En un ámbito local, situado en la zona sudoeste de la Provincia, con mayor precisión en Punta Alta, se publicó el periódico Resistencia, entre 1958 y 1959. Su director fue Juan Carlos Vila, un joven militante de la zona, quien en diciembre de 1958 debió abandonar el puesto para prestar el servicio militar.
Los editores de la publicación fijaron domicilio en Passo 1033, Punta Alta.
Si bien se producía en un área marginal del escenario político nacional, los editores no dubitaban en presentar la publicación como “Vocero del Movimiento Nacional”.
El nombre de la publicación remitía al movimiento de rechazo al último gobierno militar. La panza de la R resultaba magnificada para generar la asociación con la P de Perón y el peronismo.
En todos sus números llevaba esta leyenda:
“Si en el combate cayeras, camarada,
con el azul y blanco tu cuerpo cubriré.
Besada por la luna de cerros y de pampas
la tierra en que descansas florecerá en laurel”.
La imagen de un joven combatiente, fusil en mano, con reminiscencias de la imagen de un descamisado, sobre un mapa de la Argentina, completaba la presentación.
Aprovechando los resquicios de la nueva legalidad, comenzó su publicación poco después del ascenso de Frondizi al gobierno.

Su redacción se pobló de colaboradores de diversa procedencia: el exonerado profesor de historia de la zona Jorge Sulé; un poeta, Héctor Soulé Tonelli; el político yrigoyenista-peronista local Roberto Volpe; escritores-periodistas dispuestos a colaborar con diversas empresas periodísticas de ese signo, como Fermín Chávez. Hasta allí llegaron notas de referentes nacionales, como Eleuterio Cardoso y John W. Cooke.
En la primera entrega reivindicaban al General Juan José Valle en el segundo aniversario de su levantamiento, reclamando “que los crímenes no queden impunes”. Lo consideraban mártir y le atribuían la intención de “interrumpir el programa de devastación para Argentina” de Rojas y Aramburu (Número 1, 12-06-58, p.1). La nota iba acompañada de una foto del militar fusilado.
En el Editorial, justificaban su salida en que se trataba de la “hoja político-gremial que el Movimiento reclamaba”. Se consideraban “simples voceros de un Movimiento que no pudo ser destruido por la cárcel y la metralla” y se declaraban “al servicio de la Revolución Nacional”. Esas posiciones se sustentaban en su adscripción al nacionalismo de cuño popular y su pertenencia al cristianismo.
Los calificativos sobre el gobierno terminado el 1 de mayo de ese año, eran terminantes: “liberticidas”, “fusiladores”, “gorilas”, entre otros. El partido que encarnaba el nuevo gobierno, era tratado de modo condicional: no se le reconocía valor “por sí mismo, ni por sus antecedentes y genealogía de la vieja política” y sujetaban su apoyo al cumplimiento de las promesas electorales (Número 1, 12-06-58, p.2).
El reclamo global de “la reincorporación de todos los trabajadores y militares desplazados por el revanchismo” (Número 1, 12-06-58, p.1), luego se precisaba localmente en “los cesantes de Puerto Belgrano” (Número 1, 12-06-58, p.2).
Resistencia seguía los movimientos del gremialismo local, uno de los componentes fundamentales del peronismo proscripto. En la oportunidad cubrían una reunión del sindicato de Luz y Fuerza.
El alineamiento con el peronismo oficial se veía en una consigna “lea y difunda ‘Línea Dura’ órgano oficial del Comando Táctico Nacional designado por el General Juan Domingo Perón” (Número 1, 12-06-58, p.2).
El Profesor Jorge Sulé en una nota titulada “Análisis retrospectivo” recuperaba los antecedentes históricos del peronismo (Número 1, 12-06-58, p.4)
No faltaba la poesía. Héctor Pedro Soulé Tonelli escribía:
Mis venas evacué para la Independencia
Engrandecí con Rosas la Confederación,
Me convocó Irigoyen en cívica presencia
Y “cabecita negra”, clamé: PERÓN, PERON (Número 1, 12-06-58,p.4).
En la segunda entrega denunciaban el “ascenso a los tiranos” que realizaba Frondizi, premiando a “los chacales”. En foto aparecía el presidente junto al “ahora” Almirante Rojas y al “ahora” Teniente General Aramburu. Anotaban: “Dr. Frondizi: la historia recogerá el ascenso a los fusiladores de junio en la página negra de las grandes claudicaciones” (Número 2, 3-07-58. p.1).
