En ocasión del 148º aniversario de la Declaración de Independencia, el 9 julio de 1964 apareció una nueva publicación política-partidaria en los puestos de diarios y revistas porteños. Retorno veía la luz en una situación particular para el peronismo en la Argentina de mitad de los años sesenta. De un lado, Juan Domingo Perón, en la España franquista desde 1960, había manifestado a comienzos de ese año sus deseos de romper su prolongado exilio y retornar al país. Y, del otro, en el mes de junio se celebraron elecciones para “normalizar” el Partido Justicialista de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires. Las listas auspiciadas por el dirigente de los metalúrgicos Augusto Vandor vencieron a las de Andrés Framini, secretario general de la Asociación Obrera Textil, y sindicado por propios y extraños como apologista de un peronismo “revolucionario”.

            Mientras el regreso de Perón parecía tomar mayor cuerpo y la estrella de Vandor aparecía fulgurante en la liza política peronista, Retorno comenzó su circulación por las calles de la Capital Federal.

            A lo largo de sus dos años de vida, entre julio de 1964 y julio de 1966, esta primera época del semanario tuvo tres momentos. Determinados por la composición de su equipo editorial, pero principalmente por quién hacía las veces de director. Desde el primer número y hasta el 32, Retorno fue dirigido por José Constantino Barro, otrora ministro de Comercio e Industria durante el primer gobierno de Perón. Luego, Pedro Michelini, asesor letrado de la Secretaría de Prensa de la Presidencia (1946-1955) y de la seccional La Plata de la CGT (1957-1967), se hizo cargo de la dirección hasta el número 95. Finalmente, Raúl Jassen, periodista autodidacta que pululó por varias publicaciones político-partidarias de las décadas de los cuarenta y cincuenta, estuvo al frente del semanario hasta su número 111.

            Muchos de los usuales colaboradores de Retorno estuvieron previamente en otra publicación peronista: Huella, que editó una treintena de números entre 1963 y 1964. Fueron los casos de Alberto Baldrich, Pedro Michelini y Raúl Jassen. Este último dirigió entre finales de 1964 y 1965 un semanario caracterizado por su anticomunismo y antisemitismo, Patria Bárbara. Finalmente, debe recordarse que Retorno tuvo una fugaz segunda época a comienzos de los setenta con poco más de 20 números entre julio y octubre de 1970. La dirección estuvo a cargo de Edmundo Calabró, ex militante del Movimiento Nueva Argentina,

Retorno “A una Patria libre, justa y soberana” – 32 números – Dir. José Constantino Barro – 07/64 a 02/65

            Las 12 páginas del semanario se organizaron en secciones fijas. De un lado, “Panorama internacional” ofrecía un repaso por las principales noticias del ámbito internacional desde una óptica tercermundista. Se privilegiaban aquí los sucesos que transcurrían en el Tercer Mundo, especialmente en el espacio latinoamericano. Luego, “Panorama político” se enfocaba en el gobierno de Arturo Illia y de sus ministros,primordialmente en su relación con Perón y el peronismo. Y, del otro, “Panorama gremial” se orientaba a auscultar las principales versiones noticiosas relativas al ámbito gremial peronista. Además, este primer momento de Retorno contaba con editoriales, entrevistas a dirigentes políticos y gremiales peronistas, reproducciones de mensajes y escritos de Perón, y de cartas abiertas o documentos de agrupaciones políticas, y rememoraciones de fechas caras al peronismo.

            El tópico más transitado del semanario lo constituyó el regreso de Perón a la Argentina. Desde la publicación de “Mensaje de Perón” (Nº 4), el tema del retorno comenzó a invadir la totalidad de las páginas. Entrevistas a políticos y gremialistas del peronismo como Delia Parodi, Vicente Saadi o Augusto Vandor, notas de opinión de dirigentes de peso como Carlos Gallo, Alberto Iturbe o José Alonso, incluso intervenciones del propio Perón donde analizaba lo que había generado en el “antiperonismo” la noticia retornista. Si tenemos presente que Retorno fue solventada económicamente por el empresario Jorge Antonio y estructurada alrededor de lo que extraoficialmente se llamó “Comisión Pro Retorno de Perón”, esa centralidad no puede representar ninguna sorpresa.

