(Buenos Aires, Avellaneda 3 de octubre de 1919 -Provincia de Buenos Aires, 29 de junio de 2004).

            Apodo: “El Flaco de Barraqueros de Lana de Avellaneda”.

            Hijo de Dominga González y Federico Durruty. Sobrino del militante anarquista español Buenaventura Durruty.

            Comenzó a trabajar a temprana edad en diferentes establecimientos fabriles. A los 17 años comenzó a trabajar en las barracas y a participar de la actividad gremial.

            En el año 1945 se casó con Estefanía Spital, con quien tuvo tres hijos.

            Tuvo participación en la asamblea confederal del 16 de octubre de 1945 y activa participación en la movilización del día siguiente.

            Desde 1946 participó en la organización del gremio de los barraqueros, que por ese entonces se unificaba con el gremio de lavadores. En su actuación gremial logró el doble aguinaldo para su gremio así como la determinación de un límite de peso de los embarques.

            Fue elegido secretario general de la CGT Regional Avellaneda – Lanús.

            En el marco del aumento de la representación obrera en el Parlamento, fue electo senador por la Provincia de Buenos Aires en el año 1952.

            Tras el derrocamiento de Perón se enroló en la resistencia peronista.

            Según testimoniaba Durruty: “Pocos días después del golpe conformamos el Comando Nacional Sindical en la clandestinidad y desde allí organizábamos lo que podíamos. Este Comando estaba integrado entre otros por Dante Viel (de UPCN), Eustaquio Tolosa (de portuarios) González (de jaboneros) Raúl Cejas (del Vidrio), el Turco Ali (de pintura) De la Rosa (de ATE) y yo de barraqueros.”

            En octubre de 1955 fue detenido por la Marina. Enterado del suceso el Presidente provisional Eduardo Lonardi ordenó liberarlo. El interventor de Avellaneda, Mayor Raúl Rojo, intentó comprometerlo para que no hubiera manifestaciones para el 17 de octubre.

            Durruty convocó a un plenario de secretarios generales de los gremios, estableciendo previamente tres cuestiones: que en la asamblea iban a estar controlados por agentes de inteligencia; que nadie dijera nada haciendo uso solo él de la palabra y que sus directivas debían ser interpretadas en sentido inverso de lo expresado en su intervención. La reunión se realizó en la sede de la CGT de Avellaneda en 25 de Mayo 388.  Tal como habían acordado Durruty tomó la palabra y planteó que ellos eran dirigentes obreros y no políticos; que el 17 de octubre era un acto político y que no tenían que ser manipulados y que había que ir a trabajar normalmente. De esa manera burlaban la custodia y que transmitió ese contenido al Mayor Rojo. La movilización se lanzó y las fuerzas militares enfrentaron a los manifestantes sobre la Avenida Pavón. Durruty fue citado en la intendencia y “prometió”  intervenir. Al ver que la cuestión podía pasar a mayores ordenó la dispersión de la multitud por las calles laterales y se presentó, una vez más, ante Rojo para decirle que su autoridad estaba erosionada y que hicieran con él lo que quisieran.

            Continuó con sus actividades en la resistencia lo que le valió sucesivas detenciones.

            A fines del año 1957 integró el Comando Táctico que organizó el dispositivo para las elecciones de febrero de 1958.

            A mediados de 1958 participó del Congreso en la UOM que culminaba con la formalización de las 62 Organizaciones Peronistas cuando la CGT aún no estaba normalizada, junto a Amado Olmos, Avelino Fernández, Augusto Vandor, Andrés Framini, Dante Viel, Armando Cabo, José Notaro, Jorge Di Pascuale, Sebastián Borro y José Alonso. 

            Colaboraba en el periódico El Soberano dirigido por Leopoldo Darío Alcuri.

            En junio de 1959 fue el responsable de la Junta Promotora fundando los Centros de Acción Justicialista que tenían por objetivo la afiliación a través de las Juntas Electorales y el cobro de una cuota mensual de $ 3 para el sostenimiento de las actividades políticas de los citados centros.

            En 1959 visitó a Perón en el exilio. En la oportunidad le preguntó a Perón porque no reprimió la sedición en 1955:“Mire m´hijo… es cierto, existía la posibilidad de resistir. Pero todos sabemos que sí resistíamos, íbamos inevitablemente, a una guerra civil con miles de muertos. Podíamos ganar o perder. Si ganábamos, la prensa internacional iba a informar que una dictadura se había impuesto en Argentina a costa de miles de muertos. Nosotros hubiéramos ganado pero internacionalmente perdíamos. La otra posibilidad era perder esa guerra civil, por lo tanto quedaba destruido el Movimiento Nacional Justicialista. Pero usted sabe Durruty que yo puse una especie de escala en nuestro accionar político, primero la Patria después el Movimiento y por último los hombres. Si yo resistía, hubiese invertido ese orden, y me hubiera puesto primero yo, y eso no podía ser….”

            Al reorganizarse el Consejo Coordinador y Supervisor del peronismo hacia 1962 se integró en la Secretaría Política y de Organización.

            Fue electo diputado nacional en las elecciones de marzo de 1962.

            En 1973 se desempeñó como asesor técnico de la Empresa ELMA.

Referencias:

Arrosagaray, Enrique. La resistencia y el general Valle. Buenos Aires, Punto de Encuentro, 2014.

Baschetti, Roberto.  Hombres y mujeres del peronismo revolucionario. La memoria de los de abajo. 1945-2007. Buenos Aires, De la Campana, 2007.

Duzdevich, Aldo. «Historias de la Resistencia peronista: el primer 17 de octubre sin Perón y los tanques Sherman contra los obreros. En Infobae. 8 de agosto de 2021.

Galasso, Norberto. Los malditos. Buenos Aires, Madres de Plaza de Mayo, 2004. Vol.III.

DarioPulfer