y hacerlos servir a los fines del totalitarismo que implantara en nuestra Patria”.

De manera adicional el gobierno de facto creó una Comisión Investigadora Administrativa Especial para la CGT, presidida por el Coronel José María Paso Viola.

Por otro Decreto (7.107) se inhabilitaba para ocupar cargos sindicales a los militantes que actuaron durante el peronismo, alcanzando la cifra  a más de 90.000 en todo el país. A raíz del volumen y del impacto de la medida, tiempo más tarde a través de otro decreto (N°14.190), levantaron su efecto para los dirigentes de segunda línea.

Comenzó un período de agudo malestar sindical, que por momentos se convirtió en el problema más serio para el nuevo gobierno.

Además fueron intervenidos el periódico CGT y el diario El Líder propiedades de la central obrera.

23. Por orden del presidente de facto Pedro Aramburu el jefe de los servicios de inteligencia militar, Carlos Eugenio MooriKoenig, ingresó a la sede de la CGT y retiró con destino secreto el ataúd con los restos de Eva Perón.

24. Por Decreto-Ley N°3855 fue disuelto el Partido Peronistaen sus dos ramas. El Partido Socialista de la Revolución Nacional corrió igual suerte. Poco después fueron discueltas la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y la Confederación de Estudiantes secundarios.

28. En la Facultad de Medicina, se realizó un debate público sobre el Informe Prebisch, contando con la presencia del asesor económico del gobierno militar. Participaron, entre otros, Oscar Alende (radical), Walter Beveraggi Allende (laborista), Angel A Solá, Bernardo Grinspun y Alfredo Concepción.

El gobierno decretó una fuerte devaluación del peso, buscando mejorar los términos de intercambio.

Horacio Morixe, Ministro de Industria, rescinde el contrato con la California atribuido al gobierno peronista.

Arturo Jauretche difunde críticas a las orientaciones de Prebisch.Afirmaba: “El plan Prebisch significará la trasnferencia de una parte sustancial de nuestra riqueza y de nuestra rente hacia las tierras de ultramar. Los argentinos reduciremos el consumo, en virtud de la elevación del costo de vida y del auge de la desocupación. De esta manera, no solamente aumentarán nuestros saldos exportables, sino que serán más baratos, lo que será aprovechado por el consumidor extranjero que ensanchará su cinturón a medida que nosotros lo vayamos achicando…Exportaremos más pero percibiremos menos por estas exportaciones en razón de la caída de nuestros precios como efecto directo de la reforma cambiaria”.

Carlos Correa Luna (ex funcionario del área de comercio exterior del gobierno peronista) y Oscar Alende realizaron, también, sendas objeciones al Plan Prebisch.

29. Visitó el país Henry Holland, subsecretario de Estado de los EE.UU, quien ya había mantenido varias entrevistas con Perón durante su gobierno.

30. Por decreto se realizó la devolución del diario «La Prensa» a Alberto Gainza Paz.

Otro medio que salió a defender las posiciones del peronismo fueFederalista, orientado por José A. Güemes y con la colaboración de Raúl Scalabrini Ortiz.

 José Luis Torres publicó ocho entregas de Política y políticos, denunciando al Plan Prebisch y la orientación liberal de la Revolución Libertadora. Fue clausurado el periódico El descamisado que fue reemplazado por El proletario.

Comienza a circular el periódico El 45. En sus páginas se publicó sin firma “La canción del no me olvides”, conociéndose más tarde que correspondía a la pluma del director del medio Arturo Jauretche.Ese mismo día en Bahía Blanca el periódico Sudestada, por la acción de José Cafasso e Ismael Bevilacqua, publicó una foto del entonces Capitán de Navío, Isaac F. Rojas, a cargo de la base naval de esa ciudad, entregándole un mástil con la bandera argentina al Secretario General de la CGT, José Espejo. Según la crónica, fue luego de brindar por el Presidente de la Nación y su señora esposa.

Comienza una inorgánica resistencia, con centro en fábricas, barrios y en la actividad de los militares de origen peronista. La actividad es agitativa.

Diciembre de 1955

1. Carta de Perón  “A todos los peronistas”.

«La disolución del ‘Partido Peronista’ por decreto de la dictadura no debe dar lugar a la dispersión de nuestras fuerzas. Es necesario seguir con nuestras organizaciones tanto las mujeres como los hombres Peronistas deben seguir reuniéndose para mantener el partido. Cada casa de un peronista será en adelante una «Unidad Básica» del partido. La Confederación General del Trabajo y sus sindicatos atropellados por la dictadura deben proceder en forma similar. Yo sigo siendo el jefe de las fuerzas peronistas y nadie puede invocar mi representación.

