(Olivos, Provincia de Buenos Aires, 16 de febrero de 1936 – Neuilly-sur-Seine, París, Francia, 6 de noviembre de 2020)

Apodo: “Pino”.

Fernando Solanas nació en el seno de una familia católica de clase media oriunda de Olivos (Vicente López, Prov. de Buenos Aires), y fue el tercero de seis hermanos. Sus padres fueron el Dr. Héctor Solanas (un médico que llegó a ser el director del Hospital de Vicente López), y María Julia Zaldarriaga, cuya afición por la poesía y las artes plásticas influyó en Pino desde una muy temprana edad. Resulta relevante mencionar que su padre era primo hermano del Gral. Héctor Solanas Pacheco, quien había sido edecán de Edelmiro Farrell y Juan Domingo Perón, y más tarde se unió a la Revolución Libertadora, antes de asumir como Ministro de Guerra durante el gobierno del presidente Arturo Frondizi.

Estudió en el Colegio Nacional de San Isidro, del cual egresó graduándose como bachiller. Al poco tiempo contrajo su primer matrimonio con María Cristina Ponzone, a quien había conocido durante su adolescencia. Las inquietudes artístico-intelectuales de Solanas lo condujeron a emprender distintas búsquedas en los campos de la música, la filosofía, el teatro, la historia y la poesía. Estudió piano y composición, e incluso incursionó en la carrera de abogacía, que abandonó al poco tiempo. Su objetivo era formarse como cineasta, y ante la falta de casas de estudio dedicadas específicamente al cine en aquel entonces, Solanas decidió estudiar actuación en el Conservatorio de Arte Dramático.

Tras un breve período de militancia en el Partido Comunista Argentino (Solanas, 1989), la formación política de Fernando “Pino” Solanas se vio significativamente influenciada por su estrecha relación con Raúl Scalabrini Ortiz, quien también residía en Olivos. Solanas solía visitarlo en su casa de la calle Alberdi, y compartían conversaciones en el mítico Bar Gandini. Este vínculo le permitió a Solanas relacionarse con Arturo Jauretche, y también le brindó la oportunidad de colaborar en la Revista Qué durante su segunda época, cuando Scalabrini Ortiz era su director. Adicionalmente, en la configuración de su pensamiento político, fueron muy importantes las conferencias filosóficas dictadas por Carlos Astrada, así como las relaciones personales que forjó con Juan José Hernández Arregui, César Marcos y Fermín Chávez. Resulta importante destacar que Pino Solanas también era primo de Rodolfo Ortega Peña, con quien compartía una intensa afinidad tanto en el ámbito político e intelectual.

No menos importantes fueron sus influencias provenientes de la bohemia literaria. La sensibilidad artística de Solanas lo condujo a establecer relaciones con destacados poetas y escritores, entre los que sobresalieron los nombres de Enrique Wernicke, Augusto Roa Bastos, Juan José Manauta y, de manera muy particular, con Gerardo Pisarello. Este último, quien había integrado el célebre Grupo Boedo, solía congregar a muchos jóvenes en sus renombradas peñas dominicales en las que, además de Solanas, solían participar escritores e intelectuales como Juan Gelman, Andrés Rivera, Juan Carlos Portantiero, Miguel Ángel Bustos, Luis Luchi, Santiago Bullrich y Roberto “Tito” Cossa, entre otros.

Para el año 1958 comenzó a trabajar con el Ing. Julio Vicente Canessa, primer director de Gas del Estado, organismo creado durante la presidencia de Juan Domingo Perón en 1946. Canessa había regresado a la dirección de dicho organismo por ofrecimiento del presidente Arturo Frondizi, pero renunció al poco tiempo. Tras la salida de Canessa, Solanas comenzó a trabajar como músico y productor de jingles comerciales. En esta etapa realizó sus primeros cortometrajes: Seguir andando (1962) y Reflexión ciudadana (1963), con libro de Enrique Wernicke. Asimismo, durante este periodo, Solanas (separado de hecho, puesto que por entonces no existía el divorcio) estableció una relación con Beatriz “Trixie” Amuchástegui, con quien tuvo dos hijos: Juan Diego Fidel (1966) y Victoria Eva (1969).

