Enero de 1968

Desde el gobierno anunciaron el cierre de ramales en todas las líneas: Belgrano, Roca, Mitre, San Martín, Sarmiento y Urquiza por un total de 2132 kilómetros de vías férreas, que fueron anuladas argumentando su mal estado, falta de protección y vigilancia.

Inicio de la distribución de la obra de Juan D. Perón que llevaba por título Latinoamérica, ahora o nunca por la Editorial Diálogos de Montevideo.

5. Carta de Juan D. Perón a Pedro Michelini.

Mi Querido amigo:

Me han llegado algunas cartas suyas juntas. Por la última de ellas en cuanto a fechas, parece que no ha recibido mis anteriores. Confieso que he atrasado mucho en las correspondencia, primero porque se me ocurrió viajar a Francia en setiembre y luego a mi rereso me encontré aquí con una legión de visitas que me tuvieron a los saltos, para mejor me pesqué una gripe de esas que aquí llamandan “asiática” y algunos que intentaban visitarme estaban esperando; para no hacerles perder tiempo y dinero me levanté para recibirlos y la consecuncia no pudo ser otra que pescarme una recaída que me ha tenido quince días en cama y otro tanto en convalecencia. Pero, sin embargo, me acuerdo que a Usted le contesté no hace mucho.

Muchas gracias por las informaciones que me hace llegar constantemente y que me resultan ten interesantes porque usted me hace conocer sectores diferentes a todos los demás y actividades importantes de las que parecen haberse olvidado la mayor parte de los peronistas. Me están visitando algunos muchachos de las Juventudes de los más diversos sectores, especialmente peronistas y radicales. Espero que la organización del «Gran Movimiento Nacional» a que aspiramos siga marchando  bien por que yo no creo que las inquietudes militares hayan terminado sino que comienzan ahora en una forma mas promisoria y, aunque yo, como buen sastre conozco el paño y, en consecuencia, no me hago muchas ilusiones al respecto,  el «Gobierno» es tan malo que si nadie se decide a voltearlo, va a caer solo.

El discurso de Onganía el 29 de diciembre fue “extraordinario» y lo más interesante fue que al día siguiente de este canto rosado a la felicidad de los argentinos se enunciaron los aumentos de precios. Si llega a hablar el día antes hubieran dicho que era una broma de los inocentes. Lo que me gustaría saber es de donde van a sacar recursos este año para el presupuesto y a qué impuestos van a recurrir porque ya no les va quedando nada. Estos tipos están de pie porque los arqentinos son un poco corderitos, porque si cuando pusieron el primer impuesto discrecional e inconstitucional se niegan a pagarlo, cae el gobierno y la ditadura en poco tiempo. Aquí en España, los gallegos se rien de nosotros, lo peor es que tienen razón. .

He visto las declaraciones del General Cándido López y se que lo cascaron por éso con quince dias en su domicilio. Cuando me dijeron que antes de los pases se iban a levantar los militares con López a le cabeza: a mi no se me movió ni un músculo por que yo ya conozco esas «revoluciones» de los militares. Si nosotros no hacemos nada, no hay en el país nadie que haga nada, por lo menos por ahora. Solo un clima bien preparado en la población y acciones decididas en la preparación inmediata puede movilizar las fuerzas necesarias. Si eso no se hace tendremos dictadura para largo.

He recibido informes del Secretario General mayor Alherte y estoy en claro y al dia de la situación que se vive allí: todo parece favorable y lo bueno es precisamente lo malo que se está poniendo. Creo que en la primera mitad de 1968 se llegará a una muy difícil situación para la dictadura pero ello no es todo: es preciso saber qué hacemos nosotros pare aprovecharla. La impresión que tengo de los radicales y demás fuerzas políticas en cuanto a actuar de firme en la oposición, no me resulta clara. Por lo que se ve, los radicales, que son los más importantes (de lo organizado) los presiento un poco remisos. Illia que parecía el más decidido, coquetea con Balbín, con los peronistas y con los militares. Balbín está en lo de siempre y nada extraño sería que entrara en un plna del Goiberno para tratar de romper cualquier frente de oposición. Tampoco me parece decidido el apoyo que se pueda alcanzar de otras fuerzas políticas que aún parece decidido el apoyo que se puede alcanzar de otras fuerzas polítcas que aún están en veremos.  Creo que ya ha pasado bastante tiempo y que existe la suficiente evidencia de lo que se trae la dictadura como para que se decidan. En resumen: se ha “cabildeado” mucho se ha hecho poco en este aspecto. Es preciso, en consecuncia, que se llegue cuanto antes a algo concreto o que se abandonen los sectores que vemos ya que no son proclilves a una acción de conjunto, para dedicar todo el esfuerzo a lo que sea conveniente. Cuando se alarga el rpoceso de concreción de las cosas más allá de lo conveniente, es mal síntoma. Si bien la juventud está más decidida, es preciso también concretar. Por eso es lamentable perder tiempo en tratar de convencer a los que muestran esquivos, en perjuicio de los que vemos que se han decidido ya.

Creo sinceramente que los viejos políticos vuelven a sus andadas y que, además de sus conversaciones con nostoros, mantiene otras con nuestros enemigos que procura de ventajas sectoriales como las ya ocurridas desde hace doce años. Como había previsto, cuando les aconsejé esperar a que los radicales se colocaran en la oposición definida, antes de jugar nosotros una carta decidida en la unidad de la oposición, parece que había acertado, porque los hechos no muestran de su parte una conducta honesta como es nuestra intención. Si no se concreta en poco tiempo mas la unidad preconizada, deberemos ir pensando en otra cosa. El tiempo es muy importante dentro de la situación que vive el país y no se puede seguir perdiéndolo en aprontes importantes.

No deje, en este sentido, de mantener el enlace permanente con el Mayor Alberte. Creo que él está trabajando bien y vive claramente la situación. Es muy probable que al fin del primer trimestre de 1968 se agudice la crisis. Para ese momento deberemos estar preparados los peronistas. Si los demás no quieren seguir, pero para ellos, pero lo que no debemos hacer es que los hechos nos sorprendan de apie y sin por lo menos haber ensillado. No creo, por lo que se va viendo que la dictadura militar pase de 1968 con poco que hagamos. Sin embargo tampoco creo que si nosotros no hacemos algo, la cosa se produzca por sí sola: el Pueblo Argentino y especialmente sus actuales dirigentes, me parece que se han “aplatanados” y se siente vencido, que es lo peor que le pued pasar. Es preciso por todos los medios sacarlo de esa conformidad y resignación a lo que venga, para que se decida a pelear si es preciso.

Usted ha visto en este fin de año que, ante las amenazas de golpe de estado de algunos coroneles y generales, nadie ha hecho nada, como no sea alcahuetar intrascedentemente en círculos privados. Si no se consigue embalar, por lo menos a sectores importantes, será muy difícil provocar una situación propicia a una subversión constructiva.

Bueno amigo Michelini, le ruego que haga llegar mis saludos y mejores deseos para todos los amigos y compañeros para este 1968 que se inicia bajo los mejos auspicios pero que también es preciso ayudarlo.

Nuestros saludos más afectuosos para Usted y su Señora, a los que les deseamos muchas venturas y felicidades en el año nuevo que se inicia.

Un gran abrazo.

6. Fundación del Partido Comunista Revolucionario.

7. El gobernador de Tucumán, General Aliaga García, acusó de subversivo al padre Rubén Sánchez, que encabezó manifestaciones de obreros del ingenio San Pablo ante la cesantía de 97 trabajadores.

13. Fue detenido por orden del Secretario de Guerra, el General Adolfo Cándido López.

15. Carta de Juan D. Perón a los compañeros de la Sociedad Vecinal de Fomento “Núcleo de Vecinos Unidos”. Barrio Obrero “Cal Molinedo”.

Don Carlos Alberto Imperatrice

Don José Rodolfo Medina

Valentín Alsina (Lanús O).

Mis queridos compañeros:

Por intermedio del Secretario General del Peronismo, Ma­yor D. Bernardo Alberto, he recibido vuestra comunicación del 31 de diciembre pasado y les agradezco el recuerdo y el saludo que retribuyo con mi mayor afecto.

En primer término les hago llegar mi encomio por la posi­ción firme al lado del conductor táctico del Movimiento com­pañero Alberto quien tiene la responsabilidad de todos las acciones allí y, en consecuencia, toda la autoridad que nece­sita para defendernos, su responsabilidad ante el Comando Superior.
Nuestros enemigos han conseguido en parte meter la diso­ciación en el Movimiento, más que nada merced a algunos de nuestros propios dirigentes que, olvidando sus deberes, atraídos por intereses personales o de círculo, pretenden realizarse en un peronismo que no se realice, sin percatarse que ese es el seguro camino de su propia destrucción. Ellos son los peores enemigos y los más peligrosos porque los tenemos metidos aden­tro y nada debemos dejar de hacer para destruirlos, antes que ellos puedan perjudicar al Movimiento. Empeñado en esa tarea, el compañero Alberto, merece el apoyo irrestricto de todos los Peronistas de buena fe que sinceramente anhelan el triunfo del Peronismo. Por eso veo con sumo placer la posición de Ustedes en contacto permanente con él que, si el Comando Superior lo ha designado, ha de ser por algo.

Les felicito por haber alcanzado ya la organización de que me hablaban en cartas ánteriores. Si la política de la dictadura militar que está azotando al país es dedicarse a la política co­munal, nada más acertado de nuestra parte que oponerle en las comunas organizaciones como la formada por Ustedes que han de presentarle batalla allí donde ellos pretenden dominar. Si la dictadura y los demás no hacen llegar la ayuda que tienen obligación de arrimar a los barrios y zonas azotadas por el in­fortunio, es porque a nadie le interesa ayudar. Ello les dará a Ustedes oportunidad para ayudarse a si mismos, lo que pon­drá en evidencia las diferencias que existen entre ellos y no­sotros. Si las «autoridades» no cumplen su deber, tanto mejor, habrá llegado el momento de hacérselo notar públicamente y reemplazarlos en lo posible con vuestras propias organiza­ciones.

Les adjunto las fotografías que me encargan. Les ruego que hagan llegar, junto con mi saludo más afectuoso, a todos los compañeros de la Sociedad Vecinal mis mejores deseos para el año que se inicia, como asimismo el agradecimiento y saludo de Isabelita.

Un gran abrazo.

Firmado: Juan Perón.

16. El Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Tucumán, Monseñor Gómez Aragón, respondió al gobernador refutando sus apreciaciones.

18. Krieger Vasena anuncio que 1968 será el año de la estabilidad y la expansión.

22. En el diario El Territorio de Resistencia, Chaco, los sacerdotes Benito Alvarez González y Rubén R. Dri, en nombre de un equipo de sacerdotes, refutan una interpretación de una editorial del medio orientada a descalificar a los sacerdotes que pugnan por la redistribución del ingreso y el uso de la violencia en respuesta a una “tiranía evidente y prolongada…que no respete los derechos fundamentales de las persona…que damnifique peligrosamente el bien común del país”, valiéndose de la interpretación de Mons. Aramburu sobre la encíclica Populorum Progressio. Amparándose en citas textuales del citado documento, en la Declaración de los obispos del Tercer Mundo y en las palabras del Evangelio de Lucas 4,18 los sacerdotes planteaban su lugar del “lado de los pobres, fieles al programa que Cristo se trazó a sí mismo”.

23. La CGT contradijo los dichos de Krieger Vasena, señalando que los hechos cotidianos dan por tierra con el optimismo ministerial.

25. José Alonso señaló que la política económica privilegia las máquinas a los hombres.

26. Recuperaron su personería gremial los textiles y metalúrgicos.

27. Muerte de Amado Olmos en un accidente automovilístico en la Provincia de Córdoba, cuando se trasladaba a una reunión gremial en Rosario. En ese momento era miembro de la Mesa Coordinadora de las 62 Organiaciones Peronistas, Secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores de la Sanidad. Su trayectoria estaba ligada a la primera resistencia peronista. Fue preso en cuatro oportunidades por sus acciones de confrontación con el gobierno de la Revolución Libertadora y con el de Frondizi. Fue legislador electo en marzo de 1962. Dirigió la publicación periódica Justicialismo. Junto a Cooke, en el año 1965, bregó por un traslado de Perón a Cuba. Era el candidato de los sectores combativos y ortodoxos para dirigir la central obrera en su próxima elección. 

30. Onganía cena con un grupo de sindicalistas en la Quinta de Olivos.

Juan García Elorrio comenzó a publicar la revista Che Compañero.  Contó con la colaboración de Miguel Mascialino, Luis Benito Cerruti Costa, P.Hernán Benítez y Bernardo Alberte.

Febrero de 1968

4. Carta de los curas obreros de San Isidro dirigida a Monseños Aguirre.

5. Presentó su renuncia el rector de la Universidad de Buenos Aires Luis Botet,  siendo designado en su lugar Raúl A. Devoto.

19. Carta de 700 fieles a Monseñor Aguirre por la situación de los curas obreros.

21. En la Diócesis de San Isidro el P. Fernández Naves fue destituido por “desobediencia eclesiástica”.  A causa de ello renunciaron los padres Parejón, Adame y Fernández (que con el primero debieron regresar a España) y se fueron a otras diócesis argentinas los sacerdotes Constantini, Von Schultz, Catarineu, Angolani y Franck, SJ. Todos ellos formaban parte del equipo obrero diocesano, formado por Monseñor Aguirre.

26. Fue detenido nuevamente el General Adolfo Cándido López.

La Editorial Sudestada publicó el Manifiesto del General Felipe Varela. El texto iba acompañado de un estudio preliminar de Rodolfo Ortega Peña y Edurado L. Duhalde que llevaba por título: “El Manifiesto de Felipe Varela, su pronunciamiento y su pensamiento político”.

Marzo de 1968

En continuidad con la Declaración de enero de 1967, un significativo número de sacerdotes de la Diócesis de Reconquista difundieron un documento denunciando la ausencia de implementación del plan de colonización de la Cuña Boscosa, la reducción de actividades de los talleres de vagones de la Gallereta y Villa Guillermina. Firmaron: Pbros. Héctor Beltrán, Rogelio Bosch, José Clavel, Francisco D’Alteroche, Armando Facciolli, Mario Grecca, Nicolás Grenón,  Mario Gripo, Armando Yaccuzzi, Bienvenido Yaccuzzi, Rafael Yaccuzzi, Fernando Maldonado, Aldo Martini, Jeremías Masín, Jorge Mussin, Agustín Nadalich, Arturo Paoli, Antonio Pergolesi, Antonio Pierini, Cristóbal Piubello, Esteban de Quirini, Martín Spontón, Angel Tibaldo y Felipe Zanin.

5. Onganía convocó a una reunión urgente a ministros, secretarios y oficiales de alta graduación. En presencia de unos 250 asistentes presentó un informe crítico del gobierno y en un tono muy severo confesó su descontento.

18. Huelga farmacéutica por 24 horas en protesta con la política de preciso para los medicamentos.

21. Fue sentenciado a cinco años de prisión el dirigente del Sindicato Portuario Eustaquio Tolosa por parte del Juez Inchausti.

23. Fueron declarados “indeseables” y debieron abandonar el país, cuatro curas obreros españoles que realizaban tareas pastorales en San Isidro. Ello provocó la renuncia de 8 sacerdotes obreros en desacuerdo con la destitución dispuesta por el obismo Monseñor Antonio Aguirre.

26. Alberte presentó su renuncia a Perón como delegado y secretario general del Movimiento Peronista.

28. Doscientos obreros ocuparon en Nueva Pompeya la planta de la pinturería Alba, S.A.. Fueron desalojados y arrestados.

28, 29, 30. La Comisión de “los 20” de la CGT convocó al Congreso Normalizador “Amado Olmos” para los días 28, 29 y 30. Sesionó en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en la calle Moreno 2969, Capital Federal, bajo la advocación de Amado Olmos, recientemente fallecido.  En virtud de que algunos  sindicatos estaban intervenidos, el grupo vandorista intentó excluirlos del Congreso.  Los combativos consideraron que desconocer a esos sindicatos era avalar las disposiciones del Gobierno. Al no ponerse de acuerdo el vandorismo se retiró del Congreso. El Congreso sesionó con 279 delegados, 97 más que el “quórum” necesario. Luego de tres días de deliberaciones los gremios presentes informaron del nacimiento de la “CGT de los argentinos”y la designación de Raimundo Ongaro (gráfico) como Secretario General; Amancio Pafundi (Administración Pública), Secretario Adjunto; Julio Guillán (Telefónicos), Secretario Gremial; Ricardo de Luca (Navales),  Secretario de Actas, Prensa y Propaganda y Antonio Scipione (Ferroviarios), Secretario de Previsión Social.  Como vocales estuvieron Horacio Gutiérrez (UTA), Salvador Manganaro (Gas del Estado), Enrique Bellido (Ceramistas), Hipólito Ciocco (Empleados Textiles), Jacinto Padín (Soyemep), Eduardo Arrausi (Fuva), Alfredo Lettis (Marina Mercante), Manuel Veiga (TER), Antonio Machese (Calzado), Floreal Lencinas (Jaboneros) y Félix Bonditti (Carboneros).

