AGRUPACIONES DE ABOGADOS PERONISTAS

            Los encarcelamientos, intervenciones a instituciones sindicales e interdicciones que sufrieron los hombres y mujeres vinculados al peronismo proscripto provocaron en un primer momento la acción individual de letrados de esa filiación. Poco más tarde, se produjo  el surgimiento de diferentes agrupamientos de abogados dados a la tarea de la defensa de los derechos políticos y sindicales conculcados.

            La acción individual de abogados que en el pasado estuvieron vinculados a las estructuras políticas (Raúl Bustos Fierro, Isidoro Ventura Mayoral, Fernando Torres) o gremiales (como Norberto Centeno) no tardó en aparecer.

            Más allá de esas iniciativas defensistas ya en el año 1956 se configuró la primera agrupación de letrados afines al peronismo, conocida como Centro de Abogados de Buenos Aires.

            La organización contaba con una presidencia, que estuvo a cargo de Jorge Enrique Coronas, expresidente de la Cámara de Apelaciones en lo Civil (1951-1953) y Profesor de Derecho Civil en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (1953-1955). Coronas colaboró en la redacción de los Códigos de Faltas de la Capital Federal, Buenos Aires y Santa Fe. En 1955 publicó junto a Hugo Oderigo y Fernando Paya el libro titulado La reforma procesal civil. El vicepresidente de la entidad fue Emilio Pasini Costadoat, profesor universitario de Derecho Procesal y Consejero Titular de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.B.A., bajo el peronismo.

            Entre los miembros del Centro se contaron Oscar Hasperúe Becerra, Fernando García Olano, Jorge del Río y Jorge Cabral Texo, de signficiativos antecedentes.  Por caso, Hasperúe Becerra aquilataba en su trayectoria haber sido Presidente de la F.U.A. (1929-1930), haberse desempeñado como profesor universitario desde la década del treinta y haber sido embjador en diversos países latinoamericanos (República Dominicana, Bolivia y México). García Olano fue consejero ante Naciones Unidas (1953); Ministro Plenipotenciario en Noruega (1954-1955) y autor con Enrique Aftalión de la perdurable obra Introducción a las ciencias jurídicas y sociales. Jorge del Río, de antecedentes forjistas, se destacó en su especialidad ligada al estudio del funcionamiento de las compañias de electricidad publicando un abultado número de trabajos sobre la materia además de ejercer la docencia. Cabral Texo se destacó como profesor en Buenos Aires y en La Plata desde la década del treinta; dirigió el Instituto de Introducción al derecho y filosofía jurídica en la UBA (1950-1955) unido a la producción de diversas obras, entre las cuales se destacó El régimen de los decretos leyes en el Derecho Público Argentino. Estos ejemplos resultan suficientes para dar una pauta del grado de inserción de estos profesionales en la trama curialesca que vinculaba la cátedra, la administración de justicia y el buffette. No se trataba de figuras marginales en ese espacio.

            Desde este Centro denunciaron la ilegalidad extrínseca e intrínseca del Decreto 4161 mediante una publicación. Además enviaron una carta al General Pedro Eugenio Aramburu describiendo los atropellos del gobierno dictatorial.

            El trabajo del Centro continuó tras el restablecimiento de las libertades públicas en mayo de 1958. De esa realidad da cuenta una publicación de la sobriedad del Quién es quién en la Argentina, publicada en noviembre de 1958.  De esa misma fecha es una carta escrita por Juan D. Perón, desde el exilio, dirigida a Coronas para agradecer por las tareas realizadas en favor de “personas que habían quedado a merced del odio y de las fuerzas del exterminio”.

            Tiempo después, en noviembre de 1960, se conformó la COFADE (Comisión familiares de detenidos) para defender a los presos políticos del Conintes, convergiendo sectores del peronismo en sus diferentes gamas (Juventud y 62 organizaciones) y del comunismo local. El grupo fundador, que reunía a padres, madres y esposas de presos identificados con el peronismo resistente y el comunismo, estaba compuesto por Juan Tambassio, Maria Celia de Pita, Oscar Spina, Eduardo Rulli, Rosa de Loto, Olga de Mena, Zulma Beltramone de Nadra, Inocencia González y Lucrecia de Imizcoz. Meses después, por intermedio de Oscar Spina, el destacado penalista Ventura Mayoral se convirtió en el asesor legal de COFADE y en su estudio jurídico funcionó durante su primera etapa la sede de la entidad, en la calle Montevideo nº 527, primer piso.  Contó con el asesoramiento legal de abogados vinculados a las diferentes organizaciones. En vinculación con la COFADE funcionaba la Comisión de Ayuda a los Detenidos Gremiales de las 62 Organizaciones, coordinada por el referente sindical de los farmacéuticos, Jorge Di Pascuale. Si bien la COFADE proclamaba su neutralidad política, las relaciones e integrantes no daban lugar a dudas en relación al peso predominante de los grupos de origen peronista.

            La COFADE, además de desarrollar sus acciones defensistas y de ayuda a los presos, avanzó en denuncias en publicaciones periódicas del peronismo como  18 de marzo y su sucesora, Compañero. También lo hizo en las hojas vinculadas al P.C.A., como Nuestra Palabra.

