( s/d ).

Apodo: «Manolo».

            Periodista gráfico.

            Inicio su actividad hacia 1926. Trabajaba como reportero gráfico del diario La Razón. En el año 1942 fue uno de los fundadores de la Asociación de Reporteros Gráficos, de la que llegó a ser secretario general en diversas oportunidades.

Estuvo a cargo del Sindicato de Prensa, tocándole organizar los servicios sociales y la adquisición de la sede del gremio.  Presidió el Segundo Congreso Nacional de Periodistas que aprobó las reformas del Estatuto profesional y las relativas a la libertad de prensa. Participó como delegado en Congresos internacionales de periodismo y dirigió la revista Técnica del reportero gráfico.

            En el año 1955, se desempeñaba como Secretario General del Sindicato Argentino de Prensa. Fue detenido en la cárcel de Caseros.

            El día 10 de junio un grupo de Comandos civiles requisa la celda y lo interrogó por unos papeles. Lo amenazaron con fusilarlo. Lo retiraron  del penal en pijama y camisa, junto con otros presos de otros pabellones como Leloir, Albrieu, Benítez, Rocamora y Cooke. Los cargaron en un camión y se los llevaron. El Comando con los prisioneros fue a la Escuela de Mecánica del Ejército ubicada a poca distancia del lugar. Fueron recibidos por un grupo de oficiales. Los trasladaron al patio de armas y los colocaron en fila de cara a la pared con las manos en alto. Del grupo separaron a Damiano y lo llevaron a una habitación donde un militar se encontraba escribiendo a máquina.  Lo dejaron y  se fueron. El militar también se retiró. Tiempo después llegaron cuatro hombres armados de pistolas.

-Así que vos sos el que hacés denuncias sobre torturas? – dice uno de ellos- ¡peronachoasquesoro!, te vamos a dar torturas!, ¡ahora vas a saber lo que son torturas!

Luego trajeron a un hombre que estaba detenido que Damiano logró reconocer. Era una de las víctimas de las torturas que había denunciado, con hematomas en el rostro. 

-Decí, ¿a vos te torturaron alguna vez? – le preguntó uno de los civiles.

-No, – dijo el hombre asustado.

-Pueden llevárselo nomás, ordenó el interrogador.

-No ves que son todas calumnias tuyas, peronacho inmundo, hijo de p…

            Los cuatro hombres comenzaron a golpear a Damiano. Cayó varias veces y fue vuelto a levantar y golpeado, hasta que al fin, maltratado y semidesvanecido, fue tirado sobre un catre.

            Luego lo fueron a buscar y lo reintegraron al grupo que fue trasladado de la cárcel. A continuación fueron trasladados al fondo de la escuela, cerca del muro. Uno de los civiles dijo que los iban a fusilar. Los mantuvieron parados durante horas y luego fueron trasladados al patio de armas. Todos, con excepción de Damiano, fueron devueltos a la cárcel.

            Estando allí, lo “fusilaron” cuatro veces en sucesivas noches.

            Con posterioridad fue enviado al sur en un avión quedando detenido en Esquel.

            Cuando regresó y quedó libre, Coordinación Federal ordenó su presentación en 48 horas. Esta vez el periodista declinó la cita. De ese modo evitó correr la suerte de otros 55 liberados que volvieron a la cárcel rápidamente. De allí partió a Uruguay.

            En ese momento John William Cooke, escribió a Perón sobre él: “En mi presencia lo torturaron el 10 de junio para hacerle declarar quiénes eran los integrantes del Comando Peronista y no pudieron arrancarle palabra. Lo dejaron en libertad hace un par de meses y luego fueron a buscarlo nuevamente pero consiguió huir al Uruguay. Elemento valiosísimo”.

            A fines del año 1957  fue integrado al Comando Táctico Peronista, creado a instancias de Juan D. Perón y John W. Cooke. Con el advenimiento de un gobierno constitucional en el país, Perón decidió reorganizar la dirección del Movimiento. Es por ello que en octubre de 1958 creó el Consejo Coordinador y Supervisor que estaba integrado por:Manuel Damiano, Fernando Torres, Delia Parodi, María Elena Bruni, Ceferina R. De Coppa, Luis Rocamora, Adolfo Phillipeaux, Oscar Albrieu, Rodolfo Arce, Constantino Barro, Carlos Alóe, Juan Carlos Brid y Julio Troxler.