Asimismo, en 1964, Solanas conoció a Octavio Getino a través del cineasta italiano Valentino Orsini, quien se encontraba en Buenos Aires filmando un documental para el Ente Nazionale de Idrocarburi (ENI) y había entrado en contacto con cineastas locales. Fue a instancias de Orsini que Solanas y Getino fueron incentivados a formar un colectivo para la realización de un proyecto cinematográfico, empresa a la que se unieron Horacio Verbitsky, Humberto Ríos, Agustín Mahieu, Mabel Itzcovitch, Alberto Fischerman y el propio Enrique Wernicke, entre otros. La génesis argumental del guión para dicho proyecto se fundamentó en el libro Los que mandan (1964) del sociólogo José Luis de Imaz, obra que ofrecía un análisis crítico de las élites dirigentes de la Argentina. El proyecto nunca llegó a concretarse debido a que el Instituto de Cine se negó a financiarlo.

Tiempo después, Solanas estableció sus propias compañías de producción, en las cuales se destacó como creativo de jingles y cortometrajes publicitarios. Su intensa actividad en la industria publicitaria no solo le brindó la oportunidad de perfeccionar sus habilidades técnicas, sino que también le permitió reunir los recursos económicos necesarios para emprender su carrera cinematográfica. En este ámbito, sus influencias se derivaron de las obras de cineastas como Serguéi Eisenstein y Andréi Tarkovsky, Gillo Pontecorvo, el movimiento Cinema Novo de Glauber Rocha, el existencialismo cinematográfico de Ingmar Bergman, el cine barroco de Orson Welles, la escuela documental santafesina de Fernando Birri y su obra Tiré Dié, la Nouvelle Vague de Godard, así como el neorrealismo italiano representado por figuras de la talla de Fellini, Visconti, De Sica, Rosellini y Pier Paolo Pasolini.

En 1964, tras desprenderse de sus productoras, Solanas realizó un viaje a Europa que resultaría decisivo para el desarrollo de su carrera como cineasta. Aquélla búsqueda incesante de archivos audiovisuales relacionados con la historia argentina reciente y el peronismo durante la etapa de la proscripción, comenzó a amalgamarse con la idea de un ambicioso proyecto cinematográfico. Así, para fines de 1965, Solanas y Octavio Getino concibieron La hora de los hornos, pieza fundacional del cine político argentino y latinoamericano. La filmación de esta trilogía documental se realizó en el contexto de la dictadura del Gral. Onganía, y su producción abarcó un periodo cercano a los dos años. Tras algunos incidentes, el estreno tuvo lugar durante la Mostra internazionale del cinema nuovo (Pésaro, Italia) en junio de 1968.

Noticia sobre los incidentes registrados durante el primer intento de proyección de La Hora de los Hornos durante el Festival de Pésaro, Italia (Diario La Razón, 5/6/1968)

La película fue galardonada en ese Festival con el Gran Premio de la Crítica, y posteriormente obtuvo muchos otros reconocimientos en Europa y América Latina.

Nota sobre la premiación de La Hora de los Hornos en el Festival de Pésaro (Diario La Razón, 10/6/1968)

A raíz del clima de censura y persecución política imperante durante el onganiato, la circulación del filme motivó la conformación de amplias redes clandestinas para su proyección, tanto en casas de familia como en clubes de barrio o sindicatos. El estreno formal de la película en Argentina no se materializó sino hasta el año 1973, coincidiendo con el retorno del peronismo al poder.

