(Buenos Aires, 5 de marzo de 1889 – Buenos Aires, 8 de agosto de 1956).

            Estudió medicina en la Universidad de Buenos Aires. Ejerció la docencia secundaria.

            En 1920 se estableció en Junín. En 1921 ingresó como empleado en la Dirección Nacional de Correos y Telecomunicaciones, en la que se desempeñó hasta 1945.

            Tuvo un vínculo directo con la familia de Eva Duarte. Contribuyó al traslado de Elisa Duarte de Los Toldos a Junín en su puesto en el Correo, lo que motivó el traslado de la familia hacia esa ciudad.

En 1943 colaboró con el Coronel Imbert en la oficina de correo del Ministerio del Interior. En noviembre de ese mismo año, se desplazó a la dirección general de radiodifusión.

El 5 de octubre, a instancias de Perón, el Ministro del Interior Hortensio Quijano lo designó Director General de Correos y Telecomunicaciones. Ese hecho provocó la reacción de Campo de Mayo, liderado por el General Avalos, precipitando la salida de Perón del gobierno.

Tras el triunfo de Perón, Nicolini fue repuesto en el cargo y se desempeñó como Ministro de Comunicaciones de sus presidencias, a lo que sumó el  cargo de Presidente de la Caja Nacional de Ahorro Postal.

Mientras tanto fue Presidente de la Asociación de Fútbol Argentino entre los años 1947 y 1948.

En 1949 participó de la convención constituyente.

Bajo su gestión se lanzó la primera transmisión televisiva.

Acompañó a Eva Duarte de Perón hasta los últimos momentos de su vida.

Fue detenido por el gobierno militar de la Revolución Libertadora. Los medios sensacionalistas denunciaban su enriquecimiento. La comisión investigadora respectiva no pudo probarle delitos concretos.

Murió en la cárcel de Las Heras, tras un largo proceso de deterioro de su salud motivado por una neumonía contraída en su encierro en el sur.

Perón hizo mención del caso en su libro La fuerza es el derecho de las bestias.

A los dos años de su muerte, el semanario Mayoría denunciaba el trato propinado a Nicolini calificándolo como un “hecho lamentable producto de la persecución política llevada a sus extremos más increíbles”. 

Fuentes:

Mayoría. La muerte de Nicolini: otro baldón más del revanchismo. Número 63. 23 de junio de 1958.

Referencias:

Perón, Juan D. La fuerza es el derecho de las bestias. Buenos Aires, Cicerón, 1958.

Darío Pulfer