En la tapa anunciaban unas “adhesiones y declaraciones del Dr. John Cooke”. En página 2 se desarrollaba la nota. Se trataba de un reportaje realizado por un enviado de Resistencia a Montevideo. En el desarrollo de la nota Cooke afirmaba la reorganización del peronismo bajo ese nombre, más allá de las prohibiciones. También afirmaba que Perón regresaría a la Argentina cuando dispusiera y cuando el país lo requiriera. La prueba de la entrevista se acompañaba al texto: un saludo firmado por el Delegado de Perón en una hoja membretada del Comando Superior Peronista (Número 2, 3-07-58. p.2).

En el aniversario de su fallecimiento, recordaron al “gran hombre argentino que fue Don Hipólito Yrigoyen” (Número 2, 3-07-58. p.2).
Como dijimos Resistencia seguía los movimientos del gremialismo local. En la segunda entrega se hacían eco de la realidad del Gremio de Panaderos, a través de una entrevista a Jorge Stork, secretario general del Sindicato local. Además daban cuenta de las elecciones de ATE, en la que se había impuesto José Alonso, ubicándose entonces en la “línea Nacional y Popular”, tras treinta meses de intervención y coerciones sufridas a manos del Teniente Bautista (Número 2, 3-07-58.p.3.).
El Concejo Deliberante local era objeto de pullas constantes, retomando intervenciones de sus miembros. La exclusión del peronismo se dejaba ver en los ácidos comentarios vertidos sobre los dichos de los representantes. En particular eran censurados los radicales del Pueblo, ya que uno había pedido celebrar el 16 de junio de 1955 y otro ponía en un pie de igualdad la acción de gobierno de Yrigoyen y Sarmiento, desconociendo la labor de Perón y asimilando al líder radical con el padre del aula… En nota sarcástica los invitaba a “dejar en paz al ‘Manual del alumno…’” (Número 2, 3-07-58. p.4).
En contratapa continuaba su “análisis retrospectivo” el Profesor Jorge Sulé.
La dirección agradecía la acogida a la primera entrega y abogaba por el aumento de suscripciones para sostener su salida.
La tercera entrega, correspondiente al 19 de julio, anunciaba los homenajes a rendir a Eva Perón en Punta Alta. En tapa aparecía una foto suya, sonriente y en actitud de saludo. En un recuadro consignaban los motivos del recuerdo (Número 3, 19-07-58. p.1.).
En el editorial fustigaban “la claudicación radical”. A tono con el fin de la tregua decretada desde Santo Domingo señalaban que, como habían previsto, Frondizi no estaba cumpliendo los términos del pacto celebrado en Caracas (Número 3, 19-07-58.p.1).
La compra de un portaaviones destinado a la Base Naval local despertó el enojo de los redactores. Lo consideraron un gesto para con el Almirante Rojas y una contradicción del gobernador Oscar Alende, quien en una visita anterior había declarado que no había recursos en las arcas estatales.
En las páginas de Resistencia rendían homenaje a los miembros del Ateneo “Palabra Argentina”, que “en la hora difícil para la república humillada por una tiranía que la había atado al yugo de las minorías anti-populares” se había congregado para hacer frente a esos atropellos. Se trataba de los núcleos promovidos desde el periódico dirigido por Alejandro Olmos en Buenos Aires (Número 3, 19-07-58. p.3).
Para desestimar las críticas que se hacía a la política del gobierno peronista con la compra de los ferrocarriles, reproducían un pasaje de La fuerza es el derecho de las bestias.
En el orden gremial continuaban reproduciendo noticias cotidianas vinculadas a ATE y al Sindicato de panaderos. En el orden político anunciaban la creación del Sub-comando Táctico Peronista local, integrado por la CGT Auténtica y gremios normalizados que formaban la Rama Gremial y referentes de la Ramas Política, Juvenil y Femenina a las que se sumaban los representantes de la resistencia, con un representante por cada uno de los espacios.
El Profesor Sulé, en su columna de “Análisis retrospectivo” afirmaba que el nacionalismo había nutrido al peronismo; que en el ‘45 emergía una nueva generación incontaminada y en el ‘46 “la Revolución Nacional estaba en marcha”.
