El gobierno de Arturo Illia fue tachado de ilegítimo por los sectores juveniles, por haber accedido al gobierno por la proscripción del peronismo.

            Perón designó para ese momento como nuevo delegado al financista Héctor Villalón, encargándola la reorganización del Movimiento Peronista con el objetivo de concretar su regreso al país en el año 1964.

            Illia dictó un decreto amnistía para los presos políticos, en el cual fueron incluidos los referentes de la Juventud Peronista. 

            Ese grupo tomó contacto con Villalón y se entusiasmaron con la idea del retorno de Perón. Para ello formaron el Triunvirato, integrado por Héctor Spina, Jorge Rulli y Envar El Kadri. A poco andar, surgieron diferencias y fracasaron en el proyecto de reunificar la JP, disolviéndose.

            Envar El Kadri, siguió con la idea de crear una organización nacional de perfiles amplios y convocó a un congreso que se realizó en Huerta Grande, en octubre de 1963.

            Para motivar la participación de las provincias Envar El Kadre recorrió el país. Lo hizo en un auto provisto por Augusto T. Vandor, bajo la conducción de Herminio Iglesias.

            El Hotel en el que se desarrolló el encuentro pertenecía a la Asociación Obrera Textil  orientada por Andrés Framini. El financiamiento necesario para la organización del Congreso fue provisto por Héctor Villalón.

            Fue el primer congreso de la Juventud. En el mismo se destacó la participación de representantes de muchas provincias. Allí se creó el Movimiento de la Juventud Peronista, la primera agrupación juvenil de dimensiones nacionales. 

            En su conducción se reflejaron las diferentes regiones en que fue dividido el país.

            Entre los dirigentes del nuevo agrupamiento, además de El Kadri, se destacaban Benito Rodríguez, Enrique Sansoulet y Edgardo Lombardi de Buenos Aires; Saturnino Aranda y Juan Lucero de Rosario; Valdés y Maza de Córdoba y Armando Jaime de Salta.

            Los dirigentes del MJP concebían al peronismo como un movimiento de liberación nacional y a la juventud como una vanguardia activa en el proceso revolucionario.

            Buscaban el reconocimiento de Perón y establecer un contacto directo con el líder exiliado. Tenían como propósito establecer a través de cierta formalización la Juventud como cuarta rama del Movimiento Peronista. Sus principales referentes viajaron a Madrid para entrevistarse con Perón. Así lo hizo El Kadri en noviembre de 1963. También lo realizaron Rodríguez y Aranda.

            La pretensión de colocarse por encima de las divisiones de la dirigencia del peronismo local se desvanecieron cuando Perón impulsó un nuevo cambio en la conducción. Al otorgar el poder a Vandor y anunciar su propósito de regresar al país pacíficamente – y no mediante el retorno revolucionario que había alentado Villalón- el MJP no pudo evitar un posicionamiento.

            Sus delegados en Madrid defendieron ante Perón la continuidad de la línea revolucionaria con prescindencia de Villalón, de quien se habían distanciado. Esa distancia los aproximó al líder metalúrgico Vandor.

            Eso produjo en la agrupación una serie de desgajamientos. El más significativo, fue el protagonizado por Gustavo Rearte, Mario Franco y Ricardo Ibarra en diciembre de 1963.

Referencias:

Gurruchari, Eduardo. La patria socialista. Buenos Aires, Ediciones en Lucha, 2021.

Anguita, Eduardo, Caparrós, Martín. La voluntad. Buenos Aires, Norma, 1993.

Darío Pulfer