(Ranchillos, Departamento Cruz Alta- Tucumán, 28 de abril de 1928- detenido desaparecido el 14 de abril de 1976 en la Capital Federal).

Provenía de una familia íntimamente vinculada a la agroindustria azucarera, pues tanto su padrecomo su madre trabajaron en ella. Nacido en 1928, Benito fue el hijo mayor de nueve hermanos.Tempranamente, en los inicios del peronismo, a sus 17 años fue elegidodelegadodel sindicato del ingenio Esperanza, en el que trabajaba como soldador eléctrico.

Tiempo después, frente a la persecución política desplegada durante la dictadura de la “Revolución Libertadora”,Romano tuvo que exiliarse en Bolivia,donde trabajó como vendedor ambulante.

Luego, bajo el gobierno de Arturo Frondizi, en abril de 1959, a sus 31 años, de regreso a su provincia natal, resultó electo secretario general de la organización obrera más importante del Noroeste Argentino: la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA). Bajo su dirección, en junio de 1959, los trabajadores protagonizaron una de las huelgas más importantes en la historia de la industria azucarera, que duró 45 díasy en la que consiguieron un significativo aumento salarial.

Romano representó a las y los trabajadores argentinos en distintas instancias nacionales e internacionales. A fines del año 1961, participó como delegado de la IV Reunión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra. En esa misma gira hizo escala en Madrid, donde se entrevistó con Juan Domingo Perón, convirtiéndose en portador de un mensaje para los justicialistas.

En las elecciones de marzo de 1962, resultó elegido diputado nacional por el Partido Laborista, comicios que luego el gobierno de Arturo Frondizi anuló.

Años más tarde, en las elecciones de marzo de 1965 para legisladores provinciales y diputados nacionales, la FOTIAparticipó con candidatos obreros a través del partido “Acción Provinciana”. En aquellos comiciosBenito fue elegido diputado nacional y desde el Congreso de la Nación denuncióel estado de crisis económica y social que cundía en Tucumány las malas condiciones laborales de los obreros.También llevó a la Cámara los conflictos de los trabajadores azucareros de Jujuy y de Salta.

A principios de 1966, el ingenio Esperanza pasó a manos de una Cooperativa integrada por obreros, dirigida por Benito Romano. Si bien el emprendimiento duró menos de tres meses, resulta significativo como experiencia para el movimiento obrero ya que fueron los propios trabajadores quienes acondicionaron el ingenio y lo pusieron en producción sin la necesidad de la dirección de los industriales.

Meses después, con el golpe de Estado de Onganía, Esperanza fue uno de los once ingenios cerrados y Romano fue uno de los más de 50.000 trabajadores que se quedó sin trabajo. En esas condiciones, fue uno de los dirigentes que impulsó la lucha y el enfrentamiento abierto con la dictadura y las patronales.

Fue uno de los máximos representantes de la CGT de los Argentinos en Tucumán, convirtiéndose en distintas ocasiones en una bisagra entre los sectores del peronismo y sectores de la izquierda obrera y también estudiantil. Además organizó a los trabajadores de los ingenios cerrados.

Luego del retorno condicionado de la democracia en 1973, se establecióel traspaso de los bienes del ingenio Esperanza a CONASA -una empresa con participación mayoritaria del Estado que había sido creada con Onganía-. Desde ese momento, Romanofue uno de los representantes obreros en el Directorio de CONASA.En agosto de 1975, en plena ofensiva represiva del “Operativo Independencia”, los obreros azucareros consiguieron la promulgación del Decreto Nº2.172 en el que se autorizaba a CONASA a reabrir el ingenio Esperanza. Sin embargo, este proceso fue clausurado después del 24 de marzo de 1976. En la actualidad, más de cuarenta años después, algunos ex obreros de aquel período continúan reivindicando ese Decreto y la reapertura de la fábrica.

La madrugada del 24 de marzo de 1976, fuerzas represivas fueron a buscara Romano a su domicilio. Al no encontrarlo, decidieron llevarse a su hermano Francisco. Por ello Benito viajó a Buenos Aires y fue secuestrado el 14 de abril de 1976. Desde ese momento se encuentra desaparecido hasta nuestros días.

Benito Romano representó a una de las corrientes del peronismo que desde el golpe de Estado de 1955 había ido radicalizando sus posiciones. Como cuadro político, Benito no dejó nunca de tener como líder a Perón. No adhirió a las corrientes del peronismo que plantearon la lucha armada, aunque no negaba el uso de la violencia por parte del pueblo. Romano fue parte del ala izquierda del peronismo, con posiciones antiimperialistas y clasistas, en una perspectiva liberadora. No fue casual entonces que el mismo 24 de marzo las fuerzas dictatoriales lo hayan ido abuscar para secuestrarlo.

Hoy continúa desaparecido. Perono pudieron borrar su huella. 

Referencias:

González, Ernesto. El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina. Buenos Aires, Antidoto, 1995.

Gutiérrez, Florencia y Rubinstein, Gustavo (comp). El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas. Tucumán, EDUNT, 2012.

Nassif, Silvia. Tucumán en llamas. El cierre de los ingenios y la lucha obrera contra la dictadura (1966-1973). Tucumán, Facultad de Filosofía y Letras UNT, 2016.

Nassif, Silvia. El obrero azucarero Benito Romano, dirigente de su clase. En Rupar, B.; Costilla, A.; Galafassi, G.(comp.).  Dirán “hubo gigantes aquí”. Izquierda, peronismo y clase obrera en los ´60 y ´70. Buenos Aires, Extramuros, 2017.

Romano, Graciela. Benito, Azúcar y Sangre. FOTIA y la huelga azucarera de 1959. Desde sus primeras luchas reivindicativas hasta 1962. Buenos Aires, ediciones del autor, 2004.

                                                                                                                                       Silvia Nassif