En un recuadro titulado “Camarada” rendían un homenaje a un anónimo militante: “No traías referencias de otras época, no fuiste intendente, ni diputado, ni dirigente. No hacía falta. Tu título lo ganaste en la calle. El título más honroso que puede aspirar el hombre argentino: el haber militado en la Resistencia” (Número 3, 19-07-58.p.4).
La cuarta entrega detallaba el “criminal atentado” perpetrado contra la casa en la que se había realizado el acto de homenaje a Eva Perón. Una foto mostraba los siete impactos de bala que pretendían intimidar a los peronistas (Número 4. 2-08-1958.p.1.). El subcomando táctico local se hacía solidario en la ocasión repudiando el atentado (Número 4. 2-08-1958.p.2.).
En el ámbito gremial realizaban una entrevista al Secretario General del sindicato de Obreros y Empleados Municipales, Juan B. Morant. En “ecos gremiales” se daba cuenta de sucesos vinculados a Luz y Fuerza, ATE y Panaderos.
Una notícula relataba la visita de Audelina Albóniga, integrante del Comando Táctico Nacional, quien visitó la sede del subcomando local y departió con sus miembros los avances de la reorganización del peronismo en el orden nacional y local (Número 4. 2-08-1958.p.3).
Jorge Sulé dedicaba su columna a la historia del fraude en la Argentina, subrayando la limpieza de los comicios de 1946.
En esa entrega se hacía presente en las columnas de Resistencia, el escritor Fermín Chávez. El medio destacaba su trayectoria y señalaba que prestigiaba la publicación. En la ocasión envió los versos de “26 de julio” (Número 4. 2-08-1958.p.4.).
La última noticia de esta entrega estaba dedicada al R.P. Mario Zucchiati, un sacerdote de Coronel Dorrego, que se había negado a dar una misa en “descanso del alma de la Abanderada de los Humildes, Eva Perón” (Número 4. 2-08-1958.p.4.)
En la siguiente entrega tomó un lugar privilegiado una cuestión derivada de la política nacional: el petróleo. Resistencia tomó posición: “el país reclama una política de claro sentido nacional”, descartando la opción insinuada por Frondizi (Número 5. 16-08-1958.p.1.). El tema era desarrollado en una nota al interior del periódico.
A las ya conocidas noticias de seguimiento de los gremios afines se sumaba en este número un “reclamo de los obreros de la construcción” ante el incumplimiento de sus obligaciones por parte de los constructores locales (Número 5. 16-08-1958.p.3).
En este número comenzó una serie destinada a analizar históricamente el desarrollo del liberalismo y el marxismo en el país.
Jorge Sulé abordaba en su columna el desarrollo del período peronista, deteniéndose en la nacionalización de los ferrocarriles.
Héctor Soulé Tonelli dedicaba un poema al 12 de agosto de 1806, Día de la Reconquista.
En medio de las noticias políticas y gremiales se colaba una de orden local: la Escuela del Castillo se encontraba en pésimas condiciones edilicias, sin encontrar respuesta por parte de las autoridades. El Dr. Alende era interpelado, recordándole sus austeros dichos al momento en que se equipaba la Base Naval…
En la sexta entrega, los editores volvían sobre una cuestión acuciante de orden local: las reincorporaciones de los cesantes de Puerto Belgrano. Ante la inacción de la U.C.R.I., afirmaban que “los jerarcas navales siguen mandando en el país” (Número 6. 8-09-58.p.1.).
Los editores respondían al Presbítero Zucchiatti, que había lanzado una investigación acusando al diario de anonimato; acusado al peronismo de Coronel Dorrego de no haber pedido la misa a través de sus referentes y se había excusado de oficiar la misa por la aplicación del Código Canónico. La redacción de Resistencia se hizo responsable de la nota y enmendó la plana al sacerdote, aclarándole que el artículo citado del código canónico (806) habilitaba a dar más de una misa diaria en zonas donde había faltante de personal religioso (Número 6. 8-09-1958.p.2).
En el orden gremial señalaban que representantes de los trabajadores de Puerto Belgrano viajarían a la Capital para plantear las exigencias del gremio al Secretario de Marina. En sueltos, daban cuenta de la actividad de panaderos y Luz Fuerza.