Los miembros de la ex comisión delegada que abandonaron el Congreso se reunieron en el edificio de Azopardo declarando nulo el Congreso, prorrogando el mandato de la Comisión Delegada y suspendiendo a las representaciones de Foetra, Navales, ATE, UPCN, Calzado, Jaboneros, Ceramistas, Fuva, y Gráficos ante el Comité Central Confederal.

El Consejo Directivo orientado por Ongaro fijó su sede en el local de la Federación Gráfica Bonaerense (Av.Paseo Colón 731).

Desde allí publicron una declaración anunciando un documento – mensaje para el 1° de mayo titulado “La CGT con la Patria y con el Pueblo Argentino”.

Perón reemplazó al delegado Alberte por el ex – canciller Jerónimo Remorino.

En el orden nacional el peso sindical de la CGTA consistía, por una parte, en gremios de industria medianos y pequeños como Gráficos, Navales, Jaboneros, Calzado y Ceramistas y por otro lado en grandes organizaciones de trabajadores estatales, como la Unión Ferroviaria, la Asociación de Trabajadores del Estado y la Unión del Personal Civil de la Nación, además del sindicato de Gas del Estado y de los conductores de locomotoras, La Fraternidad.   En el consejo directivo estaban integrados, también, carboneros, porteros, marinos mercantes, viajantes de comercio, empleados textiles además de la UTA. Otro gremio representado en la comisión directiva era el de los obreros tucumanos de la industria azucarera, la FOTIA, a través de Benito Romano. En las regionales de la CGT la adhesión a la CGTA fue fuerte con los liderazgos destacados de Héctor Quagliaro de ATE en Rosario y Agustín Tosco de Luz y Fuerza en Córdoba.

Difusión a través de Editorial Búsqueda del Manifiesto de Obispos del Tercer Mundo. La edición incluyó un comentario de Alberto Devoto, obispo de, Goya Corrientes titulado Una respuesta al clamor de los pobres.

En la zona de Vicente López comenzó a distribuirse la publicación periódica Acción Peronista, como órgano de la Juvent Peronista del distrito. En la redacción figuraban Norberto Habegger, Fernando Galmarini, Socorro Ries Centeno y Arnaud Iribarne.

A través del número 1 de los Cuadernos del Movimiento Nacionalista Pampero las Juventudes Argentinas para la Emancipación Nacional enviaron un mensaje al Episcopado Argentino próximo a reunirse para aplicar los resultados de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Medellín. El mensaje fue publicado por la Editorial Sudestada, dirigida por Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Ortega Peña, con el título El Movimiento Nacional y la Iglesia.

Al calor de la discusión planteada por los revisionistas, la Editorial Freelan realizó una publicación bajo el título Con Rosas o contra Rosas, compilando las opiniones de Federico Barbara, Héctor P. Blomberg, Maraino Bosch, Ricardo Caballero, Arturo Capdevila, Ramón de Castro Ortega, Fermín Chávez, J.de la Fuente, Ramón Doll, J.E. Donato Alvarez, Ricardo Font Ezcurra, Jaima Gálvez, Manuel Gálvez, Enrique de Gandía, Alberto Gerchunoff, Antonio Ginzo (Tristán), Bernardo González Arrili, Julio Irazusta, Arturo Jauretche, Roberto de Laferrere, Félix Luna, Adolfo Mitre, Diego L. Molinari, Arturo Orgaz, R. Padilla Borbón, Ernesto Palacio, Emilio Ravignani, León Rebollo Paz, José A.Saldías, Luis Soler Cañas, Carlos Steffens Soler, Benjamín Villegas Basabilbaso. El editor, Jorge Enrique Freelan, señalaba:

“Al presentar este volumen, no nos proponemos tomar bandería, sino contribuir con este modesto aporte a esclarecer la personalidad de Juan Manuel de Rosas, tan discutida, tan atacada y tan difundida por varias generaciones de argentinos que, a más de un siglo de Caseros, mantienen latente la polémica”.

Abril de 1968

5. Perón aceptó la renuncia presentada por Alberte y lo reemplazó por el ex – canciller Jerónimo Remorino, secundado por Jorge D. Paladino, ex miembro de la Resistencia. En la misma agradece “su fatiga y su empeño en el año y medio que lleva en ese cargo, como asimismo los servicios que ha prestado a nuestro movimiento” y le señaló que debió desmentir un comunicado suyo en el que se “le ha ido un poco la mano en cuanto allí se dice”. 

En el mismo cuerpo de la carta consignó que designaba a Jerónimo Remorino, Delegado Nacional del Comando Superior para que le hiciera entrega de sus funciones en la forma que más conveniente y colaborando con él.

En las consideraciones vertidas, de manera indirecta, le señaló escaso dinamismo, baja proyección en las provincias, falta de articulación con otras fuerzas políticas. Por último le agradecía en lo personal lo realizado (exceptuando el comunicado de la polémica, aclaraba).

Perón escribió una carta a Raimundo Ongaro ratificando su liderazgo en la CGT.

MADRID, 5 de abril de 1968 Buenos Aires

Señor Don Raimundo Ongaro

Por las informaciones y noticias, he seguido el desarrollo de los acontecimientos ocurridos alrededor del Congreso de la CGT y deseo hacerle llegar, junto con mi saludo más afectuoso, mis felicitaciones más cordiales, que le ruego haga extensivas a todos los compañeros que participaron en esa acción, que no solo ha salvado el honor peronista, sino que también ha permitido comprobar fehacientemente la conducta de los que, con diversos pretextos, se encuentran traicionando a los trabajadores y al Movimiento.

Espero que esta elocuente evidencia convenza a los demás compañeros y a la masa popular sobre los verdaderos valores de algunos dirigentes, como asimismo puedan discernir con claridad entre los que sirven y los que son solo simuladores que no persiguen otro fin que sus intereses personales, en procura de una riqueza tan infamante como sus procedimientos. No se ha puesto menos en evidencia la actitud gubernamental que sigue utilizando la corrupción más despreciable en complicidad con los que se avienen a ello con fines de lucro.

Hay una virtud contra la que el dirigente no puede delinquir: la lealtad que debe a la base. Y, cuando olvidando la misión que ha recibido y traicionando sus deberes esenciales, se lanza a la conquista del dinero, poco tarda en quedar destruido por sus propios malos procedimientos. Una cosa es la habilidad en la dirección y otra muy distinta el procedimiento tortuoso con fines inconfesables. Como una cosa es el error o la incapacidad y otra muy distinta la mala intención, obediente a mezquinos intereses. De todo se ha visto en esta oportunidad, pero no es difícil diferenciar los que puedan haberse equivocado, de los que están en otra cosa muy distinta.

Yo, que como siempre, me mantengo al margen de los problemas internos del sindicalismo, porque creo que éstos deben ser resueltos por las respectivas organizaciones, no puedo menos que percibir con extrañeza y con dolor la falta de solidaridad provocada por unos cuantos malintencionados, en complicidad con organismos oficiales que, teniendo la obligación de portarse bien, no escatiman medios para provocar la destrucción de la organización sindical argentina. Y, si por la situación esto puede explicarse, lo que resulta inexplicable es que haya dirigentes que traicionando su deber, se presten para esa destrucción.

El tiempo será el mejor juez y el mejor testigo porque las infamias pueden cometerse: lo difícil es borrarlas. Llegará un día en que cada uno deba rendir cuentas de sus acciones. Mientras tanto responderán ante su conciencia. Le ruego salude a los compañeros. Un gran abrazo. Juan Perón

10. Perón reanudó su relación con Arturo Jauretche a través de una carta llevada por su delegado Jerónimo Remorino.

Madrid, 10 de abril de 1968 Buenos Aires 

Señor Doctor Don Arturo Jauretche

Mi estimado amigo: Aprovecho el viaje del doctor Remorino, con quien hemos estado hablando de Usted, para hacerle llegar, junto con mi saludo más afectuoso, mi congratulación por una de sus características salidas con motivo de una afirmación de un marino en una conferencia. Algunas veces, una sola palabra, suele ser más eficaz, cuando se la elige bien, que todo un discurso.

He seguido siempre su prédica patriótica, tan elocuente como constructiva y eficaz, especialmente en estos momentos en que la pobre Argentina está tan necesitada de verdades. Hasta esta lejana Europa llegan los lamentos; sin embargo nada se puede intuir por lo menos que nos haga pensar en soluciones. Hemos hablado mucho con el Canciller Remolino y pienso que lleva ideas positivas, sobre las que ha de, conversar con Usted. Espero que, entre los dos, puedan llegar a las mejores conclusiones.

La situación Argentina en la hora que nos toca vivir ya no puede ser de enfrentamientos parciales: es preciso vencer los divisionismos suicidas como única manera de alcanzar la necesaria unidad y solidaridad ciudadana, que nos permita enfrentar unidos a la línea nacional que domina. Usted ha sido siempre un hombre de esa causa y le honra el hecho de que aún permanezca en la misma trinchera, en la que también seguimos luchando nosotros. Es precisamente ahora cuando más unidos debemos estar.

Remorino le podrá informar cuánto hemos charlado al respecto. Nuestro Movimiento está intacto en las bases, aunque algunos dirigentes hayan defeccionado, como comúnmente suele suceder cuando los hombres ceden a la acción destructora del tiempo y la corrupción es provocada desde arriba. Esta dictadura militar que, según dijo, venía a adecentar las formas, ha sido sin duda la que ha empleado la corrupción en una mayor medida: es lo que ocurre, que «el estreñido suele morir de curso». Pero, a pesar de todo, el Movimiento Peronista no tiene nada que temer si se organiza y conduce con acierto: es lo que espero para el futuro inmediato. En esas condiciones, recién podremos aspirar a que todos los argentinos se unan, organicen y sean conducidos acertadamente, sin banderías ni divisionismos negativos, como la única manera posible de salvar a la Patria.  Le ruego que salude a los amigos.

Un gran abrazo.

Firmado: Juan Perón

18. Entrevista de la Revista Confirmado a Arturo Jauretche.

Ingenioso, lleno de caprichos y de obsesiones, ninguno de sus libros -y lleva escritos unos cuantos en sus 67 años de vida- ha dejado de depararle enemistades profundas y adhesiones terminantes. Animador de FORJA, yrigoyenista primero, peronista después, se autopostuló alguna vez como candidato a diputado: los circunstanciales y escasos votos que cosechó entonces no expresan, de ninguna manera, la vigencia ideológica y literaria que hoy tiene. En el modestísimo bar de Córdoba y Esmeralda, en Buenos Aires, Arturo Jauretche mantuvo este diálogo con Confirmado.

CONFIRMADO. -Usted parece el Alfredo Palacios del peronismo.

ARTURO JAURETCHE. -¿Por qué no se va al c… ? Eso es lo más agraviante que me puede decir. Tengo muchos defectos, pero nadie me puede acusar de hacer el fanfarrón ni de vivir para la nota necrológica; tampoco me doy corte de ser pobre, como ese finado de cuya pobreza se habla tanto, pese a que cobró sueldo de legislador durante treinta años y fue profesor, ignorando las materias que enseñaba durante cuarenta.

C. -¿Y qué me dice de los procesos judiciales que le siguieron, después de haber sido presidente de un banco?

AJ. -Vea, en toda mi vida me han enjuiciado dos veces: una a raíz de un hurto de muebles del partido peronista: otra en la que me acusaban de haber formado un patrimonio durante mi función en el banco. Las dos veces fui sobreseído. El mismo fiscal pidió el sobreseimiento, porque no encontraba ningún elemento serio para acusarme. Después la llamadaJunta de Recuperación Patrimonial penó mi rebeldía confiscando mis bienes. Me confiscaron todo lo que tenía; 30.000 pesos, producto de la venta de mi departamento. Así es que vengo siendo el único argentino confiscado.

C. -Bueno, pero hay todavía alguna gente que sigue diciendo no sé que de ciertos negociados turbios …

A.J. -Vea, después de la caída de Perón me han investigado tanto que no creo que ni en Palermo haya un pingo al que se le haya analizado tanto la sangre; debo ser uno de los

argentinos que más certificados de salud moral tiene.

C. -Me parece que a usted le preocupa mucho el tema del medio pelo; en su libro, usted acusa a algunos escritores de ser expresión típica de ese medio social. Y usted mismo, ¿qué es? ¿Un aristócrata o qué?

A.J. -Puede ser que yo mismo sea, nomás, un hombre de medio pelo. Vivo en una sociedad que lo ubica a uno allí. Precisamente, estoy escribiendo un libro sobre estas cosas. Se llama Manual de zonceras argentinas, y allí confieso algunas de las zonceras en las que yo mismo he creído alguna vez. El libro va a tener varias páginas en blanco para que los lectores llenen ellos mismos las zonceras que puedan haber en él. Yo espero que el libro sea algo así como un Alka-seltzer intelectual.

C. -Usted parece un hombre demasiado contento consigo mismo. Y sin embargo tiene muchas cosas contradictorias. ¿Qué me cuenta de su juventud, cuando era conservador militante?

A.J. -Cosas de la educación liberal, de filiación conservadora que recibí en mi casa. Lo que me despertó fue la revolución mexicana, los Zapata, los Obregón, los Pancho Villa. Desde entonces renegué de la concepción liberal que tiende a presentarnos como un país de segunda, y a nuestro pueblo como a un pueblo inferior.

C. -La vez que se presentó como candidato a diputado recibió los votos de su familia y el de algunos amigos, nada más. Parece que usted, finalmente, es un fracasado en política …

A.J. -Es cierto que no he sido diputado, ni ministro ni presidente. No me lo propuse nunca, a no ser como medio para triunfar en otras cosas. En cambio, es notorio que hoy la inmensa mayoría de los argentinos habla un idioma que, hace cuarenta años, hablábamos solamente unos pocos. Cuando nosotros emprendimos la lucha para formar una conciencia nacional, opuesta a la mentalidad liberal-colonialista, nunca creímos que en el precario tiempo de nuestras vidas lograríamos

la victoria que hoy tenemos delante de los ojos. Así, tengo derecho a sentirme un triunfador.

23. Movimiento estudiatil de rechazo al aumento de cuotas en la Universidad Católica de Santa Fe.

27. Fue clausurada la Revista “El Cívico” de Jorge Vago.

30. Declaración de 12 sacerdotes correntinos, conjuntamente con algunas organizaciones sindicales, universitarias y políticas.

Perón envió una nota al periódico Che Compañero dirigido por Juan García Elorrio con el título “Imperialismo y liberación”.  El texto reproducía de manera textual parte del capítulo III de La hora de los pueblos que comenzaría a difundirse en mayo del mismo año.

En esa entrega el escritor uruguayo Eduardo Galeano le realizó una entrevista a Jorge Rulli:

«Me hace mucho daño recordar», declara Rulli. Sin embargo, sabe que al denunciar lo que le hicieron sirve a la causa de la dignidad del hombre, de todo hombre.

Después de contar cómo lo arrestaron, hiriéndole una pierna con una bala, dice que fue llevado primero a un hospital, donde se la sacaron. «Pero en seguida el médico me entregó a los policías». Lo meten en una camioneta de la comisaría. Siete policías van allí riéndose por lo que le espera: «Vas a la máquina, pibe; te vas a arrepentir de muchas cosas». Llegan a la comisaría de Ramos Mejía. Allí unos veinte agentes lo rodean. Empiezael «peloteo» de preguntas y golpes.

«Me sentía muy cercado, muy deprimido, muy perdido. Eso, muy perdido. Y, sin embargo, al mismo tiempo, me sentía muy fuerte. Quiero decir que me sentía con mucha mística, con un fanatismo -cómo decir-, religioso, aunque a la vez me sintiera físicamente solo y perdido, y sin esperanzas, muy seguro de que iba a la picana. Te digo que me sentía muy fuerte porque me di cuenta de que debía recobrarme, recobrar mi dignidad, conquistar terreno para poder estar fuerte después, en lo que vendría».

