En noviembre de 1952, impulsada por la CGT, nació la Agrupación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas (ATLAS), como expresión de la tercera posición peronista en el ámbito laboral internacional. En el Congreso fundacional realizado en la ciudad de México quedó constituida la central, en cuya Declaración de Principios se proclamaba la necesidad de unión de todos los trabajadores latinoamericanos “identificados por el común propósito de afirmar, en cada país, los ideales democráticos de la justicia social, de la libertad económica y de la independencia política”. También, se condenaba a los regímenes capitalista y comunista y a las centrales sindicales que a ellos adherían. Y se planteaban como fines la lucha por los derechos laborales, la eliminación de toda explotación del trabajo humano, en contra de la desocupación, para que la tierra sea para quién la trabaje, por la incorporación del aborigen y del afrodescendiente a la vida nacional, y por la igualdad de los derechos de la mujer.

El último secretario general de ATLAS fue Juan Raymundo Garone (Buenos Aires, 1914-1999), quien mantuvo correspondencia con Perón en el exilio que se extendió por espacio de varios años. Garonecomenzó a militar desde joven en grupos de orientación cristiana y luego a colaborar en el diario católico El Pueblo. En 1943 se identificó con el gobierno surgido ese año y especialmente con la labor de Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Su actividad gremial la desarrolló en la Asociación Bancaria desde 1946, en cuya representación integró el Departamento de Relaciones Internacionales de la CGT, en tanto que en 1953 formó parte del Comité Nacional argentino de ATLAS, para ocupar la Secretaría General de la central continental desde mayo de 1954, constituyéndose a la postre en el último dirigente en ejercer dicho cargo.

Luego del golpe de Estado de 1955 debió exiliarse primero en Perú y luego en Chile, desde donde estableció  intercambio epistolar con Perón y continuó el que venía llevando a cabo con las organizaciones sindicales adheridas a ATLAS en todo el continente.

En total, las cartasintercambiadas entre Perón y Garoneque se conocen sumantreintaentre 1956 y 1965, aunque con mayor intensidad las escritas en los primeros años, tal comose desprende del contenido de las mismas, siendo los principales temas abordados la situación política del país, el movimiento peronista y las relaciones sindicales continentales.

En la primera carta que Perón envió a Garone, fechada el 4 de febrero de 1956 en Colón, Panamá, el ex presidente alentó la resistencia contra el gobierno de facto argentino: “Deben provocarse paros, huelgas y desórdenes de toda clase en forma en que la dictadura no pueda dormir ni gobernar, debe movérsele el piso en todo momento”. Le siguieron otras en las cuáles el líder se notificaba de las actividades de ATLAS expuestas por Garone, reconociendo la significación que poseían las filiales de la misma en el continente “para agitar el ambiente obrero contra el gobierno de facto de la Argentina”.

A comienzos de 1957, Garone (que firmaba como G. 2) envió una carta a Perón con jugosas observaciones sobre la colonia de exiliados peronistas en el Uruguay –había viajado a Montevideo desde Santiago de Chile para visitar a su esposa e hijos-, que aquel respondió calificando en duros términos al neoperonismo naciente: “Usted ve que los que están trabajando en el neoperonismo son unos simuladores y unos pícaros, porque saben tan bien como yo que no podrán ellos hacer nada, pero se tiran el lance de aparecer como influyentes a fin de luego entrar en transacciones con la canalla dictatorial en busca de ventajas personales, sin importarles un rábano que para ello deban sacrificar los objetivos, los derechos y las conquistas del pueblo, alcanzadas a través de medio siglo de luchas y dolores”.

Merecen destacarse los envíos de Perón (que firma como Pecinco) aGarone del 9 de abril del mismo año –una carta y un Memorandum Confidencial- valorando nuevamente la labor de las filiales de ATLAS en el continente en el marco de su estrategia para contrarrestar el accionar de los enemigos internos y externos del peronismo en los campos político, social y publicitario con precisas instrucciones para un accionar coordinado.

Luego de casi dos años la correspondencia se reanudó con una carta de Garone del 27 de abril de 1959 comentándole a Perón sus actividades “a pulmón” al frente de ATLAS y solicitándole apoyo para esta tarea, que el exiliado, en ese momento en Santo Domingo, respondió afirmativamente, reiterándoselo en otra, ya desde Madrid, del 10 de noviembre de 1962.

En vísperas de las elecciones presidenciales de 1963, Perón envió a Garoneuna misiva titulada “A los compañeros peronistas”, para ser difundida entre sus partidarios, donde conceptualizaba como grave la situación en que se encontraba el país fruto de la ilegalidad institucional instaurada desde septiembre de 1955, responsabilizando de ello principalmente a los jefes de las Fuerzas Armadas.

Al año siguiente, el titular de ATLAS le informó amargamente a Perón del abandono que la CGT hizo de la entidad, a lo que el líder respondió en octubre de 1965, en lo que sería su última carta del intercambio: “Si a alguien interesa una Tercera Posición es precisamente al movimiento obrero si no quiere ser vasallo de Moscú o Washington”.

La correspondencia Perón-Garone mostró la importancia que para el primero revistió ATLAS en los años iniciales del exilio, que fueron también difíciles para su movimiento político, es decir cuánto más necesitaba de la red de organizaciones sindicales que había tejido la central continental a través de su secretario general para atacar a la dictadura gobernante en Argentina tanto como para defenderse de sus enemigos.

Ya en la década de 1960 la importancia que para Perón tuvo ATLAS disminuyó ostensiblemente, sobre todo porque centró su atención casi exclusivamente en los problemas nacionales.

Referencias:

Blanco, Teodoro. “ATLAS: la proyección sindical peronista en América Latina”, en Todo es HistoriaN° 199-200, Buenos Aires, diciembre de 1993.

Panella, Claudio. Perón y ATLAS. Historia de una central latinoamericana de trabajadores. Buenos Aires, Vinciguerra, 1996.

Perón, Juan D. Correspondencia 1. Buenos Aires, Corregidor, 1983.

Perón, Juan D. Memorial de Puerta de Hierro 1. El mediodía, 1955-1960. Buenos Aires, Honorable Congreso de la Nación, 2001.

Urriza, Manuel. CGT y ATLAS.Historia de una experiencia sindical latinoamericana. Buenos Aires, Legasa, 1988.

                                                                                                          Claudio Panella