En la contratapa, además de la nota de Sulé que se ocupaba del proceso de nacionalización del movimiento obrero, al acercarse la fecha del 11 de septiembre incluían citas de Alberdi y Hernández así como notas contrarias a Sarmiento.
La séptima entrega denunciaba que “el país [estaba] a la deriva”, que se vivía un “caos y subversión institucional” ya que Frondizi, el Comandante en Jefe, era el último en enterarse de los conflictos suscitados bajo su mando (Número 7. 20-09-58.p.1.). En tapa retomaban el debate “laica o libre” que consideraban parcial, aunque significativo. Jorge Sulé, en contratapa, apartándose de su serie de notas sobre el pasado reciente, se abocaba al análisis del debate planteado.
Estando sobre la fecha del 16 de septiembre, repudiaban el “aniversario de la infamia”.
El contacto con el peronismo nacional se hacía visible, haciéndose eco del cambio del organismo de conducción dispuesto por Perón: señalaban que la Delegación Nacional del Comando Superior había decidido concurrir a los próximos comicios de Misiones y La Pampa. Además detallaban la integración de la Delegación: Audelina Albónica, José Alonso, Oscar Bidegaín, Armando Cabo, Eleuterio Cardoso, Manuel Carulias, John W. Cooke, Avelino Fernández, Elena Fernícola, Andrés Framini, Ana Macri, Amado Olmos, René S. Orsi, Ramón Prieto, Juan Puigbó y Dante Viel.
Las notas de carácter histórico se sumaban a las de actualidad. En la oportunidad reproducían las palabras de San Martín críticas de Rivadavia. Para ese momento se constituía la filial local del Instituto Juan Manuel de Rosas, bajo la dirección de Riquelme Domecq García, del que Resistencia daba noticia.
La octava entrega contenía una indignada reacción a los hechos que se sucedían en Buenos Aires en el debate laica-libre. ¡Titulaban “Falta el trapo rojo…!” y “Las consignas ateas tienen vigencia”. Rechazaban la presión de las autoridades universitarias en el Congreso, la toma de colegios, la “anarquía educacional”… (Número 8. 4-10-58.p.1).
En el orden local informaban de la realización de una reunión en la sede local del Movimiento Peronista, realizada el 19 de septiembre. Allí se decidió dar continuidad a la dirección ejecutiva designada oportunamente, más allá de los cambios producidos en el orden nacional, con el relevo del Comando Táctico. En esta nota se detallaba la composición de las autoridades:
Por la POLITICA: Guillermo Morilla, Nicolás Rombi y José Aguirre.
Por la RESISTENCIA: Amadeo Catá, Francisco Gasparoni y Clemente Durán.
Por la JUVENTUD: Osvaldo Rigoni, Norberto Facchini y Raúl Di Marco.
Por los GREMIOS NORMALIZADOS: José Alonso, Arturo García y Jorge Stock.
Por la CGT Auténtica: Osvaldo Ferretti, Domingo Delle Donne y Mercedes de Erros.
Se hacían eco de unas declaraciones de Perón a Alejandro Olmos en Ciudad Trujillo:
“Entiendo que la guerra civil será el término fatal del problema argentino. No por voluntad nuestra sino como consecuencia lógica de los crímenes cometidos contra el país y contra el pueblo por las logias revolucionarias de la usurpación setembrina. Para esa oportunidad el pueblo debe estar preparado” (Número 8, 4-10-58.p.2).
En el orden gremial detallaban que la “Unión Ferroviaria [se hallaba] en la Línea Nacional y Popular”, eufemismo para hablar de la normalización y del triunfo del peronismo en las elecciones del sindicato. Además, señalaban que ATE repudiaba al “interventor-liquidador de la CGT, gorila empecinado y miembro destacado del clan demo-liberal” Patrón Laplacette, que seguía en funciones a cargo de la Dirección de Personal Naval del Ministerio de Marina.
La hoja se hacía solidaria con Guillermo Patricio Kelly, confinado por Frondizi en Ushuaia, recordando los vejámenes sufridos allí por Albrieu, Leloir, Cooke, Farías Gómez y tantos otros.