Por un momento se detienen. Se van todos los agentes. Al irse, dan la orden de empezar el «ablandamiento». Rulli está en calzoncillos y camiseta, con la camisa desgarrada, las manos ligadas con vendas, descalzo. Chorrea sangre de la cabeza vendada.

«Como siempre, había unos «duros» y otros «blandos». Era como si discutieran entre ellos. Uno me decía: «¿Cómo podés esperar algo de Perón, luchar por ese monigote?», mientras el otro me gritaba que yo era un hijo de puta por ser peronista. «No seas tonto -decía uno-, no te dejés utilizar, quePerón está muy cómodo allá. Vive muy bien, mientras vos te sacrificás aquí», y el otro insistía en que todos los peronistas son unos hijos de puta terroristas, asesinos de pobres policías que dejan familias detrás. «No, no-le respondía el tercero­; todos los peronistas no son iguales, mirá que no; yo también era peronista, pero éste qué va a ser peronista, éste no es peronista, éste es un terrorista; un asesino es». Y el primero insistía: «Si vos sos peronista, para qué te arriesgás así. ¿No ves que estás haciendo de idiota útil?».

Todo esto duró una hora, más o menos. Mientras hablaban, me pegaban con los cantos de las manos en la nuca, en los riñones, en el maxilar; me pegaban permanentemente, al ritmo de la sorpresa; cuando esperaba el golpe de un lado, venía del otro; cuando «le daba vuelta, lo recibía de atrás. No dejaron de hablar ni un segundo. Tampoco dejaron de pegar. Buscaban todas las variantes de quiebra de la conciencia política. Toda la tortura era para eso. Buscaban la quiebra moral, no la información».

Rulli alcanza a decirIes que no van a conseguir nada de él. «¿Sabés adónde te vamos a llevar?». «Sí, claro que sé». «¿Por qué?» «Porque no soy el único; esto le ha pasado a mucha gente y sé lo que me va a pasar. Me va a pasar lo de Felipe ValIese. Porque yo tampoco voy a poder aguantar». Le dicen que no se preocupe, que va aguantar todo lo que ellos quieran que aguante, que «para eso llevamos médicos a la tortura». Entra entonces el oficial. «Escuche, superior -le informan- ¿Sabe lo que está diciendo? que lo único que le pide a Dios es quedarse muerto en la tortura para comprometemos y que nos procesen a todos». Una nueva lluvia de insultos cae sobre Rulli, una nueva lluvia de golpes.

«Me vendaron los ojos y me metieron en una camioneta. Yo iba tendido en el fondo, con los pies de los tipos encima. Me di cuenta de que íbamos a lo largo de la avenida 25 de Mayo porque recorrimos todo el corso de Carnaval. Se escuchaban las risas de la gente, los estribillos de las murgas, un ruido de matracas y cometas. Ellos me decían: «Escuchá cómo se di vierten los demás. Este es el último corso que vas a ese uchar en tu vida». Eso me hacía daño. Cuando me bajaron del coche, pisé pasto. Pensé que estaba cerca de una vía. Me dispuse a recibir el balazo». .

Lo entran en una casa. «No hagas ruido que vas a despertar a los nenes», dicen las mismas voces, para que crea que no se encuentra en un local policial. Torpemente intentan confundirlo. «Este lo que no sabe es que no somos los mismos de antes», comentan entre sí en un tono audible. Lo llevan a ratras hasta una cama. Es como flotar en el aire. Rulli tiene conmoción cerebral. Lo acuestan sobre el elástico y le atan los brazos y las piernas, no sin antes cubrirle las muñecas y los tobillos con muñequeras de goma. Terminan de romperle la camisa. Rulli siente que le atan un lacito en el segundo dedo del pie derecho; en el otro extremo del cable está la picana. Prenden la radio a todo volumen. Le pincelan el pecho con agua, a la altura del corazón, y se abren entonces las puertas del infierno.

«No podía gritar porque me habían puesto una almohada o un trapo, no sé, en la boca. Me picaneaban en el corazón, en la entrepierna y en los órganos sexuales. Esas descargas de electricidad te desgarran la carne de a pedazos. Una hipersensibilidad, que sólo podés tener en circunstancias como éstas, me permitía reconocer las voces. Identifiqué a los cuatro todo el tiempo, en cada momento, como si los estuviera viendo. Tenía los nervios a flor de piel. El que me picaneaba era un anormal, una hiena. Se reía todo el tiempo. Antes de empezar, dijo: «Qué lástima que lo tenemos que picanear en seguida. Cómo me hubiera gustado romperleel culo primero, ya que está atadito, así». Lo repitió varias veces, de diferentes maneras. Esta es la peor humillación que te puedas imaginar. Estuve varios meses sin contárselo a nadie. El asunto se me repetía, como una obsesión, después, en las pesadillas del hospital».

Otro maneja la radio y el aparato generador. Un tercero está en comunicación telefónica permanente con la policía de la capital, que está torturando a otro compañero al mismo tiempo. El cuarto, el jefe, sentado a un costado de la cama;pregunta y anota las respuestas. Rulli niega. «No les da vergüenza hacer todo esto». Picanean, otorgan unos segundos de reposo para que recobre la respiración y la voz, preguntan, vuelven a picanear y así sucesivamente: quién mató al policía, quién robó el arma, quién robó el coche, hacéte cargo de eso, reconocé, danos nombres, una lista de nombres, en qué andabas, con quiénes trabajás, cuáles son tus contactos, dónde se reúnen, adónde ibas, de dónde venías; un Peugeot blanco, vos tenías un Peugeot blanco, reconocélo; quién hizo esto, quién hizo esto otro, quién tiroteó el cuartel, un coche colorado; tu compañero habla de un coche colorado; hablá, te conviene hablar; el otro está hablando, el otro dijo todo, no seas gil, no te hagas el mártir, hijo de puta, hablá.

«Buscaban una purita de madeja a partir de la historia falsa del policía muerto. Donde aflojara cualquier cosa, iba a empezar a largar y no iba a poder detenerme más. Si consentía una tontería, de ahí iban a sacar otras preguntas para hacerme delatar gente y datos del Movimiento. Ahora me sorprende la frialdad que tuve, esa cosa muy fría en el fondo m ío que me permitió razonar en m edio de la locura que era aquello. Yo había conversado con mucha gente torturada, cuando había estado en la cárcel. Algunos tipos tratan de no plantearse este problema, no lo asumen, pero yo sabía que en cualquier momento podía ocurrirme. Aprendí que un tipo en manos de la policía puede defenderse, puede hacer un plan y cumplirlo, que es posible engañar al enemigo, pelear contra él, combatirlo incluso en una mesa de tortura. Sentía a aquellos hombres tratando de romperme, de quebrarme la conciencia, y medía todo, sabía todo, estaba más lúcido que nunca. Sabía que mi relación con mi mujer se hubiera terminado. Mi relación con mi propia hija se hubiera terminado. Mi relación con los compañeros. No hubiera podido mirar más a la cara a ninguno. Y que como hombre no iba a servir nunca más para nada. Eso me protegió mucho. Descubrí que callándome tenía todo por ganar. Y si hablaba, perdía todo. Todo».

Rulli especula con el cansancio de ellos. El interrogatorio no puede durar eternamente. Trata de ganar segundos de oro. Varias veces anuncia que va a hablar. La tortura se interrumpe. Entonces, vacilando, dice: «Esteee … bueno, ¿de qué quieren que les hable?». La tortura recomienza.

«La electricidad me hacía saltar como enloquecido. Las contorsiones me hincharon a reventar las manos atadas y me provocaron una lesión de columna; los movimientos convulsivos, el golpeteo de la cintura ‘contra la cama, fueron más de lo que la columna podía soportar: se me aplastó un disco».

Las contracciones dejan al torturado sin aliento. Rulli acentúa el efecto que producen: cada vez que le aplican la picana al corazón, queda duro, sin respirar, arqueado. «Sacala, sacala, que no respira». Le liberan la cara y le empiezan a golpear el estómago; Rulli larga el aire como si recién despertara. Pero pronto esta pequeña trampa se hace imposible: le picanean los testículos, cada vez, para ver si

reacciona. Al final ya no reacciona. Ya no se propone quedar sin respiración. Simplemente, queda sin respiración. La picana ya no lo mueve. Lo desatan, cae, se agarra de la cama al caer. Entonces advierte que se trata de una cama de hierro con patas en V, como las de la policía.

«Dos noches y dos días pasé después en un pequeño cuarto de la comisaría, rodeado por una docena de agentes que se turnaban para golpearme, insultarme, amenazarme, humillarme: «Yo no sé, éstos de la Federal cómo son tan imbéciles, cómo lo capturaron con vida; en vez del balazo en la pierna debían haberle metido una bala en la cabeza; porqué no habré estado yo en el procedimiento». Me escupían en el pecho y en la cara. Cargaban las armas delante de mí y clic, gatillaban: «Ah, tenés miedo». Cargaban y recargaban las armas todo el tiempo. Uno agarró un cuchillo y se me tiró encima, mientras otro me agarraba de los brazos: me empuñó los testículos y se puso ajugar con el cuchillo diciéndome que me los arrancaría de un tajo. No me permitían orinar. Tampoco me daban nada de beber ni de comer. Estaba enloquecido por el sufrimiento de la sed».

Después Rulli se salva por casualidad. Guiada por una confidencia, su esposa aparece en la comisaría, toma a los policías por sorpresa: no atinan a negarle que él está allí. Pudo ser internado y después de muchos tormentos comparecer ante la justicia. La Cámara de Apelaciones, ante una sala repleta de compañeros, decreta la

libertad de Rulli por falta de mérito.

Mayo de 1968

1.Encuentro fundacional del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo en el Hotel Sacerdotal de Córdoba. Participaron 21 sacerdotes representantes de los grupos existentes en 13 diócesis. El objetivo central fue «buscar un compromiso cristiano ante la realidad», signada por «la injusticia, la protesta creciente y reprimida». El informe subrayaba: «Ha llegado la hora en que no podemos limitarnos a estar de acuerdo en los principios sin comprometernos. O estamos, o no estamos. No cabe otra actitud». Establecieron líneas generales en común y enviaron una carta a los obispos que se iban a encontrar en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín. Fue firmada por 400 sacerdotes argentinos y cerca de 500 de otros países de América Latina.

No se realizó la tradicional Misa del Trabajador en la Catedral Metropolitana.

Publicación del documento de la CGT de los Argentinos titulado “La CGT con la Patria y con el Pueblo Argentino”, publicado en el primer número del Semanario de la organización dirigido por Rodolfo Walsh.Decía así:                                                               

1. Nosotros, representantes de la CGT de los Argentinos, legalmente constituida en el congreso normalizador Amado Olmos, en este Primero de Mayo nos dirigimos al pueblo».

Los invitamos a que nos acompañen en un examen de conciencia, una empresa común y un homenaje a los forjadores, a los héroes y los mártires de la clase trabajadora.

En todos los países del mundo ellos han señalado el camino de la liberación. Fueron masacrados en oscuros calabozos como Felipe Vallese, cayeron asesinados en los ingenios tucumanos, como Hilda Guerrero. Padecen todavía en injustas cárceles.

En esas luchas y en esos muertos reconocemos nuestro fundamento, nuestro patrimonio, la tierra que pisamos, la voz con que queremos hablar, los actos que debemos hacer: esa gran revolución incumplida y traicionada pero viva en el corazón de los argentinos.

2. Durante años solamente nos han exigido sacrificios. Nos aconsejaron que fuésemos austeros: lo hemos sido hasta el hambre.

Nos pidieron que aguantáramos un invierno: hemos aguantado diez. Nos exigen que racionalicemos: así vamos perdiendo conquistas que obtuvieron nuestros abuelos. Y cuando no hay humillación que nos falte padecer ni injusticia que reste cometerse con nosotros, se nos pide irónicamente que “participemos”.

Les decimos: ya hemos participado, y no como ejecutores sino como víctimas en las persecuciones, en las torturas, en las movilizaciones, en los despidos, en las intervenciones, en los desalojos.

No queremos esa clase de participación.

Un millón y medios de desocupados y subempleados son la medida de este sistema y de este gobierno elegido por nadie. La clase obrera vive su hora más amarga. Convenios suprimidos, derechos de huelgaanulados, conquistas pisoteadas, gremios intervenidos, personerías suspendidas, salarios congelados.

La situación del país no puede ser otro que un espejo de la nuestra. El índice de mortalidad infantil es cuatro veces superior al de los países desarrollados, veinte veces superior en zonas de Jujuy donde un niño de cada tres muere antes de cumplir un año de vida. Más de la mitad de la población está parasitada por la anquilostomiasis en el litoral norteño; el cuarenta por ciento de los chicos padecen de bocio en Neuquén; la tuberculosis y el mal de Chagas causan estragos por doquier. La deserción escolar en el ciclo primario llega al sesenta por ciento; al ochenta y tres por ciento en Corrientes, Santiago del Estero y el Chaco; las puertas de los colegios secundarios están entornadas para los hijos de los trabajadores y definitivamente cerradas las de la Universidad.

La década del treinta resucita en todo el país con su cortejo de miseria y de ollas populares.

Cuatrocientos pesos son un jornal en los secaderos de yerba, trescientos en los obrajes, en los cañaverales de Tucumán se olvida ya hasta el aspecto del dinero.

A los desalojos rurales se suma ahora la reaccionaria ley de alquileres, que coloca a decenas de miles de comerciantes y pequeños industriales en situación de desalojo, cese de negocios y aniquilamiento del trabajo de muchos años.

No queda ciudad en la República sin su cortejo de villas miserias donde el consumo de agua y energía eléctrica es comparable al de las regiones interiores del Africa. Un millón de personas se apiñan alrededor de Buenos Aires en condiciones infrahumanas, sometidas a un tratamiento de gheto y a las razzias nocturnas que nunca afectan las zonas residenciales donde algunos “correctos” funcionarios ultiman la venta del país y donde jueces “impecables” exigen coimas de cuarenta millones de pesos.

Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros derechos, despojados de nuestras conquistas, venimos a alzar en el punto donde otros las dejaron, viejas banderas de la lucha.

3. Grandes países que salieron devastados de la guerra, pequeños países que aún hoy soportan invasiones e implacables bombardeos, han reclamado de sus hijos penurias mayores que las nuestras. Si un destino de grandeza nacional, si la defensa de la patria, si la definitiva liquidación de las estructuras explotadoras fuesen la recompensa inmediata o lejana de nuestros males, ¿qué duda cabe de que los aceptaríamos en silencio?

Pero no es así. El aplastamiento de la clase obrera va acompañado de la liquidación de la industria nacional, la entrega de todos los recursos, la sumisión a los organismos financieros internacionales. Asistimos avergonzados a la culminación, tal vez el epílogo de un nuevo período de desgracias.

Durante el año 1967 se ha completado prácticamente la entrega del patrimonio económico del país a los grandes monopolios norteamericanos y europeos. En 1958 el cincuenta y nueve por ciento de lo facturado por las cincuenta empresas más grandes del país correspondía a capitales extranjeros; en 1965 esa cifra ascendía al sesenta y cinco por ciento; hoy se puede afirmar que tres cuartas partes del gran capital invertido pertenece a los monopolios.

La empresa que en 1965 alcanzó la cifra más alta de ventas en el país, en 1968 ha dejado de ser argentina. La industria automotriz está descoyuntada, dividida en fragmentos que han ido a parar uno por uno a los grupos monopolistas. Viejas actividades nacionales como la manufactura de cigarrillos pasaron en bloque a intereses extranjeros. El monopolio norteamericano del acero está a punto de hacer su entrada triunfal. La industria textil y la de la alimentación están claramente penetradas y amenazadas.

Elmétodo que permitió este escandoloso despojo no puede ser más simple. El gobierno que surgió con el apoyo de las fuerzas armadas, elegido por nadie, rebajó los aranceles de importación, los monopolios aplicaron la ley de la selva —el dumping—, los fabricantes nacionales, hundiéronse. Esos mismos monopolios, sirviéndose de bancos extranjeros ejecutaron luego a los deudores, llenaron de créditos a sus mandantes que con dinero argentino compraron a precio de bancarrota las empresas que el capital y el trabajo nacional habían levantado en años de esfuerzo y sacrificio.

Este es el verdadero rostro de la libre empresa,de la libre entrega, filosofía oficial del régimen por encima de ilusorias divisiones entre “nacionalistas” y “liberales”, incapaces de ocultar la realidad de fondo que son los monopolios en el poder.

