(Buenos Aires, 30de noviembre de 1912 – 13 de agosto de 1989).

            Hugo del Carril fue un artista popular, versátil y original: cantante de tangos, actor y director de cine, su trayectoria estuvo estrechamente asociada a la historia del peronismo.

            Nacido bajo el nombre de Piero Bruno Hugo Fontana Bertani en el barrio porteño de Flores, era hijo de una pareja italiana: su padre era arquitecto y su madre la hija de un intelectual anarquista radicado en Uruguay.

            Poco después de su nacimiento, fue abandonado por sus padres y quedó al cuidado de sus padrinos que lo criaron en Francia hasta su adolescencia.

            De regreso en el país, comenzó su carrera como cantante y locutor en la Radio Bernotti (más tarde Radio del Pueblo) y fue contratado en 1934 por Radio Nacional para interpretar tangos y milongas. Allí adoptó el nombre artístico de Hugo del Carril. Había grabado sus primeros discos y participado de las populares emisiones de Radio El Mundo cuando el director Manuel Romero lo convocó para participar en el filmLos muchachos de antes no usaban gomina (1937), donde interpretó el tango Tiempos Viejos, de Canaro y el propio Romero.

            “El canto me llevó inevitablemente hacia el cine”, diría Del Carril años más tarde, en una referencia al modo en que la radio, el cine y el disco se integraban conformando una joven industria del espectáculo en la cultura argentina de entreguerras.

            A partir de entonces el cantante fue convocado por los principales directores del momento para participar en numerosos films, ocupando roles protagónicos y haciendo pareja cinematográfica con Libertad Lamarque.

            En 1939, Del Carril alcanzó la consagración al protagonizar La Vida de Carlos Gardel, de Alberto de Zavalía. Allí interpretaba al gran ídolo argentino del tango que había muerto en un accidente cuatro años antes. Según la historiadora Florencia Calzón Flores, el film tenía por objeto la asociación entre las figura de Gardel y Del Carril, que asumía así ante el público el lugar del legítimo sucesor del “morocho del abasto”.

Convertido en una de las principales estrellas del tango y el cine nacional, Del Carril se instaló en México a mediados de la década de 1940, cuando la escasez de película virgen repercutió en la producción cinematográfica local y llevó a muchas figuras hacia aquél otro centro latinoamericano de la industria.

En 1949 Del Carril se estrenó como director con el filmHistoria del 900 y puso su voz para interpretar, acompañado por la orquesta de Domingo Marafiotti, la marcha Los muchachos peronistas, en una producción organizada por Raúl Apold, el Subsecetario de Informaciones y Prensa del gobierno.

El cantante formaba parte de un grupo de artistas y figuras del espectáculo que se habían acercado al peronismo y prestaban su popularidad para la campaña del gobierno: entre otros, Enrique Santos Discépolo, Tita Merello, Fanny Navarro, Homero Manzi.

“La marcha” interpretada por Del Carril se convirtió en uno de los símbolos por excelencia del movimiento peronista. Según declaró años más tarde: “Yo fui el que le dio el tono que se le conoce actualmente a la ‘marcha’. Antes era más melodiosa, se la cantaba más pausadamente. Yo la agarré y la hice más marcial, me emocionó mucho al cantarla y por eso salió con tanta fuerza”.

En octubre de 1952 Del Carril estrenó una de sus obras maestras: Las aguas bajan turbias, película fundamental del cine social argentino, basada en una novela del escritor comunista Alfredo Varela.Su propia militancia peronista no impidió que el film fuera levantado de las salas luego de pocas semanas de exhibición. Apold, figura central del gobierno, lo recelaba.

 A esos conflictos se agregaron nuevos: luego del golpe cívico militar de 1955, en el marco de las proscripciones al peronismo, el gobierno inició comisiones investigadores para perseguir a diferentes personalidades asociadas con el movimiento. Del Carril fue encarcelado en la Penitenciaría Nacional mientras la prensa lo difamaba.

Marchó al exilio en México.

Volvió en tiempos de Frondizi. Del Carril volvió a cantar y a actuar para poder financiar nuevos proyectos. En 1959 se casó con Violeta Courtois.

En el año 1964 produjo una historia del sindicato de Luz y Fuerza, con su propio guión y voz, que llevó por nombre “En marcha”, subrayando la expansión de la organización gremial en la década del peronismo.

Durante la presidencia de HectorCámporafue brevemente director del Instituto Nacional de Cinematografía desde donde impulsó un proyecto de protección del cine nacional.

En 1976 debió exiliarse nuevamente en México.

Al regreso de la democracia retornó al país dedicándose a la actuación para sobrevivir. La muerte inesperada de su esposa, veinte años menor, lo entristeció y falleció poco después.

Referencias:

Cabrera, Gustavo.Hugo del Carril. Un hombre de nuestro cine. Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1989.

Calzón Flores, Florencia y Kozak, Daniela (eds.),Más allá de la estrella: nuevas miradas sobre Hugo Del Carril. Buenos Aires, Autoría, 2021.

Korn, Guillermo;  Trímboli, Javier.Los Ríos Profundos. Hugo del carril / Alfredo varela: un detalle en la historia del peronismo y la izquierda. Buenos Aires, EUDEBA, 2015.

Maranghello, César.Hugo del Carril. Buenos Aires, CEAL, 1993.

Moncalvillo, Mona . “Entrevista a Hugo del Carril”. Revista Humor, Número 150, 1985.

Juan Manuel Romero