En su columna habitual, Jorge Sulé retomaba el hilo de su exposición, analizando la reforma educacional del peronismo. En la última parte, señalaba la tarea involuntaria realizada por la Revolución Libertadora al identificar a Perón con Rosas, haciendo lo que los revisionistas en años habrían logrado a medias (Número 8, 4-10-58.p.4). En la misma página citaban palabras de elogio hacia Rosas de parte de San Martín, Sarmiento, Alberdi y Urquiza.
La serie sobre liberalismo y marxismo concluía en este número, exaltando los valores del “único Movimiento Revolucionario capaz de extirpar para siempre ese tremendo cáncer maligno que corroe las vísceras de los pueblo del orbe, abrazados como estamos al Santo Crucifijo…y a las grandes banderas nacionales”.
En la décima entrega se proponían “Ganar la calle…!”, tal como ordenaba Perón desde Ciudad Trujillo. Se trataba de imponerle al Gobierno de Frondizi el cumplimiento de los acuerdos con el peronismo y la Patria, según rezaba en el Editorial (Número 10. 8-11-58.p.1). Ello se derivaba de la visita a la Capital Federal del director del periódico Juan C. Vila y Amadeo Catá, en representación del peronismo puntaltense. Allí se entrevistaron con los miembros del Consejo Coordinador y Supervisor del peronismo, encabezado por Oscar Albrieu. En la oportunidad les mencionó la pronta celebración del Congreso Provincial del peronismo bonaerense, a realizarse el 15 de noviembre en Avellaneda. El dirigente riojano les enseñó una larga misiva de Perón en la que instaba a “ganar la calle”. Además, participaron de una reunión de la juventud realizada en el local de Foetra y visitaron la sede de la Alianza Libertadora Nacionalista, acompañados por Walter Vezza, quien había concurrido a Punta Alta en febrero de 1958.
El periódico reseñaba las celebraciones del 17 de octubre. Reseñaban que en el Gran Buenos Aires la represión sufrida por los manifestantes había sido la nota del día. Destacaban la prohibición de los actos en Bahía Blanca. Consginaban que en Punta Alta la policía se había comportado “con serenidad”.
En la undécima entrega definían el “programa radical” con las palabras “Cárcel y entrega!” Para el periódico se trataba, sin más, del “Funeral del radicalismo”, el fin de “eso que fue alguna vez popular con Don Hipólito Yrigoyen”. A su favor traían declaraciones de Perón, realizadas en Ciudad Trujillo:
“Aramburu, con su brutalidad congénita, sólo fue el ciego instrumento de la oligarquía y de las fuerzas capitalistas…El gobierno de Frondizi, mediante la falsedad y la simulación trata de consolidar y extender esa entrega, ese sometimiento y esa destrucción” (Número 11. 22-11-58.p.1).
En recuadro incluían un llamativo aviso:
JOVEN ARGENTINO
La Marina de Guerra necesita futuros mercenarios, capaces de traicionar al pueblo y a la República cuando la city lo ordene.
Si te sientes con el suficiente valor moral como para manchar mañana con sangre de hermanos el uniforme de la Patria:
INGRESA A LA ESCUELA NAVAL ARGENTINA!
Por primera vez, aparecía una columna con “Amigos de Resistencia”, en la que figuraban Víctor Benamo, Irma Cantalejo, José Cafasso, Roberto Volpe, entre otros.
Sulé embestía en su columna contra el “catolicismo mistongo”, retomando la calificación de Leonardo Castellani. Esa corriente, para el autor, era producto de la educación liberal y de una falsa conciencia histórica.
Con motivo del 20 de noviembre era recordada la batalla de la Vuelta de Obligado. Para exaltar a Rosas recuperaban el gesto de San Martín de legarle el sable así como sus palabras en su favor.
En contratapa denunciaban detenciones en Bahía Blanca por parte de la Policía. Para el periódico, detrás de la fuerza policial, estaban los miembros de la Marina apostados en la Base Naval, Capitanes González Vergara y Oliverio.
El 6 de diciembre comenzaba a circular la entrega 12. Se preguntaban: “Guerra civil…?”. En nota editorial hacían un llamado a los militares, a sus “últimos rescoldos del patriotismo” para comprender la realidad nacional y las aspiraciones populares.
El joven Vila debía prestar el servicio militar, por lo que debió abandonar la la dirección del medio, sin que se indicara quien lo reemplazaba (Número 12. 6-12-58.p.1).