Este poder de los monopolios que con una mano aniquila a la empresa privada ncional, con la otra amenaza a las empresas del Estado donde la racionalización no es más que el prólogo de la entrega, y anuda los últimos lazos de la dependencia financiera. Es el Fondo Monetario Internacional el que fija el presupuesto del país y decide si nuestra moneda se cotiza o no en los mercados internacionales. Es el Banco Mundial el que planifica nuestras industrias claves. Es el Banco Interamericano de Desarrollo el que indica en qué países podemos comprar. Son las compañías petroleras las que cuadriculan el territorio nacional y de sus mares aledaños con el mapa de sus inicuas concesiones. El proceso de concentración monopolista desatado por el gobierno no perdonará un solo renglón de la actividad nacional. Poco más y sólo faltará desnacionalizar la tradición argentina y los museos.

La participación que se nos pide es, además de la ruina de la clase obrera, el consentimiento de la entrega. Y eso no estamos dispuestos a darlo los trabajadores argentinos.

4. La historia del movimiento obrero, nuestra situación concreta como clase y la situación del país nos llevan a cuestionar el fundamento mismo de esta sociedad: la compraventa del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción.

Afirmamos que el hombre vale por sí mismo, independientemente de su rendimiento. No se puede ser un capital que rinde un interés, como ocurre en una sociedad regida por los monopolios dentro de la filosofía libreempresista. El trabajo constituye una prolongación de la persona humana, que no debe comprarse ni venderse. Toda compra o venta del trabajo es una forma de esclavitud.

La estructura capitalista del país, fundada en la absoluta propiedad privada de los medios de producción, no satisface sino que frustra las necesidades colectivas, no promueve sino que traba el desarrollo individual. De ella no puede nacer una sociedad justa ni cristiana.

El destino de los bienes es servir a la satisfacción de las necesidades de todos los hombres. En la actualidad prácticamente todos los bienes se hallan apropiados, pero no todos los hombres pueden satisfacer sus necesidades: el pan tiene dueño pero un dueño sin hambre. He aquí al descubierto la barrera que separa las necesidades humanas de los bienes destinados a satisfacerlas: el derecho de propiedad tal como hoy es ejercido.

Los trabajadores de nuestra patria, compenetrados del mensaje evangélico de que los bienes no son propiedad de los hombres sino que los hombres deben administrarlos para que satisfagan las necesidades comunes, proclamamos la necesidad de remover a fondo aquellas estructuras.

Para ello retomamos pronunciamientos ya históricos de la clase obrera argentina, a saber:

• La propiedad sólo debe existir en función social.

• Los trabajadores, auténticos creadores del patrimonio nacional, tenemos derecho a intervenir no sólo en la producción, sino en la administración de las empresas y la distribución de los bienes.

• Los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación. El comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos deben ser nacionalizados.

• Los compromisos financieros firmados a espaldas del pueblo no pueden ser reconocidos.

• Los monopolios que arruinan nuestra industria y que durante largos años nos han estado despojando, deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie.

• Sólo una profunda reforma agraria, con las expropiaciones que ella requiera, puede efectivizar el postulado de que la tierra es de quien la trabaja.

• Los hijos de obreros tienen los mismos derechos a todos los niveles de la educación que hoy gozan solamente los miembros de las clases privilegiadas.

A los que afirman que los trabajadores deben permanecer indiferentes al destino del país y pretenden que nos ocupemos solamente de problemas sindicales, les respondemos con las palabras de un inolvidable compañero, Amado Olmos, quien días antes de morir, desentrañó para siempre esa farsa:

El obrero no quiere la solución por arriba, porque hace doce años que la sufre y no sirve. El trabajador quiere el sindicalismo integral, que se proyecte hacia el control del poder, que asegura en función de tal el bienestar del pueblo todo. Lo otro es el sindicalismo amarillo, imperialista, que quiere que nos ocupemos solamente de los convenios y las colonias de vacaciones.

5. Las palabras de Olmos marcan a fuego el sector de dirigentes que acaban de traicionar al pueblo y separarse para siempre del movimiento obrero. Con su experiencia, que ya era sabiduría profética, explicó los motivos de esa defección.

“Hay dirigentes —dijo—, que han adoptado las formas de vida, los automóviles, las casas, las inversiones y los gustos de la oligarquía a la que dicen combatir. Desde luego con una actitud de ese tipo no pueden encabezar a la clase obrera”.

Son esos mismos dirigentes los que apenas iniciado el congreso normalizador del 28 de marzo, convocado por ellos mismos, estatutariamente reunido, que desde el primer momento sesionó con el quórum necesario, lo abandonaron por no poder dominarlo y cometieron luego la felonía sin precedentes en los anales del sindicalismo de denunciar a sus hermanos ante la Secretaría de Trabajo. Son ellos los que hoy ocupan un edificio vacío y usurpan una sigla, pero han asumido al fin su papel de agentes de un gobierno, de una oligarquía y de un imperialismo

¿Qué duda cabe hoy de que Olmos se refería a esos dirigentes que se autocalifican de “colaboracionistas” y “participacionistas”? Durante más de un lustro cada enemigo de la clase trabajadora, cada argumento de sanciones, cada editorial adverso, ha sostenido que no existía en el país gente tan corrompida como algunos dirigentes sindicales. Costaba creerlo, pero era cierto. Era cierto que rivalizaban en el lujo insolente de sus automóviles y el tamaño de sus quintas de fin de semana, que apilaban fichas en los paños de los casinos y hacían cola en las ventanillas de los hipódromos, que paseaban perros de raza en las exposiciones internacionales.

Esa satisfacción han dado a los enemigos del movimiento obrero, esa amargura a nosotros. Pero es una suerte encontrarlos al fin todos juntos —dirigentes ricos que nunca pudieron unirse para defender trabajadores pobres—, funcionarios y cómplices de un gobierno que se dice llamado a moralizar y separados para siempre de la clase obrera.

Con ellos, que voluntariamente han asumido ese nombre de colaboracionistas, que significa entregadores en el lenguaje internacional de la deslealtad, no hay advenimiento posible. Que se queden con sus animales, sus cuadros, sus automóviles, sus viejos juramentos falsificados, hasta el día inminente en que una ráfaga de decencia los arranque del último sillón y de las últimas representaciones traicionadas.

6. La CGT de los Argentinos no ofrece a los trabajadores un camino fácil, un panorama risueño, una mentira más. Ofrece a cada uno un puesto de lucha.

Las direcciones indignas deben ser barridas desde las bases. En cada comisión interna, cada gremio, cada federación, cada regional, los trabajadores deben asumir su responsabilidad histórica hasta que no quede un vestigio de colaboracionismo. Esa es la forma de probar que la unidad sigue intacta y que los falsos caudillos no pueden destruir desde arriba lo que se ha amasado desde abajo con el dolor de tantos.

Este movimiento está ya en marcha, se propaga con fuerza arrasadora por todos los caminos de la República.

Advertimos sin embargo que de la celeridad de ese proceso depende el futuro de los trabajadores. Los sectores interesados del gobierno elegido por nadie no actúan aún contra esta CGT elegida por todos; calculan que la escisión promovida por dirigentes vencidos y fomentada por la Secretaría de Trabajo bastará para distraer unos meses a la clase obrera, mientras se consuman etapas finales de la entrega.

Si nos limitáramos al enfrentamiento con esos dirigentes, aun si los desalojáramos de sus últimas posiciones, seríamos derrotados cuando en el momento del triunfo cayeran sobre nosotros las sanciones que debemos esperar pero no temer.

El movimiento obrero no es un edificio ni cien edificios; no es una personería ni cien personerías; no es un sello de goma ni es un comité; no es una comisión delegada ni es un secretariado. El movimiento obrero es la voluntad organizada del pueblo y como tal no se puede clausurar ni intervenir.

Perfeccionando esa voluntad pero sobre todo esa Organización debemos combatir con más fuerza que nunca por la libertad, la renovación de los convenios, la vigencia de los salarios, la derogación de leyes como la 17.224 y la 17.709, la reapertura y creación de nuevas fuentes de trabajo, el retiro de las intervenciones y la anulación de las leyes represivas que hoy ofenden a la civilización que conmemora la declaración y el ejercicio de los derechos humanos.

Aun eso no es suficiente. La lucha contra el poder de los monopolios y contra toda forma de penetración extranjera es misión natural de la clase obrera, que ella no puede declinar. La denuncia de esa penetración y la resistencia a la entrega de las empresas nacionales de capital privado o estatal son hoy las formas concretas del enfrentamiento. Porque la Argentina y los argentinos queremos junto con la revolución moral y de elevamiento de los valores humanos ser activos protagonistas y no dependientes en la nueva era tecnológica que transforma al mundo y conmociona a la humanidad.

Y si entonces cayeran sobre nosotros los retiros de personería, las intervenciones y las clausuras, será el momento de recordar lo que dijimos en el congreso normalizador: que a la luz o en la clandestinidad, dentro de la ley o en las catacumbas, este secretariado y este consejo directivo son las únicas autoridades legítimas de los trabajadores argentinos, hasta que podamos reconquistar la libertad y la justicia social y le sea devuelto al pueblo el ejercicio del poder.

7. La CGT de los Argentinos no se considera única actora en el proceso que vive el país, no puede abstenerse de recoger las aspiraciones legítimas de los otros sectores de la comunidad ni de convocarlos a una gran empresa común, no puede siquiera renunciar a la comunicación con sectores que por una errónea inteligencia de su papel verdadero aparecen enfrentados a nuestros intereses. Apelamos pues:

• A los empresarios nacionales, para que abandonen la suicida política de sumisión a un sistema cuyas primeras víctimas resultan ellos mismos. Los monopolios no perdonan, los bancos extranjeros no perdonan, la entrega no admite exclusiones ni favores personales. Lealmente les decimos: fábrica por fábrica los hemos de combatir en defensa de nuestras conquistas avasalladas, pero con el mismo vigor apoyaremos cada empresa nacional enfrentada con una empresa extranjera. Ustedes eligen sus alianzas: que no tengan que llorar por ellas.

• A los pequeños comerciantes e industriales, amenazados por desalojo en beneficio de cuatro inmobiliarias y un par de monopolios dispuestos a repetir el despojo consumado con la industria, a liquidar los últimos talleres, a comprar por uno lo que vale diez, a barrer hasta con el almacenero y el carnicero de barrio en beneficio del supermercado norteamericano, que es el mercado único, sin competencia posible. Les decimos: su lugar está en la lucha, junto a nosotros.

• A los universitarios, intelectuales, artistas, cuya ubicación no es dudosa frente a un gobierno elegido por nadie que ha intervenido las universidades, quemando libros, aniquilando la cinematografía nacional, censurando el teatro, entorpeciendo el arte. Les recordamos: el campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, no en la historia viva de su tierra.

• A los militares, que tienen por oficio y vocación la defensa de la patria: Nadie les ha dicho que deben ser los guardianes de una clase, los verdugos de otra, el sostén de un gobierno que nadie quiere, los consentidores de la penetración extranjera. Aunque se afirme que ustedes no gobiernan, a los ojos del mundo son responsables del gobierno. Con la franqueza que pregonan les decimos: que preferiríamos tenerlos a nuestro lado y del lado de la justicia, pero que no retrocederemos de las posiciones que algunos de ustedes parecieran haber abandonado pues nadie debe ni puede impedir el cumplimiento de la soberana voluntad del pueblo, única base de la autoridad del poder público.

• A los estudiantes queremos verlos junto a nosotros, como de algún modo estuvieron juntos en los hechos, asesinados por los mismos verdugos, Santiago Pampillón y Felipe Vallese. La CGT de los Argentinos no les ofrece halagos ni complacencias, les ofrece una militancia concreta junto a sus hermanos trabajadores.

• A los religiosos de todas las creencias: sólo palabras de gratitud para los más humildes entre ustedes, los que han hecho suyas las palabras evangélicas, los que saben que “el mundo exige el reconocimiento de la dignidad humana en toda su plenitud, la igualdad social de todas las clases”, como se ha firmado en el concilio, los que reconocen que “no se puede servir a Dios y al dinero”. Los centenares de sacerdotes que han estampado su firma al pie del manifiesto con que los obispos del Tercer Mundo llevan a la práctica las enseñanzas de la PopulorumProgressio: “La Iglesia durante un siglo ha tolerado al capitalismo… pero no puede más que regocijarse al ver aparecer en la humanidad otro sistema social menos alejado de esa moral… La Iglesia saluda con orgullo y alegría una humanidad nueva donde el honor no pertenece al dinero acumulado entre las manos de unos pocos, sino a los trabajadores obreros y campesinos”.Ese es el lenguaje que ya han hablado en Tacuarendí, en Tucumán en las villas miserias, valerosos sacerdotes argentinos y que los trabajadores quisiéramos oir en todas las jerarquías.

8. La CGT convoca en suma a todos los sectores, con la única excepción de minorías entregadoras y dirigentes corrompidos, a movilizarse en los cuatro rincones del país para combatir de frente al imperialismo, los monopolios y el hambre. Esta es la voluntad indudable de un pueblo harto de explotación e hipocresía, herido en su libertad, atacado en sus derechos, ofendido en sus sentimientos, pero dispuesto a ser el único protagonista de su destino.

Sabemos que por defender la decencia todos los inmorales pagarán campañas para destruirnos. Comprendemos que por reclamar libertad, justicia y cumplimiento de la voluntad soberana de los argentinos, nos inventarán todos los rótulos, incluso el de subversivos, y pretenderán asociarnos a secretas conspiraciones que desde ya rechazamos.

Descontamos que por defender la autodeterminación nacional se unirán los explotadores de cualquier latitud para fabricar las infamias que les permitan clausurar nuestra voz, nuestro pensamiento y nuestra vida.

Alertamos que por luchar junto a los pobres, con nuestra única bandera azul y blanca, los viejos y nuevos inquisidores levantarán otras cruces, como vienen haciendo a lo largo de los siglos.

Pero nada nos habrá de detener, ni la cárcel ni la muerte. Porque no se puede encarcelar y matar a todo el pueblo y porque la inmensa mayoría de los argentinos, sin pactos electorales, sin aventuras colaboracionistas ni golpistas, sabe que sólo el pueblo salvará al pueblo.

Ese mismo día en San Justo, Rosario, Córdoba y Tucumán las manifestaciones populares enfrentaron a la policía. Más de 30000 personas se movilizaron en todo el país y se produjeron 700 detenciones.

2-3. En el marco de la Cátedra de Pastoral de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, Enrique Dussel presentó una exposición titulada “Cultura latinoamericana e historia de la Iglesia”. Ese material fue integrado en un volumen introducido por el Pbro. Lucio Gera y dado a conocer como Contexto de la Iglesia Argentina.

5. Declaraciones de Cardenal Caggiano criticando las opciones de los curas obreros.

6. Incendio de tres petroleros en el puerto de La Plata.

7. Monseñor Cafferata, obispo de San Luis, junto con 32 sacerdotes de su diócesis, publicaron un documento criticando la “racionalización adminstrativa”  en la provincia.

10.Desaparición del dirigente sindical Andrés Framini. Aparece con vida doce días después.

20. A través de su delegado personal, Jorge Daniel Paladino, Perón mandó a disolver las “62 Organizaciones Peronistas”.

23. Carta de Juan D. Perón a Carlos Alberto Imperatrice, escrita desde Madrid.

Mi querido compañero y amigo:

Por intermedio del compañero Vicente he recibido su carta del 10 pasado que me apresuro a contestar. Muchas gracias por las informaciones que contiene como por el saludo que retribuyo con mi mayor afecto. El ruego asimismo sea intérprete de mis afectuosos recuerdos y sentimientos para todos los compañeros de Valentín Alsina.

Con referencia a las aclaraciones que me pide, tengo el placer de contestarle que el cambio del Mayor Alberte se ha debido a su renuncia que el Comando Superior ha aceptado. En esas condiciones ha nombrado a uno de sus miembros (el Doctor Jerónimo Remorino) Delegado del mismo en la Argentina, para que se encargue de reestructurar el Comando Táctico del Peronismo. El Doctor Remorino, en consecuencia, es el Comando Superior Peronista en la Argentina y cualesquiera duda que tengan no tienen más que recurrir a él para aclararla. Ya tengo noticias que el Delegado ha comenzado a organizar la dirección del Movimiento y que ha nombrado Secretario General al compañero Paladino que se encuentra abocado a una estructuración del Comando Táctico.

De la misma manera en lo que se refiere a la conducción del Movimiento está en manos del Delegado del Comando Superior y de las autoridades que él designe a esos efectos. El Mayor Pablo Vicente está al tanto de todo y le podrá informar en detalle sobre lo que necesite saber. Yo solo les pido que contacten con Remorino o con las personas que él designe a los efectos de mantener el enlace y las informaciones sobre los planes de acción futuros.

