John William Cooke, junto a otros presos ligados al peronismo proscripto, escapó de la cárcel de Ushuaia en marzo de 1957. Ingresó a Chile solicitando el asilo. Las cortes de Chile demoraron en fallar sobre el asunto. En ese tiempo estuvo detenido en la Penitenciaría de Santiago, donde era visitado por hombres y mujeres del Comando de Exiliados de Chile.

            Perón estaba alborozado por la noticia, que consideraba un golpe de efecto político muy significativo contra la dictadura militar. Fue en ese momento que hizo público el nombramiento que había hecho en favor de Cooke, designándolo como delegado y heredero de su fortuna política.

            Al poco tiempo, desde Caracas, Perón reconoció una nueva figura de intermediación entre el Comando Superior (integrado por él mismo y de manera discontinua con Cooke) y las huestes peronistas en el territorio nacional.De ese modo nació el Comando Adelantado del Comando Superior Peronista. Se originó en la cárcel de Santiago de Chile y estuvo integrado, en primera instancia, por Cooke,  José Espejo (ex secretario general de la CGT) y José Gomis (dirigente sindical petrolero). Saúl Hecker (abogado ligado a la izquierda nacional ramista) y Ramón Prieto (periodista de Democracia y De Frente, que había estado detenido en Esquel) se incorporaron poco más tarde. La representación del Comando Adelantado en Buenos Aires la cumplían Jorge Cooke y Adolfo Cavalli.

            Corría el mes de julio de 1957. Los resultados electorales mostraban la persistencia de la presencia política del peronismo. Comenzaban las especulaciones políticas sobre la futura elección nacional, convocada para febrero de 1958. Tras el triunfo del voto en blanco, Cooke y los miembros del Comando redactaron un documento que fue enviado a Perón y a los comandos del país.

            Se trataba de un Informe y Plan de Acción elaborado entre el 15 y el 25 de agosto. Allí se describía exhaustivamente la situación del país, las relaciones de fuerza y se establecían líneas generales de actuación. Incluía una inclinación hacia la participación electoral en la convocatoria de febrero de 1958. Es probable que haya sido llevado en mano por Prieto a Perón. En Buenos Aires, sufrió el rechazo de los antiguos amigos y lugartenientes de Cooke: Marcos y Lagomarsino.

            Por ese tiempo se acercaron a Santiago de Chile dirigentes gremiales de la CGT Auténtica, entre quienes estaba Andrés Framini. Portaban cartas para Perón, que remitían a través del Comando Adelantado y esperaban directivas sobre la participación en los procesos eleccionarios de los gremios convocados por la dictadura militar. Perón, a instancias de las recomendaciones del Comando, ordenó dar batalla en todos los frentes abiertos por el gobierno. Transmitidas las directivas, se fue configurando la denominada Intersindical.

            El denominado Comando Adelantado mutó en División de Operaciones. En la idea de Cooke, se trataba de un núcleo sólidamente formado y dedicado a tiempo completo a la acción política.

            Avanzadas las conversaciones con los emisarios de Frondizi – Rojo, Perina, Frigerio – al estar impedido de viajar a Caracas, Cooke destacó a Alicia Eguren, quien se entrevistó con Perón, portando informes, documentos y cartas. Más tarde, en diciembre de 1957, cuando Perón convocó a Caracas a una serie de referentes del peronismo, tanto de los comandos y gremios del país como de residentes en el exilio,  Cooke burló la custodia policial y se trasladó a la capital venezolana.

            A pesar de la opinión mayoritaria de los asistentes – Saadi, Paz, Remorino, Antonio, entre otros – desde allí avisó a los miembros de su pequeña división que las negociaciones con Frondizi continuaban. Eso implicaba el traslado de Frigerio a Caracas.

            En el ínterin, Perón en base a un informe de la División Operaciones, decidió crear el Comando Táctico. Por resolución del 27 de diciembre de 1957 era creada una instancia que tenía como objetivo inmediato transmitir la orden de votar por Frondizi. De hecho, fue uno de sus miembros, Adolfo Cavalli quien ingresó la directiva al país.  No eran las únicas tareas asignadas a ese organismo: aprovechando la coyuntura debía proceder a la reorganización partidaria mediante juntas promotoras provinciales.

            De ese modo, la División Operaciones debía actuar como una extensión del Consejo Superior pero separada de las tareas concretas de reorganización que quedaban en manos de una densa red de dirigentes sindicales, políticos y de la resistencia, que incluían la representación femenina.

Fuentes:

Carta de John W. Cooke a Juan D. Perón. 28 de agosto de 1957. Correspondencia Perón-Cooke. Buenos Aires, Colihue, 2007.

Referencias:

Galasso, Norberto. Cooke: de Perón al Che. Una biografía política. Rosario, Homo Sapiens, 1997.

Galasso, Norberto. Perón. Exilio, resistencia, retorno y muerte (1955-1974). Buenos Aires, Colihue, 2005.

Monzón, Florencio (h). El peronismo del silencio. Buenos Aires, Corregidor, 2012.

Julio Melon Pirro y Darío Pulfer