Resistencia adhirió a la convocatoria de “las 62” a una huelga nacional para los días 11 y 12 de diciembre.
En una nota daban cuenta del proceso de reorganización partidaria en la Provincia de Buenos Aires, detallando los referentes por sección (Número 12. 6-12-58.p.2).
El revisionismo se hacía presente en una nota firmada por Sulé acerca del liberalismo, en la que realizaba la genealogía sangrienta de la corriente, remontándola a la “guerra de policía” posterior a Pavón y la prolongaba hasta el fusilamiento de Valle. En otra nota sin firma se hablaba de “Sarmiento: dechado de argentinidad”. En un recuadro, una vez más, citaban a Alberdi con palabras favorables a Rosas.
En distintos lugares del periódico se ubicaban consignas: “PERÓN: única Solución Argentina”; Puerto Belgrano: cárcel de los Argentinos..!; El Movimiento Gremial repudia entrega económica”.
La contratapa estuvo destinada a la cobertura del triunfo del “sindicalismo nacional”, reflejado en los comicios locales de Luz y Fuerza, ATE y Construcción. Una nota firmada por Eleuterio Cardoso refería a la “Función política del sindicato” (Número 12. 6-12-58.p.4).
“Futuro sombrío” era el pronóstico para 1959, anunciado en la nueva entrega de la publicación. El “fin de año radical” se caracterizaba por “entrega económica, estado de sitio, movilización ferroviaria, centenares de obreros detenidos, presos políticos y Norte, El Soberano, Voz Peronista: secuestrados” (Número 13. 27-12-58.p.1).
Anunciaban la reorganización del Partido Justicialista. En la Provincia de Buenos Aires, la constitución de los Centros de Acción Justicialista debía reunir cien miembros, que debían completarse hasta el 22 de enero de 1959. Desde el 1 de febrero comenzaría la afiliación. A nivel local, asumían la responsabilidad en el proceso Juana M. de Matti, Roberto Volpe y Andrés López Camelo.
En esa entrega Sulé contrastaba los gobiernos de Rosas con el de Frondizi y se completaba la entrega referida a Sarmiento. En contratapa pregonaban la unidad obrera entre los gremios locales, a partir de una entrevista al secretario general de ATE.
La entrega 14, llamaba a “resistir” como “ayer”. El título de tapa resultaba elocuente: “EEUU manda, Frondizi firma” (Número 14. 10-01-59.p.1).
Instaban a adherirse al Partido Justicialista, concurriendo al local de San Martín 536. Reproducían las normas emanadas de la Junta Promotora Provincial para la constitución de los Centros de Acción Justicialista.
En una nota repudiaban la presencia de Ezequiel Martínez Estrada en la Universidad Nacional del Sur. Recordaban párrafos lesivos al peronismo de ¿Qué es esto? y se preguntaban si se había aplaudido el “resentimiento social de un hombre? ¿Su verborragia contumaz, proclive en su contenido a la megalomanía? ¿Su esterilidad popular y su desprecio por la Argentina real?” (Número 14. 10-01-59.p.3).
Sulé redactó su nota sobre “El ‘católico’ Sarmiento”, poniendo en duda esa condición y afirmando su adscripción activa a la masonería. En otra columna, se recordaba, al calor del nuevo plan económico de Alsogaray, el empréstito contraído por Rivadavia con la Baring Brothers en 1825 (Número 14. 10-01-59.p.3).
En contratapa se ocupaban de “Ecos gremiales”, recuperando el papel de la CGT y su misión de defensa de los trabajadores, ante las elecciones en los sindicatos que inclinaron la balanza en favor de las listas peronistas.
Bajo el título “Qué” advertían del cambio de orientación del semanario, señalando que había asumido un hombre salido de las filas de Azul y Blanco (Mariano Montemayor), quien justificaba las políticas de Frondizi. Recordaban que Scalabrini Ortiz se había alejado de la dirección, renunciando a una importante paga mensual.
En el borde inferior de la contratapa, cerrando la entrega, se leía: “El Pueblo Reclama el Cadáver de Eva Perón”.