El título fue tomado de una frase de Martí que rezaba: “Es la hora de los hornos, en que no se ha de ver más que la luz”. Había sido volcada en una carta dirigida en 1891 a José Dolores Poyo y Estenóz, periodista y figura clave del movimiento independentista cubano. En palabras de Solanas, la película se planteó como una suerte de ensayo político-ideológico (expresado a través del lenguaje cinematográfico) acerca de las problemáticas políticas, sociales y culturales en el Tercer Mundo derivadas del subdesarrollo y el neocolonialismo, además de destacar las luchas de los pueblos oprimidos para liberarse a través de la vía armada. Asimismo, el film proponía una reflexión crítica sobre el subdesarrollo y la dependencia en América Latina, elaborada desde una perspectiva situada en la Argentina, y muy en sintonía con las corrientes dependentistas en la vertiente de André Gunder Frank (Mercader, 2022). En ese marco, el film invitaba a las generaciones jóvenes a revalorizar la experiencia del peronismo, y postulaba que sólo a través de este movimiento político resultaba posible llevar adelante un proceso de liberación nacional y social en el país. El documental fue concebido como cine-acto, es decir, como un instrumento político destinado a propiciar en los espectadores el proceso interno que los transformara en militantes activos de la causa liberadora.

En 1969, a partir del impacto de  La hora de los hornos y en plena efervescencia social como producto del Cordobazo, Solanas y Getino fundaron junto a Gerardo Vallejo el Grupo Cine Liberación, un grupo de cine político que también sumaba a Edgardo Pallero, Rubén Salguero, Jorge Díaz, Carlos Mazar Barnett, Jorge Hoenig y José Antonio Ameijeiras, entre otros. Filiados históricamente con la experiencia de la resistencia peronista y vinculados al sindicalismo combativo de CGT de los Argentinos, el grupo generó varios manifiestos teóricos relacionados con el concepto del Tercer Cine, que abordaban definiciones sobre la necesidad de concebir un cine donde los protagonistas fueran los propios sujetos de la historia. Obras como Hacia un tercer cine de 1969 y Cine militante una categoría interna del tercer cine de 1971, escritas en un ambiente de eclosión del tercermundismo y descolonización cultural fueron las más representativas (Mestman, 2001). Tiempo después, y gracias a los nexos establecidos por Carlos Mazar Barnett (amigo de la infancia de Solanas e hijo de José Mazar Barnett, funcionario del gobierno de Arturo Frondizi) con Jorge Antonio, Solanas y el Grupo Cine Liberación establecieron un contacto directo con Juan Domingo Perón. Este vínculo propició la realización de una serie de entrevistas filmadas en la residencia de Puerta de Hierro con el viejo líder político entre 1971 y 1972. Dichas entrevistas, dirigidas por Solanas y Getino, fueron posteriormente divulgadas bajo los títulos de Actualización política y doctrinaria para la toma del poder y La Revolución Justicialista. Ambos filmes fueron proyectados durante la campaña presidencial de Héctor Cámpora en 1973.

Gerardo Vallejo, Pino Solanas y Octavio Getino junto a Juan Domingo Perón en Puerta de Hierro (1971)

Entre 1972 y 1975, Solanas realizó Los Hijos de Fierro, su primer largometraje de ficción, estrenada en el país tras la dictadura militar. En su elenco se encontraban Julio Troxler, Lidia Masaferro, Juan Carlos Gené y César Marcos, entre otros. En esta etapa, además, forma pareja con la actriz, arquitecta y modelo publicitaria Chunchuna Villafañe, muy vinculada por entonces a la militancia peronista (era sobrina de César Marcos). Adicionalmente, en junio de 1974, Solanas participó de los Rencontrs Internationales pour un Nouveau Cinema (Encuentros Internacionales por un Nuevo Cine) realizados en Montreal (Canadá), una conferencia internacional que convocó a diversos colectivos de cine militante de todo el mundo y que contó con una notable presencia de realizadores latinoamericanos, como Miguel Littín, Walter Achugar y Julio García Espinosa, entre otros. La polémica entre Littín y Solanas sobre la lucha armada y el carácter del tercer gobierno así como las críticas del italiano Lino Micciche a medidas tomadas por Getino como funcionario del gobierno en el área cultural tiñeron el encuentro (Mestman, 2013-2014).

