En 1962 apareció  en el ámbito universitario de Buenos Aires la sigla Juventud Universitaria Peronista (JUP). Se trataba del brazo en ese ámbito de la Juventud Peronista. Así lo hacían saber en el primer número destacando una madurez organizativa demostrada en la existencia de mártires – Bevilacqua y Vallese – y en gestas tales como las movilizaciones por este último y la sustracción del sable de San Martín. A partir de ello, concluían, la JP formaba parte del mapa político del país y debía ser considerada como “un factor dinámico y de superación” al interior del movimiento peronista.

En el año 1963 presentarían, por primera vez, listas propias para las elecciones estudiantiles.

Esta agrupación editaría en 1963 una revista titulada 4161, el número del decreto que en 1956 prohibió nombrar y utilizar toda simbología referida al movimiento proscripto.

La publicación estaba a cargo de la Secretaría de Prensa y Difusión de la JUP. Tenía un formato de 21 por 26 cm. A dos colores.

El nombre era definido como “el decreto-garrote engendrado por la desesperación y el fracaso del régimen oligárquico, exponente grotesco de la irracionalidad jurídica de la ‘democracia liberal’…4161 es el apodo de la represión contra el pueblo”. Los editores resignificaban el 4161 convirtiéndolo en la “síntesis de las banderas y los nombres queridos por el pueblo. 4161 dice Perón, Evita, Soberanía, Justicia, Revolución, Patria”. Para ellos era “un grito y una consigna”. Adoptaban una posición “nacional, popular e hispanoamericana”, sosteniendo la “doctrina justicialista como ideología de la liberación de la patria”.

La publicación se presentó como “la expresión de una generación”, la “que nació a la lucha revolucionaria en setiembre de 1955, cuando el brazo armado de la oligarquía y el imperialismo se ensañó con un Pueblo que quería ser dueño de su propio destino”.

Trazaban una genealogía revisionista que los enlazaba con “Güemes de la Independencia….las montoneras federales y culminaba con las luchas de los masas trabajadoras”.

En la primera entrega trataban diferentes temáticas: Política nacional: Argentina y el peronismo;  La Universidad y los estudiantes; Política Internacional: la Tercera Posición; Sobre las Fuerzas Armadas; Historia de la JUP y un Homenaje a Felipe Vallese. Agregaban un reportaje al “otro” Alberdi.

La dialéctica patria-antipatria, Nación-colonia impregnaba todo el proceso histórico nacional. Así era presentado el peronismo en la escena política contemporánea como expresión de una “revolución nacionalista popular”. De allí derivaban la contradicción con el “régimen oligárquico y la colonización angloyanqui”.

En relación a la cuestión universitaria se distinguían de reformistas y humanistas (dedicados meramente a temas “gremiales”) y proponían un vínculo inescindible con la problemática de la liberación nacional y social. Esa mirada política, con raíz histórica, que privilegiaba el lazo entre proyecto nacional y papel de la institución,  los llevaba a caracterizar la universidad como “colonizada”. Para ellos, el estudiantado universitario, adscripto a las clases medias, sufría un proceso de decepción que debía ser capitalizado por el peronismo con la prédica de la organización y de sus intelectuales afines. En base a las perspectivas de Jauretche y Hernández Arregui, de orígenes reformistas, buscaban resignificar ese legado, distinguiéndolo del reformismo realmente existente. No despreciaron la participación en la lucha electoral para la representación estudiantil y no rechazaron el cogobierno. Consideraron estas cuestiones como limitadas, sino estaban enlazadas con procesos más vastos del campo político y social. De ese modo, buscaron fundar una cierta cultura política en el ámbito universitario de identidad peronista.+

El gobierno de la UCRP era caracterizado como débil, una nueva Unión Democrática en la que la perspectiva radical se irá diluyendo en medio de los intereses de los factores de poder y la presión oligárquica. La situación interna del peronismo era visualizada críticamente, aunque confiaban en la nueva dirección asumida por el “cuadrunvirato” en el que se destacaba Andrés Framini, con sus propuestas de reorganización de la fuerza “de abajo hacia arriba”. En ese marco vinculaban la figura del sindicalista a dos hechos centrales: el 18 de marzo ligado al “método de la movilización popular” y el Manifiesto de Huerta Grande, del que reproducían sus diez puntos señalando su actualidad.

