(Cuba, 27 de diciembre de 1915-Morón, Provincia de Buenos Aires, 5 de junio de 1996).
Vicente Armando Cabo era hijo de inmigrantes españoles que llegaron al país en 1920, cuando tenía cinco años de edad. Había nacido en Cuba como resultado de una migración previa de los padres que luego regresaron a la península. La familia se asentó en Tres Arroyos. Allí trabajó en Istilart, una fábrica metalúrgica pionera, donde actuó en la formación del gremio. Se casó con María Campano con la que tuvo un hijo, Dardo, en 1941 (ver entrada). Tras la organización de la Unión Obrera Metalúrgica, a fines de 1946, participó en la formación de la filial de Tres Arroyos y más tarde en la ciudad de Buenos Aires.
Como uno de los nuevos dirigentes gremiales surgidos con el peronismo, formó parte del Comité Central Confederal de la CGT integrando el llamado cuadrunviratocon José Espejo, Florencio Soto e Isaías Santín. Fue uno de los sindicalistas más cercanos a Eva Perón, quien le habría encargado la formación de milicias obreras armadas para defender al gobierno de Juan Domingo Perón luego del intento de golpe militar encabezado por Benjamín Menéndez en 1951.El hecho, que habría sido obstaculizado por orden del propio Presidente y cuyos alcances se desconocen, en los años setenta fue considerado por Montoneros como una evidencia del apoyo que Eva Perón habría dado a la lucha armada.
En aquel año, desde su lugar en la cúpula de la CGT postuló la candidatura de Eva Perón a la vicepresidencia. Además de la figura de Evita, la propuesta buscaba fortalecer a la central sindical. Tras eldespliegue realizado en el Cabildo Abierto de agosto, el renunciamiento puso un tope a estas aspiraciones. La muerte de Eva, en julio de 1952, aparejó la pérdida de poder de quienes la apoyaban desde el sindicalismo y, como corolario, la renuncia de José Espejo y sus compañeros de cúpula, Cabo entre ellos. Desde ese momento el metalúrgico pasó a segundo plano.
Con el golpe militar de setiembre de 1955, la actuación de Cabo frente a los gobiernos de la “Revolución Libertadora” lo llevó a figurar entre los dirigentes más reconocidos de la Resistencia peronista. Participó en la huelga general del 16 de noviembre de ese año así como en la gran huelga de la UOM de noviembre y diciembre de 1956 junto con Avelino Fernández. La represión del movimiento lo llevó a sufrir prisión y tortura, siendo esta una de las ocasiones que, según María Cabo, su segunda mujer, iban a sumar ocho años de cárcel a su vida como dirigente.
Desde el punto de vista organizativo, en 1957 formó parte de la Comisión Intersindical que intentó rearmar al movimiento obrero en el contexto de proscripción impuesto por la dictadura de Aramburu y Rojas. En la línea del sindicalismo leal a Perón lideró la CGT Auténtica junto con Andrés Framini y posteriormente las 62 Organizaciones. Con el tiempo, ala actuación eminentemente gremial sumó la participación en los organismos que intentaron reanudar la actividad político-partidaria, estrategia por la que Perón se fue inclinando. De este modo, a fines de 1958 junto con otros 14 delegados, Armando Cabo integró la Delegación Nacional del Consejo Superior Peronista bajo la dirección de John William Cooke, una resolución adoptada por el líder en el exilio. Al año integró el Consejo Coordinador y Supervisor del Movimiento Peronista (CCSMP), y acompañó la gestión de José C. Barro –ex ministro de Industria y Comercio y antiguo dirigente partidario-. Paralelamente actuó en el conflicto de los trabajadores de la carne que estalló en el Frigorífico Lisando de la Torre a comienzos de ese año. Por entonces ya estaba estrechamente vinculado a Augusto T. Vandor, secretario general de la UOM desde diciembre de 1958.
