(Buenos Aires, 6 de agosto de 1906 – Buenos Aires, 19 de octubre de 1975).

            Poeta y compositor de tango.

            Nació en Boedo, entre las calles San Juan y Castro Barros. Su padre, José González Castillo fue escritor y dramaturgo además de periodista y corredor de comercio. Su madre era Amanda Bello.

El escritor, a principios del siglo, militaba en el anarquismo, por lo que quiso inscribir a su hijo con el nombre de Descanso Dominical.    Parte de la infancia de Cátulo transcurrió en Chile, donde su familia estuvo exiliada. Regresaron a la Argentina en 1913. Terminó el secundario. Comenzó a estudiar violín con Juan Cianciarulo y música en el Conservatorio nacional.

            Cátulo simpatizó con el Partido Comunista.

            Con letra de su padre compuso Organito de la tarde y El aguacero. En combinación con Sebastián Piana y también con letra de su padre compusieron Tinta Roja y Silbando.

            Se dedicó al boxeo profesional, peleando en 78 combates.

            En 1926 viajó por primera vez a Europa, donde luego va a dirigir su propia orquesta.

            En los años ‘3º compuso la música de Internado, Juan Moreira, Los muchachos se divierten. En ese tiempo obtuvo una de las cátedras del Conservatorio Municipal Manuel de Falla.

En los años ´40 y ‘50´ escribió con compositores más destacados  del ambiente como Mariano  Mores (Patio de la Morocha), Antonio Pontier (Anoche), Osvaldo Pugliese (Una vez), Sebastián Piana (Tinta roja y Caserón de tejas), y su gran colaborador desde 1945,  Aníbal Troilo (María).

En 1948 compuso la música del Canto al trabajo compuesto por Oscar Ivanissevich, que fue interpretada por Hugo del Carril.

Hacia 1950 se convirtió en el director del conservatorio Manuel de Falla, cargo con el que se jubiló.

En 1951  fue filmada el Patio de la Morocha. Tras la muerte de Homero Manzi, ocupó la interinamente la presidencia de SADAIC, siendo luego elegido por mayoría. Al morir Discépolo, Tania le avisó que habían quedado sin terminar unas letras, que él completó y puso de nombre Mensaje.  En esos días prologó Chapaleando el barro de Celedonio Flores. Formó pareja con Amanda Peluffo.

En 1953 publicó, junto a Aurora De Pietro, el libro Danzas Argentinas por la editorial Peuser.

El 9 de noviembre de 1953 pronunció una conferencia, en presencia del Presidente Perón, en la Unidad Básica Cultural Eva Perón, que fue publicada en dos ediciones bajo el título Un Teatro Argentino para la Nueva Argentina.

Ese mismo año fue designado Presidente de la Comisión Nacional de Cultura. Llevó el sainete y el tango al Teatro Colón, presentando El conventillo de la Paloma con la Orquesta de Aníbal Troilo.

La obra El patio de la morocha fue llevada al teatro y estrenada en 1953. Colaboró con La Prensa, bajo control de la CGT: El agua (13 de diciembre de 1953), Eva en un retrato (3 de enero de 1954) y La Sonrisa (16 de octubre de 1954), entre otros.

Tras el golpe de 1955 sufrió persecución. De la sede de Sadaic, con la colaboración de un empleado, retiró la foto de tamaño natural que tenía con Perón.

  Se recluyó en una casita en el Camino de Cintura frente al Río Matanza. Rememoraba Castillo: “este ostracismo duró cinco años porque después me reincorporé a la vida ciudadana”.

Su esposa lo recordaba así:

“Lo teníamos todo y de pronto, en 1955, nos quedamos sin nada. Cayó Perón, llegó la Libertadora y a Cátulo lo echaron de todas partes. Ya no pudo tener cátedras, ni dirigir SADAIC, ni estar en Cultura. Ni siquiera pudo cobrar sus derechos de autor porque SADAIC, precisamente, fue intervenida. En el peor momento hasta llegaron a prohibir que se pasaran sus temas por radio. No le perdonaron nada. Para empezar que un tanguero estuviera en Cultura. Después que haya sido el primero en llevar el tango al Colón…Vendimos todo y nos recluimos. Cátulo escribía tangos, pintaba al estilo de Quinquela y sobre todo descubrió su amor por los animales. Llegamos a tener 95 perros, 19 gatos y dos corderitos: Juan y Domingo.”

            En el folleto anónimo titulado Pax. Epitafios que compendiaba las “coplas por la muerte de un rebaño de infames traidores” se leía:

COMISIÓN DE CULTURA

Aquí, Cátulo Castillo

El segundón, el infame,

Con su calva ya sin brillo

Que un vil gusano lame.

En ese contexto compuso La última curda con música de Aníbal Troilo. Allí decía: «No ves que vengo de un país / que está de olvido, siempre gris, tras el alcohol». En ese momento, también, escribió Desencuentro.

Ese mismo año compuso una canción para la película La muerte flota en el río.

Con la normalización institucional, volvió a plena actividad. Siguió componiendo, escribiendo guiones radiales y trabajando en SADAIC.

En 1962 publicó la novela Amalio Reyes, un hombre. El tango La calesita que compusiera con Mariano Mores, inspiró la película que dirigió Hugo del Carril ese mismo año. En ese momento compuso la letra del  Himno del sindicato de Luz y Fuerza que interpretó el mismo Del Carril.

El año siguiente compuso El último café, con música de Héctor Stamponi.

Participó en la obra colectiva Prostibulario, publicada por Editorial Merlín en 1967.  Compiló el libro Buenos Aires, tiempo Gardel.

Tras recibir el libro de Norberto Galasso dedicado a Discépolo, le escribió diciéndolo que lo había leído con “glotonería”, ubicándolo en la “ideas de la izquierda nacional y en la dimensión humana de Scalabrini” y en su misma “vereda”. 

En 1970 Hugo del Carrill llevó al cine su libro Amalio Reyes. En ese entonces, se dedicó a prologar obras de Héctor Gagliardi y de Enrique Cadícamo.

En 1974 estrenó Esta es mi Argentina, película musical dirigida por Leo Fleider,  con la participación de Aníbal Troilo y Juan Carlos Copes. Ese mismo año fue designado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y el Fondo Nacional de las Artes le otorgó el Premio Anual.

Fue uno de los promotores de MAPA, fundación orientada a la protección animal.

Falleció el 19 de octubre de 1975. Dejó inconclusa una cantata titulada Evamérica.

César Tiempo lo despidió dolorosamente desde las páginas del diario Clarín.

Fuentes

Pax. Epitafios. Buenos Aires, Mingere, 1955.

Referencias:

Chávez, Fermín. Diccionario de peronistas de la cultura. Buenos Aires, Theoria, 2003.

Galasso, Norbeto. Discépolo y su época. Buenos Aires,  J. Alvarez, 1968. Segunda edición.

Jara, Juan C. Barro de arrabal. Vida de Cátulo Castillo. Buenos Aires, Instituto Superior Arturo Jauretche, 2008.

Lopa, Ricardo. Cátulo Castillo. Un porteño de Boedo. Buenos Aires, Agebe, 2011.

Darío Pulfer