(Rosario, Provincia de Sante Fe, 24 de diciembre de 1923 – Rosario, 21 de julio de 2002).

            Trabajó desde muy joven, desempeñándose tempranamente como delegado sindical.

            Casado con Natalia Chertoff, tuvo dos hijos: Juan Domingo y Pablo César.

            En su juventud participó de la Mutual de los trabajadores de la Administración Nacional de Puertos de Rosario, y adhería a los postulados del nacionalismo. Bajo su impulso la Mutual se transformó en gremio.

            La irrupción de Perón en la vida pública argentina lo encontró participando de las jornadas inaugurales del peronismo e integrando sus listas de diputados en 1946.

            Desde el año 1953 se desempeñó como Secretario General de la Unión Personal Civil de la Nación, conformada el año anterior con ese nombre. Había sido  intervenida por la CGT el año anterior, configurada con ese nombre y vivía un rápido crecimiento numérico por la incorporación de personal de las empresas nacionalizadas, pasando de 167 mil trabajadores a más de 400 mil.

            Caído Perón en 1955 formó parte de la renovación de autoridades de la CGT: en octubre asumió la conducción colegiada del organismo junto a Oscar Natalini y Andrés Framini.

             Tras el desplazamiento de Lonardi convocó a una huelga de su gremio, siguiendo  el paro del sindicato de la carne y llamando a un movimiento huelguístico nacional. El levantamiento fracasó por la falta de adhesión del gremio de Transportes y el sindicato de Luz y Fuerza y las presiones ejercidas desde el gobierno sobre los dirigentes sindicales.

            Luego se sumó de lleno a la causa de la Resistencia Peronista, lo que le valió despidos y persecuciones.

            Viel denunció al coronel Cabanillas por el secuestro del cadáver de Eva Perón.

            Fue detenido en Rosario un día después del  frustrado levantamiento de los generales Tanco y Valle. No fue fusilado debido a que el jefe del 2º Cuerpo del Ejército no acató las órdenes de fusilamiento de los sublevados. Quedó detenido en la cárcel de Caseros por un año y medio

            Participó de la CGT Auténtica junto a Andrés Framini, Oscar Natalini y Armando Cabo, en el primer intento de reorganización del movimiento obrero peronista después de la represión, los fusilamientos y cárceles impuestas por la dictadura de Aramburu y Rojas.

            Por su actuación fue reconocido por Perón y Cooke integrándose en el Comando Táctico del Peronismo a fines de 1957.

            En el año 1958, desde la Agrupación  Unidad Gremial de CGT remitió informes al Comando Superior (Perón-Cooke) que fueron respondidos elogiosamente. Se impusieron en las elecciones gremiales, pero no pudieron asumir debido a que no respondían a los requerimientos políticos de Frondizi y Frigerio. Apoyó la huelga bancaria, lo que le valió nuevamente la cárcel. En 1959 Perón lo felicita por su actitud crítica en relación a los dirigentes “integracionistas” y por su labor para recuperar la conducción del gremio.

            A fines 1960 se sumó al fallido movimiento insurreccional del general Iñiguez, en pos de tomar militarmente un regimiento de la ciudad de Rosario, con el fin de lograr el regreso de Perón a la Patria. Poco antes, Perón les había escrito a Viel y Armando Cabo una carta sobre los recaudos organizativos y los contactos que debían resguardar.  Fracasada ésta, debió exiliarse en Uruguay, y regresó en 1962 para integrarse al plenario de las 62 Organizaciones que culminó con el avanzado Programa de Huerta Grande. En ese mismo año, se lo proscribió como candidato a diputado por la fórmula Framini-Anglada para la gobernación de Buenos Aires: el otro proscripto de esa lista era el general Perón.

            Diversos cargos jalonaron su trayectoria gremial al servicio de los trabajadores: secretario general del Personal Civil de la Nación (seccional Santa Fe-Zona Sur) y luego presidente del consejo directivo superior de U.P.C.N. (Unión Personal Civil de la Nación). Llegó a integrar el Consejo Directivo de la CGT.

            En los años setenta, junto a otros dirigentes de extracción gremial (A. Framini, S. Borro, A. Fernández, A. Cabo) defendió la experiencia que llevaba adelante la Juventud Peronista en pos del socialismo nacional, a partir de 1973.

            En marzo de 1974, fue uno de los oradores en un acto en la cancha de Atlanta para conmemorar el triunfo electoral de un año antes. Allí se reclamó por “ la reorganización de todas las estructuras del Movimiento, asegurando el acceso a la conducción, a los compañeros más capaces, leales y representativos”.

            Producida la confrontación entre la organización Montoneros y Perón el 1º de mayo de 1974 en la Plaza de Mayo, se retiró con los jóvenes descontentos con el discurso del líder.

            Junto a otros gremialistas de larga actuación en el Movimiento Nacional Peronista -ya citados renglones más arriba- elevaron un documento a Perón (también hecho solicitada en los diarios), donde expresaban su desacuerdo por el rumbo que había tomado el gobierno y adherían a los reclamos de la Juventud Peronista.

            Fue integrante de la Junta Promotora Nacional del Partido Peronista Auténtico (PPA) por Capital Federal desde marzo de 1975, enfrentándose al gobierno de Isabel Martínez.

            La última dictadura militar entronizada en 1976 lo obligó a un exilio interno del que salió indemne.

            En 1982 fue uno de los fundadores de Intransigencia y Movilización Peronista (IMP) y un año más tarde denunció en Rosario junto a otros compañeros, el secuestro de los peronistas montoneros Pereira Rossi y Cambiaso por las fuerzas represivas en retirada.

            Vuelta la democracia publicó un libro –“El Peronismo Vive”- desde el cual criticó duramente a los “mariscales de la derrota” electoral de 1983 y al alfonsinismo en su pretensión de domesticar al peronismo sindical.

            Poco antes de morir, Dante Viel desacreditó a Eduardo Duhalde por los crímenes de Kosteki y Santillán.

            Una grave enfermedad, acabó con su vida a principios del siglo XXI.

Fuentes:

Viel, Dante. El peronismo vive. Rosario, Ed.del autor, 1984.

Referencias:

Baschetti, Roberto. Documentos de la resistencia peronista. Buenos Aires, Puntosur, 1988.

Baschetti, Roberto. Hombres y mujeres del peronismo revolucionario. La memoria de los de abajo 1945-2007. 2 vol. Buenos Aires, De La Campana, 2007.

Baschetti, Roberto. La clase obrera peronista. Buenos Aires, De La Campana, 2010. 2 Vol.

Botana, Helvio. Memorias tras los dientes del perro. Buenos Aires, Peña Lillo, 1982.

Galasso, Norberto. Los malditos. Buenos Aires, Madres de Plaza de Mayo, 2004. Vol.III.

UPCN. Nuestra casa, nuestra historia. Buenos Aires, Planeta, 2013.

Senén González, Santiago. El sindicalismo después de Perón. Buenos Aires, Galerna, 1971.

            Darío Pulfer