Tras el fallecimiento de Juan Domingo Perón, Solanas comenzó a recibir amenazas por parte de la Triple A, y en 1976 un comando de la Marina intentó secuestrarlo. Dado el creciente clima represivo que comenzaba a desplegarse en la Argentina, Solanas y su familia partieron hacia el exilio, residiendo primero en España y posteriormente en Francia. En este último país, Solanas realizó el documental La mirada de los otros (1980). Durante esta etapa el director argentino se involucró activamente en diversas organizaciones compuestas por exiliados que expresaban su solidaridad con la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y de los familiares de los desaparecidos, contribuyendo con la denuncia internacional de los crímenes de la última dictadura militar. Paralelamente, participó junto a Envar El Kadri y Miguel Ángel Estrella en la creación de la Asociación Internacional en Defensa de los Artistas que presidiera la reconocida directora de cine y teatro Ariane Mnouchkine.

Hacia fines de 1983, con el restablecimiento de la democracia, Solanas emprendió su regreso al país, estableciéndose una vez más en Buenos Aires. En este período produjo El Exilio de Gardel (1985), film protagonizado por Marie Laforêt, Miguel Ángel Solá, Ana María Picchio (entre otros) y musicalizada por Astor Piazzolla. La obra, concebida con la finalidad de plasmar las vivencias de los argentinos exiliados en París durante el régimen militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983, logró el reconocimiento internacional al obtener el Gran Premio Speciale en el Festival de Venecia de 1985 y el Gran Coral en el Festival del Cine de La Habana. Asimismo, en 1986, esta obra fue galardonada con el Premio César a la mejor música otorgado por la Academia del Cine Francés. Al poco tiempo, en 1988, Solanas realizó Sur, una de sus películas más celebradas, en la que se destacaron las actuaciones de Susú Pecoraro, Miguel Ángel Solá, Lito Cruz, Ulises Dumont y Roberto Goyeneche. En esta producción, Solanas tuvo como propósito rendir homenaje a las personas que resistieron y lucharon durante el sombrío período de la última dictadura militar en Argentina. Cabe recordar que la banda sonora de la película presentó el estreno de canción “Vuelvo al Sur”, un tango cuya música fue compuesta por Astor Piazzolla y cuya letra fue escrita por el propio Solanas. Por ese film, el director argentino recibió el prestigioso premio al mejor director en el Festival de Cannes y volvió a ser laureado con el Gran Coral en el Festival de Cine de La Habana.

En marzo de 1991, Solanas formuló acusaciones públicas contra el presidente Carlos Menem, en las cuales denunció actos de corrupción y se mostró enérgicamente crítico de las políticas de privatización que estaban siendo implementadas por su gobierno. En respuesta, el presidente presentó una demanda legal acusándolo de calumnias e injurias. No obstante, Solanas insistió con sus acusaciones y, como resultado, sufrió un atentado en el que recibió seis disparos en sus piernas. La rehabilitación lo obligó a posponer la finalización de su película El Viaje, que finalmente completó en 1992 y que fue reconocida con premios en el Festival de Cannes, así como en otros festivales de renombre. En esta etapa, además, Solanas contrajo matrimonio con la actriz brasileña Ángela Corrêa, una de las protagonistas de dicho filme. Durante ese mismo año, Solanas impulsó la creación del Frente del Sur, una plataforma política que le permitió postularse como candidato al senador nacional en la entonces Capital Federal, alcanzando un respaldo del 7,8% en las elecciones. Además, en 1993, junto a Chacho Álvarez, cofundó el Frente Grande y fue elegido como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, Solanas se distanció del Frente Grande poco después, debido a desacuerdos con las alianzas que Álvarez promovía con el dirigente justicialista José Octavio Bordón, las cuales posteriormente desembocaron en la creación del FREPASO (Frente País Solidario).

En 1998 concluyó La Nube, largometraje de ficción (protagonizado por Eduardo “Tato” Pavlovsky, Laura Novoa, Ángela Corrêa, Cristina Banegas y Favio Posca, entre otros) que fue premiado en el Festival de Venecia. Asimismo, en aquel año, recibió nuevamente en el Festival de La Habana el Gran Coral como reconocimiento a su trayectoria.