Como Usted me dice en su carta la situación del país es pésima. La dictadura militar ha fracasado ya y su Gobierno se deteriora por minutos y en razón directa a los desatinos que comete sin solución de continuidad. Nuestro Movimiento, en razón de la descomposición de algunos sectores de dirigentes que han cedido a la acción destructiva del tiempo y de la poca calidad de algunos hombres, está también abocado a graves problemas del horizonte directivo. Por todo ello es que el Comando Superior ha decidido encargar a uno de sus hombres más calificados y de mejores antecedentes, para que se haga cargo de la conducción y trate de poner remedio a los males del Movimiento Peronista. En lo que respecta al país, los rumores que llagan todos los días, me persuaden que no está en situación de seguir adelante con este estado de cosas: será preciso que se produzca algo que puede ser hasta grave. Nadie todavía ha podido hacer una tortilla sin romper algunos huevos.

Espero que todos los compañeros acierten a cooperar sin reticencias con el Doctor Remorino y los demás compañeros que tomen la conducción táctica porque, en mi sentir, pueden acercarse momentos en que será menester que el Movimiento se encuentre bien organizado y conducido si no queremos perder nuevamente las oportunidades que pueden ofrecerse. Esta cooperación es imprescindible si es que queremos llegar a algo. Si cada uno pone dificultades a una conducción que, aunque fuera mala, será siempre mejor que ninguna, no llegaremos a ninguna parte como no sea a aumentar el caos que envuelve al país y que amenaza también a nuestro Movimiento.

Aprovecho la oportunidad para avisarle que de a poco la haré llegar las fotografías que me encarga con compañeros que viajen, de modo que debe perdonarme si no soy muy rápido en hacerlo porque debo comenzar por mandarlas hacer (aquí en España nadie se apura y tardarán), luego como salgo de viaje espero hacerlo al regreso. Perdóneme pero, no sabe Usted el trabajo que tengo. Acabo de terminar un libro y comienzo otro. Le ruego salude a todos los compañeros.

Un gran abrazo

Firmado: Juan Perón.

25-26. Encuentro de laicos, sacerdotes y obispos para analizar el tema: “El cristianismo y el Tercer Mundo”.

José María Rosa publicó su Historia del revisionismo y otros ensayos, a través de la Editorial Merlín. Tras dar cuenta de los legados de Vicente F. López (“evocación literaria…de un escritor de gran estilo, que sabía dar vida, colorido y movimiento a sus personajes. Solamente que nada tenían de reales”)   y Bartolomé Mitre (“primer ensayo de hacer historia crítica”), recupera fuertemente a Adolfo Saldías como antecedente de lo que sería para él la fundación de la escuela revisionista: la creación en Santa Fe del Insituto de Estudios federalisas “para luchar por una ya impostergable revisión histórica” el15 de junio de 1938 en el Centenario de Estanislao López.

La Editorial Sudestada, dirigida por R.Ortega Peña y E.L.Duhalde, publicaron el libro de Jorge Abelardo Ramos titulado Ejército y semi-colonia.

Junio de 1968

19.Huelga estudiantil en la Universidad Católica de Santa Fe por la cuestión de los aranceles y el fracaso de los intentos de diálogo.

24. Tragedia de la puerta 12 en el estadio de RiverPlate.

25. Presentó su renuncia Raúl Puigbo, Secretario de Promoción y Asistencia de la Comunidad.

27. Nuevo apoyo de Perón a Raimundo Ongaro. En una carta le decía:

Querido Compañero:

Desde el comienzo de las actividades sindicales de la CGT que usted encabeza, he venido observando un cambio radical en la conducta de las organizaciones sindicales. Es indudable que la inacción suicida que caracterizó a la etapa anterior, como consecuencia de la descomposición moral de un numeroso grupo de dirigentes sindicales que, en vez de cumplir con su misión, se dedicaron a especular desdorosamente con su cargo, ha sido la causa que más ha gravitado en el desastre de la conducción de la clase trabajadora y, en consecuencia, el remedio no puede ser otro que reemplazar a esos dirigentes con hombres que vuelvan por las virtudes esenciales, sin las cuales es imposible toda actividad constructiva.

Realizado lo anterior, se podrá comenzar una lucha activa y exitosa mediante la cual se devuelva a la masa popular el dinamismo indispensable que nuestra masa ha perdido como consecuencia de su falta de confianza en sus dirigentes. El útlimo Primero de Mayo ha sido sólo un síntoma de tal regeneración, después de varios aniversarios opacos y decepcionantes. Sin la intervención de la masa, convenientemente conducida por dirigentes prestigiosos, ninguna lucha en el campo sindical puede llegar a nada, como no sea el desánimo y la resignación que en los momentos actuales representan el desastre.

En 1945 la situación era similar a la que hoy les toca vivir a los trabajadores argentinos pero, teníamos una juventud entusiasta y decidida que fue capaz de ralizar un 17 de octubre. Me temo que en estos momentos tal juventud no exista, no porque no haya jóvenes y hombres valientes y decididos, tampoco porque esa juventud no esté movida como en 1945 por ideales constructivos, sino porque carecen de conducción y encuadramiento apropiados, que sean capaces de llevarlos al éxito. Las masas populares no valen por su número solamente sino y preponderantemente por la calidad de sus dirigentes.

En su actividad intuyo los fines que la inspiran y los objetivos que persigue en los sentidos indicados. Por eso deseo hacerle lelgar mi enhorabuena. Usted es el primer dirigente contemporáneo que puede conseguir movilizar la masa hasta ahora inactiva y perezosa y ello es debido a sus valores espirituales. Persista sin desmayos en ello y realizará lo que los peronistas venimos anhelando desde hace ya más de doce años. De la frustración sólo se puede salir mediante la acción decidida de dirigentes que, poseyendo las virtudes esenciales, sean capaces de movilizar a la masa y lanzarla a la lucha con la firme voluntad de vencer

He querido hacerle llegar, junto con mi saludo más afectuoso, estas pocas palabras de estímulo que nacen de mi más pura sinceridad y que quieren hacerle llegar también mis felicitaciones. Un gran abrazo.

28. La CGT de los Argentinos invitó a  la movilización. Se producen manifestaciones de obreros y estudiantes en Córdoba, con la ocupación de 40 manzanas de la ciudad, rechazando durante más de 6 horas la intervención policial. En Capital Federal fueron detenidos 800manifestantes en las inmediaciones d ela sede de la Federación Gráfica. En Plaza Once miles de policías buscaron impedir la concentración popular. Más de quinientos manifestantes detenidos. Violentas manifestaciones de protesta en Rosario, con enfrentamientos entre manifestantes y policías.

Trascendió que las relaciones entre el presidente Onganía y el comandante en jefe del Ejército genral Julio Alsogaray estaban deterioradas.

Sacerdotes correntinos dieron a conocer un “Mensaje para usted”, analizando las características de la sociedad y haciendo referencia crítica a la situación de la provincia. En su elaboración participaron sacerdotes del MSTM, organizaciones sindicales y estudiantes.

Tercera edición de La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas de José María Rosa, a través del sello Editorial Arturo Peña Lillo.

La Editorial Plus Ultra publicó el libro de Rodolfo Ortega Peña y Eduardo L. Duhalde titulado Facundo y la montonera.

Julio de 1968

10. Huelga de hambre de los estudiantes de la Universidad Católica de Santa Fe. Remoción de autoridades y constitución de una comisión de estudio con participación estudiantil para reformar la casa de estudio, según los lineamientos de la reunión de Buga-Colombia sobre universidades católicas.

12. Presentó la renuncia Julio Billorou, Secretario de Vivienda.

15. Continuidad del paro del gremio del Frigorífico Nacional contra la CAP (Corporación Argentina de Productores de Carne) en la zona de Villa Lugano.

Agosto de 1968

El Doctor Oscar Alende, de origen radical intransigente y ex – gobernador de la Provincia de Buenos Aires, en el período 1958-1962, visitó a Perón en Madrid.

1.Reportaje al dirigente de la Fotia, Benito Romano en el periódico de la CGT de los Argentinos. En la oportunidad habló de la trayectoria de la Fotia y de la situación del momento en el sector.

2. Perón dirige una carta a Ricardo Rojo, con motivo de la publicación de su  libro Mi amigo el Che.

Madrid el 2 de agosto de 1968

Estimado amigo:

Al terminar de leer su interesante obra «Mi amigo el Che», deseo agradecerle la amabilidad de habérmelo enviado y dedicado: ha sido un verdadero placer su lectura. Esta relación histórica complementa admirablemente el contenido del «Diario del Che Guevara» publicado por el Gobierno cubano y da una idea real de los dolores y sacrificios de todo orden que este extraordinario hombre ha debido soportar en su agitada vida de revolucionario.

Sin cuanto usted nos informa de su paso por el Congo y muchas otras circunstancias, no sería fácil comprender que un hombre ya fogueado y experimentado en la guerra de guerrilla se haya encontrado en Bolivia en una situación tan precaria de medios y preparación. La «guerra de guerrilla», al contrario de lo que algunos creen, es más vieja que «mear en los portones», pues se practicaba en gran escala ya en la época de Darío II. Desde entonces, hasta la II Guerra Mundial de 1938-1945, no ha dejado de ser en algunos sectores y circunstancias, la forma de luchar.

Pero, como forma atípica de guerra, tiene sus exigencias originales, según sean las condiciones que la situación presenta. La empresa de Ernesto Guevara era, a la vez que temeraria, casi suicida.

Yo, como profesional, he estudiado profundamente la guerra en la selva y he sido el creador del «Destacamento de Montes», que en la actualidad tiene guarnición en Manuela Pedraza, precisamente cerca de donde el Che tuvo que desarrollar sus tremendas operaciones, sin más medios que su extraordinario valor personal y la firma decisión de vencer que le animaba como hombre de una causa. Sin embargo, cuando se opera contra fuerzas regulares especialmente preparadas para esa clase de lucha, tales virtudes no son suficientes; es preciso, por lo menos, contar con algo seguro en cuanto a fuerzas y medios de subsistir en medio tan inhóspito.

Pero, pese a todo, yo creo como Usted, que el sacrificio del Comandante Che Guevara no ha sido en vano: su figura legendaria ya ha llegado con su ejemplo a todos los rincones del mundo y muchos anhelarán emularlo. Es que esta clase de sacrificios no sólo valen por lo que hacen, sino también por el ejemplo que dejan para los demás. Hasta su muerte, por la forma miserable en que se ha producido, ha tenido la virtud de mostrar claramente, con la clase de bárbaros que ha tenido que vérselas.

Yo soy de los que piensan que, así como no nace el hombre que escape a su destino, no debiera nacer el que no tenga una causa para servir, que justifique su pasaje por la vida. Guevara ha sido el hombre de una causa y eso es suficiente para colocarlo en la Historia con valores propios e imborrables. Por otra parte, combatir con éxito o sin él contra el imperialismo, ha sido en todos los tiempos un sello de honor para los hombres libres y eso nadie lo podrá borrar del epitafio que Guevara tiene sobre su tumba incierta en el espacio, pero tremendamente verdadera en el tiempo.

Le agradezco nuevamente su gentileza y lo felicito por su libro tan instructivo para la juventud como útil para todos nosotros.  Juan Perón.

6. El periodista Mariano Grondona de la Revista Primera Plana realizó un reportaje a Juan D. Perón.

9. La CGT (Azopardo) pidió audiencia con Juan C. Onganía.

10. La CGT de los Argentinos dio a conocer los cargos del nuevo Secretariado Ejecutivo Nacional.

Secretario General: Raimundo Ongaro.

Secretario Adjunto: Jorge Di Pascuale.

Secretaría de Organización: Alfredo Ferraresi.

Pro Secretario de Organización: José Villaflor.

Secretaría de Prensa: Carlos Burgos.

Secretaría de Finanzas: Miguel Coronel.

Entre las líneas de confrontación con el gobierno militar propusieron:

Pintadas y volanteadas: “Unirse desde abajo”; “Organizarse combatiendo”; “Por la liberación nacional”; “CGT A: rebelión de las bases; etc.

Presencia activa en todos los conflictos.

Privilegiar la difusión del periódico “CGT”, asegurando su distribución y financiación.

Solidaridad con los presos políticos y gremiales.

Solidaridad con los trabajadores en conflicto.

Solidaridad con los Sacerdotes del Tercer Mundo.

Organización de coordinadores y mesas de trabajo.

13. En la planta de Ika, de Santa Isabel Córdoba, 3000 mecánicos fueron agredidos por la policía provincial.

14. Reacción de la CGT Azopardo ante la negativa del gobierno militar de recibirlos.

21. Carta de John W. Cooke a Alicia Eguren anotando “indicaciones, disposiciones  y directivas” de la “planificación necrológica” solicitando evitar la asistencia religiosa; donar los órganos y en caso de dificultarse ese proceso proceder a la cremación y dispersar las cenizas en el mar, en el Río de la Plata, en algún río o laguna.

23. Fueron relevados los tres Comandantes en Jefe; al General Julio Alsogaray lo reemplaza el General Alejandro Agustín Lanusse;  al Almirante Benigno Varela, lo reemplaza el Almirante Pedro A. Gnavi y al Brigadier Adolfo Teodoro Alvarez, lo reemplaza el Brigadier Jorge Martín Suviría.

A seis años de su desaparición, Ricardo Carpani plasmó en un afiche un dibujo con la cara de Felipe Vallese que llevaba como epígrafe: “Un mártir de la clase trabajadora. Un crimen contra la vida humana, los fueros constitucionales y la libertad.

A mediados de mes se desarrolló de manera clandestina, en las sedes sindicales de farmaceúticos y telefónicos, el primer Congreso del Peronismo Revolucionario. La convocatoria había nacido de un acuerdo entre Bernardo Alberte, Rearte (MRP), Di Pascuale (Farmacia, CGTA), García Elorrio (Cristianismo y Revolución y Comandos de Liberación), Alicia Eguren y el propio John W. Cooke(Acción Revolucionaria Peronista).

El documento inicial fue redactado por el grupo de la JRP, más estrictamente por Gustavo Rearte, y asociaba la línea estratégica de la lucha armada con la de masas en su propuesta central:

La puesta en marcha de la lucha armada como método principal de acción, no depende de la voluntad del Peronismo Revolucionario y del Pueblo, que mucho quisiera conquistar sus objetivos de liberación nacional y regreso del General Perón, tan caros a los sentimientos populares, sin guerras ni sacrificios.

Son las fuerzas gorilas de la reacción oligárquica las que se resisten por todos los medios a abandonar sus posiciones de privilegio, oponiendo a las justas aspiraciones nacionales y populares la violencia represiva contrarrevolucionaria. Con ello, estas fuerzas obligan al Pueblo a tomar las armas y a disponerse a conquistar por la violencia lo que se le niega por las vías pacíficas.

Sin embargo, es necesario destacar que la lucha armada no puede plantearse separada o aislada de la lucha de masas sin renunciar a la victoria y arriesgarse a ser aniquilada en sus mejores y más calificados cuadros.

La guerra revolucionaria que plantea la revolución como proceso exige que su vanguardia sea una organización político-militar de masas. De ahí la necesidad de crear la estructura que permita su expresión e incorporación masiva a la acción revolucionaria, rechazando toda ilusión idealista de contar con ellas por la sola presencia de un grupo armado.

Con la misma fuerza con que rechazamos esta ilusión, rechazamos las actitudes oportunistas y conservadoras de quienes consideran necesario constituir primero un partido de masas para luego encarar la guerra revolucionaria.

La situación objetiva del país está madura para iniciar la lucha revolucionaria y plenamente justificada ante el Pueblo, que durante trece años ha sido castigado con el azote moral de la proscripción permanente de sus derechos políticos y sociales y con la represión física.

La heroica resistencia opuesta por el Pueblo a la violencia criminal y a la entrega inmoral de sus riquezas, ha forjado y templado a cientos de militantes y núcleos de activistas del peronismo. Estos, al frente de las acciones populares, constituyen los auténticos representantes de sus luchas y la dirección natural de sus bases.

Cuando afirmamos la necesidad de desarrollar la lucha armada unida a la lucha de las masas a través de una estructura capaz de ganar e incorporar al Pueblo, lo que estamos planteando es concretamente unir a estas direcciones locales que permanecen aisladas y que al frente de sus lugares de trabajo, de estudio y barrios populares en general, han conducido e impulsado la lucha, hasta hoy en forma un tanto espontánea y en consecuencia localizable, aislable y fácilmente anulable en detalle.