Los cuestionamientos a las medidas económicas y sociales del gobierno de Arturo Frondizi, lo llevaron a participar junto con otros dirigentes de la UOM (el citado Fernández, por ejemplo) en el frustrado levantamiento cívico militar encabezado por el General Miguel Ángel Iñíguez–fiel al gobierno nacional durante el golpe de Lonardi-, realizado en Rosario en noviembre de 1960. La incertidumbre de esos años signaba las oscilaciones del peronismo entre la vía partidaria, la lucha sindical y, más adelante, la lucha armada. De ahí su actuación en la campaña de Andrés Framini como candidato a lagobernación bonaerense apoyado tanto por Perón como por Vandor.
Durante el gobierno de Illia participó en el plan de lucha de la CGT a la par que en la reorganización partidaria. Firmó el documento que avanzaba en ese sentido junto con Antonio Cafiero, Julio Guillán, Alberto Iturbe, Delia Parodi, Adolfo Cavalli, Jerónimo Izzeta y Elpidio Torres (20 de agosto de 1964). La violencia de la época que también atravesabala actividad sindical, lo encuentranen la reunión del máximo dirigente de la UOM con Rosendo García (metalúrgico de Avellaneda) en la pizzería La Real, en mayo de 1966. En un confuso tiroteo, allí murieron García y dos militantes peronistas. En “Quien mató a Rosendo” (1969), Rodolfo Walsh describe a Armando Cabo como un ladero de la burocracia sindical, confiriéndolecierto papel enel asesinato de Salazar, una de las víctimas. El hecho, no demostrado, al parecer fue desmentido posteriormente por el escritor quien lo atribuyó a las circunstancias que signaban la división de la CGT y en las que actuaba desde su lugar como director del semanario de la CGT de losArgentinos.
Aunque Cabo se habría distanciado de Vandor, el asesinato del dirigente en 1969 y el avance de Lorenzo Miguel lo desplazaron de la UOM junto con otros compañeros de lucha. No se apartó, sin embargo, de la actividad política, apoyando a la Juventud Peronista y su brazo armado, Montoneros, organización a la que había ingresado su hijo. Es así que, tras la fuerte crítica de Perón y el abandono de Plaza de Mayo por el grupo armado en 1974, firmó una carta dirigida al Presidente junto con Framini, Sebastián Borro, Dante Viel y Armando Lizaso. Como “viejos soldados peronistas”, allí manifestaban sus desacuerdos con el gobierno a la vez que reconocíancomo hijos a quienes fueranacusados de “imberbes”.En el mismo sentido, luego de la muerte de Perón, participó en la organización del Partido Peronista Auténtico, un intento político de Montoneros de confrontar a la conducción partidaria. El asesinato de su hijo Dardo en 1977, tras su detención en 1975, puso fin a su actuación política.
Después de una larga enfermedad, Vicente Armando Cabo murió en 1996, a los 80 años.
En reconocimiento a su vida de lucha fue velado en el salón Felipe Vallese de la CGT.
Referencias:
Baschetti, R. “Cabo, Armando” https://robertobaschetti.com/cabo-armando/
Calello, O. y Parcero, D. De Vandor a Ubaldini. Buenos Aires, CEAL, 1988, Vol 1.
“Esto dijimos hace un año. Al General Perón de sus viejos amigos y leales soldados peronistas.” https://eltopoblindado.com/opm-peronistas/montoneros/partido-autentico/esto-dijimos-hace-un-ano/
Galasso, N.Los malditos: hombres y mujeres excluidos de la historia oficial de los argentinos. Volumen I. CABA, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, 2005.
Marcilese, J. “La formación del Partido Justicialista. El peronismo, entre la proscripción y la reorganización (1958-1959)”Quinto sol vol.19 no.2 Santa Rosa ago. 2015 https://cerac.unlpam.edu.ar/index.php/quintosol/article/view/1048/1589
Melon Pirro, J. El peronismo después del peronismo. Resistencia, sindicalismo y política luego del 55. Buenos Aires, Siglo XXI editores, 2009.
Senén González, S. y Bosoer, F. Saludos a Vandor. Vida, muerte y leyenda de un Lobo, Vergara, Buenos Aires, 2009.
María Liliana Da Orden