(Lanús, Provincia de Buenos Aires, 19 de junio de 1919 – Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, 13 de mayo de 1966).

            Apodos: “el griego”, “el viejo”, “el químico”, “Mingo”.

            Estudió en una escuela secundaria técnica. Dio sus primeros pasos en la Universidad, abandonándola. Fue obrero curtidor, militante comunista primero, peronista después. Lideró el “Grupo Avellaneda” de la agrupación Acción Revolucionaria Peronista, que orientaba John William Cooke.

                Lo describen como alto y corpulento, medio calvo, de bigote y lentes.

            A mediados del siglo XX Domingo Blajaquis era un obrero de una curtiembre en Gerli, que había comenzado su militancia en el Partido Comunista. A medida que el PC se integró en la Unión Democrática, Blajaquis se fue acercando al peronismo.

            Participó en el armado y la colocación de bombas en las acciones de la resistencia peronista, y también estuvo en la trastienda del levantamiento de J. J. Valle de junio de 1956. Detenido por el gobierno militar, pasó sin proceso judicial por varias cárceles del país, hasta recalar en Esquel, durante un año y medio.

            Una vez liberado se reintegró en la militancia, en agrupaciones peronistas de Gerli, organizando la juventud de la zona. Por ese camino, años más tarde se vinculó con la agrupación Acción Revolucionaria Peronista, de John William Cooke, y lideró el “Grupo Avellaneda” de la misma.

            En mayo de 1966 parte de esa agrupación se hallaba reunida en una pizzería de Avellaneda, cuando se produjo un enfrentamiento con miembros de otro sector del peronismo, el liderado por Augusto Vandor.

            Blajaquis murió en el tiroteo y también murieron Juan Zalazar, militante de ARP, y Rosendo García, del grupo de Vandor.

            Desde 1968 su nombre se haría conocido mucho más allá de Gerli, en cuanto Rodolfo Walsh comenzó a publicar en el semanario de la CGT de los Argentinos (CGTA) la serie de notas que después se conocería como el libro ¿Quién mató a Rosendo? Allí, Domingo Blajaquis en particular, y el “grupo Blajaquis” en general, fueron puestos como un ejemplo central para la creciente búsqueda de la CGTA para crear una nueva identidad sindical combativa.

            Blajaquis fue convertido por Walsh en eje central de los sectores combativos y lo elevó a símbolo de la resistencia. En primer lugar por su peronización; su trayectoria sintetizaba el desencuentro de muchos sectores de izquierda y los trabajadores, y en su pasaje al peronismo obró una síntesis entre su cultura marxista y su compromiso en la acción directa del lado de los obreros. En segundo lugar, Walsh destacó la crucial influencia de Blajaquis en la militancia de los jóvenes peronistas de Gerli, a quienes dio charlas, formación y ejemplo; les explicó el papel de la oligarquía y el imperialismo, cómo la burocracia sindical se convierte en su aliado al transformarse “en dique de contención de las masas”, y la importancia de participar en movimientos de liberación nacional (ARP, 1966).

            A lo largo de ¿Quién mató a Rosendo? Walsh ubica pasajes de ambas tramas. Blajaquis fue un «auténtico héroe de su clase», fue “incalculable la influencia que ejerció” en los jóvenes peronistas de Gerli, entre quienes “tenía esa aureola de algunos viejos comunistas que toda su vida fueron corridos por la policía y al final por el partido”; Walsh cita una frase que atribuye a “uno de los que fueron sus amigos: ‘a Mingo lo cascaron los conservadores, lo fajaron los radicales, lo expulsaron los comunistas, lo torturaron los libertadores y al final lo masacraron los que se dicen peronistas’ […] Marxista convencido, los peronistas de la base lo aceptaron como suyo”; con ellos participó en la resistencia, “convencidos de que a la violencia del opresor había que oponer la violencia de los oprimidos; al terror de arriba, el terror de abajo”. De acuerdo con Walsh, Blajaquisle puso su sello a todas las huelgas de Avellaneda, desde 1955 a 1966, y solo paró porque lo mataron, y lo mataron porque fue “un auténtico revolucionario” (Walsh, 1969: 7, 21, 56, 68-70, 146).

Referencias:

Acción Revolucionaria Peronista. Domingo Blajaquis. Buenos Aires, mimeo, 1966.

Dawyd, Darío. ““Mitológico Blajaquis”. La construcción del militante ideal en ¿Quién mató a Rosendo? de Rodolfo Walsh” en Silva, Guadalupe y Cámpora, Magdalena, Literatura y legitimación. Polémicas, operaciones, representaciones. Buenos Aires, Corregidor, 2022.

Walsh, Rodolfo.¿Quién mató a Rosendo? Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo, 1969.

Darío Dawyd