Si hay elecciones sin el peronismo, todo buen peronista debe abstenerse de votar.

Esta es mi orden desde el exilio».

Juan Perón

En exilio, 1º de diciembre de 1955

¡Viva el peronismo!

¡Viva la C.G.T.

3. Carta de Juan D. Perón al profesor Florencio Monzón, exiliado en Chile:

«Estimado amigo:

Acuso recibo de su carta del 30 de noviembre ppdo. y me apresuro a contestarla, agradeciendo sus amables palabras y recuerdo.

Veo por ella que se encuentra en Chile «como perro en cancha de bochas» según me dice. Yo estoy en Colón (Panamá) desde que llegué de Paraguay, dedicado a escribir un libro contra las dictaduras militares, para lo cual he elegido como argumento los hechos producidos en la Argentina. Así puedo matar dos pájaros de un tiro: darle duro a esos canallas de la dictadura y defender también la idea antidictatorial en nuestros países a menudo azotados por ese verdadero flagelo.

He terminado lo sustancial del manuscrito y ahora debo imprimirlo en Estados Unidos y en México, el primero para el inglés y el castellano el segundo. De modo que es muy probable que deba viajar para ello. No sé cuánto tiempo me llevará ello pero creo que no estaré de vuelta hasta dentro de un mes. Como no tendré paradero fijo no puedo anticiparle nada por el momento. Me parece que es mejor que se quede usted en Chile.

Tome contacto con María de la Cruz, muéstrele esta carta y ella lo ayudará para permanecer allí. María de la Cruz es una gran amiga y una gran mujer en Chile que trabaja como nosotros por el pueblo y cualquier cosa que haga por ella será para nuestra causa. Lo mismo ella, sabiendo que usted es hombre nuestro hará cualquier cosa por usted….

Esperemos que las cosas en la Argentina no tarden en cambiar y que nuestros muchachos sigan con la resistencia pasiva. Le mando con ésta uno de los panfletos que ya hemos hecho llegar en gran cantidad a la Argentina.

Un gran abrazo».

JUAN PERÓN 

9. Creación de la Junta Nacional de Recuperación Patrimonial.

Publicación de una larga lista de funcionarios acusados de enriquecimiento ilícito a los que se les confiscaron sus bienes.

21. Raúl Prebisch, asesor del gobierno provisional, declaró antes jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas, que resultaba necesario “hacer en el campo argentino una verdadera revolución tecnológica”.

24. Arturo Romay publicó el artículo “Sidra y pan dulce” en el Diario El Mundo criticando la adhesión de numerosos escritores al peronismo.

27. El General Lonardi viajó a Washington para recibir tratamiento médico.

31. Fallecimiento del máximo dirigente del Partido Socialista de la Revolución Nacional Enrique Dickmann.

Solicitada publicada por la Federación Universitaria de Buenos Aires:

«Venimos sosteniendo desde 1918, que los estudiantes tenemos derecho a participar en el gobierno de la Universidad. Es la consecuencia de un concepto moderno de la educación que mira al estudiante como actor de su propio proceso de conocimiento, y no como simple receptáculo de una enseñanza impartida desde la alta autoridad magistral de la cátedra. La Reforma ha señalado, y numerosos tratadistas de prestigio lo sostuvieron a su vez, que la Universidad es el hogar del estudiante donde el profesor acude a enseñar y a trabajar a su lado y no por el contrario, el sitio donde un profesor establece su cátedra para que se acerquen los que estudian. De allí que sea natural la exigencia estudiantil de participar en el gobierno de un instituto que les pertenece por esencia.

Pensamos que profesores y egresados pueden colaborar con nosotros en esa tarea. Los profesores, porque es lógico que su autoridad pedagógica y científica tenga influencia en la política de la comunidad universitaria. Los egresados porque, de acuerdo con la antedicha concepción de la enseñanza, la Universidad, en tanto supere su condición de mera fábrica de títulos debe extender su influencia sobre la acción profesional y ligada íntimamente a ésta, ser influida por ella.

El pensamiento reaccionario negó siempre a los estudiantes el derecho reclamado. Hay quienes piensan, todavía, que juventud es sinónimo de desorden y creen en los sacrosantos derechos del orden senil, respetable y estancado. Si estos doce años han servido para algo, es para demostrar hasta qué punto fueron incapaces de sostener una actitud viril, quienes habían usurpado durante los años del conservadorismo el monopolio de la respetabilidad universitaria a la vieja usanza.