            En el año 1963 se sumaron los jóvenes letrados Mario Kestelboim y Pedro Galín a la COFADE, quienes contaron con el apoyo y asesoramiento de León Smoliansky. En ese momento la organización se vinculó decididamente  a las corrientes relacionadas con el Movimiento Revolucionario Peronista y la conducción fue asumida por Margarita Contursi, “la tía”.

            De otro costal, ligado a corrientes tradicionales del peronismo y al gremialismo, surgió el Centro de Abogados Justicialistas. Si bien muchos de los abogados habían desempeñado tareas en el contexto de la resistencia peronista con la finalidad de defender los derechos conculcados a los ciudadanos y militantes de esa filiación, recién fue creado hacia 1964, en el restaurante Munich de Constitución en la esquina de las calles Lima y Garay.

            Formaron parte de esa iniciativa: Pedro Michelini, Hugo Alfredo Benedicto Anzorregui, Ildefonso Cavagna Martínez, Natalio Carvajal Palacios, Emilio Pasini Costadoat, Carlos Olivera Avellaneda, los hermanos Sarrabayrouse Varangot, Fernando Torres, Diego Vicini, Oscar Salvadores, Jorge Ernesto Funes y Saturnino Funes. En este caso, se mezclaban figuras con importantes antecedentes como Cavagna Martínez que había sido Presidente del Banco Nación, diplomático acreditado en Brasil y por escaso tiempo Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Juan D. Perón; personalidades con credenciales en el ámbito universitario como  José M. Sarrabayrouse o Pasini Costadoat con letrados de combate como Torres, Anzorregui o Pedro Michelini. A esta camada de letrados se sumó Hugo Anzorregui (h).

            Su tarea estuvo orientada a la visita de los presos políticos para acercarles aliento y apoyo a los detenidos además de asesorar a los gremios de orientación peronista. En el primer ámbito se presentaban en comisarías y juzgados con pedidos de hábeas corpus y exigencias de libertad de los presos políticos.

            Esa liga de juristas, asistían a los sindicatos y a los líderes emergentes del período como Andrés Framini, Augusto T. Vandor, Gerónimo Izzeta, Pierini, Maximiliano Castillo, Pracánico, Pepe García y Eleuterio Cardozo.

            Pedro Michelini fue apoderado del Partido Justicialista en la Provincia de Buenos Aires además de destacarse como abogado laboralista en el área de La Plata y representar a varias organizaciones sindicales. Esta última tarea fue delegada progresivamente en Hugo Anzórregui (h) al tener que asumir funciones delegadas por el propio Perón en su interlocución con el radicalismo gobernante.

            De manera paralela se iban sumando a esas tareas letrados más jóvenes, como Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Ortega Peña, quienes se desempeñaron como abogados de sindicatos como la UOM de Vandor y la CGT. Acompañaron a Torres en el pedido de aparición con vida de Felipe Vallese.

            En un contexto de mayor autoritarismo y al calor de la expansión de la CGT de los Argentinos, se conformó un cuerpo de profesionales de la nueva organización, a partir de la convocatoria realizada por Conrado Ostigosa Antón. Allí aportaron Hugo Chumbita, Mario Landaburu, Rafael Lombardi, Raúl Aragón, Hugo Anzorreguy (h),  Hipólito Solari Yrigoyen, Néstor Martins, Cayetano Póvolo, Antonio Deleroni, Juan Carlos Giraldez, Laura Rabey, Rubén Bergel, Rubén Gómez y Matilde Scaletzky. Más tarde se sumaron Luis B. Cerrutti Costa, Marta Fernández y Amilcar Grinberg. La composición, de nuevo, era mayoritariamente peronista aunque albergaba a radicales como Solari Yrigoyen o abogados provenientes de la izquierda como Martins y Lombardi. Este cuerpo de abogados sostenía buen vínculo con la COFADE, animada por Margarita Contursi.

            Las asociaciones descriptas conformaron la prehistoria de la Asociación Gremial de Abogados que emergería en la década del ’70.        

Referencias:

Anzorregui, Hugo. Semblanza de un compañero. En Michelini, Pedro. El17 de octubre de 1945. Testimonio de protagonistas. Buenos Aires, 1994.

Chama, Mauricio. Peronización y radicalización de grupos de abogados en los años 60 y principios de los 70. En Cuestiones de sociología. La Plata, 2006.

Chama, Mauricio. La defensa de los presos peronistas: el caso de la COFADE. En Acta de Congreso de la red de estudios del peronismo. Buenos, Aires, 2012.

Michelini, Pedro. Anecdotario de Perón 1. Buenos Aires, Corregidor, 1995.

Quién es quién en la Argentina. Biografías contemporáneas. Buenos Aires, Kraft, 1955.               

Quién es quién en la Argentina. Biografías contemporáneas. Buenos Aires, Kraft, 1958.

Quién es quién en la Argentina. Biografías contemporáneas. Buenos Aires, Kraft, 1968.

Darío Pulfer