La entrega 15 pasó a formato tabloide de una sola hoja. Llevaba como leyenda en la parte superior de tapa: “Mientras tu resistas, Argentina vivirá”. En tapa reprodujeron un reportaje a Perón de diciembre de 1958. Ante las acusaciones de participación conjunta de comunistas y peronistas en los hechos del Frigorífico Lisandro de la Torre, los editores de Resistencia buscaban establecer una diferenciación radical. En el reverso de la hoja detallaban los hechos de la huelga de Mataderos, criticando acerbamente la represión policial y militar. Llamaban a aumentar la solidaridad obrera con los trabajadores en conflicto.
Las notas históricas seguían apareciendo, a pesar de la reducción del tamaño de la publicación. Sulé continuaba con sus críticas a Sarmiento, mientras en las proximidades de la fecha de Caseros, esa batalla era consideraba “tragedia nacional” (Número 15. 24-01-59.p.4).
La entrega 16 advertía en tapa sobre el enojo de “los jerarcas navales” ante los contenidos de Resistencia. Allí mismo daban cuenta del arresto y baja del General Iñiguez. También denunciaban la detención, días atrás, de dos camaradas de la publicación, a los que se había sumado la de un militante de la Juventud de apellido Rigoni, por quien reclamaban libertad (Número 16, 14-02-59. p.1).
El periódico se hacía eco de la reacción de “las 62”, ante la negativa de Frondizi de recibir a la Mesa Coordinadora de los gremios, declarándose en “estado de alerta”.
En un recuadro reproducían una reacción de Perón ante afirmaciones del periodista norteamericano Herbert Mathews que comparaba a Fidel Castro con San Martín, Bolívar y Washington. En los primeros pasos del gobierno de Castro, cuando se asimilaba el movimiento 26 de julio con las corrientes afines a la Revolución Libertadora, Perón rechazaba todo símil, señalando que eso suponía un agravio y una subestimación a los héroes independentistas (Número 16, 14-02-58.p.1).
En la segunda página anunciaban la postergación de la fecha de cierre de inscripciones de los Centros de Acción Justicialista, orientados a garantizar la afiliación y normalización partidaria. En esa misma página, ante la llegada de Ricardo Ortiz como rector interventor de la Universidad Nacional del Sur, los editores consideraban ese hecho como un avance del comunismo. Ese tono era coincidente con el saludo y apoyo a la publicación nacionalista Azul y Blanco, que estaba seriamente enfrentada con el gobierno de Frondizi, sufriendo limitaciones en su difusión (Número 16, 14-02-58.p.2).
En la parte histórica, Sulé se refería críticamente a las reformas rivadavianas.
La entrega 17 proponía “librar la batalla en todos los frentes”. En tapa reproducían un comunicado de la Junta Promotora Nacional del Partido Justicialista, llamando a concurrir a los comicios. En el mismo sentido se ubicaba la reproducción de una entrevista realizada a John W. Cooke en el conurbano, en el que ratificaba la necesidad de concurrir a las urnas para reafirmar la vigencia del peronsmo. Un recuadro señalaba que Norte y El Soberano habían sido “silenciados”, medidas que seguían a la detención de Alejandro Olmos, director de Palabra Argentina (Número 17. 28-02-58.p.1).
En la segunda página anunciaban la constitución del Centro de Acción Justicialista de Punta Alta así como la organización de la Junta Electoral del Partido. Ambas presididas por Irineo Fruinque. Comunicaban, además, que lo mismo había sucedido en Bahía Blanca (Número 17. 28-02-58.p.2).
Los editores copiaban la nota de agradecimiento recibida de Marcelo Sánches Sorondo, director de Azul y Blanco, por las manifestaciones de solidaridad vertidas en la entrega anterior.
Como en los números anteriores, las noticias gremiales no estaban ausentes. Se detallaba las acciones de la Uocra, Uom y Ate.
Reproducían una breve nota de John W. Cooke, titulada “los métodos para la destrucción del peronismo”. Sin firma, la nota revisionista estaba dirigida a “los 4 tartufos de nuestra historia”: Rivadavia, Mitre, Sarmiento y…Frondizi. La inclusión de este último en esa galería se veía reforzada por la reproducción de frases de campaña del líder radical intransigente, bajo el título de “mentiras históricas”. La lista de amigos de la publicación continuaba publicándose.
Con dolor, una notícula daba cuenta del agravamiento del estado de salud de Raúl Scalabrini Ortiz.
