La Publicación se inició en el año 1958, como Órgano de prensa de la Federación de Barrios y Villas de Emergenciade la ciudad de Buenos Aires.

            Fue el periódico editado por la Federación de Barrios y Villas de Emergencia (FBVE) desde su creación, en el año 1958. Su objetivo era brindar información general sobre las villas de la ciudad de Buenos Aires. Se publicaban noticias, eventos destacados, entrevistas, testimonios, comunicados políticos de la organización, denuncias y textos de diversos integrantes o colaboradores de la Federación. Un eje permanente fue la denuncia de la violencia policial que incluía situaciones tales como robos, violaciones, gatillo fácil,  detenciones injustificadas o redadas policiales.

            En cuanto a sus destinatarios, si bien La Voz de las Villas estaba orientada al conjunto de la población villera en la práctica llegaba mayormente a los/as militantes y personas afines a la Federación. Su distribución era limitada y alcanzaba a quienes participaban de alguna u otra manera en las acciones realizadas por esta organización. Sin embargo, en la segunda mitad de la década de 1960 a partir de los vínculos y articulaciones con otras organizaciones sociales, sindicales y políticas la publicación amplió sus objetivos y, también, su público.

            La Federación de Barrios y Villas de Emergencia había sido creada en 1958. Un año después del golpe de estado que derrocó a Juan Domingo Perón, el gobierno de facto decidió contabilizar la población de las villas. La recientemente creada Comisión Nacional de la Vivienda (CNV) realizó un relevamiento que arrojó como resultado la existencia en la ciudad de Buenos Aires de veintiuna villas miseria que albergaban a 33.930 personas. Por primera vez el estado reconoció la “cuestión villera” como un problema al cual decidieron responder con políticas focales vinculadas a la erradicación.

            En la organización de la resistencia a dichas políticas, la Federación articuló su trabajo con las comisiones vecinales y los clubes de madres preexistentes –de orientación peronista- pero en términos políticos partidarios sus dirigentes eran militantes del Partido Comunista.

            El vínculo de la FBVE con el PC fue complejo. En lo que respecta a La Voz de las Villas puede observarse –en particular en las editoriales- cierta cohesión con la Federación Juvenil y la Unión de Mujeres en algunas modalidades discursivas e ideas. Esta relación se expresó, por otro lado, en la presencia de las noticias sobre las villas miseria en la prensa del PC, Nuestra Palabra. Allí se replicaban las principales acciones realizadas por la Federación y los comunicados políticos. Pero, a pesar de esto, la FBVE mantuvo independencia política lo que le permitió articular con referentes de la resistencia peronista y, también, con el Partido Socialista. Esta situación se expresó en el plantel de colaboradores y autores del periódico que fue diverso.

            A principios de los años sesenta la Federación buscó constituirse en el espacio villero interlocutor ante el Estado nacional. A partir de los pedidos y reivindicaciones realizadas, en particular durante el gobierno de Arturo Illia, logró que se estableciera un diálogo directo del gobierno nacional con los residentes de las villas e influenciar en las políticas públicas habitacionales.

            En el marco de esta estrategia de consolidación como espacio de interlocución, la FBVE buscó fortalecer su presencia en la agenda pública mediante la difusión de sus ideas en los medios de comunicación masiva. En este sentido, La Voz de las Villas se constituyó en un instrumento de visibilización de las acciones y las luchas desplegadas. Se informaban periódicamentelos numerosos petitorios presentados ante el poder ejecutivo nacional y municipal y, también,ante el poder legislativo.

            Sin embargo, la relación con el Estado no estuvo exenta de conflictos. Las publicaciones en La Voz reflejaron la tensión existente entre la búsqueda de reconocimiento estatal -y la consiguiente postura negociadora-con las acciones de  resistencia en el marco de la articulación con otros sectores políticos y sociales tales como el movimiento obrero organizado que se encontraba en pleno conflicto con el gobierno radical.

            El acercamiento de la FBVE con la CGT comenzó a través de la relación con el Sindicato Único de Portuarios (SUPA) quien tenía una gran cantidad de trabajadores afiliados viviendo en la Villa 31. A raíz del proyecto de construir una terminal de ómnibus en los terrenos del barrio, las asambleas y la FVBE pidieron colaboración a la CGT para resistir a esta iniciativa. A partir de este momento se publicaron en LaVoz de las Villas diversas denuncias firmadas en forma conjunta por la FBVE y la CGT (entre 1963 y 1965, por ejemplo, se denunciaron tres ataques con armas de fuego a trabajadores de distintos barrios).

            Esta relación se profundizó a partir de la realización conjunta de ollas populares y manifestaciones públicas que desembocaron en un encuentro informado mediante una detallada crónica por La Voz de las Villas en el número de febrero de 1965.

            Por otro lado, en esta etapa la FBVE se vinculó con un colectivo socio-religioso recientemente conformado: el Equipo de Pastoral de Villas de Emergencia. En el establecimiento de esta relación fue central la acción del presidente de la Federación, Panfilo Genes y de su secretario, Domingo Sofrá.