Pero creemos además que no es preciso esperar a alcanzar este objetivo como condición para iniciar la lucha, que como la experiencia lo demuestra resulta poco menos que imposible en tanto las leyes del régimen y su aparato de represión anulan toda posibilidad de accionar político que amenace sus fundamentos. Por lo contrario, consideramos que es posible acelerar este proceso iniciando la lucha misma, en tanto peremitirá definir la organización en términos concretos, terminando de este modo con los traficantes y oportunistas de la Revolución.

El Movimiento Revolucionario Peronista (MRP) como intento de unir, organizar y dirigir un proceso único a nivel nacional, ha fracasado; en tanto no ha sido capaz de mantener una línea de definiciones consecuente con sus justas afirmaciones de principios y formulacíones programáticas. Ello ha sido el resultado de poner en manos de una conducción reformista la intención revolucionaria que en su momento unió y representó a lo mejor del Peronismo combativo de todo el país.

El proceso de maduración general, acelerado por la dictadura militar, ha promovido y decantado nuevos y más numerosos núcleos de activistas que reclaman la presencia de una estructura nacional que los represente y oriente en la lucha nacional.

Nuevos y viejos activistas repudian y rechazan a quienes pretenden apoyarse en esta necesidad para imponer sus ideas o liderazgos prematuros que no pueden ser sino resultado de la lucha misma. La organización nacional que el activismo maduro e idealista reclama pasa fundamentalmente por asumir prácticamente un método principal de lucha y una línea organizativa que sirva a ese fin.

La clase trabajadora, para la que ha sido conquistada la CGT de los Argentinos reclama la presencia de una dirección revolucionaria que aplicando una estrategia de poder, esclarezca las etapas de lucha, fije objetivos inmediatos y abra perspectivas a niveles superiores de lucha.

Impulsar la acción de masas, hoy pasa por fortalecer la CGT de los Argentinos, denunciar las posiciones claudicantes que en su seno pretenden desvirtuar los objetivos para los cuales fuera conquistada y que se sintetizan en sus documentos y en su prensa; por fortalecer las agrupaciones combativas opuestas a las direcciones de los gremios colaboracionistas de Vandor y Taccone, garantizando la unidad de acción de los trabajadores de esos gremios traicionados con los que ya han roto con el camino de la conciliación y la traición.

Cuando decimos fortalecer la CGTA no decimos fortalecer a sus dirigentes eventuales, sino a la línea política de liberación que expresan; en consecuencia decimos fortalecerla en la base, creando comandos internos en las fábricas que garanticen la continuidad de la lucha con o sin legalidad burguesa.

Para reafirmar estos principios es impostergable un encuentro del Peronismo revolucionario, el que deberá expresarse y acordar para adentro todo aquello que haga a la economía de esfuerzos y a la unidad de acción identificada en un accionar que exprese una voluntad común y que se oriente en una dirección principal. En tal sentido hacemos un llamado a la tendencia revolucionaria del Peronismo que milita a lo largo ya ancho del país sin exclusiones ni sectarismos para que inicie la discusión en torno a la inquietud que es ya exigencia nacional.y que por tal reclama el gesto de grandeza siempre ausente dentro de la política liberal del régimen. 

En el cónclave participaron: Horacio Mugica y Alfredo Ferraresi (farmaceúticos); Julio Guillán y Celestino Blanco (telefónicos); Flotildo Rojas (ATE); Sabino Navarro (dirigente de la Juventud Obrera Católica); Roberto Sinigaglia, Raimundo Villaflor y Bruno Cambareri (ARP);  Jorge Gil Solá y Casiana Ahumada (CPL); Arturo Ferré Gadea y Gustavo Ferrari (sacerdotes); Mabel Di Leo (ex delegada de la rama femenina); Norberto Mario Franco, Jorge Horacio Pérez,  Juan Carlos Arroyo, Edgardo Lombardi y Gustavo Lafleur (JRP);  Babi Molina, Rodolfo Achem, Néstor Fonseca (JP-La Plata); Tomás Saraví, Haroldo Logiurato, Ricardo Gil Soria(Dele-Dele); Miguel Lizaso, Manuel Belloni, Diego Frondizi (JP-Zona Norte); Gerardo Burgos (JP-San Martín); Elbio Alberione (Lealtad y Lucha de Córdoba); Fausto Rodríguez, Horacio Lava y Erico Tejada (Córdoba);  Daniel Soloa, Pelado Berazategui (JP-Mendoza) y Juan Lucero (Movimiento de la Juventud Peronista en el orden nacional). A ellos se sumaron dirigentes estudiantiles de La Plata y del integralismo cordobés y santafesino. El documento redactado fue aprobado a libro cerrado. Otra decisión fue la de publicar un periódico, cuya dirección llevaría Bernardo Alberte quien quedaba constituido como vocero público de la corriente.

Perón reemplazó a Jerónimo Remorino por Jorge Daniel Paladino en su función de delegado.

24. Inicio de las deliberaciones de la II Conferencia Episcopal Latinoamericana en Medellín.

La editorial Merlin difundió un texto bajo el título Claves de la historia argentina, reuniendo textos de Astrada, Canal Feijóo, Cúneo, Chávez, Irazusta, Mafud, Muñoz Azpiri, Ortega Peña y Duhalde, Pomer, Real, Rosa y Weinberg, aproximando a autores de distintas tradiciones, en la que de todos modos predominaban los autores revisionistas, en sus distintas vertientes.

La editorial Sudestada, de Ortega Peña  y Duhalde, publicaron las notas de Leonardo Castellani del diario Cabildo de los tiempos de la revolución del 43. Fueron difundidas bajo el título Decíamos ayer. La misma editorial publicó la obra teatral de Lalo Painceira llamada ¡Alpargatas sí! ¡Libros, no! Otro material publicado para la fecha fue: San Martín y Rosas. Política nacionalista en América.

Septiembre de 1968

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    Nueva misiva de Perón titulada “Perón a su pueblo. La lucha por la liberación nacional”.

1.De las informaciones diversas de que dispongo, he podido conformar un panorama más o menos claro del estado de fuerzas del Movimiento Peronista: una masa desanimada e incierta por carencia de una conducción y falta de encuadramiento apropiado, como consecuencia de que ha perdido la confianza en sus dirigentes, especialmente en la rama sindical del Movimiento. En la rama política, la masa que se confunde con la sindical, mantiene un estado de ánimo semejante. La clase media se muestra cada más comprensiva y favorable al Justicialismo aunque carece, en general, de una conciencia social. Esta masa popular, sin dirección real, mantiene un sentimiento peronista que, en cirta medida, neutraliza con la falta de actividad efectiva, tanto en lo sindical como en lo político. Se nota una inquietud generalizada en todos los estamentos partidarios, especialmente en determinados grupos que no logran vencer la atonía dominante en el conjunto popular entre desilusionado y apático.

2.En cuanto a los dirigentes sindicales y políticos, o están en componendas sectoriales o de grupo, o permanecen inactivos como consecuencia de que, políticamente, no hay nada a la vista y sindicalmente se traban en una lucha interna, entre los que atraídos por las prebendas que la corrupción en sus distintas formas tolerada puede acarrearles, con los que se mantienen firmes en el cumplimiento de su misión. A todo ello, se suma la acción que la dictadura desarrolla en beneficio directo de sus inciertos designios que inciden directamente en el sector sindical al que ha dirigido ya sus preferencias.

3.Frente a este panorama, la conducción estratégica viene preocupándose por organizar y preparar al Movimiento Peronista con la intención de poderlo conducir como mejor convenga a las necesidades de conjunto, teniendo en cuenta que el deterioro de la dictadura puede ofrcer en el futuro inmediato acontecimientos que, con poco que se haga, pueden ofrecer condiciones más o menos favorables. Frente al caos en que ha caído el sector sindical, con la finalidad de manejar algo, se trata de dar preferencia en la organización futura al sector político a través del cual se podrá incidir luego también en lo sindical, junto con la posibilidad de seguir manteniendo simultláneamente conectadas las agrupaciones sindicales que se mantengan fieles al Justicialismo.

4. Fuera de lo anterior, existen diversas agrupaciones, organizadas y conducidas por dirigentes que actuando por su cuenta, han reclutado pequeñas fuerzas peronistas de activistas, por considerar que en una lucha sin violencia no se podrá conseguir nada. Están en consecuencia decididas a luchar en la forma en que puedan, aunque reconocen que en una masa decepcionada y en la incertidumbre no cuentan sino con escasas posibilidades en hombres y medios. Es natural que algunas de las agrupaciones han sido instrumento de dirigentes de diversas tendencias, que los han pagado, pero hay otras que mantienen los ideales, y luchan correctamente…

5. A todo esto se suma la existencia de dirigentes sindicales y políticos que están en “otra cosa”. Tanto unos como otros están ligados en “trenzas”, cuyo origen está en la famosa “Declaración de Avellaneda”, que dio nacimiento efectivo al “neoperonismo”, que ha degenerado luego hacia el “colaboracionismo” propugnado o no, que caracteriza a la CGT de Vandor como a los “gremios independientes”, encabezados en la realidad por Luz y Fuerza y los sindicatos que obedecen a otra “trenza” manejada especialmente por March y compañía. Es así como el sindicalismo nacional ha ido cediendo a la descomposición impuesta por el “gobierno” y algunos dirigentes “peronistas” proclives a la traición a la clase trabajadora.

6. Entre tanto los dirigentes neoperonistas, sin perder su conexión con los dirigentes sindicales antes mencionados (“colaboracionistas”) se preparan para actuar en la misma posición, haciendo posible a la dictadura su maniobra de capacitación hacia la formación de una fuerza política a base de los que ya apoyan a la dictadura y de los “recortes” que se pueden obtener de las diversas fuerzas políticas disueltas, especialmente del Peronismo.

7. Fuera de lo anterior, aparecen a menudo los “francotiradores” que a su propio estilo mantienen una acción permanente propicia para “pescar en río revuelto” en cualquier oportunidad que se les pueda presentar, sea para un lado como para otro. Para ellos, aunque es indiferente el bando en que han de alinearse al final, se mantienen con la “camiseta peronista” tanto para impresionar a la dictadura con la que se entienden como para no perder la oportunidad de “colocarse” en el peronismo, si esa oportunidad llega. Esta clase de reptiles de la política ni son originales ni son nuevos, los ha habido en todos los tiempos y en todas las circunstancias: es esa clase de “hombres importantes” que a la usanza de la bosta de paloma no tienen ni bueno ni mal olor                                                   

8. – No hace mucho tiempo ha aparecido una CGT de los Argentinos, opositora a ultranza, es decir que se opone al colaboracionismo y no obedece a las consabidas «trenzas». Ha iniciado su acción por una lucha abierta y decidida contra la dictadura militar. Se oponen a ella, disimuladamente, además de todo lo influenciado por la dictadura, la CGT de Vandor y Alonso con la colaboración de los dirigentes comprados o influenciados por ese sector. Entre tanto, los «independientes» simulan trabajar para la unificación del movimiento obrero, pero en realidad de verdad, obedeciendo a presión de la dictadura y sus agentes o influenciados por el imperialismo yanqui con el que están en conexión.

9. – Las demás fuerzas políticas disueltas por la dictadura, donde permanecen los residuos políticos gorilas en distintos grados de virulencia o se alientan soluciones a base de la proscripción del peronismo, como única manera de anular su mayoría, simulan disponerse a formar un «Frente Civil» y «cabildean» sobre las posibilidades a base de simulación muy mal disimulada. Algunos peronistas de buena fe creen en ellos y se prestan al juego, aunque la experiencia hasta hoy recogida no da para hacerse ilusiones de este género. Los viejos «camanduleros» de la política criolla pierden el pelo pero no las mañas, en cambio el sector juvenil de esas fuerzas políticas es proclive a una coordinación con el peronismo a fin de abatir a la dictadura. Este mismo fenómeno ocurrió en 1943 y muchas fuerzas de la juventud de los partidos políticos se incorporaron de buena fe al peronismo naciente de entonces.

10. – Frente a esta lamentable situación, lo más aconsejable es ocuparse de mantener la masa, encuadrándola con dirigentes políticos que respondan a los fines del Movimiento, tratando de hacer lo mismo en la rama sindical con la finalidad específica dentro de la misión que nos hemos impuesto. Para ello será menester prescindir de todo lo que está funcionando al margen de nuestros objetivos y funciones, para asimilar todo lo que obedezca a una conducción congruente de conjunto. La incorporación de hombres y organizaciones ha de hacerse indiscriminadamente en tanto pueda considerárselos como agentes directos y exclusivos del Peronismo, sin otros aditamentos. Si se logra alcanzar esta organización y se la mantiene limpia de infiltraciones contrarias, será posible impedir la disociación que nos amenaza.

11. Pero es preciso pensar que si la masa popular está desganada, no se la podrá preparar para la lucha de otra manera que luchando. Ello aconseja a las organizaciones activas que, evidentemente, han comenzado a moverse en esa lucha, no se las desahucie, por consideraciones de orden secundario y sí, en cambio, se las asimile al Movimiento, a través del Comando ‘I’áctico. Cuando las montañas no vengan a nosotros, es conveniente que nosotros vayamos hacia la montaña, sobre todo en momentos en que se deciden pocos a la lucha. Con una masa sin dirigentes, desorganizada y dominada por la mayor apatía, no estamos en condiciones de despreciar el aporte de los que aunque sea en pequeños núcleos están dispuestos a empeñarse en una lucha seria y que debe iniciarse, para la que la masa no está preparada ni decidida, sobre todo, cuando existen otras tendencias en la misma masa dirigidas por individuos que, precisamente, lo que no quieren es luchar, por razones que obedecen a sus intereses personales 0 a los de los dirigentes influenciados por nuestros propios en enemigos

12. Es claro que se debe diferenciar bien claramente por lo menos durante el período de la organización y preparación del Movimiento, 10 que es la lucha, de 10 que es la organización y función básica de nuestro Movimiento. Al principio, como sucede en toda lucha, ha de ser un tanto irregular y fraccionadamente, lo que aconseja que se haga por cuerda separada de la función política del Peronismo, si bien con el apoyo efectivo de éste aunque no aparezca inicialmente. Luego será imprescindible lograr que todo peronista, en todo lugar y en todo momento realice la lucha en la medida de sus propias posibilidades, con amplia iniciativa, decisión y efectividad, dentro de la linea fijada por la acción general. En esta forma y paulatinamente puede llegarse a un empeñamiento dentro del cual se diferenciarán dos acciones claramente establecidas: una por los organismos y otra individual. La primera que obedecerá a acciones de conjunto planeadas y realizadas por el Movimiento y las segundas que se realizarán localmente por grupos o personas decididas que, por iniciativa, realicen acciones efectivas, siempre dentro de la línea fijada por el conjunto.

13. Cuando no se está en fuerza para librar una batalla es preciso desgastar al enemigo mediante una lucha, que muchos creen que es nueva, es la de más remota antigüedad y se la puede encontrar en las luchas de todos los tiempos conocidos. Es la única manera de lucharle al fuerte hasta desgastar lo suficientemente como para tumbarlo luego. En los conflictos entre la fuerza y la opinión, como sucede en el caso argentino actual, la fuerza tiene ventajas inmediatas y por lo tanto las aprovecha con rapidez y energía, desplegando la mayor fuerza posible en procura de la decisión. En cambio la opinión tiene ventajas en lo mediato y a veces a largo plazo: debe en consecuencia utilizar la perseverancia. Los planes de acción deben estar dirigidos a este objeto: no se trata de llegar a una batalla frontal donde llevamos las de perder, pero nada impide que en vez de jugar la suerte en una batalla decisiva, lo hagamos en miles de combates en los que todos los días tengamos la posibilidad de inferir una derrota parcial al enemigo, acciones que sumadas en el tiempo y en el espacio, representan un gran aporte para la decisión final.

14. Por eso es aconsejable un empeñamiento sucesivo, quizá un poco inorgánico en sus comienzos, como un combate de vanguardia, para luego ir desplegando el grueso de las fuerzas y las acciones respetando siempre la forma establecida por esta clase de lucha con las armas de que dispone el Pueblo. En la lucha política hay armas mejores que los fusiles y las ametralladoras, pegando donde duele y cuando duele: donde está la fuerza: nada; donde no está la fuerza: todo. Hay que llegar a una «Guerra Fantasma» que no dé tregua al enemigo y que no exponga inútilmente a nuestras fuerzas. La desobediencia civil, firmemente dirigida por Gandhi en la India, con sus cuatrocientos millones de habitantes, posibilitó en todo tiempo la liberación de los ingleses que la debieron abandonar con su medio millón de soldados.