La experiencia que hoy vivimos quiebra otro de los fetiches que se han alzado contra la participación estudiantil en el gobierno de las facultades. Con conmiseración complaciente se habla del entusiasmo y ardor de la juventud, y se vuelven esos elogios en argumentos al revés, reclamando la vigencia de las lógicas jerarquías. En estos pocos días los estudiantes demostramos que somos capaces de dirigir una Universidad en funcionamiento a pesar de los extraordinarios obstáculos que presenta una situación revolucionaria. Con los recintos administrativos clausurados, ante la amenaza de sustracción de documentación comprometedora para los usufructuarios del régimen depuesto, con la ausencia de algunos profesores a quienes no se puede permitir de ninguna manera el reingreso, ni siquiera provisionalmente a sus cátedras, con todos esos inconvenientes, las clases se han reanudado totalmente y las oficinas administrativas comienzan a funcionar con ritmóefectivo muy superior al que tenían hasta ahora. Los estudiantes hemos demostrado en los hechos, que somos capaces de dirigir la Universidad, y de dirigida con todo orden y capacidad.

[ … ] Pero, aun más. Nuestra acción y nuestras exigencias no se basan en creencias y actitudes de tipo intuitivo sino que han alcanzado, con madurez, el terreno claro y delimitado de lo racional. Es prueba nuestro proyecto de bases para la Ley Universitaria que forma parte de lo más autorizado que en el país se puede encontrar al respecto. Hemos fijado allí una concepción moderna de la Universidad donde ésta pierde su carácter de reducto cerrado de educación libresca y magistral y tiene en cuenta, fundamentalmente, la relación de aquélla con la cultura de su tiempo y con las necesidades de su medio, así como también una revaloración exacta de la responsabilidad y actividad del alumno en su propio proceso de aprendizaje.

Frente al penamiento de los reaccionarios mostramos, pues, las pruebas de nuestros principios, de nuestras actitudes y de nuestras obras. Hemos avanzado suficientemente en el camino como para haber adquirido mucha firmeza en el andar. Ya no es posible que retrocedamos. Y el impulso con que salimos de la dictadura hacia la libertad no cesará hasta que demos fin a la tarea de construir una universidad nueva, con alta autoridad científica y pedagógica, democrática en su pensamiento y estructura, y popular en sus proyeccioncs sociales».

Aumentaron las detenciones de dirigentes sindicales y militantes peronistas.

Conflicto en la fábrica CATITA, liderada por José I. Rucci, por el despido de varios delegados.

Clausuraron las publicaciones Surestada, Renovación y La Argentina de Rosario, siendo su directora Nora Lagos encarcelada.

Homero Bustamante publicó Voz Obrera. Nuestra hora 25, llamando a los trabajadores a tomar la calle y haciendo suya la consigna lonardista de NI VENCEDORES NI VENCIDOS.

De manera espontánea avanzó la “resistencia peronista” en sindicatos, fábricas y barrios.

Por decisión gubernamental desapareció el Diario El Líder, propiedad de la CGT. Salió en su lugar El Lidercito, hoja suelta de combate de grupos de la resistencia peronista.

Destrucción de monumentos y quemas de libros escolares y materiales asociados al peronismo.

En la cena de fin de año en los patios de la SADE, según testimonio de César Tiempo, se distribuyó entre los comensales un menú cuyos platos llevaban los nombres de los escritores “colaboracionistas” con el gobierno de Perón.

La Ciudad Infantil de La Plata fue intervenida.

La Fundación Eva Perón, también, fue intervenida.  Por orden delas autoridades una cuadrilla municipal destruyó la vajilla que llevaba impresa el logotipo de la Fundación.

El interventor militar consideró en un informe el “derroche” que implicaba dar de comer carne y pescado todos los días a los niños, además de bañarlos y ponerles agua de colonia.

Los líderes radicales, Arturo Frondizi y Ricardo Balbín cenaron con Aramburu en la Residencia presidencial de Olivos.

Arturo Jauretche dio a la prensa El Plan Prebisch. Retorno al coloniaje, en el que incluyó las notas publicadas en El Líder y otros desarrollos críticos contra el asesor económico de la Revolución Libertadora.

En el año 1955 se desarrollaron 52 conflictos gremiales en los que estuvieron involucrados 853.994 trabajadores.

El PBI de la Argentina fue estimado en 104.000 millones de dólares.