Al acercarse las elecciones parlamentarias y de gobernador de 1962 la política nacional tomó intensidad, sobre todo cuando el gobierno de Arturo Frondizi debió definirse acerca de la participación o no del peronismo en las mismas. En una apuesta por demás riesgosa, el presidente permitió que los peronistas pudiesen votar a través de distintas siglas de partidos neoperonistas pues esperaba vencerlos en las urnas. Las primeras compulsas realizadas en diciembre de 1961 en Santa Fe, San Luis y Catamarca parecieron darle la razón, pues en esas provincias venció la oficialista Unión Cívica Radical Intransigente. Pero la batalla definitiva se daría, sin dudas, en la provincia de Buenos Aires en marzo siguiente.

En paralelo, en el campo peronista la disyuntiva era participar o no del comicio. Al parecer, Perón estaba en contra de la concurrencia pues entendía que su movimiento debía fortalecerse para la elección presidencial de 1964; por el contrario, el sindicalismo peronista que se expresaba en las 62 Organizaciones lideradas por Augusto Vandor –y también la mayoría de los políticos de ese origen- sí querían hacerlo, por lo que una delegación de dirigentes gremialesintegrada por el propiotitular de la Unión Obrera Metalúrgica, José Alonso (vestido), Amado Olmos (sanidad) y Roberto García (caucho) viajó a Madrid en enero de 1962 para expresarle su parecer a Perón. Luego de esa conversación, los sindicalistas retornaron con la idea de que el líder había cambiado de opinión y que estaba dispuesto a apoyar la concurrencia; el nombre del candidato a gobernador bonaerense fue el del titular de la Asociación Obrera Textil Andrés Framini. Éste también se trasladó a Madrid, donde Perón, pese a su reticencia, lo convenció en los siguientes términos: “Vea, hasta ahora usted estuvo haciendo de caballo, ahora va a ser de jinete. El candidato a gobernador será usted”.

            No obstante, lo que nadie esperaba era el nombre del candidato a vicegobernador: el propio Perón, que además se postuló para primer candidato a diputado nacional por la Capital Federal. ¿Fue una maniobra tendiente a forzar la proscripción de la fórmula y consecuentemente proclamar el voto en blanco, tal como creyeron tanto los sindicalistas vandoristas como el gobierno nacional? Es una posibilidad, aunque este último actuó con rapidez e inteligencia: vetó la candidatura de Perón pero no la de Framini. Otra, que sabiendo Perón que su candidatura era imposible, tomó esa decisión a fin de salvaguardar la unidad del movimiento y para que no quedasen dudas acerca de quién era el candidato que debían votar los peronistas.

Restaba sin embargo por definir el acompañante de Framini en la fórmula, candidatura que a mediados de febrero recayó en un integrante de la rama política, Francisco M. Anglada, ex rector de la Universidad Nacional de La Plata(1953-1955) y fugaz ministro de Educación entre julio y septiembre de 1955. Cabe consignar además el partido con el cuál competiría electoralmente Framini: la Unión Popular, expresión política neoperonista creada en 1955 por Juan A. Bramuglia, quien fuera canciller de Perón entre 1946 y 1949.

Del comicio participaron diecisiete fórmulas de aspirantes a la gobernación bonaerense, aunque solo tres de ellas tenían posibilidades ciertas de triunfar: las que representaban a la mencionada Unión Popular, a la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) y a la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Integraban la de la UCRI Guillermo Acuña Anzorena para gobernador, quien se había desempeñado como ministro de Trabajo de Frondizi, y Horacio Zubiri, ex ministro de Obras Públicas del gobernador Oscar Alende, para vice. Formaban la de la UCRP Fernando Solá, ex diputado nacional (1948-1952), y Emilio Parodi, ex diputado provincial (1952-1955). Cabe consignar que en un principio encabezaba esta última fórmula Crisólogo Larralde, quién falleció en un acto proselitista en la ciudad de Berisso.

La Unión Popular llevó a cabo una corta pero intensa campaña, apoyada en actos masivos con discursos encendidos, duras críticas al gobierno y recuerdos de los mejores años del peronismo. Los candidatos recorrieron gran parte de la provincia portando el mensaje de un futuro gobierno de orden y paz social como forma de contrarrestarel discurso del oficialismo que pretendió infundir temor en los votantes ante la posibilidad del retorno de un peronismo revanchista y resentido. Los peronistas se propusieron “ganar la calle”, intentando diferenciarse de las demás fuerzas políticas, que se hicieron visibles con publicidad en los medios gráficos, radiales y televisivos. Laconsigna ¡Framini, Anglada, Perón a la Rosada! fue cantada por multitudes enfervorizadas y pintada en paredes y murales. A esto debe sumársele un dato no menor, tal fue la imagen de unidad partidaria que se verificó en distintos actos a lo largo de toda la campaña, con oradores provenientes del campo político, como Alberto Iturbe, Atilio Bramuglia o Delia Parodi, y del sindical, como Augusto Vandor o Lorenzo Pepe.

            En la misma noche del 18 de marzo se conocieron los resultados provisorios de la compulsa electoral, que arrojaron un contundente triunfo peronista, pues la fórmula de la Unión Popular obtuvo 1.171.757 votos (38,2 %), la de la UCRI, 761.297(24,2 %) y la de la UCRP, 636.126 (20,2 %).La euforia en el comando electoral framinista era inocultable aunque allí debe verse que el triunfo conllevó devolver la fe a miles de peronistas que habían podido sufragar por uno de los suyos luego de varios años de proscripción.

Sin embargo, esa euforia duró poco, pues al día siguiente dela votación el gobierno procedió a intervenir la provincia de Buenos Aires y las demás donde había triunfado el peronismo (Chaco, Río Negro, Santiago del Estero y Tucumán), lo que no pudo impedir sin embargo que el 29 el presidente Frondizi fuese derrocado por las Fuerzas Armadas. Su sucesor, José M. Guido, procedió a anular el 23 de abril siguiente todas las elecciones realizadas.

Referencias

Cardoso, Oscar y Audi, Rodolfo. Sindicalismo: el poder y la crisis. Buenos Aires: Editorial de Belgrano, 1982.

Marcilese, José. “De la proscripción a la participación, el peronismo bonaerense entre el Partido Justicialista y la Unión Popular (1959-1962). En:Sociohistórica N° 33, primer semestre de 2014. Recuperado de http://www.sociohistorica.fahce.unlp.edu.ar/article/view/SH2014n33a05/pdf_12

Panella, Claudio. “Framini. Las vicisitudes de la lealtad”. En:Rein, Raanan y Panella, Claudio(Compiladores).Los necesarios. La segunda línea peronista de los años iniciales a los del retorno del líder. Rosario:Prohistoria, 2020.

Rein, Raanan. Juan Atilio Bramuglia. Bajo la sombra del líder. La segunda línea de liderazgo peronista. Buenos Aires:Lumiere, 2006.

Smulovitz, Catalina. “Crónica de una final anunciado. Las elecciones de 1962”. En: Desarrollo Económico Vol. 28, N° 109, abril-junio de 1988.

Claudio Panella