            Desde esa época Damiano se reinsertó en el ámbito sindical, formando la Lista Azul “25 de marzo”, que compitió en las elecciones de noviembre de 1958 sin recuperar el gremio para el sector peronista.

            El sindicato de Prensa de Buenos Aires y la Federación de Trabajadores de Prensa estaba orientada por referentes del M.U.C.S. entre quienes se contaba Venido Matheu. Hacia 1960 obtuvo la Secretaria General del Sindicato e igual cargo en el Consejo Directivo Nacional. Por ese tiempo, además, se desempeñaba como tesorero del Partido Justicialista.

            En un reportaje de la época, declaraba: “El porvenir corresponde al peronismo por propia gravitación y porque la suya no es una postulación política, sino un movimiento social que ofrece sus verdades a la luz de una vivencia de diez años de prosperidad, respeto y soberanía. Contra él nada pudo la persecución, el hambre, la proscripción ni la tortura”. Se ubicaba en la línea ortodoxa, abonando al “contenido eminentemente nacional de nuestra Doctrina” y declarando que estaban “inmunizados” contra todo tipo de “influencias”, incluidas las “trotskistas”.

            En el gobierno de Guido el sindicato fue intervenido.

            Con la normalización fueron accediendo a mejores posiciones en la Federación los jóvenes Emilio Jaúregui (secretario adjunto) y Eduardo Jozami (secretario de prensa) que se mantenían en los márgenes del P.C.A., aunque con críticas y reservas. En los comicios del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, de julio de 1964, Eduardo Jozami accedió al cargo de secretario adjunto gracias al nuevo triunfo de la Lista Verde, que seguía adherida al MUCS y contaba con la participación de algunos peronistas como Pedro Barraza y Osvaldo Lamborghini. En la segunda mitad del año las diferencias se hicieron visibles y renunció el secretario general, quedando a cargo del gremio Jozami, con el apoyo de la línea de Barraza.

            En 1964 Damiano encabezó el Movimiento de Recuperación gremial, uno de los dos grupos peronistas del sindicato. En el otro, de carácter más juvenil y renovador, se encontraban Pedro Barraza, Osvaldo Lamborghini y  RubénArbo y Blanco. En 1965 el Sindicato de Prensa se desvinculó del MUCS. A fines de ese año Damiano colaboró con la dotación de personal para la salida del diario Palabra Argentina impulsado por Alejandro Olmos. A través del Mayor Pablo Vicente, residente en Uruguay, intercambiaba correspondencia con Juan D. Perón.

En tiempos de la dictadura de Onganía, el sindicato fue intervenido. En 1968 Damiano tomó la dirección del Sindicato de Prensa de Buenos Aires y la F.A.T.P.R.E.N., formando parte del grupo “colaboracionista”. Por su parte, Arbo y Blanco encabezará una línea interna opuesta a la conducción de Damiano ligada a la CGT de los argentinos.

Entre sus colaboradores en el sindicato se encontraban los letrados José María Sarrabayrouse y Alicia Oliveira.

            Estuvo presente en la reunión convocada por Perón en Madrid, tras las declaraciones de  Rodolfo Galimberti en abril de 1973  en favor de la formación de milicias populares. Además de Perón y el propio Galimberti participaron de la misma Juan M. Abal Medina, Norma Kennedy, Alberto Campos, Jorge Osinde y José López Rega. En el encuentro fueron cuestionados los planteos de  Galimberti y fue destituido de la dirección de la Juventud Peronista.

            El 20 dejunio de 1973, formó parte de los grupos que controlaron el palco en Ezeiza, mediante la participación del “Comando Militar de la Agrupación Peronista de Trabajadores de Prensa”, en la que se destacó Pascual Breglia.

Fuentes:

Damiano, Manuel. Respuesta a encuesta al peronismo. En Nuestro Pueblo. Número 6. 24 de agosto de 1960.

Referencias:

Correspondencia Perón-Cooke. Buenos Aires, Papiro, 1972.

Ferla, Salvador. Mártires y verdugos. Buenos Aires, Ed. del autor, 1964.

González Canosa, Mora. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Orígenes y desarrollo de una particular conjunción entre marxismo, peronismo y lucha armada (1960-1973). Buenos Aires, UNLP, 2012.

Verbitsky, Horacio. Ezeiza. Buenos Aires, Contrapunto, 1985.

Darío Pulfer