            Otro de los tópicos que caracterizaron este primer momento de la publicación lo constituyó la figura de Eva Duarte. Además de conmemoraciones por su fallecimiento y notas relativas al paradero de su cadáver, de la pluma de la dramaturga Maruca Ortega de Carrasco se repasa la vida y obra de la segunda esposa de Perón (Nº 9 y 19). Desde su nacimiento en Los Toldos hasta su entronización simbólica como “Abanderada de los Humildes” bajo el primer gobierno peronista, pasando por su vida como actriz de radioteatro.

            Finalmente, entre los números 1 y 15, aparecieron en primera página una serie de notas con la firma de Perón. En las sucesivas ocho entregas de “El problema político argentino”, el líder exiliado abordaba una pluralidad de temas candentes para la realidad argentina desde 1955. Por caso, el rol de las Fuerzas Armadas y la lucha facciosa entre “azules” y “colorados”, la función de los sindicatos, el lugar que debían ocupar los trabajadores y los meandros del llamado Plan de lucha de la CGT. También, que era el Tercer Mundo, qué vínculos mantenía con la clásica “Tercera posición peronista” y cómo se insertaba la “lucha de liberación argentina” en la perspectiva tercermundista.

Retorno “Vocero del peronismo” – 62 números – Dir. Pedro Michelini– 02/65 a 04/66

            Con la llegada de Michelini a la dirección, se produjeron cambios en el semanario. Las páginas editadas se redujeron a 4. La distribución en secciones fijas fue suplantada por otras sin estructuras tituladas. Sin desaparecer completamente, las exiguas notas internacionales se circunscribieron a la página 2. Por caso, una entrevista al ex presidente ecuatoriano José María Velasco Ibarra (Nº 55), un relato de la visita del Papa Paulo VI a Estados Unidos en octubre de 1965 (Nº 65) o la conferencia de Robert Kennedy en la Universidad de Columbia a principios de 1966 (Nº 91). Las noticias gremiales, en cambio, perdieron el lugar central que tuvieron previamente. Frente a los avatares internacionales y sindicales, las notas relativas a la política hegemonizaban las páginas del semanario. Un puñado de ellas dirigió sus críticas al gobierno de Illia (Nº 53), mientras la inmensa mayoría reflexionaba sobre distintas cuestiones caras al movimiento peronista: el sentido del Primero de Mayo y del 17 de Octubre (Nº42 y 66), la función de los sindicatos dentro de la estructura del movimiento peronista (Nº58) y la importancia de la “verticalidad del mando” (Nº 50 y 70). Sin embargo, dos segmentos acompañaron los números editados bajo la dirección de Michelini. De un lado, “5ta columna” con trascendidos y rumores sobre la política argentina. Y, del otro, “Perón doctrinario”, donde se reproducían declaraciones, discursos y notas de opinión de Perón en sus años de gobierno.

            Los tópicos que caracterizaron este segundo momento de Retornofueron dos. En primer lugar, el marcado tono anticomunista. Por ejemplo, en el argumento de una “argentinización” del Primero de Mayo con Perón (Nº 42). En las exequias al militante del Comando de Organización Héctor Gatica asesinado en el acto contra la invasión norteamericana a Santo Domingo en mayo de 1965 (Nº 46). Incluso en los intentos por desmarcar al peronismo del marxismo y a la juventud peronista de la “nueva izquierda” (Nº 64 y 71).