La entrega 18 daba cuenta de los resultados electorales: “Mr. Frondizi recibe el repudio de las urnas”, mostrando el descenso en los votos de la UCRI en San Luís. El editorial le negaba el carácter nacional y popular al gobierno desarrollista.
Reafirmando el carácter revisionista de la publicación en tapa aparecía un retrato de Rosas, en el aniversario de su muerte.
En el orden partidario, además de anunciar la constitución del Centro de Acción Justicialista Número 2 de Punta Alta, convocaban a una reunión para poner en marcha la afiliación, a la vez que anunciaban que ese proceso se había iniciado en la vecina Bahía Blanca.
Resistencia denunciaba el secuestro de sus ejemplares en Coronel Dorrego, hasta donde llegaba la distribución de la publicación (Número 18, 14-03-59.p.1).
En la segunda página, aparecía en recuadro una breve nota de John W. Cooke fechada en febrero de 1959. Llevaba el título “Luchar en todos los frentes”, el mismo que había sido tapa en la entrega anterior de Resistencia.
La publicación fue clausurada por el gobierno nacional, siguiendo la suerte de otros periódicos de ese signo.
Consideraciones finales:
La difusión de una publicación de estas características, en un área que podemos considerar marginal en el escenario político nacional y provincial, resulta por demás sugestiva.
Nos da la pauta de varios procesos simultáneos.
Por un lado, de una capacidad local de producir información y llegar a organizar materialmente la salida de un periódico que respetó rigurosamente su regularidad. Más allá de la dirección en manos juveniles, que podemos considerar como una medida táctica de protección, podemos inferir la existencia de un grupo políticamente más organizado localmente. La actividad gremial del primer momento, con la normalización de algunos sindicatos, muestra el protagonismo de este sector dentro del peronismo local. La ubicación y representación dada a los hombres y mujeres de la “resistencia” da la pauta de su significado en el momento, aunque progresivamente se diluye al pasar a formas más institucionalizadas. Los hombres y mujeres de la rama política guardaron solidaridad con las manifestaciones juveniles y los restos de la “resistencia”, tal como se expresa en el periódico, aunque al momento de la formalización de los Centros de Acción Justicialista esas voces parecen apagarse.
Esa fortaleza política y comunicacional, parece no terminar allí. Por la inclusión de autores y notas podemos vislumbrar una ligazón que iba más allá de las noticias propaladas por los medios nacionales.
Otra cuestión refiere a las relaciones con las instancias nacionales del peronismo. En sus páginas fueron dando cuenta de la visita de figuras de la juventud, como Walter Vezza o del Comando Táctico como Audelina Albóniga, así como reuniones con el referente principal del Consejo Coordinador y Supervisor, Oscar Albrieu. Resulta interesante el seguimiento que realizan de las medidas gremiales, en particular las referidas a “las 62” organizaciones. Una constante fue el vínculo con John W. Cooke, que no registró la variada suerte política corrida por éste en el proceso que recorre la publicación. En ese ámbito, por las características que asumió para ese período, debemos insertar la creación de una filial local del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Un tema siempre presente: la proximidad con la base naval y el papel desempeñado por la misma en la historia reciente.
Una historia del peronismo de base local nos ofrecería muchos más elementos para esta reconstrucción. Nos atuvimos al texto de la publicación. Aunque, por otras vías conocemos algunos derroteros posteriores del grupo promotor.
Al fallecer Scalabrini Ortiz, en mayo de 1959, se conformó en ese lejano paraje un Centro de Estudios Argentinos Raúl Scalabrini Ortiz (CEARA) que funcionó durante mucho tiempo promoviendo acciones formativas y de difusión del pensamiento ligado al peronismo. Allí recalaron varios de los protagonistas de esta empresa.
Años después, en las redes sociales se constituyó un intercambio en torno a esta publicación. Fruto de ello se copiaron algunos ejemplares, provocando recuerdos de viejos partícipes de la aventura, así como el relato de acciones realizadas en Punta Alta, no solo en el tiempo de Frondizi, sino y fundamentalmente en tiempos de la Revolución Libertadora.
Fuentes:
Colección de Resistencia.
Referencias:
Carman, Facundo. El poder de la palabra escrita. Buenos Aires, BN, 2015.
Moyano Laissue, Miguel A. El periodismo de la resistencia peronista, 1955-1972. Buenos Aires, Asoc. Resistencia Peronista, 2000.
Darío Pulfer