15. Hasta ahora, durante estos trece años, hemos sido yunque, jamás martillo. Hay que proceder poco a poco a ganar la iniciativa y conquistar nuestra propia libertad de acción para lograrlo. Tampoco será conveniente a los fines que perseguimos, anular el espíritu de lucha por alcanzar una organización perfecta. Hay que aceptar, que, en la política, ni la organización ni el orden logran imponerse en forma muy ajustada: el que en la política espera manejar el orden se verá defraudado. En esta difícil y compleja actividad, nunca existe orden perfecto, 10 que impone al conductor la necesidad de acostumbrarse a manejar también el desorden.

16. Así como «el apetito viene comiendo», el espíritu combativo sólo puede despertarse combatiendo. Es claro que esto ha de hacerse «todo en su medida y armoniosamente» como solían decir los griegos. Es preciso empezar con poco y lentamente, aprovechando las circunstancias y posibilidades, para ir gradualmente aumentando el ritmo y la continuidad de acuerdo con las circunstancias. Se está frente a un «gobierno» irregular y esta clase de gobiernos suelen dar muchas oportunidades, que no deben desaprovecharse, pues el «fierro ha de machacarse en caliente».

17. – Es indudable que nada de cuanto venimos hablando puede hacerse con un pueblo apático y sin mística, como el que parece que tenemos en la actualidad. Pero ni la decisión ni la mística suelen producirse porque sí: es preciso despertarlas. Para ello se necesitan miles de predicadores esparcidos por todo el país. Estos predicadores, en lo posible, han de pertenecer a los propios estamentos que se desea despertar, en forma de llegar cada uno por su conducto. Cuando por una prédica intensa y eficaz se logre despertar la mística y la decisión, la mitad del trabajo estará realizado.

18. – En cuanto al proceso orgánico me ha parecido prudente e inteligente hacer abstracción total de toda consideración personal: el Movimiento Peronista es de todos y todos tienen el mismo derecho de actuar en el, como tampoco podemos negar a ninguno el derecho de abandonarlo si así lo resuelve, pero el Movimiento mismo, a través de sus autoridades que lo representan, puede obligar a todos los pero ni stas a una conducta común y separar a los que violen sus ideales y principios. Dentro de este concepto, la formación de los cuadros de conducción y encuadramiento reclutados en el Peronismo sin excepciones, son los encargados de mantener y desarrollar la propia organización, como de mantener la doctrina y vigilar la marcha hacia los objetivos fijados por la conducción. Para el que conduce o encuadra el conjunto, las pequeñas divisiones internas no cuentan. Todo el que sea peronista puede actuar en el Comando Táctico como es cualquiera de sus organismos, pero como peronista, no como faccioso en trenzas o combinaciones parciales. Para lograrlo, nada mejor que el que organice comience por desconocer la existencia de tales formas opuestas a la cohesión y solidaridad que debe existir en el Movimiento.

19. La conducción de conjunto tiene sus exigencias originales. Jamás la conducción puede ser discrecional, obedece a la misión y, en consecuencia, todo cuanto se haga, será para servir directamente esa misión. No debe ser ni la pasión ni el gusto del conductor lo que inspire su acción. Frente a la divisiones ocasionadas por la existencia de caudillos o aspirantes a la «herencia vacante», la conducta a seguir por el que conduce es simple: no negar el derecho de todos a aspirar siempre que sea a base de servir al Movimiento y, cuando tales divisiones o trenzas se enfrenten y concurran al conductor para dirimir su problema, es preciso que encuentren la mayor ecuanimidad pero no para dirimir su problema sino para disponer la mejor forma de servir al Movimiento sin desconocer a nadie que lo pueda hacer. A menudo algunos aducirán a que «tienen razón» y sus oponentes no, en tales casos habrá que decirles de que la misión del conductor no es la de juez y por lo tanto su misión no es la de administrar justicia, sino la de llevar a todos hacia los objetivos fijados. .

20. El más grave error que puede cometer la conducción de conjunto es tomar partido en los pleitos entre fracciones, porque de esa manera pierde su autoridad en la fracción contraria. Por otra parte, aún en estos casos, la ecuanimidad, la prudencia y aún la prescindencia, llegan a superar el problema en beneficio de su misión y la conducción general del Movimiento. Ello no implica que la conducción debe tolerar a los que se portan mal ni a los que defeccionan, pero hay formas de neutralizarlos sin «hacer escombros». Es la conducción misma la que hace gravitar su acción para ir destruyendo lo malo e imponiendo lo bueno pero, hay que aprender a «desplumar la gallina sin que grite».

21. Dicen los italianos que en la conducción política, es preciso todos los días tragar un sapo. Todos los días llegan personas a  las que, si obedeciéramos a nuestro deseo, le daríamos una patada; sin embargo es preciso que le demos un abrazo. La conducción es una misión y si esa misión nos impone un sacrificio, lo mejor será realizarlo. Por eso he dicho que la conducción es una misión y el cumplimiento de una misión no puede ser discrecional: obedece a necesidades, no a deseos, utiliza formas y medios adecuados a su cumplimiento, lo que menudo está en contra de las propias inclinaciones, pero es preciso pensar que trabajarno por fines y no por medios.

22.La conducción política tiene sus mayores dificultades en el manejo de los hombres. La disciplina política como obediencia tienen sus propias características: no obedecen a una autoridad impuesta sino consentida. Imponerlas es una cuestión de prestigio y tino en el ejercicio del mando, es preciso imponer pero predisponiendo; no obligando. Mandar es obligar, conducir es persuadir y, al hombre es siempre mejor persuadirlo que obligarlo. Frente a la mala intención, que también suele presentarse la conducción, el procedimiento debe ser rara vez de represión y menos de violencia, sino de habilidad para que la sanción venga del cuerpo y no de la conducción, lo que no Es difícil conseguir  en los movimientos doctrinarios y con autodefensas como el nuestro. Esas sanciones impuestas por la masa son las únicas inapelables.

23.  Los hombres son buenos, pero si se los vigila suelen ser mejores. Si para conducir es imprescindible confiar en alguien; porque de lo contrario se llega a la negación de la propia tarea, es

menester que el conocimiento de la naturaleza humana y de los propios hombres, nos permita confiar, por menos hasta que nos engañen por primera vez. Pero el conductor habrá de cuidarse muy bien de obrar como providencia, siendo, no apareciendo. Al corazón se lo domina mejor por los sentimientos que por la razón; es menester entonces echar mano de ellos. Por eso también la virtud que domina es la humildad, no la soberbia y cuando la humildad y la autoridad se hermanan poco es lo que no se puede lograr con ello.

24.  Yo se que el Movimiento Peronista, después de trece años de lucha, en la que ha soportado desde la violencia gorila hasta la corrupción actual, pasando por la «integración frondicista» y los intentos de disociación de Illia, está un tanto descompuesto en el horizonte directivo, pero es preciso poner remedio a estos males sin destruir el Movimiento. No nos vaya a pasar lo que a los mejicanos, cuando su hacienda vacuna fue atacada por la aftosa que, por consejo de los yanquis se decidieron a matar a los animales enfermos. De esa manera se quedaron sin vacas y yo creo que es preferible vacas con aftosa a aftosa sin vacas.

25. – Finalmente, parodiando a Fierro, quiero decirJes: «Y  les doy estos consejos que me ha costado adquirirlos, porque deseo dirigirlos, pero no alcanza mi cencia hasta darles la prudencia que precisan pa seguirlos» y «Estas cosas y otras muchas medité en mis soledad; sepan que no hay falsedades ni error en estos consejos, es de la boca del Viejo de ande salen las verdades».Un gran abrazo.

La Revista Cristianismo y Revolución reprodujo este documento bajo el título Mensaje del General Perón en su entrega número 10, del octubre de 1968.

5.Difusión de una cinta magnetofónica con el contenido del texto “Perón a su pueblo. La lucha por la liberación nacional”.

15. Comenzó a publicarse el boletín Enlace del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, bajo la dirección del P. Alberto Fernando Carbone. “Quiere ser el signo de encuentro –enlace- entre los sacerdotes que firmaron el Manifiesto de los 18 obispos”.

19. Fueron detenidos por la policía de Tucumán nueve miembros de las Fuerzas Armadas Peronistas (F.A.P.), que respondían al dirigente juvenil Envar El Kadre. Pensaban dirigirse a la zona de El Cochuna, en los montes tucumanos, para iniciar la presencia guerrillera y simultáneamente con eso especulaban que en las ciudades iban a surgir los Destacamentos Descamisados Eva Perón, para hacer acciones espectaculares, propaganda armada y con ello provocarían la movilización de todo el peronismo y del pueblo. Además del líder del grupo fueron detenidos  Amanda Peralta, Arturo Ferré Gadea, Juan Lucero, entre otros.

Ante la calificación del accionar de las FAP como parte de una conspiración comunista por parte del gobierno, Bernardo Alberte afirmó que “los compañeros apresados son peronistas”, que constituían “un grupo de argentinos levantados en armas y rebeldes…”. Para el ex delegado de Perón la acusación buscaba ocultar “un problema que tiene la magnitud de todo un sojuzgado en rebeldía y “ocultar la existencia del peronismo revolucionario enfrentado al régimen”.

Un grupo de organizaciones manifestaba la “Solidaridad del Peronismo con los detenidos en Taco Ralo”:

DICE EL GENERAL PERON EN «LA HORA DE LOS PUEBLOS»

«A mucha gente le llama la atención ese estado permanente de perturbación del orden y a menudo de la paz en los países iberoamericanos. Este hecho aparentemente inexplicable para los que no conocen a nuestros países, aparece

como hasta natural para los que sabemos cómo se desarrolla la vida real de esos pueblos explotados por los imperialismos, en complicidad con las oligarquías nativas que medran con ello, amparadas en sus «guardias pretorianas» que no titubean en convertirse en fuerzas de ocupación cuando peligra la «colonia» o los intereses creados».

Hace pocos días, un grupo de argentinos levantados en armas y rebeldes, fue apresado en los montes de la sufrida Tucumán, cargándose sobre ellos la acusación de «comunistas y trotskistas», con lo cual se ha querido confundir a la opinión y minimizarse un problema que tiene la magnitud de todo un pueblo sojuzgado en rebeldía.

Los compañeros apresados son Peronistas. Así lo han declarado y muchos de ellos exhiben una militancia sacrificada y heróica en defensa de los intereses populares y del Movimiento.

Las fuerzas de la represión y de los servicios de informaciones, han calificado arbitrariamente el alzamiento con la finalidad de ocultar la existencia del peronismo revolucionario enfrentado al régimen, y para descargar en estos argentinos una represión feroz y también arbitraria.

Este grupo de Militantes Peronistas llama la atención sobre una nueva farsa que quieren tejer las «fuerzas de seguridad», vinculando esta rebeldía con delitos comunes, y recuerda lo que también dice Perón:

«Los únicos que tienen derecho a la violencia son los pueblos cuando peligran sus derechos esenciales, en cuyo caso no deben titubear en lanzarse a la lucha con la mayor violencia. Si un Pueblo no es capaz de oponerse a la fuerza de la arbitrariedad con el poder de la razón merece la esclavitud. Cuando un Pueblo se decide a la lucha por su liberación es invencible y ha de empeñarse en ella con verdadera pasión, persuadido y seguro de triunfar mientras cuente con la firme voluntad de vencer».

… Y EN EL PERONISMO ANIDA ESA PASION DE LUCHA POR LA LIBERACTON DE LA PATRIA!!!

JUVENTUD PERONISTA

COMANDOS PERONISTAS DE LIBERACION

ACCION REVOLUCIONARIA PERONISTA

JUVENTUD REVOLUCIONARIA PERONISTA

ORGANIZACION DE ACCION PERONISTA

FRENTE PERONISTA DE LIBERACION

AGRUPACION «22 de diciembre» de FARMACIA

MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO PERONISTA

JUVENTUD PERONISTA de San Fernando

COMANDO REVOLUCIONARIO PERONISTA

Fallecimiento de John W. Cooke en el Hospital de Clínicas.

El Movimiento Peronista de la Provincia de Buenos Aires apoyó a la CGT de los Argentinos en su “lucha contra los malos sindicalistas y la dictadura”.

25. Huelga petrolera de YPF en la destilería de La Plata, en protesta por la extensión de las horas de trabajo. Acatamiento de la medida por parte de obreros de la flota, destilería y talleres navales. Dos mil cesantes sobre siete mil huelguistas. Continuó hasta el 18 de noviembre del mismo año.

Carlos Pérez Editor comercializó Palabras con Leopoldo Marechal, extensa entrevista realizada por Alfredo Andrés al escritor.

Octubre de 1968

En el semanario de orientación católica Víspera de Montevideo, el periodista Norberto Habegger entrevistó a Raimundo Ongaro.

Inicio de la publicación del peronismo revolucionario Con Todo, como “órgano del peronismo revolucionario”, dirigida por Bernardo Alberte. Contaba con la colaboracion de Alicia Eguren, Jorge Gil Solá, Tomás Saraví, Celestino Blanco, Marita Foix, Alfredo Ferraresi, Flotildo Rojas, Miguel Mascialino y Eduardo Gurruchari, Gustavo Rearte y Juan García Elorrio.  En el primer número señalaban:

El Peronismo Revolucionario tendrá que librar, paralelamente a la que lleva el signo violento del combate otra guerra de desenlace simultáneo: la que se lleva en el terreno de la doctrina y de la política ideológica. Para eso hacen falta los periódicos y por eso salimos…Vamos a darles Con Todo

En esa misma entrega polemizaban con el Ministro del Interior Borda, acerca del grupo que había comenzado la acción guerrillera en Tucumán:

Y no le debe faltar razón al ministro. ¿Cómo van a ser peronistas los que se marchan al monte y van a ser peronistas, a la vez, los políticos que hacen antesala en su ministerio? ¿Cómo van a ser peronistas los dirigentes gremiales amigos y los insurgentes? El ministro conoce mucho de estas cosas, no olvidemos que él también fue peronista a su hora, fue elector de Perón…La insistencia de Guillermo Borda…se debe a motivos…que nos deben alertar seriamente. Porque se trata de establecer un peronismo al gusto y a la medida de Borda, o sea del gobierno, o si se prefiere de los monopoliois norteamericanos.

5. Designación de Monseñor Quarracino como obispo de Avellaneda.

10. Por decreto del Poder Ejectuvo fue intervenido el Sindicato Unido Petroleros del Estado (S.U.P.E.).

11. Solicitada del gremio Luz y Fuerza convocando a un paro de una hora en demanda del descongelamiento de salarios.

16. Muerte en un accidente de J.C. Loureiro, fundador y secretario general de A.S.A. y de la larga militancia gremial.

18. Crisis del obispado de Rosario. Cuatro sacerdotes entregan a Monseñor Bolatti un documento en representación de un grupo de religiosos renovadores.

Realización en Rosario del primer Congreso Nacional de Estudiantes de Universidades Católicas.

29. Inauguración del Banco Sindical apoyado por la Federación de Empleados de Comercio.

30. Carta de Perón al General Adolfo C. López, desde Madrid.

Mí estimado General:


Por mano del amigo Osvaldo Morales he recibido su carta del 15 próximo pasado que tengo el placer de contestarle. Me encanta leer su propósito de ofrecer su contribución a la solu­ción de los problemas del país porque pienso que los argentinos, desde hace trece años, han hecho muy poco por lograr tan im­portante objetivo y porque es preciso que todos nos persuada­mos de la necesidad impostergable de «poner el hombro», ante la amenaza que pesa sobre los destinos de la nacionalidad.

Leo en su carta la situación imperante, que el amigo Mora­les me completa en otras informaciones y llego a la conclusión de que los militares están casi en las mismas que los dirigentes políticos: Cada uno por su lado piensa hacer algo, sin percatar­se que mientras no se consiga una unidad de propósitos y de acción, poco será lo que se logre hacer efectivamente, porque Onganía sobrevive, precisamente, como consecuencia de la di­sociación reinante entre todos los que desean reemplazarlo.

La dictadura militar ha podido ser posible (en cumplimien­to del Plan del Pentágono) porque las fuerzas cívicas enfrenta­das se atomizaron para provocar el caos indispensable para que las FF. AA. las reemplazaran. Al no comprender este problema tampoco se pueden apreciar las posibles soluciones. De ahí la insistencia en dividirse y disociarse que caracteriza una política suicida, cuando la única solución está precisamente en lo con- . trario: UNIRSE Y ORGANIZARSE.