           

Y, en segundo lugar, el rol central asignado a Jorge Antonio. Si bien el empresariosolventó económicamente a Retorno bajo la dirección de Barro y continuó haciéndolo luego, con Michelini ofreció columnas de opinión sobre las reyertas internas en el peronismo (Nº 71), sobre el sentido de la traición en el movimiento (Nº 72) y sobre las implicancias de la “revolución peronista” (Nº 91).

            En íntima vinculación con este papel de Antonio estuvo la calurosa bienvenida dada a María Estela Martínez a la Argentina y el seguimiento de su periplo por las provincias (Nº 66 y 69). Numerosas notas perfilaban a la enviada de Perón como una mujer católica, leal a su esposo y fanáticamente peronista (Nº 70 y 85). Auxiliada financieramente por Antonio y acompañada por sectores del Movimiento Nueva Argentina y del Comando de Organización, el viaje de la tercera esposa de Perón tomó relevancia en medio de la disputa franca entre éste y Vandor. Conflicto en el cual Retorno bajo la dirección de Michelinitomó franco partido por el exiliado luego de un coqueteo cierto con la opción electoral que se abrió para el peronismo en marzo de 1965 (Nº 35).

Retorno “Vocero del peronismo” – 18 números – Dir. Raúl Jassen– 04/66 a 07/66

            Desde el número 96 y hasta el final de la primera época del semanario, Jassen se hizo cargo de su dirección. Su estructura no varió significativamente. Continuó editándose en 4 páginas y predominando el color rojo. La sección “5ta columna” se mantuvo. No así “Perón doctrinario”. Sin embargo, la aparición del líder exiliado siguió teniendo un lugar central. Desde el número 100 aparecen notas de opinión de Perón bajo el seudónimo “Descartes”. Asimismo, en su anteúltima aparición, la 110, se reproduce un mensaje de Perón manifestando sus ilusiones con el nuevo gobierno del Gral. Juan Carlos Onganía. En este punto, es relevante resaltar que Retorno, en consonancia con la veta falangista y militarista que comenzó a aflorar bajo la dirección de Michelini, recibió con beneplácito el quiebre constitucional del 28 de junio de 1966. Aquiescencia que, como muestran las fuentes de la época, trascendió el ejeizquierda-derecha y a la dicotomía peronismo-antiperonismo. 

            En este sentido, un tópico estructurante de Retornodirigida por Jassen lo constituyó el llamado abierto a aunar peronismo y Fuerzas Armadas. Convocatoria que tuvo sus antecedentes bajoMichelini, pero que la nueva situación creada por el secreto a voces del inminente golpe de Estado a Illia que circunnavegó la primera mitad de 1966 le otorgó mayor gravedad. Por caso, aún bajo el gobierno constitucional, se juzgaba como improductiva la intención del radicalismo del pueblo de seducir a las Fuerzas Armadas ya que el régimen estaba herido de muerte (Nº96). El mismo tono militarista puede encontrarse en el relato del impacto de la Gran Guerra en Perón y de cómo forjó su doctrina (Nº96). Militarismo que aquí se mezclaba con sendos ecos religiosos católicos.

            El 15 de julio de 1966 terminó la primera época de Retorno. Después de 111 números, tres directores en su haber y muchos colaboradores de renombre como José María Rosa, Fermín Chávez o Enrique Pavón Pereyra, el gobierno militar clausuró la publicación. El semanario terminó con saludos al Gral. Onganía y retornó una vez que éste fue reemplazado. No obstante, al igual que la Argentina, ese Retorno setentista bien poco tenía de similar con su homónimo de la década precedente.

Referencias:

Besoky, Juan L.El discurso anticomunista en las publicaciones del peronismo de derecha. Claves, 3(5), 2017.

Carman, Facundo. El poder de la palabra escrita. Buenos Aires, Ediciones Biblioteca Nacional, 2015.

Funes, Andrés N. Sobre el péndulo y las máscaras. Transformaciones en las tradiciones políticas peronistas en Argentina (1962-1966), Tesis de doctorado en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, 2021.

Andrés Funes