En abril de 2002 fundó el Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (MORENO), espacio dedicado a promover la recuperación de YPF como empresa pública. Ese año promovió una  iniciativa política convocando a Horacio González, Alcira Argumedo, Norberto Galasso, Carlos Juliá y Hugo Barcia, entre otros, que más tarde plasmaría en Proyecto Sur. Al mismo tiempo comenzó una saga testimonial sobre la crisis argentina del siglo XXI, en colaboración con la socióloga Alcira Argumedo. El primer documental de esta serie fue Memoria del Saqueo, obra que propuso una reflexión histórica y social sobre la etapa neoliberal en la Argentina. Fue presentado en 2003 en el 54º Festival de Berlín, certamen en el que además se le otorgó a Solanas el gran premio Oso de Oro por su trayectoria. La película giró por decenas de países obteniendo premios en los festivales de La Habana, Los Ángeles, y Sao Paulo, entre otros. Al año siguiente, el documental fue presentado en Caracas con la presencia del entonces presidente Hugo Chávez, quien además de elogiar públicamente la película, anunció la idea de crear lo que más tarde se conoció como Telesur, la señal latinoamericana de noticias que fue concebida a partir de una iniciativa presentada por el director argentino. A este documental le siguieron La Dignidad de los Nadies (2005) y Argentina Latente (2007),film que abordó el potencial científico-técnico de la Argentina.

En el 2007, Solanas lideró junto a un grupo de dirigentes e intelectuales (como Luis Brunati, Alcira Argumedo, Jorge Selser, Mario Cafiero, Claudio Lozano y Mario Mazzitelli, entre otros) el Movimiento Proyecto Sur, un espacio que aglutinaba a partidos y dirigentes de distintas corrientes del campo popular (en general, peronistas, socialistas y radicales inspirados en sus legados históricos, pero disidentes de las estructuras tradicionales del Partido Justicialista, el Partido Socialista y la Unión Cívica Radical, respectivamente). Se convocaron alrededor de un programa que proponía la auditoría de la deuda externa, la reconstrucción de las industrias y de los servicios públicos, la recuperación de los recursos naturales y la defensa del medio ambiente. Este espacio se caracterizaba, además, por su postura abiertamente crítica del proceso kirchnerista.

A través de esta alianza, Solanas se postuló primero como candidato a presidente de la Nación (2007) y obtuvo el 1,6% de los votos. Posteriormente fue elegido diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires en las elecciones legislativas de 2009, en las que logró conseguir un sorprendente 24,2%. Dos años después se presentaría como candidato a jefe de gobierno de Buenos Aires, elecciones en las que se posicionó en el tercer lugar, con un 12,82% de votos, por detrás de Daniel Filmus (Frente para la Victoria) y de Mauricio Macri (PRO), quien resultaría ganador de la contienda. En esta etapa se estrenaron los documentales La Próxima Estación (2008), Tierra Sublevada: oro impuro (2009), Tierra Sublevada: oro negro (2011)yLa Guerra del Fracking (2013),películas que reflejaban en gran medida la agenda del Movimiento Proyecto Sur.

En  2013, Solanas impulsó la creación de un nuevo frente que, además del partido Proyecto Sur, sumó a otros instrumentos como la Coalición Cívica (liderada por Elisa Carrió), la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Socialista Auténtico, Movimiento Libres del Sur y el Generación para un Encuentro Nacional (GEN): el Frente Amplio UNEN. La conformación de esta alianza electoral provocó, no obstante, un proceso de rupturas internas en el espacio liderado por Solanas. Sin embargo, en las elecciones legislativas de aquel año, resultaron electos Alcira Argumedo en la categoría de diputados y Solanas en la de senadores. Cabe destacar que hacia fines de 2014 y comienzos de 2015, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica abandonaron el Frente Amplio UNEN para formar parte de la alianza Cambiemos, organizada alrededor de la candidatura del entonces jefe de gobierno porteño Mauricio Macri a la presidencia de la nación. Solanas, en franco desacuerdo con este objetivo, decide no participar del proceso y, dada la imposibilidad de formar un frente electoral competitivo que le permitiera expresara su programa, Proyecto Sur se abstuvo de participar en 2015 tanto de las elecciones las presidenciales como de las elecciones locales de la ciudad de Buenos Aires.