No se me escapa al designio de la dictadura militar de procurarse un apoyo popular mediante diversos arbitrios, pero tampoco se me escapan las dificultades que se han de oponer a que lo logre porque soplar no es hacer botellas. Una dictadura militar del tipo de la actual puede soñar con cualquier cosa menos con que pueda contar algún día con un apoyo popular que se note. Aparte de ello ya, ni aún cuando cambiara su po­lítica económica y social, (que no puede hacer) lograría conven­cer a nadie para que la apoyara en el campo político, desde que tiene todas sus fuerzas actuales en contra en ese campo.

Ni la salida a la brasilera, la reedición de la Unión Demo­crática, una dictadura militar tiránica, podrían durar mucho tiempo en estos tiempos, con poco que se hiciera por destruir­las. El destino de cada una de ellas no sería distintos del que le espera al propio gobierno de Onganía. Ya lo dijo Tayllerent: «las bayonetas sirven para todo, menos para sentarse en ellas».

La unión de los dirigentes políticos no se realiza simple­mente por falta de grandeza y desprendimiento de su parte. Parecería que aún es preciso que la desgracia siga azotándolos para que entren en razón o que la supresión biológica cumpla su destino con el tiempo haciéndolos desaparecer.

El amigo Morales ha conversado largamente conmigo sobre los diversos aspectos de nuestros problemas y lleva un memo­rándum con mis puntos de vista. El podrá, de viva voz, infor­marle sobre mi mejor disposición para entendimientos que se inspiren en la necesidad insoslayable de oponer un frente uni­do a la acción que, con unidad de concepción y de acción, pue­da realizar la actual dictadura militar. Creo que ese es el co­mienzo del camino que se debe seguir y no habrá nada que yo no haga, dentro de mis posibilidades, porque tales propósitos e logren.

Morales le explicará en detalle cuánto hemos tratado, por lo que creo innecesario abundar en explicaciones que, por otra parte coinciden con cuanto Usted me dice en su carta. Si lo importante es contar con mi apoyo a las ideas por Usted expues­tas, desde ya puede contar con él.

Un cordial y afectuoso saludo.

Firmado: Juan Perón.

31. Presentó su renuncia como Embajador en EE.UU Alvaro Alsogaray; lo reemplazó Eduardo Alejandro Roca.

El periódico de la CGT de los Argentinos denunció al mercantil Armando March como colaboracionista, por el uso inescrupuloso de los fondos del sindicato y sus hobbies de criador de perro de razas y coleccionista de arte.

Noviembre de 1968

9-10. Encuentro del secretariado, coordinadoresy secretario general del MSTM para analizar los documentos de Medellín y elaborar un plan de acción.Definen orientar el Movimiento en tres direcciones: concientizar y capacitar en todos los niveles sobre la situación de explotación en que vive la mayoría del pueblo; denunciar los abusos e injusticias de una sociedad sujeta al capitalismo, al imperialismo internacional del dinero y al neocolonialismo y añadir a la fuerza de las denuncias y declaraciones las fuerzas de los “hechos” que mueva a las definiciones y acelere los cambios.

20. Fallecimiento de Jerónimo Remorino, quien se desempeñaba como delegado de Perón. Fue reemplazado por Jorge D. Paladino.

Reunión de la Juventud Radical en Setubal, Santa Fe, fundando la Junta Coordinadora.

26. Reunión del Episcopado Argentino. Dirigentes de A.S.A. entregaron un petitorio.

29. La editorial Sudestada publicó el libro del político y escritor paraguayo Natalicio González titulado La Guerra al Paraguay. Imperialismo y nacionalismo en el Plata.

Declaración de los integrantes del Destacamento Guerrillero «17 de octubre» de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP).

Nos dirigimos al Pueblo para esclarecer nuestra posición y objetivos. 

1.- Pertenecemos a la nueva generación peronista nacida a la lucha en medio del estruendo de las bombas asesinas del 16 de junio de 1955 en Plaza de Mayo y los fusilamientos del 9 de junio de 1956 del General Valle y sus valientes compañeros. Nuestra juventud se lanzó a la lucha por la reconquista de la «felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación» y muchos de nuestros compañeros -Felipe Valiese, Mario Bevilacqua, Marcial Martínez, Santiago Pampillón y muchos más- pagaron con su vida la lealtad de nuestra generación a la causa del Pueblo. En medio de este ambiente de violencia -fusilamientos, represión, Conintes, Leyes de Emergencia, asesinatos, proscripción sistemática de la mayoría, etc.— elegida por la oligarquía como única forma de mantener sus injustos y anacrónicos privilegios, vimos a las Fuerzas Armadas convertirse en Guardia Pretoriana del sistema, defensora de la dependencia y pérdida de nuestra soberanía así como en sistemáticos burladores de la voluntad popular, aun cuando ella se expresaba condicionada a las mismas reglas arbitrarias por ellos establecidas. 

2.- La actual dictadura militar ha aumentado la relación de dependencia con el imperialismo, mediante compromisos económicos y pactos militares nos han transformado en una colonia, conservando el privilegio de poseer –todavía-, bandera y nombre propio, pero sujetos a intereses foráneos que no representan el sentir de nuestro Pueblo. Los convenios pon el FMI y el Banco Mundial, la Ley de Hidrocarburos; el traspaso de la banca y empresas nacionales a los monopolios; la Ley de Defensa Civil; la instalación de bases extranjeras militares en nuestro territorio; las intervenciones a los sindicatos; la represión al pueblo, donde fueron muertos Mussi, Retamar, Méndez, Neuman, Hilda Guerrero de Molina y otros; la desocupación y deserción escolar; la proliferación de las enfermedades endémicas; la falta total de asistencia médica gratuita; el acortamiento del término medio de vida; el desamparo a la niñez y el alto índice de la mortalidad infantil; el abandono a su suerte de los jubilados y pensionados; los bajos salarios y la pérdida del valor adquisitivo de la moneda; la retracción casi increíble en la compra de artículos de consumo y de primera necesidad; la imposibilidad del acceso a la educación superior a los trabajadores; la institucionalización de la usura; el desconocimiento de las leyes más elementales en materia laboral, etc., son algunas de las «obras» que pueden presentar al pueblo los personeros de este gobierno de facto, representante de la oligarquía cipaya más bárbara y reaccionaria. 

3. – Ante este estado de cosas y convencidos de la necesidad de lograr la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social en nuestra Patria, así como de la imposibilidad de hacerlo por otro medio que no fuera el de la lucha armada, grupos de jóvenes peronistas decidimos constituirnos en Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y al igual que nuestras montoneras gauchas y los descamisados que hicieron posible el 17 de Octubre de 1945, iniciar la guerra revolucionaria como forma de señalarle al pueblo el auténtico camino hacia su propia liberación, porque como lo dijera nuestro Conductor: «Al pueblo sólo lo salvará el pueblo», y como forma de disputarle al régimen el poder político en el único lenguaje que él entiende: el de la fuerza, cumpliendo así con el precepto constitucional de «armarse en defensa de la Patria». 

4. – Para ello, este Destacamento Guerrillero «17 de Octubre» se ubicó en el campamento El Plumerillo en la localidad de Taco Ralo, Tucumán, con la finalidad de lograr la adaptación, comprensión y capacitación de sus integrantes, para trasladarse luego a zonas más propicias para este tipo de lucha y recién allí, iniciar la guerra.

5. – Lamentablemente, por una falla en las debidas medidas de seguridad, al regresar de una marcha iniciada a las 4 hs. del 19 de setiembre, siendo aproximadamente las 5.30 hs., y encontrándonos completamente desarmados, fuimos sorprendidos sin poder oponer la más mínima resistencia, por una fuerza de cien hombres al mando del Jefe de Investigaciones de la Policía de Tucumán que creía encontrarse en presencia de un grupo de contrabandistas.  Esa es la verdad de nuestra detención. No hubo infiltrados, ni delatores, ni ―suspicaces vecinos, ni ―pacientes pesquisas o ―hábiles investigaciones, sino la casualidad más fortuita provocada por la presencia de un avión sospechoso en la zona, días antes. 

6. – No vamos a relatar las torturas, apremios y vejaciones de que fuimos objeto, porque no podíamos esperar otra cosa del Régimen cuya representación más auténtica es, sin duda, el bastón policial. Los 28 días de incomunicación, son rotundo mentís a la pretendida legalidad de la justicia.  Simplemente queremos señalar que, fracasada la maniobra de pretender hacernos pasar por «castro-comunistas», el enemigo se encargó de hacernos aparecer como «vulgares delincuentes», y responsabilizarnos de una serie de delitos comunes que declaramos solemnemente no haber cometido jamás. Confiamos en que la verdad será establecida, pero fundamentalmente confiamos en el juicio del pueblo y de Perón, nuestros únicos, auténticos y reales jueces. 

7.- Para derrocar a Onganía y sus lacayos sólo hay un camino, la lucha armada. El camino elegido es difícil, pero es el único que conduce a la victoria. Nuestra pequeña derrota táctica no invalida el método. Lo demuestra la presencia de 30 «rangers» norteamericanos y la repercusión de nuestra detención en el pueblo.  Nuestros errores pueden servir de lección y ejemplo, pero no de negación de la única salida del pueblo ante la violencia gorila. El pueblo argentino consciente de la gravedad de la hora que atravesamos y de su responsabilidad ante la historia, debe alistarse para cumplir su misión en esta hora de los pueblos, y estrechando filas, como un solo hombre, estar listo para responder al clarín de la patria cuando llame pronto al combate libertador.  En el pasado, el General San Martín, el doctor General Belgrano, el fraile ingeniero Beltrán, el gaucho General Güemes y otros patriotas conquistaron a sangre y fuego, la independencia que en Tucumán se declaró el 9 de Julio de la gloriosa etapa de liberación de la Patria de la dominación imperialista y la oligarquía vernácula. Hemos cambiado el uniforme verde oliva de los guerrilleros por el negro de los prisioneros. Pero en el monte, en la calle o en la prisión, nuestro espíritu y fortaleza sigue en pie, y se multiplica en cada descamisado, en cada «grasita», en cada trabajador, que se apresta a librar la guerra total por el retorno de Perón al poder y el establecimiento definitivo de una nueva argentina, justa, libre y soberana. 

«Caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Venceremos.» 

«Patria o muerte.» 

Destacamento Guerrillero «17 de Octubre» de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) 

La Juventud Peronista, los Comandos Peronistas de Liberación, Acción Revolucionaria Peronista, Juventud Revolucionaria Peronista, Frente Peronista de Liberación, Organización de Acción Peronista, Agrupación “”22 de diciembre” de Farmacia, Movimiento Revolucionario Peronista, Juventud Peronista de San Fernando y Comando Revolucionario Peronista reclamó en un comunicado público por los presos de FAP.

Jorge D. Paladino se reunió con el Bloque de Agrupaciones Gremiales Peronistas, creado por los sindicalistas que actuaban en la CGTA, transmitiendo el deseo de Perón de la reunificación del sindicalismo peronista. El pedido causó algunas deserciones en ese espacio, como la de los Telefónicos, pero la mayoría del Bloque rechazó la unificación caracterizándolo como acuerdo de dirigentes y se pronunció por la unidad en la lucha y con las bases.  A partir de allí comenzaron a pergeñar un encuentro de la “tendencia revolucionaria del peronismo”, utilizando esa categorización que ya había utilizado en su momento el framinismo como sinónimo de “peronismo revolucionario”, a realizarse a inicios del próximo año.

Comenzó a publicarse la revista Antropología Tercer Mundo, dirigida por Guillermo Gutiérrez. Contó con la colaboración de Roberto Carri, Conrado Eggers Lan, Justino O’Farrell, Amelia Podetti, Horacio González, Alcira Argumedo, Juan Pablo Franco, Fernando Álvarez, entre otros.

Diciembre de 1968

2. El periodista Alberto Agostinelli del semanario Siete Días realizó una entrevista a Perón.

Perón recibió al periodista Bernardo Neutad, director de la Revista Extra.

13. El Congreso Ordinario de la Federación Argentina de Luz y Fuerza reclamó por los salarios mediante una solicitada.

15. Carta de Juan D. Perón a Oscar Bidegain, AmerIriart, Luis Oscar Ratti, Héctor A.Sáinz, Héctor J. Cámpora y al Señor Rodolfo Kelly.

Mis queridos amigos:

He recibido vuestra comunicación del 30 de noviembre próximo pasado en la que Ustedes tienen a bien expresar vuestras condolencias y las del Movimiento Nacional Justicia- lista de la Provincia de’ Buenos Aires por el fallecimiento del compañero Doctor Don Jerónimo Remorino y deseo agrade cerle en nombre del Comando Superior y en el mío propio. La pérdida de Remorino, amigo y compañero en casi treinta años de compartir inquietudes y afanes argentinos, ha sido muy penoso para mí como lamentable para nuestro Mo miento. Era un hombre de excepcionales valores y virtud que yo he podido comprobar en las altas funciones que fueron confiadas y a las que respondió siempre con tan vado espíritu patriótico como capacidad y preocupación.

También en vuestra carta me comunican que se encuentra en plena ejecución y muy adelantada la organización y unidad del Movimiento Justicialista en la Provincia de Buenos Aires, lo que me produce una gran satisfacción. Buenos Aires, como en toda la historia de la República, ha sido, es y será un ba­luarte de toda acción política nacional y núcleo promotor de cohesión de la unidad nacional. Es por eso también que nues­tro Movimiento tiene un profundo arraigo en ella que debe re­presentar la columna vertebral del Justicialismo. Sé que nues­tra acción en ella está en muy buenas manos y me esperanza el futuro de unidad orgánico funcional que permita una con­ducción coherente que, con Buenos Aires a la cabeza, tendrá la mitad de la batalla ganada de antemano.

Con vuestra inquebrantable decisión de proseguir en la lucha, yo no tengo ya la menor duda que nuestros objetivos podrán ser cumpüdos allí; de modo que en ese sentido les ha­go llegar, junto con mi saludo más afectuoso mi más profundo agradecimiento.

Finalmente les ruego que hagan llegar mi saludo a los com­pañeros y comprovincianos de Buenos Aires y acepten Ustedes mis mejores votos por una Navidad feliz y un próspero Año Nuevo.

Un gran abrazo.

Firmado: Juan Perón.

20. Veintiun sacerdotes de Capital y Gran Buenos Aires pertenecientes al MSTM se alinearon silenciosamente frente a la Casa de Gobierno mientras se entregaba una carta al General Onganía –firmada por 68 sacerdotes- donde se expresaba el desacuerdo con el proyectado plan de erradicación de Villas Miserias. Por la tarde algunos de esos mismos sacerdotes distribuyeron un volante –resumen de la carta- en lugares de la ciudad. Al domingo siguiente se lo distribuyó en varios templos y en algunas villas.

El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo dio a conocer la Declaración “Compromiso de Navidad”. Tras citar a Medellín denunciaban el hambre, el analfabetismo, el problema habitacional, la discriminación, “el imperialismo internacional del dinero”, el capitalismo nacional, la injusta distribución de tierra, la desocupación, la política social. Proponían un ayuno de protesta de 50 horas en preparación de la celebración de la Navidad. Ello se desarrolló en 18 localidades.

La Asociación Obrera Textil y los sucesores de Amado Olmos en el sindicato de sanidad abandonaron la CGTA

Mensaje de la CGTA para fin de año:

El año que termina deja en nosotros y en ustedes un sabor amargo…La CGT de los Argentinos llevó casi todo el peso de la lucha contra el régimen…La totalidad de los actos programados por la CGT fueron prohibidos, incluso los de carácter benéfico o cultural. A pesar de ello, se realizaron varios centenares, quebrando por primera vez el mapa de silencio y pasividad en que se movía la dictadura.

La rebelión de las bases tuvo su expresión sobresaliente en la huelga petrolera realizada contra la voluntad de la conducción nacional (del sindicato petrolero) y en la reconquista de la casi totalidad de las delegaciones regionales.

El precio que pagamos por estas actividades ha sido duro. En teoría el gobierno no intervino la CGT, pero en la práctica lo hizo.  Nuestras organizaciones más numerosas están clausuradas: ferroviarios, portuarios, personal civil, petroleros de Ensenada y Comodoro Rivadavia; más de quinientos mil trabajadores carecen de sindicato. Otras se encuentran sometidas a un chantaje permanente, a la amenaza y a la extorsión. Hubiera sido cómodo y sencillo para los h ombres que conducimos la CGT ceder a estas presiones…Pero habríamos dejando en el camino la dignidad y la vergüenza.

La Editorial Plus Ultra reeditó La caída de Rosas, escrita por José María Rosa diez años antes.

Editorial Sudestada publicó Allá lejos y aquí mismo de Ignacio Braulio Anzoátegui.