            Los sacerdotes comenzaron a publicar con regularidad en La Voz textos con sus opiniones políticas y también eclesiales. Reflexiones en torno a la violencia, a la opción por los pobres, a la injusticia, solían aparecer de la mano de la pluma de Carlos Mugica quien fue nombrado Secretario de redacción. Desde este rol, durante 1966 y 1967 escribió una serie de notas difundiendo a la población villera las nuevas posiciones eclesiásticas. En el número de octubre de 1966 puede leerse, por ejemplo, “…para el Papa hay guerra no hay una paz verdadera si los seres humanos no tienen que vivir en habitaciones indignas a veces como animales […] no es posible que unos pocos tengan tanto y tantos tan poco […] Y no hay alternativa. O nos jugamos con los pobres o contra los pobres. O junto en la lucha o carneros en la vereda de enfrente. (LaVoz de las Villas, octubre de 1966); y en marzo del año siguiente: “…Como si la Iglesia no tuviera la obligación de defender la justicia y condenar el sistema económico que hacer de a los ricos más ricos y a los pobres más miserables. El papa sabe que quedarse callado hoy es asistir en silencio a la explotación del hombre, es traicionar a Cristo, es ser otro Judas  […] 1. Reforzar todos los órganos que existen en las villas: sociedad de fomentos, juntas vecinales, etc. Para lograr el esfuerzo solidario y sin esperar que no nos vendrá de arriba. 2. Organizarse desde abajo en la acción sindical para obtener representantes auténticos de trabajadores que reemplacen cuanto antes a los dirigentes traidores y vendidos que han saboteado a los trabajadores […]Es en el caso de tiranía evidente y prolongada que atente gravemente contra los derechos fundamentales de las personas y perjudique peligrosamente el bien común” (La Voz de las Villas, marzo de 1967).

            Si bien los curas villeros contaban con su propia publicación, la revista Nuestra Lucha, consideraron estratégico difundir sus posiciones en La Voz de las Villas lo que muestra la difusión del periódico, la llegada a la militancia villera y a otras organizaciones populares.

            Entre 1966 y 1968 la FBVE comenzó a transitar una crisis político-ideológica expresada en la diversidad de voces dentro del periódico y en la incorporación de nuevos actores cercanos al peronismo como los mencionados sacerdotes. Las causas de esta crisis fueron diversas. Por un lado, la falta de respuesta por parte del gobierno del Gral.Onganía llevó a que cada comisión vecinal tuviera que enfrentar las problemáticas en forma aislada, debilitando la estructura de la Federación; a su vez, dichas comisiones se articularon en una “Junta de delegados”. Por el otro, los militantes del peronismo comenzaron a ocupar lugares destacados en las comisiones vecinales y en la junta de delegados generando un lento retroceso del PC en la conducción del movimiento villero.

            Estos cambios en la correlación de fuerza dentro de las organizaciones villeras se reflejaron en el universo de la prensa política. La “Junta de delegados” contó con su propia publicación titulada La Voz de los barriosy, en forma simultánea, muchos de los espacios descentralizados tuvieron sus propios boletines informativos. Ejemplo de esto es Lucha vecinal, Boletín de las Villas de Retiro, el boletín El alba editado por el centro cultural “Juventud Norteña” del barrio YPF de la Villa 31 yUnidad vecinal boletín de la Junta de delegados de la Villa 31.

            La FBVE consciente del desafío al que se enfrentaba en 1967 convocó a un plenario de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires donde planteó la necesidad de convocar a un plenario nacional con el apoyo de la CGT. En respuesta a este pedido, en 1968 luego de la creación de la CGT A, fue creada dentro de la estructura sindical la “comisión de villas”. El esfuerzo de articulación se vio reflejado en la repercusión del contenido de La Voz en el Semanario de la CGT de los Argentinos donde se comenzó a informar periódicamente el estado de situación de la problemática de las villas miseria.

            Pero, paradójicamente, esta articulación potenció la presencia de los cuadros peronistas dentro de la conducción de las organizaciones villeras, proceso en el cual los ST ocuparon un lugar central. Si habían colaborado y ocupado la secretaría de redacción de LaVoz de las Villas, al compás de su radicalización política y su acercamiento político partidario al peronismo, la prédica de los curas villeros viró hacia una abierta convocatoria a la población villera a organizarse para formar parte del movimiento proscripto y lograr el retorno de Perón.

            Hacia 1970 la crisis de la FBVE se profundizó. La organización emprendió una serie de acciones públicas con las que pretendían recuperar el espacio institucional. Sin embargo, el avance del peronismo -que impulsó la creación de un nuevo espacio político el Frente Villero de Liberación (febrero de 1973)- fue inevitable. La Federación no logró dar respuesta a este desafío e ingresó en su etapa de disolución. Resulta notable que los documentos oficiales del Partido Comunista no incorporen mención de la FVBE hasta 1973, donde lo hacen en tono crítico por la creciente predominancia peronista. La FBVE ingresó, entonces, en su fase final y con ella también lo hizo el periódico La Voz de las Villas.

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Mara Espasande