El Comando L 113 tomó su nombre por el lugar de encuentro en el partido de Quilmes: Lamadrid 113.

            Su creación data del 28 de septiembre de 1955. Formaban parte del mismo: Miguel Angel Mauriño, Fermín Jeanneret, Dante Hipólito Lugo, Cogorno, Jofre, Irigoyen.

            Desarrollaron acciones de diverso orden. Mandaron ropa y alimento por avión a Río Gallegos en apoyo a los presos del peronismo, llevados por Alda Pesey. Mediante el viaje de uno de sus integrantes dieron aviso a Stroessner de la tentativa de asesinato por albergar a Perón. Realizaban pintadas e imprimían volantes. Colocaban bombas y realizaban sabotajes.

            Según el recuerdo de Juan U. Bonino sus objetivos eran “…que Perón volviera al país, pero no sabíamos cómo hacerlo. Entonces con alguna gente con más experiencia, comenzamos a trabajar… a formarnos en células”. Luego comenzaron a producir hechos “muy simples: salíamos una noche a escribir paredes. Poníamos “Perón vuelve”, y escribíamos y escribíamos… Y también con mimeógrafos viejos, a mano, hacíamos volantes.”

            Los lugares de encuentro eran las casas de los mismos militantes que iban rotando: “Andábamos en distintas casas, para no dejar sentado el hecho de que estábamos siempre en el mismo lugar. Empezó todo ahí en la zapatería del compañero Fermín Jeanneret, pero después en distintos lugares”.

            Las casas eran requisadas por la Policía. Según Bonino: “A mi me allanaron varias veces buscando armas, pero nunca encontraron nada. Con tres hijos chicos yo no podía ser tan irresponsable de traer armas a mi casa. No podía hacer eso. Que afuera tuviera un arma en la mano y pudiera usarla era otra cosa, pero en mi casa no”.

            El objetivo fundamental para ellos no era otro “que el pueblo supiera que el peronismo estaba vivo. Que a través de la lucha nuestra supieran que el peronismo estaba vivo. Eso era lo fundamental.”

            Estaban conectados con el Comando Nacional de la Resistencia. El 25 de mayo de 1956 tuvieron una reunión con Raúl Lagomarsino, quien cayó detenido poco después.

            En el momento que comenzó a planificarse el levantamiento del “Movimiento de Recuperación Nacional” liderado por Juan J. Valle, el C L 113 tuvo una misión: tomar el Automóvil Club Argentino sobre la Avenida del Libertador en la zona de Palermo, para acceder al equipo de transmisión para, desde allí, y por su gran alcance transmitir la «Proclama Revolucionaria».

            El grupo de apoyo que debía tomar el lugar estaba compuesto de, aproximadamente, quince personas. Miguel Ángel Mouriño  estaba a cargo de las tareas y formaba parte de la dirección del Comando L 113. Los otros miembros de ese comando estaban a la espera de ser armados en la Confitería Colón, justo frente a la estación Quilmes, para sumarse al movimiento.

            Mouriño también coordinaba las acciones de otros tres grupos, estos comandos no se conocían entre sí para evitar ser relacionados en caso de que uno de ellos cayera detenido. El objetivo era conocido por las fuerzas de seguridad que repelieron al grupo. Mouriño quedó herido y fue trasladado al Hospital Fernández, donde le amputaron las piernas y murió después de unos días.

            El Comando L 113 se integró al movimiento de las organizaciones clandestinas de la resistencia peronista. Según el testimonio de Jeanneret en el Gran Buenos Aires llegaron a ser más de 500 comandos, utilizando nombres de la historia y la simbología peronista: 22 de agosto, 17 de octubre, Montoneros de Perón.

            Desde Quilmes, zona en la que el L 113 tenía fuerte actividad salieron grupos de apoyo al levantamiento de Uturuncos en el norte argentino.

Referencias:

Consejo del Partido Justicialista Quilmes. Quilmes y el peronismo. 50 años. Consejo del P.J. de Quilmes, 1995.

Darío Pulfer