La “tercera posición” era reivindicada como “camino propio y autónomo”, precursor de los procesos de liberación de los países del Tercer Mundo. Proponían una redefinición concreta que superara la propaganda imperialista que presentaba una oposición binaria entre “occidente cristiano” y “oriente marxista”, marcando la paradoja que el cristianismo era de origen oriental y el marxismo había nacido en occidente. Señalaban que el eje de la Tercera Posición era el “neutralismo positivo” distante de uno y otro imperialismo; la unión latinoamericana y la democracia social.

H.H.Ch. (Hugo Chumbita) fraguaba un reportaje a Juan Bautista Alberdi en el que se presentaban críticas al porteñismo; descartaba la fórmula sarmientina “civilización o barbarie”; enjuiciaba la Guerra del Paraguay y rechazaba el asesinato de Vicente “Chacho” Peñaloza.

Una breve historia de la organización buscaba justificar su existencia y accionar. Señalaban su protagonismo en las elecciones de julio de 1963 y la constitución de una Comisión de Homenaje a Peñaloza, cuando iba a cumplirse el centenario de su asesinato.

En la parte final agregaban cifras de la gestión de Perón, señalando que era falso que las políticas oficiales hubieran perjudicado al campo.

Esta salida fue saludada desde el periódico Compañero. La nota-recuadro vinculaba su salida al crecimiento organizativo de la JP, al nuevo impulso organizativo del peronismo y a la necesidad de esclarecimiento doctrinario. Reproducían unos fragmentos de la editorial de la revista y destacaban las “excelentes ilustraciones de Mármora” (Número 18). A través de ese medio dieron a conocer sus posiciones con respecto al aniversario del 18 de marzo de 1962 (Número 38), el plan de lucha de la CGT (Número 43).

La segunda entrega, de junio de 1964, preparada presumiblemente para el Primer Congreso Nacional de la Juventud Universitaria Peronista a realizarse en Rosario entre los días 5 y 7 de junio, vinculaba las notas a cuestiones de estricta actualidad. Por un lado,  entregaban una crónica de la ocupación de universidades por la JUP en cumplimiento del plan de lucha de la CGT, de la que se había hecho eco Compañero (Número 49). En ese proceso sufrió una detención uno de los miembros del equipo de redacción, Hugo Chumbita.

En el proclamado año del regreso de Perón al país, otra nota estaba dedicada a su retorno.

Se internaban en discusiones teóricas y políticas. Apoyaron el accionar del MNR – Tacuara mediante una nota en la que señalaban la identificación de ese movimiento con el peronismo; subrayaban las causas de su existencia (golpe de 1955, traición de Frondizi, proscripción) y reproducían un manifiesto del Comando Nacional en el que propiciaban la movilización general y la lucha armada; reafirmaban el programa de Huerta Grande y se proponían rescatar a los “prisioneros de guerra que el ejército de ocupación secuestró”.

 “Imperialismo, liberación y tercer mundo” fue el título de una nota preparada por C.A.M. (César Anibal Mendieta). Tras repasar el proceso del imperialismo clásico, la división interimperialista del mundo, la rebelión del Tercer Mundo, culminaba exaltando la “hora de los pueblos” proclamada por Perón “hace casi veinte años”.

En respuesta a un lector, H.H.Ch. (Hugo Chumbita) desgranaba sobre “justicialismo, marxismo, izquierdas”, advirtiendo sobre el traslado mecánico de las “conceptos extraídos por analogía de la historia europea”.

No faltaba la cuestión petrolera, tan significativa en los debates de la época, distinguiendo entre la política oficial del peronismo, la de Frondizi y las consecuencias de la anulación por parte de Illia de los contratos firmado en el período anterior.