Posteriormente Solanas produciría tres documentales más: el Legado Estratégico de Juan Perón (2016)  acompñado de un libro en el que recuperaba el pensamiento del último Perón; Viaje a los Pueblos Fumigados (2018), que contó con la participación del mítico militante de la resistencia peronista Jorge Rulli, y Tres en la Deriva del Acto Creativo, junto a Luis Felipe “Yuyo” Noé y Eduardo “Tato” Pavlovsky (estrenado de manera póstuma en 2021). En 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, Solanas formó parte de las iniciativas para organizar un frente de unidad en oposición a Cambiemos e impulsó el armado del Frente de Todos, la alianza que consagraría la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner para ganar las elecciones presidenciales de 2019. En este contexto, Solanas volvió a ser elegido diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires. Y en julio de 2020, durante el gobierno del presidente Alberto Fernández, fue nombrado Embajadro de Argentina  ante la UNESCO, cargo que ejerció hasta su fallecimiento el 6 de noviembre 2020 a causa del Covid -19.

Solanas fue autor de otros libros tales como “Cine Cultura y Descolonización” (1989), escrito con Octavio Getino, “Yacyretá: Crónica de un despojo” (1995), “Causa Sur” (2009) y “Pesca” (2015) en colaboración con el Dr. Cesar Lerena, obra en la que aborda la cuestión de la riqueza ictícola.

Fuentes:

Revista Caras y Caretas, Año 59, N° 2372. Número especial dedicado a Pino Solanas, Diciembre de 2020.

Discurso del presidente venezolano Hugo Chávez Frías, 21/05/2004. Recuperado de http://www.todochavezenlaweb.gob.ve/todochavez/1034-intervencion-del-comandante-presidente-hugo-chavez-en-estreno-de-la-pelicula-memorias-del-saqueo-de-fernando-pino-solanas.

Verbitsky, Horacio (2020). “Tres Protagonistas”. El Cohete a la Luna, 08/09/2023. Recuperado de: https://www.elcohetealaluna.com/tres-protagonistas/

Fuentes filmográficas:

Cómo se hizo La Hora de los Hornos. Dir. Fernando Peña (2007).

Cómo se hizo El Exilio de Gardel. Dir. Fernando Peña (2010)

Imágenes:

Colección de la Familia Solanas.

Colección de Juan Pablo Kryskowski.

Referencias:

Campo, Javier (                2013). La memoria de un valeroso: entrevista a Octavio Getino. Revista Cine Documental, Num. 7. Recuperado de: http://revista.cinedocumental.com.ar/la-memoria-de-un-valeroso-entrevista-a-octavio-getino/

González, Horacio (1989). La Mirada: reflexiones sobre cine y cultura. Entrevista a Pino Solanas. Buenos Aires, Ed. Puntosur.

Mercader, Sofía (2022). Towards a Global Intellectual History of an Unequal World Popularising Dependency Theory in Latin America: Hour of the Furnaces and Open Veins of Latin America Revisited, Global Intellectual History, DOI: 10.1080/23801883.2022.2062421

Mestman, Mariano (2001). La exhibición del cine militante: Teoría y práctica del grupo Cine Liberación (Argentina), en Actas del VIII Congreso Internacional de la Asociación Española de Historiadores del Cine, Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Madrid.

Mestman, Mariano (2013-2014). Estados Generales del Tercer Cine: Los documentos de Montreal. 1974. ReHiMe. Cuadernos de la Red de Historia de los Medios. Buenos Aires, Ed. Prometeo Libros.

Solanas, Fernando Ezequiel (2010). Causa Sur. Buenos Aires, Ed. Planeta.

Maximiliano Mendoza y Juan Pablo Kryskowski