Entre la reseña de actividades, relataban el desarrollo de dos mesas de debate: una sobre “revisionismo histórico y liberación nacional” y otra sobre “política económica del peronismo”. En la primera participaron José María Rosa, Luis Alberto Murray y Fermín Chávez. En la segunda Raúl P. Scalabrini y César Marcos. Otra notícula señalaba que Arturo Jauretche había hablado el 20 de noviembre de 1963 en la Facultad de Filosofía y Letras, con motivo del “Día de la Soberanía”, en representación del Instituto Juan Manuel de Rosas de investigaciones históricas. Lo hizo después de las intervenciones de Joe Baxter, Hussein Trikki. Al finalizar, destacaban, se entonó la Marcha Peronista en el salón, pasillos y adyacencias. Destacaban, también, un homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz a los cinco años de su muerte, realizado en la Facultad de Filosofía y Letras con la presencia de Vicente Trípoli de la Fundación R.S.O. y con las intervenciones de Ricardo Sidicaro de A.N.D.E. de Filosofía y Hugo Chumbita por la JUP.

Un artículo analizaba los vínculos entre sindicalismo y revolución, apoyando la aplicación del Plan de Lucha propuesto por la CGT.

Reclamaban por la libertad de Diego Miranda, “compañero”, mediante un poema firmado por R.D.G.

En una nota de contratapa se sumaban a la campaña del año 1964 por el “regreso incondicional de Perón a la Patria”.

Por último, realizando una genealogía de la “revolución” en la Argentina, reconstruían el proceso histórico nacional y planteaban la táctica de la insurrección popular para la toma del poder.

Como vimos, los artículos solo llevaban las iniciales, para resguardar la identidad de los autores. Por una nota de la revista Compañero del mes de marzo de 1964, podemos identificar en la agrupación a Carlos Laforgue, Jorge Gil Solá, Hugo Chumbita, Miguel Ramírez y César Anibal Mendieta, que posaron para una foto. Como responsable de la publicación figuraba el Secretario de Prensa de la JUP, Juan Manuel Duarte. Según los testimonios el consejo de redacción tenía un funcionamiento horizontal y democrático.

De izquierda a derecha: Mendieta, Gil Sola, Chumbita y Lafforgue.

Las ilustraciones estaban firmadas por Mármora, cuya identidad podemos inferir: un estudiante de sociología de nombre Lelio.

Como había ocurrido con la primera entrega, el periódico Compañero destacó la salida de la segunda entrega, consignando sus contenidos (Número 56).

Poco tiempo después, en el mismo medio, Juan M. Duarte, responsable editorial, denunciaba el secuestro de la revista 4161 (Compañero. Número 54).

Tras el Congreso Nacional de Rosario del mes de junio, el peronismo ingresó en un nuevo proceso. Se produjo el lanzamiento del “heptunvirato” en la cúpula partidaria; se produjo el surgimiento del Movimiento Revolucionario Peronista, apoyado por Villalón y liderado por Gustavo Rearte que se expresó en el periódico Compañero y se desplegaba Acción Revolucionaria Peronista, tras el retorno al país de John W. Cooke.

Fuentes:

4161. Número 1. Octubre 1963.

4161. Número 2. Junio 1964.

Compañero. 4161. Número 18. 24 de octubre de 1963.

Compañero. JUP: Alpargatas y libros para la revolución. Número 38. 11 de marzo de 1964.

Compañero. J.U.P. y el 18 de marzo. No negociar los triunfos del pueblo. Número 39. 24 de marzo de 1964.

Compañero. La JUP y el plan de lucha. Número 43. 21 de abril de 1964.

Compañero. La JUP ocupa la Universidad. Número 49. 2 de junio de 1964.

Compañero. 4161: órgano de la Juventud Universitaria Peronista. Número 56. 21 de julio de 1964.

Compañero. JUP: denuncia la represión. Número 58. 4 de agosto de 1964.

Chumbita, Hugo. Casi una vida. Disponible en: www.hugochumbita.com.ar

Referencias:

Carman, Facundo. El poder de la palabra escrita. Buenos Aires, BN, 2015.

Dércoli, Julián. Entre la proscripción  y la construcción de una identidad: el peronismo revolucionario a principios de la década del ’60. En Question. Número 63. La Plata, 2019.

Friedemann, Sergio. La peronización de los universitarios como categoría nativa. En Folia Histórica. Número 29. Corrientes, 2017.

Darío Pulfer